29 de abril de 2013

Capítulo 53 - But with you it's not like that at all




- ¿Se puede? -preguntó desde afuera.

- Sí, pasa -respondí al reconocer la voz.

Entró. Por si no lo saben, era Mike. Quizás habrán pensado que era Justin, pero no. Ni siquiera creo que venga ni nada. Es mejor que no espere nada que me ilusione. Sé que es lo mejor para mí no pensar en esas cosas. Si no quieres decepcionarte, es mejor no esperar nada de las personas.

Se sentó en la cama, al lado de Riguel. Se me quedó mirando. Las chicas estaban un poco cabizbajas porque sabían que era un momento serio, no para reír o para mostrar felicidad. Tampoco quería que se pusieran triste por mí, me sentiría mal.

- Oigan -hablé para cortar el silencio. Ya no los miraba, pero sabía que ellos habían puesto su mirada sobre mí al hablar- No quiero que se sientan tristes por mí. Estoy bien, enserio.

 Mentí.

- Pero yo aún no sé qué fue lo que sucedió... -cierto.
- Ya lo expliqué a las chicas, no quiero hacerlo de nuevo -en realidad sentía que si lo hacía de nuevo estallaría en llanto.
- Vamos, __(tu nombre) -me pidió.
- Mejor te explicamos nosotras -interrumpió Celeste.

Riguel estuvo de acuerdo con ella. De un segundo a otro las dos se encontraban contándole la historia a mi hermano. Él las miraba sorprendido y de vez en cuando me miraba a mí. Me sentía como una tonta todavía, pero por una parte me siento bien, porque ellos estaban ahí conmigo, apoyándome. Tratando de comprenderme aunque sea algo difícil.

- ¿Ha hecho eso? -me preguntó, mirándome fijamente, luego de que terminaron la conversación.

No dije nada. Asentí.

- Ese imbécil -susurró con odio- Me va a escuchar.

Comenzó a pararse de la cama, furioso. Logré tomarlo por la pierna y las chicas por los brazos. Él nos miró confundido, pero sin quitar esa expresión de rabia contenida que tenía. Mi hermano no soportaba que me hicieran daño, es lo que más odia.

- Chicas, agradecería que me soltaran -estaba tratando de ser educado con nosotras para no involucrarnos.
- ¡Mike, no vayas! -chillé.
- ¿Cómo me pides que no vaya? -preguntó enfadado- ¡Ese idiota las ha cagado! Si te fue infiel juro que le parto la cara a golpes.

Fue una punzada en el corazón. Al escuchar la palabra "infiel" fue como si algo me lo atravesara.

- No lo hagas, por favor -pedí apenas, quería llorar.
- Mike, no se siente bien -le dijo Celeste, preocupada- No se siente bien, enserio.

La mirada de mi hermano se dirigió a Riguel.

- Por favor, no lo hagas -le pidió ella también- Al menos, no ahora.

Las tres teníamos una cara como si estuviéramos rogando. Conocía a Mike y cuando algo se trata de mí, él no es consciente de lo que hace. Si dice que le partirá la cara, lo hará. No importa que sea su amigo, conocido, mejor amigo, pero él lo hará.

Dudó. No quería, pero terminó cediendo. Dijo que no haría nada por el momento, y se tranquilizó. Estuvo un momento más con nosotras en la habitación tratando de hacerme sentir mejor. De vez en cuando nos reíamos mucho, porque hacían cada tontería con las que era imposible no reírse. Los amaba, sin duda son las personas que iluminan mi vida.

- ¿Dormirán aquí? -pregunté a las chicas luego de un rato.
- Sí -respondieron ambas al unisono con una sonrisa en la cara.
- Preguntamos a mamá antes de llegar aquí y nos dejó -me contó Riguel.
- Que bien -sonreí.
- __(tu nombre), no sabes cómo odio a Olivia -soltó Celeste.

(...)

- Chicas, yo me voy a mi cuarto -habló Mike en un momento, porque estaba estirado en la cama y poco a poco se iba quedando dormido.

Se paró y se fue a su habitación. Yo fui a la cocina a buscar unos sandwiches y al subir comenzamos a comer, mientras veíamos una película. Era Scary movie 4, nos cagábamos de la risa. Sin duda mi ánimo estaba comenzando a mejorar.

- Brenda es una perra -comenté a las chicas riendo mientras miraba la película.
- ¡Eso es cierto! -exclamó Celeste uniéndose a mis risas.
- Y Cindy tiene una cara de tonta que no se la puede -comentó Riguel y volvimos a reír.

(Varias horas después)

Al día siguiente me desperté pésimo. Las chicas aún dormían, así que me levanté para ir al baño. Mientras caminaba hacia él de repente me devuelvo. Había pasado por delante del espejo y logré ver mis ojos. Dios, parecían unas verdaderas canicas, ¡eran horribles! Esto es lo que me gano por llorar tanto, ¿ven?

Antes de entrar a ducharme, eché un ojo a mi celular. Nada. Cero mensajes de Justin. Sentía que me desmoronaba por dentro, pero ya había decidido a no echarme a morir por algo que pasó. Aún somos novios o al menos, por mi parte, eso creo.

Como sea, entré al baño con una toalla a mano. Me desvestí, entré a la ducha y dejé que el agua recorriera mi cuerpo. Nada mejor que una ducha para despejarse de todo lo malo. Eso siempre ayuda.
Al terminar, me puse esto:

                           

                           So sad




Sé que no es el atuendo más bonito del mundo, pero cuando estoy triste es IMPOSIBLE que yo me vista de una manera linda. Si estoy triste traeré cosas así y tendré una coleta alta en el pelo, que por cierto, ya me la he hecho.


Me sorprendí al no encontrar a Mike en la cocina. Siempre cuando bajaba las escaleras estaba ahí, así que se me hacía raro. Quizás anoche se durmió tarde y aún está cansado, es como lo que la mayoría del tiempo me sucede a mí.

Revisé la fuente de frutas de la mesa de la cocina. Habían manzanas, plátanos, peras y frutillas. No tenía ganas de comer tostadas para desayunar así que elegí unas cuantas de estas y comencé a picarlas. Se veían deliciosas. Después de todo son para comerlas, ¿no? No voy a dejar que se desperdicien, sería muy tonta. Antes de desperdiciar comida creo que tiro a Mike de un precipicio. Amén eeeejjaaaale.

-Narra Mike-

Golpeé la puerta otra vez. Otra. No salía nadie. Estaba bastante molesto, suficiente ya era tener que venir hasta aquí sin que siquiera se aparezca por la casa como un completo cobarde. Es mi mejor amigo, lo sé, pero __(tu nombre) es mi hermana. Es mi enana menor y no puedo dejar que nadie le haga daño, ni siquiera él. Solo yo puedo hacerla enojar y molestarla, ¡solo yo! ¿se entiende?
Al fin, abrieron la puerta.

- Hola, bro –saludó.
- Debemos hablar –fui directo al punto.
- Okay, pasa –se hizo a un lado y me dejó pasar a su casa, al parecer estaba solo. Menos mal.

Miré a las paredes, habían varios cuadros de él y su madre, y uno o dos de su padre. También había una niñita pequeña, que al parecer era su hermanita con otro chiquito al lado. Se veían tiernos. Me recordaba a __(tu nombre) cuando era bebé. Pero como sea, no vine aquí para eso.

- ¿Ha pasado algo? –preguntó. La verdad creí que al menos tendría una miserable idea de lo que quería hablar.
- ¿Enserio me vas a preguntar eso?

Se me quedó mirando fijamente. Se volteó y comenzó a caminar, incómodo. Suspiró. Pasó su mano por su cabeza y suspiró de nuevo. Luego, me miró otra vez. Yo no quitaba mi vista de encima. Tendría que contarme todo y aparte, tendría que escucharme.

- Bien, sé a lo que vienes –dijo algo, por fin- Y sé que probablemente quieras golpearme, pero
- Eso quiero –interrumpí, rápido- Estoy aguantando así que habla de una vez y dime lo que pasó. Luego decido si te pego o no. Bastante ya es tener que ver a mi hermana para la cagada en su habitación todo el día.

Hubo un silencio completo. Justin estaba cabizbajo, se veía triste. No sé si era algo real o qué, pero solo digo lo que estaba viendo. ¿Cómo estaba yo? Yo estaba odiando a todo el mundo, estaba demasiado furioso. Me sentía inútil de no poder hacer nada para que todo estuviera bien con __(tu nombre). Se me pone todo mal cuando la veo con sus ojos hinchados de tanto llorar, ella no se merece que la lastimen.

- Sé que la he cagado, Mike –dijo apenas.

Oh no. Ya me imaginaba lo peor. ¿Le ha sido infiel? Por la mierda, es que juro que me carcomen las ganas de saltar sobre él y partirle la cara. Esas palabras hicieron que me diera un escalofrío. Sobretodo porque él estaba callado, cabizbajo. De esa manera ¿qué no podría pensar? Mierda.

- Joder... -lamenté- ¿qué has hecho? -no le pregunté gritando ni de mala forma, si no que lo susurré.
- Lo lamento, en serio lo lamento...
- ¿Qué has hecho? -volví a preguntar, porque no lo hacía.

Esperé por una respuesta de su parte, pero nada.

- ¿Qué hiciste, Justin? -repetí otra vez, impaciente- ¿La engañaste con esa tipa?
- Yo...
- ¡Responde!

- Mierda, tú no entiendes. Déjame que explique... -interrumpí.
- ¿Explicar qué cosa? ¡Solo quiero que me respondas si la engañaste con ella! -chillé a todo pulmón. Ya no aguantaba la presión, lo juro.

Tardó en responder. No podía hablar, yo lo miraba impresionado. Ya sabía la respuesta. No era necesario que me la dijera. Si tanto se tarda en responder a esa miserable pregunta es porque sí lo hizo.

- Sí... -mierda- Pero te juro que...
- Puto de mierda -lo insulté.
- Mike, escucha.
- ¿Cómo pudiste hacerle eso a ella? -pregunté cabreado, pero no gritaba si no que no sabía qué era lo que sentía en ese momento.
- ¡No lo sé! -chilló y de un golpe tiró al suelo una planta que estaba en una mesa de centro- ¡La he cagado, pero no era mi intención engañarla! ¡Olivia me...
- ¡No ponga excusas de mierda! -le hice callar- Cagaste a mi hermana con una zorra, ¿¡te sientes bien ahora!? ¡Hiciste creer a medio mundo que habías cambiado y lo más increíble es que elegiste a mi hermana para eso!
- ¡Yo no quería engañarla, Olivia fue quien se me tiró encima!
- Sí, y tu lengua se quedó atorada en su garganta... -se quedó completamente callado al momento en que dije eso- Ni siquiera sé cómo pude ayudarte para que estuvieras con __(tu nombre). Es mi culpa... -no podía sentirme más mal, había sido mi culpa o al menos eso sentía- Juraste por tu vida y la de ella que la querías de una manera sincera y tiraste todo a la borda por una puta -le dije con odio.
- ¡Y podría seguir jurando que la amo!
- Cállate si no quieres que te mate a golpes -le amenacé. Quería golpearlo, no tenía dudas.
- Le pediré disculpas, jamás lo volveré a... -interrumpí otra vez.
- Suerte con eso -solté risas. Él me miró confundido- __(tu nombre) jamás te va a perdonar. Ella te dio a entender desde el primer día que si la engañabas no volverías a tocarle un pelo. Ella te amaba y te ama... Y a ti no te importó que ella se pudiera sentir lo más miserable del mundo con lo que le hiciste, ¿no? Es típico de ti, que las quieres tener a todas y no puedes tener a alguien por tanto tiempo -no podía callarme nada- Apostaría a que lo único que querías era tener sexo con ella para luego dejarla.
- ¡No digas eso! -explotó- ¡esa mierda es lo más estúpido que pudiste decir! ¡Nunca la utilicé como un objeto para mí! ¡La amo y esa hija de puta fue quien se me tiró encima aquí en la casa, ni siquiera sabía que iba a venir y me tomó por sorpresa! ¡Esa entró sola, por la ventana!
- ¿¡Y no pudiste quitártela de encima!? ¿Acaso ella tiene más fuerza que tú o te apuntó con una pistola a la cabeza?
- ¡No! Mierda, espera a que te explique todo lo que pasó. En ningún momento deseé que ella me iba a besar y ni cuenta me di, lo juro.
- Jódete. A mi no me expliques mierdas. __(tu nombre) tiene el corazón roto y ella aún tenía esperanzas de que tú no le habías sido infiel. Hasta Celeste y Riguel pensaron que no la habías engañado porque creían que cambiaste. ¡Deja de ser tan gilipollas y marica!
- ¡YA NO SOY UN GILIPOLLAS!
- ¡PUES DEJA DE COMPORTARTE COMO UNO!  -exclamé, con toda mi furia.

No quería seguir discutiendo con él. De seguir, quizás ambos terminaríamos sangrando de cualquier parte del cuerpo. Nos quedamos mirando. Justin tenía los ojos llorosos, al igual que yo. Quizás a él le dolía como aún novio de mi hermana, pero a mi me dolía como un hermano que aunque lo intente, no puede impedir que le hagan daño a su hermana menor.
Me volteé, caminé hacia la puerta, salí y la cerré de un portazo.

- Narras tú-

Terminé la ensalada de frutas y ya la estaba sirviendo en unas fuentes individuales para darle a las chicas cuando despertaran y a mi hermano. Era raro que aún ninguno de ellos despertara, ¿acaso soy yo la única que es aplicada aquí?

HAHAHHAHAHAHAAHA. Mierda. Ni yo me lo creo. Como sea, creo que quizás ayer exageré un poco, ¿no? Justin no me engañó, porque confío en él. Quizás solo la puta esa quería sacarme celos, porque es lo que desea: hacerme enojar a cada momento con cualquier cosa que me haga daño.

Sentí el timbre. Fui a abrir, tenía la pequeña esperanza de que fuera Justin para contarme la verdad que tanto quería oír, pero no. Era Mike, ¿qué hacía afuera de la casa?

- Hola -lo saludé, sonriendo delicada- Creí que dormías.

Él pasó lentamente, sin ganas de caminar. Se veía triste. No me dijo nada y se sentó en uno de los sofás de la sala de estar. No me gustaba ver a mi hermano así, ¿acaso mamá llamó diciendo algo malo?

- ¿Estás bien? -le pregunté- Me preocupas, Mike. Hace tiempo que no te veía así -si mi hermano está de esta manera es porque es algo muy fuerte lo que le ha pasado.
- __(tu nombre)... Necesito que te sientes -me pidió, tenía un hilo de voz- Por favor, hermana.

Aw, si me lo pide así, lo que sea.
Caminé al sofá en donde se encontraba y me senté a su lado, pegada a él. Lo rodeé con mis brazos, dándole un cálido abrazo. Él sonrió, pero apenado. ¿Qué era lo que me ocultaba?

- ¿Qué ha pasado? -pregunté interesada- Sabes que puedes contarme lo que sea.
- Sí, lo sé -asintió con la cabeza- Pero no creo que sea el indicado para decirte esto... Solo no quiero que sufras, no quiero verte mal... -mi corazón comenzó a latir rápidamente, ¿era lo que pensaba?
- ¿¡Mamá ha tenido un accidente en el avión!? -pregunté exaltada, sentía que me faltaba la respiración.
- ¡NO, NO! -chilló rápidamente- ¡Ella está bien! Es sobre otra cosa...

Uf.
Omfg.
Creí que moría.

Mis latidos se fueron calmando de a poco, menos mal. Creo que exageré demasiado, siendo que nisiquiera me había contado todavía.

- Es sobre otra cosa... -continuó- Sé que estás mal sobre Justin, pero creo que él es quien debe decirte lo que me ha dicho esta mañana...

Fue interrumpido por alguien que atravesó la puerta sin que nos diéramos cuenta. Era Justin, me quedé pasmada.

- __(tu nombre), juro que no quería -comenzó a decirme de la nada- Olivia fue quien se me tiró encima. Sé que me odias porque te he sido infiel de alguna manera, pero quiero que me perdones. Te amo, lo sabes y... -comenzó a callarse al momento de darse cuenta de que yo tenía una cara completamente perdida.
- ¿Qué? -la furia comenzaba a brotar dentro de mí.

Mike desapareció de ahí. Subió las escaleras, dejándonos solos.

- Ella me besó, yo jamás lo hubiera hecho... Lo prometo, lo juro. Yo te amo a ti...
- No me digas nada, ¿quieres? -le dije, con suerte podía mirarlo- No puedo creerlo... Y ya me había convencido hace un rato de que tú no habías hecho nada malo... Eres un imbécil, jódete.
- __(tu nombre), ella me besó. Yo estaba durmiendo, creí que eras tú, pero...
- Cállate. Terminamos.
- ¿Qué? -preguntó atónito- ¿quieres mandar toda nuestra relación a la mierda sin siquiera escucharme?
- ¡Sí! ¡eso es lo que quiero! Jódete, ¿quieres?
- Oh, ya veo. Ni siquiera me dejas explicarte lo que pasó.
- ¡Justin ya se notaba que querías estar con ella! ¿por qué no me lo dijiste? ¡Te habrías ahorrado el engaño!
- ¡Escúchame! Estaba durmiendo y desperté porque algo estaba besándome, creí que eras tú, pero al estar consciente de lo que pasaba me di cuenta de que no lo eras, ¡conozco tus besos! Me la quité de encima, pero ella se tiró encima de mí, caí en el piso y comenzó a besarme, ¡parecía una gorila! ¡Yo en ningún momento quería estar con ella y ni siquiera metí mi lengua en su boca porque era la mierda que nunca en mi vida haría! ¡Fue lo impedí que pasara hasta que pude pararme del puto piso! Esa perra me da asco, tú eres mejor que todas en miles de aspectos, créeme. ¡Te lo juro!
- Bueno, sí, es verdad. ¡Yo soy mejor que ella y todas en miles de aspectos! Pero eres un idiota... Lo mejor es separarnos, Justin...
- ¿No quieres estar conmigo ya? -preguntó, molesto.
- No, no quiero. Ve a divertirte con quien sea, es mejor que nos separemos...
- Pues no se te será fácil -interrumpí.
- Pues sí lo es. ¡Terminamos, listo!
- OH... Que te quede claro que no te desharás de mí tan fácilmente. Ya verás que volveremos a estar juntos -¿sonó a amenaza?
- ¡En tus sueños, Bieber! -exclamé- ¡Vete de mi casa! Tienes a todas las famosas para regodiarte, solo vete y déjame en paz. No quiero que me jodas.




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Chicas, espero que les haya gustado. ¡No se pierdan los próximos capítulos! Y no piensen que este es el final de __(tu nombre) y Justin, porque es una novela de Justin Bieber y tú, recuerden haha. ¡Gracias por los comentarios del capítulo anterior! Comenten y voten en reacciones lo antes posible y trataré de subir en unos días, ¿vale? Las amo.

22 de abril de 2013

Capítulo 52 - But with you it's not like that at all


-Nadie me rompe el corazón-



Lentamente nos fuimos separando, para después quedarme mirando sus ojos. Él sonreía y no pude evitar hacerlo también. Me gusta, lo saben y creo que él también. Quiero estar con él. Y es extraño porque antes solo éramos como los mejores amigos, pero todo cambió de un momento a otro. Pero ese cambio sin duda alguna me fascinó y puede que haya sido lo mejor que me haya pasado.


- Fabi... -se aclaró la garganta- Quiero hacerte una pregunta, pero no sé si tú vas a mandarme a la...
- Solo pregúntame -interrumpí, sin borrar la sonrisa de mi cara. Él me miraba impresionado, pero feliz.
- ¿Quieres ser mi novia?

Wow. ¿Realmente? Creí que nunca lo pediría. ¿Sería posible explicar lo que siento ahora mismo? No. Es obvio que no. ¡Claro que no! Y no lo digo por nada.

- Sí... -le dije, haciendo mucho mas amplia mi sonrisa- ¡Quiero ser tu novia!
- ¿Hablas enserio? -no lo creía, pero ambos estábamos radiando felicidad.
- ¡Sí, enserio!

Me tiré a sus brazos. Él me abrazó por la cintura y nos dimos un hermoso beso de novios. Me sentía como nunca lo había hecho. David hasta ahora me ha hecho muy feliz y eso que solo éramos amigos. ¿Ahora? Ahora somos novios y lo que más quiero es que sigamos siendo felices, pero de una manera diferente.

-Narras tú-

- Mike.
- ¿Qué? -me habló con la boca llena de tostada.
- Estoy aburrida -expresé.
- ¿Y qué quieres que le haga?
- ¡Es fin de semana! -exclamé para que reaccionara- No quiero estar este fin de semana sentada en el sofá como una traumada.

Sí, como ya dije, estoy aburrida... Aquí sentada en el sofá comiendo y viendo la tv. Me siento completamente aburrida y no quiero aburrirme tanto porque eso significa que me volveré floja y cuando eso pasa es casi imposible que desaparezca en menos de dos semanas. Me dura mucho, es como que me acostumbro a no hacer nada. Supongo que ustedes lo entienden a la perfección, ¿no?

- Okay... -dejó el resto de la tostada sobre la mesa y se limpió las migajas de la boca- ¿a donde quieres ir?
- No lo sé. Las chicas no han venido y no tengo nada con qué entretenerme. Tampoco tengo ganas de meterme a internet -le conté deprimida.
- ¿Por qué no vas con Justin?
- Está en una reunión con no tengo idea -obviamente, yo no sabía sobre ese mundo.

Ni siquiera sé cómo le llaman a las personas que lo ayudan en su carrera. No es por despreocupada o porque no me interese lo que él hace, pero bah... Nunca tuve una buena vista sobre eso y no estaba demasiado informada sobre el tema.

- ¿Y no te dijo a qué hora llegaba?
- No -hice una pausa, recordaba algo- Aunque ya se ha ido hace varias horas, pero quizás llegue tarde.
- ¿Y no te gustaría que pasemos la noche todos juntos, aquí en casa?
- ¡Sería genial! -exclamé emocionada- Una noche que no será aburrida, al fin.
- Lo mismo digo -ambos reímos.

Subí a mi habitación y tomé mi celular. Llamaría a las chicas para ver si les gustaría venir a dormir o si querían venir un rato a acompañarme para no estar tan aburrida en el momento. Como sea, marqué a Celeste, pero no contestó. En realidad es típico de ella porque suele apagar su celular, entonces, llamé a Riguel.

#Vía Telefónica.
- ¿Sabes que vivimos a un par de casas, no? -se puso a reír al momento de decir eso- Con un simple grito desde tu casa basta, no con una llamada.
- ¡Lo sé! -me uní a sus risas- Pero me daba flojera caminar hasta allá.
- Como sea, ¿cómo estás? -preguntó.
- Bien, sí. ¿Tú?
- Bien también -soltó unas risas.
- Oye, quería saber si les gustaría venir un rato a mi casa, o no sé. Mike dijo que podríamos hacer una pijamada -le conté a ella.
- ¡Perfecto! -exclamó- Pero con Cel le pediremos permiso a mamá, que dijo algo de que iría o iríamos a casa de una tía, entonces no sé la respuesta.

- Vale.
- Chau.
#Fin vía telefónica.


Bueno, no estaba confirmado si vendrían o no. Que mal. ¿Por qué esto tiene que ser tan así? Soy exagerada, lo sé, pero es que me aburro. Creo que me afectó el que mamá se fuera haha.

(...)

A la mierda. Estaba jodidamente aburrida, parecía que me descomponía estando sentada en el jodido sofá viendo la forma en que Mike se cortaba las uñas de los pies. Esto es un asco. ¿Pero qué pasa? ¡Esto es eterno!

Decidí ir a ver si Justin había vuelto a casa, quería estar con mi novio al menos un rato. Es lo que debo hacer, ¿no? Demostrarle lo mucho que lo amo y estar con él en ciertos momentos, cuando él tenga tiempo. Así que me arreglé un poco, avisé a Mike que iría a la casa de Justin y salí de la casa. Caminé hacia ella y toqué la puerta. Esperé un poco. Nadie, no salía nadie. Volví a tocar. Por fin, apareció mi novio en la puerta.

- ¿__(tu nombre)? ¿qué haces aquí? -parecía nervioso.
- Que lindo me recibes -reí un poco- Solo quería verte, ¿por qué?
- Nada, es solo que...
- Nada -interrumpí.

Me acerqué a él para besarlo, pero un poco antes de hacerlo desvié la mirada hacia el interior de la casa de Justin y en los sofás... Dios, veo la cosa más horrible que pude haber visto. Mi corazón se comenzó a acelerar. No sabía si era rabia, odio, enojo, o toda la mierda junta.

No lo besé. ¿Cómo iba a hacerlo? Me hice para atrás y lo quedé mirando a los ojos. Él se veía asustado, ¡obviamente debía estarlo! ¿Cómo pudo hacerme esto?

- __(tu nombre), te puedo explicar -se apuró a decir, ya que veía que yo no reaccionaba.
- ¿Qué me vas a explicar? -pregunté con no sé qué sentimiento, pero no era agradable.
- ¡Hola, cariño! -me saludó la muy puta desde ahí adentro.
- ¡Hola, Olivia! -saludé con una sonrisa falsa y agitando la manito.

La muy tarada se paró de ahí y se puso atrás de Justin, abrazándolo por la espalda. Podría jurar que pude haberle dado la paliza de su vida como nunca antes se la han dado, pero algo me lo impidió.

Con toda la impotencia del mundo me giré y empecé a caminar cabreada a mi casa. Esto es tan lindo, vengo con una buena intención de estar un rato con mi novio y me encuentro con esta mierda. Es la última vez que hago un gesto lindo por él.

Me venía siguiendo, lo podía sentir. Cuando iba caminando por el césped para llegar a la calle me tomó por el brazo. Agité para que me soltara de una jodida vez.

- ¡Enserio lo puedo explicar! -repitió una vez más.
- ¿Sabes qué? -lo miré directamente a los ojos- No me expliques nada. Ve a pasar un buen rato con esa zorra de ahí que se nota que te tiene ganas -volví a voltearme.
- ¡No, __(tu nombre)! ¡Estoy hablando enserio! -otra vez me cogió por el brazo, pero más fuerte.
- ¡Que me sueltes! -tiré fuerte, y eso causó un dolor en mi brazo.

No me quejé, claro que no. Pero él se dio cuenta de que me había lastimado. Puso una expresión de arrepentimiento, al parecer se había echado la culpa. De todas formas no me importaba el dolor que sentía físicamente, si no el que sentía por dentro.

Volví a caminar a mi casa, pero esta vez él no venía tras de mi. Bueno, no me importa. Me ha dolido mucho esto.

Al llegar, Mike me vio entrar y subir las escaleras rápido. Sabía que cuando estaba así era mejor no molestarme por un rato. Entré a mi habitación tan dolida como nunca. ¿Cómo hizo eso? ¡Él sabía que ella y yo nos llevábamos del asco! ¡sabía que ni siquiera podían cruzar nuestras miradas! Encima la encuentro en su casa... Ni yo voy a su casa muchas veces. Y muy feliz de la vida sentada en el sofá, con una sonrisa en la cara. No lo esperé de Justin. Y sé que el problema es de nosotras dos y que probablemente muchos pensarán que él no tienen nada que ver en eso así que puede juntarse con ella cuando quiera, pero en realidad me duele demasiado.

Me sentía como una tarada. De verdad que quería pasar un lindo rato con él esta tarde, solos... Pero ahora veo que estaba haciendo algo mejor y que de seguro se sentía con buena compañía. Me duele que haya preferido estar con ella en vez de estar conmigo siquiera unos minutos. Y no puedo evitar pensar cualquier cosa... ¿Qué pensarían ustedes? Creo que también se sentirían traicionadas de alguna manera, ¿cierto? Sobretodo cuando él sabe los problemas que habían entre nosotras. ¡Me siento muy mal!

No quería ver a nadie… Es complicado. Me he sentido tan mal. La muy puta llega y lo abraza por detrás, luego de saludarme cínicamente. ¿Qué cosa no podría pensar? Soy tan tonta…

Ahora pienso… ¿qué hago aquí sintiéndome como una basura por Justin? ¡Jamás me había sentido así por un chico y no puedo hacerlo ahora! Todo el tiempo de mi vida he sido fuerte y esto no puede impedir que siga siéndolo. Sé que me siento como la mierda y a causa de eso me cuesta mucho ser tan fuerte como quiero.

Tomé una hoja de papel que estaba en la mesita de noche y del cajón saqué un bolígrafo. Comencé a escribir cualquier cosa… Frases, caras, etc. En un momento, me puse a escribir en inglés, el idioma que he tenido que hablar desde que llegué aquí, a Atlanta.

I can be tough, I can be Strong....But with you, it’s not like that at all… 

Debajo de eso, quería recordar un poco del país del que venía. No iba a escribirlo en inglés, así que lo puse en castellano (español o como quieran llamarle), mi idioma natal:

Suelo ser dura, suelo ser fuerte…Pero contigo, no es así en lo absoluto
Parezco una total enamorada, ya lo sé. Pero siempre hay momentos en que, por lo más enamorada que se esté, todo se arruina por alguna razón.

(...)

Desperté por unos sonidos de mi celular. Antes miré el reloj, eran las 8pm. Me ilusioné, pensando que quizás era Justin queriendo explicarme lo que había sucedido, pero no, no era él. Solo era una recarga al celular que Mike acaba de hacer. Al parecer no estaba en casa.

Miré hacia la puerta y había un papel pegado:

"Enana, fui a la tienda a hacer unas cosas. No tardo"

Bueno, supongo que estoy sola. No me sentía mejor en realidad, pero como saben, no le puedo hacer nada. Las cosas suceden sin que uno las quiera así, de ese modo.

Pasaron un par de horas... Se hicieron las diez y estaba sola en mi habitación. Mike hace un rato, al llegar de donde había ido, me acompañó un rato. Lo cierto es que no tuve ganas de hablar del tema en ese momento, pero me hizo prometer que luego hablaríamos.

Encendí la tv por un momento, tomé la laptop y me metí a Facebook por un momento. Me habló Chaz, Caitlin, Fabi y David, pero mentí diciendo que iría a ducharme un momento. ¿Nunca han hecho eso cuando quieren estar solos, pensando por un momento? Yo sí.

No estuve mucho rato ahí, ya que como dije, no tenía ganas de hablar con nadie. Me acosté sobre la cama y  creo que me dormí otra vez, porque cuando desperté tenía una mano acariciando mi cabello. Abrí los ojos y me quedé mirando.

- Hola -saludé y fingí una sonrisa.
- Hola, __(tu nombre) -me saludó, sonriendo, sin dejar de acariciar mi cabello. Parece que se me notaba que no estaba en un buen humor.
- ¿Estás bien?
- No... -contesté con un hilo de voz- La verdad es que no lo estoy.
- ¿Pero qué ha pasado?

En ese momento nos interrumpió alguien que abrió la puerta. Se asomó, era Celeste.

- Oye Riguel, ¿está bien? -le preguntó como si yo no estuviera despierta.
- Ha dicho que no... -dijo con un tono de tristeza.
- ¿Pero qué ha pasado, tía? -Celeste se interesó en el tema- No te ves nada bien. Tienes los ojos rojos e hinchados.
- Lo sé -aclaré mi garganta- Odio cuando se ponen así...
- ¿Has tenido un problema con Justin? -me preguntó Riguel.

No quise responder. Sentía que en cualquier momento me pondría a llorar al recordar lo que había pasado. Les tengo una confianza infinita y sé que saben que se me hace muy difícil hablar sobre el tema. De cualquier manera, quiero hacerlo.

- Sí, lo ha tenido -respondió Cel por mi.
- Fue horrible, la verdad no sé que mierda pensar -por fin solté de una vez.
- ¡Pero vamos! -me impulsó Riguel- ¿qué fue lo que pasó?
- Justin había ido a una reunión con no se quién y en un momento creí que ya había llegado, porque había pasado bastante tiempo, entonces decidí ir a su casa a saludarlo para estar un rato solos, felices. Cuando llego iba a besarlo, pero me lo encontré con la puta de Olivia dentro de su...
- ¿¡QUÉ!? -exclamaron al unisono, creo que el grito se escuchó hasta la siguiente calle.
- Es cierto. Era Olivia, la perra -confirmé- No sé que pensar, chicas. Encima ella llega y lo abraza por la espalda, cosa que me hizo hervir y él no hizo nada al respecto, ¡ni siquiera se la quitó de encima! -¡aún no lo creía!
- Esa perra... -susurró Riguel, con odio.
- ¿Has pensado que te fue infiel? -era la pregunta esperada.
- Yo... -hice una pausa por un momento- Creo que cualquiera tendría esas suposiciones al encontrarse con algo así...
- Tienes razón -Cel me apoyó- Yo también lo pensaría y me sentiría pésimo. Si Christian me hiciera eso creo que no sería responsable de mis actos.
- Tienen razón, si Mike me hiciera eso también pensaría que me fue infiel... Pero nada está confirmado, __(tu nombre) -querían hacerme sentir mejor.

Apoyé mi cabeza en las piernas de Riguel y Celeste acariciaba mis manos. Me sentía bien de hablar esos temas con ella y sentir que me estaban apoyando por completo. Sin duda es una sensación inexplicable saber que tus amigas verdaderas siempre estarán allí para ti.

- ¿Te ha llamado siquiera?
- No...
- Mierda.

Tocaron la puerta. Dieron tres golpes pequeños, ni tan fuertes. Con las chicas nos quedamos calladas.

- ¿Se puede? -preguntó desde afuera.

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Lo siento, me he demorado en subir, ¡lo sé! Pero es el tiempo y la inspiración, chicas. Trataré de subir pronto. No escribiré tanto porque debo irme pronto, que estoy haciendo unas cosas. No olviden que las adoro, ¿sí? Comenten y voten en reacciones para saber si les ha gustado :3 ¡Besos! Si comentan y votan rápido haré de todo para inspirarme y subir en un par de dias. ¡Muac! :3

17 de abril de 2013

Capítulo 51 - But with you it's not like that at all




Me tiré a la cama de golpe. Me dolía el estómago. Joder, última vez que le hago caso a Justin cuando me ofrece algo de comer. Esto es su culpa. De todos modos el hot dog estaba demasiado rico, me comería otro. Como sea, no lo puedo hacer, de lo contrario me iría cagando por el baño. Y los demás llegaron como si nada a la casa, sin duda tengo mala suerte.

- ¡Shawty! -me llamó Justin mientras cruzaba la puerta de mi habitación. Parecía que estuviera saltando en un prado de la felicidad sin tener ni el dolor más mínimo.
- Qué.
- ¿Te pasa algo? -me preguntó al notar mi falta de emoción- No te ves bien...
- Última vez que te hago caso al querer comer algo en la calle, Justin.
- ¿Ah? ¿por qué? -cuestionó.
- Pues, quizás me iré por el baño en un rato -informé- Avisa a Mike que no podrá entrar a mi baño si el otro o el de él están ocupados -él se echó a reír.
- No ha sido mi intención -caminó hacia mí y se sentó en mi cama, a mi lado. Yo gruñí- Wow. Sí que estás mal.
- Lo sé, ¿qué no ves? Ha sido tu culpa -me quejé mirándolo mal.

Golpeé levemente su hombro. Este hizo como si le hubiera roto un hueso y se quejó, casi gritaba. Podría oírse hasta no sé cuantos kilómetros. Era tan normal haha. Lo amaba, sin duda. A pesar de ser un idiota lo amo y todo lo de él me encanta cada vez más. ¿Se nota?

- ¿Y por qué la mía?
- Tú me lo ofreciste.
- Pero lo querías.
- No. Al principio no lo quería y te lo dije...
- Pero era porque no tenías dinero -interrumpió- No porque no quisieras.
- Cállate.
- ¿Ves? -soltó unas carcajadas- Estoy en lo cierto.
- Que te calles.
- ¿Y si te digo que te amo?
- Entonces no te calles -también reí.
- Okay. Te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo -en algún momento se aburrirá- te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo

(5 minutos después)

- te amo te amo te amo te amo te amo
- ¡Justin! -interrumpo su infinito amor con palabras hacia mí- Te amo, pero cállate. Creí que te aburrirías al minuto -no pude evitar reír, no creí que sería capaz de durar tanto- ¡Eres un tonto! -como pude me senté en la cama, lo abracé y lo besé por un momento.
- ¿Enserio has creído que me cansaría de decirte lo que te amo? -me pellizcó la mejilla.
- ¡Ah! -me quejé y lo miré mal. En realidad no me había dolido nada pero me gusta exagerar.
- No vuelvas a creer eso -me regañó- Y ese beso me ha dejado con ganas de más.

Se acercó a mi cara y volvió a besarme con más intensidad del que yo le había dado. Nos separamos luego de un momento. Él era tan lindo. Me sentía afortunada de tenerlo a él como novio. Y enserio, pero fuimos interrumpidos por un golpe fuerte en la puerta.

- ¡No los escucho hablar! -chilló mi hermano.
- ¿Has estado escuchando? -le pregunté mientras él abría la puerta y asomaba su cabeza con una sonrisa.
- Sí. Como hermano mayor tengo derecho a hacerlo aunque no quieras -me dijo él, muy orgulloso- Como sea, __(tu nombre). Ha llamado mamá.
- ¿Qué dijo? -pregunté sin mucho interés. Justin nos escuchaba atento.
- Sí, ¿qué dijo mi suegra? -Mike y yo reímos.
- Ha dicho que no estará en casa los siguientes dos fines de semana. Tendrá que viajar, así que no estará. Pero de lunes a viernes estará aquí con nosotros, ¿vale? -como que me agradaba y no me agradaba eso.
- Vale -asentí.
- ¿A alguien más le duele el estómago por ese hot dog? -nos preguntó. Justin y yo nos miramos. Al parecer no era la única- Última puta vez que le hago caso al imbécil de Chaz sobre comida. Quiso envenenarme el muy maldito -dijo molesto.
- ¡A mi también me duele! -alcé las manos, casi chillando- Fue culpa de Chaz... -miré a Justin de reojo- Y de otra personita...
- Hey -me fulminó con la mirada mi novio- Pero sí, ha sido culpa mía también. Pero de no ser por Chaz nadie habría visto ese carro.
- Es cierto. Mataré a Chaz -mi hermano cerró la puerta- ¡Ni se atrevan a hacer cosas que no deben! __(tu nombre) mejor que te portes bien.
- ¡Joder, no haré nada! -chillé fastidiada.
- ¡Solo te aviso!

*Unos cuantos días después*

-Narra Marcos-

- Caitlin, anda -ordené por milésima vez- Toma tu medicina.
- ¡Ah, no! -ya había perdido la cuenta de todas las veces que me respondía con eso- ¡No voy a tomarme esa cosa! Es asquerosa.
- ¡No es tan así! -quería que cambiara de opinión sobre eso.
- ¿Siquiera la has probado?
- No. Pero esto te curará. Además no es para tanto, solo debes tragarla y aquí te tengo un vaso con agua -se lo mostré, estaba en mi mano- Apenas tragues te bebes todo este vaso y problema resuelto.
- Pero es que no quiero...
- Maldita sea, ¿quieres que llame a Christian? -amenacé. Sabía que con él no podría decir que no.

Sí, creo que ya lo han notado. Estoy en casa de Caitlin, está resfriada. Le ha dado una gripe fuerte y está mal. No tanto como antes, pues ahora ya se está mejorando. No sé por qué se contagió, de repente le dio. Me ha pedido que la cuide porque dice que Christian es muy exigente cuando se trata de cuidarla y no deja que le pase nada malo. Lo entiendo, es su hermano, ¿no? Yo en su lugar haría lo mismo.

- No. No quiero.
- Entonces, abre -indiqué su boca.
- Pero es que...
- Silencio -interrumpí- Abre la boca, Caitlin. Ábrela y listo, no te morirás.

Poco a poco fue separando esos lindos labios para dar paso a la cuchara con la medicina. Primero dudó un poco en si abrirla por completo o no. Me miró. Hice un gesto con los ojos como diciendo: "Vamos, anda". Eso hizo y por fin pude dárselo. Apenas quité la cuchara de su boca ella puso una expresión de asco. Se llevó el agua hacia ella tan rápido como nunca y la bebió. Toda. De un solo sorbo todo desapareció. Me entregó el vaso vacío y se me quedó mirando fijamente.

- Odio estar enferma -se quejó, cruzando los brazos y apoyando su espalda en una almohada que había puesto tras ella para que pudiera sentarse.
- Lo sé, amor -acaricié su mejilla delicadamente. Sabía que no le gustaba- Pero es por tu bien. Ya verás que en un par de días estarás en la escuela.
- Sí, pero esta semana no fui -volvió a quejarse- Es viernes y mañana es fin de semana. ¿Qué voy a hacer? ¿estar estos dos días acostada mientras resuelvo crucigramas como una anciana?
- No, porque vendré a cuidarte -le dije sonriendo. A ella se le iluminó la cara.
- ¿Hablas enserio?
- Sí -asentí.
- Awwww, ¡gracias! -se me tiró encima a abrazarme- Te amo, eres el mejor.
- Y yo a ti -solté unas carcajadas.

En eso entra Chris por la puerta, sonriendo. Había ido a ver a Celeste un rato a su casa, creo. Como estaba yo me dejó a cargo de ella. De lo contrario no habría salido de la casa en todo el día.

- ¿Se la ha tomado? -preguntó curioso. Obviamente él sabía que no le gustaba tomar esas cosas.
- Sí -le dije yo- Apenas, pero lo hizo -ambos nos pusimos a reír.
- ¿Has visto su cara cuando tiene expresión de asco? Parece gorila hahahaha -nos cagábamos de la risa
- ¡Estoy aquí, en la habitación! -mi novia hizo notar su presencia- ¡escucho todo lo que dicen!
- Lo sé, lo sé -le dijo Christian casi sin importancia.
- Solo por si no lo notaron... -estaba molesta.
- Cait, lo notamos -le hice saber- Solo era una broma -sonreí.
- Pues esa broma fue una de mierda -se tiró a la cama y se tapó con las sábanas.
- Ya le ha dado... -susurró Chris- Se enojó. Cuando se enoja por las bromas nada hace que se le quite. Deben pasar horas para eso.
- ¿Enserio? -pregunté a ella.

Esperé. Esperé. Volví a esperar. Ella no contestaba. Joder, era enserio.

- Amor, lo siento -me disculpé- No debí reirme... -hice una pausa para ver si hablaba, pero no lo hizo- Pero por si no lo notaste, Christian me ha hecho reír. Prácticamente me ha obligado, yo no quería.
- ¿Qué? -me fulminó con la mirada- Ni que te haya apuntado con una pistola para que lo hicieras -comenzó a revisar sus bolsillos y sacó algo para luego mostrarlo- Solo tengo una navaja.
- ¿Pueden irse de mi habitación? -nos pidió. Bueno, no podía hacer nada. De seguro me mandaría a la mierda.
- Okay... -aceptamos al unisono, casi sin ganas.

Me paré de la cama. Me agaché un poco y besé su cabeza por encima de las sábanas porque ni siquiera quería asomarse para que lo hiciera. Caminé hacia la puerta y salí junto con Christian.

- ¡Mañana te vas a reír de eso, eh! -chillé para que escuchara luego de cerrarla. Con mi cuñado soltamos unas carcajadas.
- ¡No lo creo! -respondió a través de ella.
- ¡Ya vas a ver!

-Narras tú-

Estábamos en el aeropuerto, con las maletas de mamá, esperando para que ella subiera a su vuelo. Como que no quería que se fuera, ¿pero qué más da? Volverá. Sí, lo hará. Solo son dos días, pasarán volando sin que nos demos cuenta. Siempre pasa cuando uno va a la escuela. Dos días en ella se pueden hacer eternos, pero en un fin de semana es como si fueran solo dos minutos.

- Adios, cariño -mamá se acercó a mí y me besó en la frente- No incendies la casa ni hagas algo de lo que luego tendré que castigarte -¿por qué cada vez que alguien me deja en casa me dice eso?- ¿Has entendido?
- Sí -acepté rodando los ojos, pero luego reí.
- Adiós, Mike -hizo lo mismo con mi hermano- Cuídala, que no se meta en problemas, ¿está bien? Sabes como es __(tu nombre)... -lo último lo dijo en susurro.
- Te escuché.
- Lo sé -ella rió- Bueno, iré a tomar mi avión. Vayan a casa. Les llamaré cuando aterrice.

Nos dio un tierno abrazo de despedida. Ella se giró y caminó con sus maletas hacia no sé donde. En tan solo unos segundos se perdió entre la multitud de gente que había. Como sea, ahora quedaba volver a casa. Como Mike aún no saca su licencia de conducir tuvimos que subirnos a un taxi. Aunque ya habíamos venido con mamá en uno, pero da igual.

- Odio esperar estas cosas... -se quejó él- ¡No pasan nunca!
- No estaríamos esperando si tuvieras tu licencia, tonto -le hice acordar.
- Genial. Te encanta que lo recuerde, ¿no? -rió por debajo.
- Me fascina -hice notar la palabra- Como sea, tendremos que esperar.

(...)

- ¡Es que esto es eterno! -chilló Mike- ¿Cuánto tiempo ha pasado ya?
- Bueno, ehm... -saqué mi celular de mi bolsillo y lo miré- En un minuto habrá pasado exactamente... Minuto y medio...
- ¿Es enserio? -se impresionó- ¿recién ha pasado ese tiempo?
- ¡Que sí! Ni siquiera van dos minutos desde que estamos aquí parados, idiota. Deberías sacar ya tu licen... -me quedé mirando fijamente un carro que venía pasado- ¡Es Justin! ¡Justin! -comencé a gritar y a hacer señas para que nos viera.
- ¡Sí, es Justin! -mi hermano lloraba de felicidad- ¡Bro! ¡heeeeyy! -chillaba y alzaba los brazos- ¡llévanos a ca... -no pudo terminar lo que diría, porque de a poco su voz de fue desvaneciendo. Justin había pasado de largo.
- Uh.
- Esto es perfecto.
- No lo ha hecho a propósito -mi hermano empezaría a pensar cosas.
- ¿Cómo que no? Apostaría a que nos vio pero no quiso esperarnos para subir. Es un idiota. ¿Acaso no ve que necesito llegar a casa o me perderé un capítulo estreno de Pretty little liars? -omg.
- ¡Lo había olvidado! ¡el capítulo estreno! -estaba que me moría- Esperamos una maldita semana para verlo y ahora no vamos a poder...
- Sí, todo por culpa de Justin que es tan ciego que no vería ni si un gigante estuviera en frente de él. Cuando lo vea juro que le patearé el...
- ¡Hola! -alguien nos saludó de repente, haciendo que diéramos un brinco.
- ¡Justin! -exclamamos los dos al unisono, emocionados. Mike lo abrazó.
- Sabía que vendrías, ¿cómo pensaría que nos ibas a dejar aquí votados? -era un mentiroso- Eres el mejor, sin duda. __(tu nombre) no sé cómo pudiste decir todas esas tonterías sobre mi bro.
- ¡Pero si tú lo has dicho! -alcé mi brazo para golpearlo.
- ¿Con que un capítulo de Pretty little liars? -preguntó mi novio, interrumiendo el golpe que le daría a Mike. Se echó a reír como un niño pequeño- Sí los vi, pero me había ido a estacionar aquí en la vuelta. Vamos, suban -no comenzamos a caminar sin que antes me diera un pequeño beso en los labios- Shawty, te veías deliciosa haciéndome señas ahí -volvió a reír- Fue todo un espectáculo.
- Estás loco -sentí que me sonrojaba.
- Sí, completamente loco por ti -volvió a besarme.
- Sí, claro, están locos y toda la cosa. Andando que me perderé el capítulo -Mike nos empujaba hacia el carro.

-Narra Fabi-

Estaba viendo una película en el sofá de mi casa con David. Estábamos solos, pues como siempre mis padres trabajan por todo el día. Por si no lo saben, él y yo no somos novios todavía. No, es que él aún no me lo ha pedido, pero no tiene idea de que me muero por que lo haga. ¿Cómo no se da cuenta? Es tan lindo. Me encanta su cara, su forma de ser... Simplemente me gusta él.

- Se acabaron los sandwiches -avisé- ¿preparamos más?
- Sí, he quedado con hambre -él se hecho a reír. Su sonrisa es muy bella.
- Okay -sonreí.

Me volteé y comencé a caminar hacia la mesa en donde habíamos dejado todos los ingredientes para hacerlo. Hice cuatro. Solo faltaba ponerles mayonesa y listo. La cogí con mis manos y la abrí. Justo cuando iba a ponerles siento unas manos en mi cintura. No, no podía estar pasando. Me encantaba que lo hiciera. Me sentía tan a gusto...

- ¿Necesitas ayuda? -me preguntó en susurro, en mi oído.
- Creo que sí... -mentí. Obviamente mentí. ¿Quién necesitaría ayuda para preparar algo tan simple?
- ¿Y que te parece si hago otra cosa?

Sin quitar sus manos de mi cintura hizo que me volteara. Lo miré a los ojos, fijamente. El color de ellos era tan hermoso, tan claros y... no sé que otra cosa decir, porque no me dejaban palabras. Se me acercó, hasta rozar nuestras narices. Poco a poco se fue acercando hacia mí hasta que por fin, me besó.


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¡Chicas! Lo siento, una semana exacta sin subir, pero es que me había atascado. No sabía como seguir el capítulo y hace un rato se me ocurrió. No es el más entretenido ni bueno que he hecho, pero espero recibir comentarios positivos :3
Estamos bajando mucho los comentarios y votos chicas. La verdad aveces como que se me quitan las ganas de escribir al ver que solo hay 5 votos en reacciones. Es muy triste, siendo que antes llegábamos a los 30. No les cuesta nada hacer clic en una opción. Por favor, si les gusta la novela y la leen, háganlo. Quiero que me impulsen para seguir la novela.
Las amo, no lo olviden. ¡Besos! Comentar y votar. Trataré de subir pronto.

10 de abril de 2013

Capítulo 50 - But with you it's not like that at all




(2 semanas después)

Abrió la puerta de mi habitación y se me quedó mirando fijamente. ¿Qué es lo que le habría dicho? Siento que está preocupado o triste, qué se yo. No sé que es lo que se dijeron mutuamente ni cómo fue. Lo que sí espero es que no hubieran tenido problemas entre ambos porque eso sí que sería jodido.

- ¿Qué te dijo papá? –le pregunté interesada. Quería saber, pues estaba nerviosa.
- Bueno… -se aclaró su garganta- Hablamos muchas cosas. Demasiadas. ¿Quieres que te cuente todo?
- Sí, anda –enserio que estaba con muchas ganas de saber.
- Bueno pasó que…
- No, mejor solo el final –me retracté.
- Okay, yo…
- ¡Espera! Desde el principio.
- Bueno, comenzamos con…
- Mejor cuenta lo más importante –interrumpí otra vez.
- Okay, quedamos en que…
- Aunque sería mejor si solo me dices el fi…
- ¡__(tu nombre)! –chilló. Lo miré fijamente- Me confundes, ¿podrías decidirte?
- Solo dime si es bueno o malo –me decidí por esa.
- Es bueno –sonrió.
- ¿Y eso te costaba tanto decir? –rodé los ojos- Problemático.
- Por dios… A pesar de todo, te amo –rió por unos momentos y yo le sonreí.

(Días después)

Era Miércoles, un día cercano al viernes así que estamos bien. Me levanté sin ganas de ir a la escuela y me fui directo a la ducha. Debí demorarme como unos 15 minutos en estar lista y salí de ahí, para luego ir a elegir mi ropa. Decidí ponerme esto:


Bueno, como siempre bajé las escaleras, me fui a tomar desayuno y blablabla. Iba caminando por el pasillo, pues había tenido que ir a la inspectoría para una tontería, solo querían preguntarme algo. Todos ya estaban en clases y esperaba que me dejaran pasar. Es que algunos profesores son tan pesados que ni te creen cuando estás diciendo que te mandaron a llamar. Como sea, toqué la puerta del salón. Me abrió el maestro.

- Tarde –fue lo primero que me dijo, serio.
- Estaba en inspectoría –expliqué.
- Tarde –volvió a repetir.
- ¿Siquiera me escucha? –le pregunté molesta- Es la primera vez que llego tarde al salón y es como si fuera lo peor del mundo. He dicho que estaba en inspectoría porque me mandaron a llamar. No porque otras personas que ni conozco hayan mentido significa que yo también lo hago.

Me había molestado. Sí. Enserio. ¡Pero es que me jode!
De repente me di cuenta de que todos mis compañeros habían escuchado lo que le dije.
Todos estaban callados, no dijeron una sola palabra. Algunos soltaban risita por ahí por la cara que había puesto el profesor al escucharme decirle esas cosas.

- Usted no volverá a entrar a mi clase –me dijo. Iba a cerrar la puerta, pero lo impedí poniendo el pie entre ella.
- ¿Qué? ¿por qué? –pregunté confundida- ¡Solo estaba en inspectoría! Ande, si quiere puede ir a preguntar y verá que es verdad. ¡No lo he hecho a propósito! –chillé.
- ¡A la oficina! –me gritó- No acepto alumnas así de mentirosas en mi clase. Lárguese, __(tu apellido).
- ¡Que no he mentido! –volví a repetir. Estaba realmente cabreada.
- ¡Ahora! –con zapato quitó mi pie y cerró la puerta con una enorme fuerza.

Mierda. Esto es genial. ¡No es justo que pase esto! No soy de las personas que mienten. Además es la primera vez que llego tarde y me trata así. Detesto esto.

Me fui a donde debía ir. La oficina del director, el lugar donde más motivación tengo para ir. No me quejo, solo espero que no le de el favor a ese profesor.
Al llegar di unos golpesitos. Este escuchó y dijo: pase. Eso hice. Entré algo tímida y me dijo que tomara asiento. Al hacerlo se me quedó mirando.

- ¿Apellido?
- __(tu apellido) –respondí.
- Ah, sí la recuerdo. Ha estado aquí… varias veces –hubo un silencio incómodo, pero sonreí- Bien, señorita __(tu apellido) –se aclaró la garganta- ¿por qué está aquí?
- Me ha mandado el profesor sin ninguna razón –le conté.
- ¿Está segura de que fue por ninguna razón? –sabía que me preguntaría eso.
- Eso creo. Me mandaron a llamar desde la inspectoría, aquí afuera, y entonces tardé unos minutos. Cuando llegué al salón no me dejó entrar creyendo que había mentido. Le dije que no era cierto y que no era mentirosa como otras personas que han dicho eso. Entonces me dijo que no entraría más a su clase porque no aceptaba a alumnas así… -hice una pausa- Fin.
- Bueno, no ha hecho nada malo. Y eso no es justificación para no dejar que vuelva a entrar a su clase así que le daré un papel de autorización…
- ¿Y si comienza a tratarme diferente que a los otros alumnos por lo que pasó? –me refería a una manera que no fuera buena.
- Si eso sucede venga a hablar conmigo inmediatamente y yo arreglo el problema, ¿está bien? –sonreí inmediatamente al escuchar eso.
- Bien –él también sonrió.

Hablamos como por cinco minutos más, me entregó el papel y me fui de ahí. Ese hombre me había caído bien, sin duda muy agradable. Antes no sabía que era tan simpático y comprensivo.

En el camino hacia el salón, por los casilleros, me encontré con alguien que no habría deseado, pero preferí ignorar su existencia y pasar de ella.

- Chicas miren –habló ella- Ahí va la novia de Justin Bieber –se puso a reír la muy estúpida.
- Olivia, cállate –ordené. Ella me miró ofendida- No estoy de tan buen humor hoy para verte o escuchar tu voz chillona.

Me miró con odio. Un odio muy notorio.

- No tengo voz chillona. ¿Sabías que Justin se muere por mí? –me preguntó.
- Sí, claro. De creerte eso sería tan estúpida –rodé los ojos.
- ¿Por qué lo dices? –me preguntó una amiga de ella, metiéndose en nuestra pequeña discusión.
- Para empezar, ¿quién por voluntad propia estaría con ella?
- ¡Mejor cállate, pendeja! –chilló. ¿He dicho que suena como una gata dando a luz?- Cualquier chico en esta escuela daría lo que fuera por estar conmigo. Y es mejor que comiences a tenerme miedo, porque si sigues así de “valiente” te las vas a ver no solo conmigo. Es una advertencia –se comenzó a acercar a mí, queriendo intimidarme.
- ¿Eso es sangre? –ignoré por completo lo que dijo. Miré su cabello, pues tenía algo rojo.
- ¿Dónde? –comenzó a mirarse. Típico de las zorras que no pueden estar un segundo viéndose mal. De lo contrario no tendrían con quién venderse.
- Ahí –le mostré con el dedo- Al parecer mataron una pulga en ti y explotó –me eché a reír- ¡O te has lastimado mientras te sacabas un moco! HAHAHAHAHA -¡no podía parar!

Las amigas de Olivia se echaron a reír por un momento, pero pararon al darse cuenta de que ella las miró de una manera fea. Las hizo callar al hacer eso. Me impresionaba el miedo que sus propias seguidoras podían tenerle. Se notaba que no era una amistad verdadera. Ninguna de ellas podrían vivir sin la popularidad.

- Todo estaba mejor antes de que llegaras a esta escuela -me dijo- Me has estropeado mi perfecta vida, idiota -¿y cree que me importa?
- No arruiné tu vida -dejé claro eso- Tú eres quien pierde su tiempo de acercarte a mí. De más podrías ignorarme e irte por donde se te antoje. Yo no te presto atención a ti, ¿por qué no haces lo mismo? -pregunté, es que era algo tan obvio- Ya veo. Es que soy muy importante para ti.
- HA, HA -rió sarcástica- ¿qué te hace pensar que eres importante para mí?
- ¿Enserio quieres saberlo? -no dejé que me respondiera y continué hablando- Para empezar desde no sé cuando has estado molestándome y queriendo hacerme la vida miserable con tus patéticos insultos y "cartitas" de lo mucho que me "aprecias" -reí en su cara.
- ¿Y?
- Es una pendejada.
- Claro que no -no quería aceptarlo- Ya cállate.
- Me observas, me criticas, me envidias y luego -hice una pausa y quise alzar la voz- VAS A TERMINAR IMITÁNDOME, querida.
- ¡Ni en mi último minuto de vida te imitaría! -se defendió casi gritándome.
- Mejor para mí que no lo hagas -aclaré- Pero solo digo que es lo que probablemente pase. Si lo haces es porque vas a querer estar con Justin y no te hagas la tonta.
- Como sea te quitaré a tu novio -se echó a reír.
- No soy una tarada que se pelea por los chicos. No soy como tú -solté unas carcajadas- Aún así Justin y yo estamos unidos por algo fuerte y no lograrás estropearlo todo así como así. Y si llegas a hacerlo tendrás la imagen de perra para toda tu vida. Solo te diré eso -una voz interrumpió lo que diría.
- Señoritas __(tu apellido) y Holt -ambos miramos a la persona que había dicho eso, era el director- Vayan a sus clases ahora mismo -ordenó- No querrán que llame a sus padres, ¿o sí? -definitivamente no quería eso.
- Ya me iba... -le dije.

Miré de reojo a Olivia, quien me miraba con furia. Me giré y fui caminando hacia mi clase. Al llegar golpeé la puerta nuevamente. El profesor volvió a mirarme mal. Le entregué el jodido papel pero aún así no quería dejarme pasar. Le dije que si no dejaba que entrara iba a decirle al director. Al decir eso no pudo hacer nada más que ceder a lo que yo le había dicho. Me senté al lado de Justin que se encontraba completamente aburrido ahí sentado, parecía que ya se quedaba dormido.


- Este profesor es un imbécil –me dijo mi novio.
- Lo sé… No sé qué le he hecho para que sea tan pesado conmigo –le dije- Solo le he dicho la verdad, es todo.
- Yo también estuve afuera de clase por un momento, pero a los tres minutos me dejó entrar –me contó.
- ¿Por qué?
- No me gustó como te trató y me puse a discutir con él. Dijo que no me dejaría allá afuera porque era una súper estrella y no merecía eso. Odié que lo haya dicho… -dijo con rabia, enserio se le notaba- Habría preferido quedarme allí por horas antes de que eso. Me jode.
- Lo sé, amor… -acaricié su cabello. De verdad se veía mal.

-Narra Justin-

Quizás algunas personas dirían que yo debería apreciar el tener ciertos privilegios en las escuelas y en todos los lados a los que voy, pero no. Simplemente no. Lo único que quiero es que me traten como si fuera uno más en esta escuela. Castigarme, sacarme del salón, suspenderme, felicitarme si en realidad me lo merezco o si me mando una cagada tremenda hasta expulsarme, pero es imposible. Aceptaría cualquier cosa con tal de que eso le ocurra a cualquier persona. Amo haber cumplido mi sueño y ser quien soy, pero no por eso todo el mundo va a tener que tratarme como un caso especial. Soy Justin. Solo Justin. No “Justin Bieber” el gran estrella pop canadiense.

-Narras tú-

(…)

- __(tu nombre) –me habló Caitlin mientras guardaba un cuaderno en mi bolso- ¿de verdad debes tardarte tanto?
- Lo siento, es que si lo guardo de esta manera –le mostré con las manos- el bolso queda deforme y me molesta al…

Me tiró del brazo y me quedé callada. Ambas salimos del salón. Me puse a reír por la expresión de Caitlin al estar demorándome tanto en alistar mi bolso.
Mientras íbamos caminando para salir hasta donde se encontraban los chicos logré acomodar bien las cosas. Justin me vio e inmediatamente se acercó a mí y me besó. Era un amor, lo amo.

- ¿Nos vamos, shawty? –me preguntó mirándome a los ojos.
- Sí, claro –sonreí.
- ¿Te he dicho lo mucho que te amo?
- No lo recuerdo… -mentí riendo.
- Pues, te amo más que a nada –volvió a besarme, pero este beso no duró más de cinco segundos.
- Y yo a ti, tonto.
- ¡Hey chicos, miren! –nos interrumpió Chaz, apuntando con su dedo a un carrito de hot dog- ¿quién se antoja de uno?

Todos se anotaron, excepto yo.

- ¿Tú no quieres? –me preguntó Justin.
- No –respondí.
- ¿Por qué? –al parecer estaba impresionado- A ti te encantan esos, __(tu nombre) –sí, era cierto.
- Es que… No tengo dinero ahora –le conté haciendo una sonrisa torcida.
- Joder, ¿y tú creías que iba a dejarte pagar? –oh- Vamos, anda.

Todos caminamos hacia el carrito de hot dog y nos compramos uno cada uno. Por último Chaz iba a comprar el de él, al parecer tenía muy claro todo.

- ¿Ya habías comprado aquí? –le preguntó Marcos.
- Claro que sí. Con Ryan siempre compramos, ¿no? –le indicó con la mirada para que este respondiera.
- Claro que sí –sonrió- Siempre. De verdad siempre –todos reímos.

Bueno, todos nos fuimos por nuestro camino y Chaz se quedó ahí esperando su hot dog.

-Narra Chaz-

-Ehm… Lo de siempre por favor –pedí a la chica de estas delicias. Debía tener como unos 18 años.


 Esperé un poco y me lo acercó para que lo cogiera y eso hice. Lo miré y me sorprendí. ¿Pero qué diablos le pasa? Tenía mostaza.

- ¡Oye, oye! –hablé agitado- ¿qué pasa contigo? ¡Lo de siempre es salsa de tomate! –me quejé.
- Oh… -lo miró- Ya veo. No se lo digas a la policía, lo cambiaré –rodó los ojos con fastidio. Parecía que se burlaba de mí.

Quitó la mostaza y puso salsa de tomate en ella. Me lo entregó aún un poco molesta, se veía bien.

- Hay que averiguar que pasa entre nosotros… -levanté las cejas picarón. Ella me miraba.
- Creo que ya averigüé lo que pasa… ¡detienes la fila! –chilló- ¡lárgate!
- ¡Ah, okay! –chillé molesto.

Esa chica sin duda era muy ruda.

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OMB, lamento no haber subido cuando dije que lo haría, pero no tenía la inspiración suficiente y ahora he logrado llegar a esto. Espero que les haya gustado, al menos un poco :3 Me he esforzado. Trataré de subir este fin de semana, ¿está bien? Ni loca quiero tener tan abandonado el blog.

Leí los comentarios en chat y hubo uno que decía esto:

Realista: Si alguna vez te reíste con HAHAHA o BAHAHA fracasaste como latina o española. Es muy detestable que rías así.


Okay. Quiero decir que no por el hecho de que me ría con HAHAHA o BAHAHA y no ocupe mucho el aksjdkasjd, no significa que soy menos latina que cualquier otra. Es como decir que por escribir BAHAHA soy un fracaso de Belieber. Una de esas expresiones no quita lo que uno es. Es cosa de gustos, de la forma en que quiero ponerlo y eso. He hecho -y me han ayudado varias lectoras- crecer el blog con ese HAHAHA incluido y sé que mis verdaderas lectoras no me dejarán por algo  como eso. Puede detestarte y lo respeto, pero yo soy la que está escribiendo en el blog y aunque lo escriba de esa manera me he ganado el cariño de latinas y españolas. Y por cierto... tengo la ÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ en el teclado y la ocupo día a día.

Bueno chicas, besos. No olviden que las amo demasiado y que son ultra importantes en mi corazón. ¡Besos! :3 ¡Comentar y votar! ¿A cuántos comentarios llegaremos esta vez?
-T-

7 de abril de 2013

Chicas, quizás mañana les tenga listo el siguiente capítulo. Capaz sea pasado o no lo sé. Quiero subir pronto. Las amo. Bye. Please, seguir comentando en el capítulo anterior. Besos.

3 de abril de 2013

Capítulo 49 - But with you it's not like that at all


-Te amo-



God. Me había matado. ¿Esas palabras habían salido de su boca?
No lo sé… Siento algo cálido por dentro, es como si me hubiera hecho sentir una persona única. Sé que el que me haya dicho esas palabras no remedia todo lo que sentí con la cagada que se mandó, pero es algo tan dulce. Me ha dado algo en el corazón en el momento en que las escuché. Ahora me comienzo a poner nerviosa, mi corazón está poniéndose alocado y mis manos un poco temblorosas… Me he puesto tímida en el momento.

- ¿Lo has entendido? –volvió a preguntar, firmemente- Si quieres puedo repetírtelo otra vez, y todas las que sean necesarias. Y lo lamento, __(tu nombre)… De verdad, lo juro.

Él no sabe lo que sentí con todo eso. ¿Quieren saber lo que en realidad sentí? ¿quieren saberlo?

- Por favor, háblame –había estado callada todo el momento- Dime algo. Si quieres golpéame, pero has algo.
- De verdad que tengo ganas de darte el puñetazo de tu vida por lo que hiciste esta mañana –sinceré, mirándolo- Pero no lo haré…
- ¿Entonces? –aún no me soltaba.
- No sabes lo que he sentido, Justin.

Lentamente, fue soltando mi cara de la pared y quedé libre. No hice nada más que ir caminando hacia mi cama y sentarme, para luego quedarme mirando fijamente el piso. Quería decirle lo que sentía, aunque sé que cada vez que hablo dejo la cagada y eso lastima a la gente, pero es algo que debo hacer. De no hacerlo sentiría que no estoy siendo sincera con la otra persona y peor aún, que no lo estoy siendo conmigo misma.

- Sé que no sé… -habló- Pero lo que sé es que te he hecho sentir horrible. Y eso me hace pensar que soy un imbécil.
- Lo eres –me apresuré a decir. Escuché unas carcajadas de parte de él y no pude evitar soltar unas también- Sentí que no me amas. Que no serías capaz de hacer eso por mí y que tampoco tenías interés de hacerlo. Que te daba igual nuestra relación, y lo que tuviera que ver conmigo también. Y tal vez lo harías por otra persona, pero ni cagando por mí. Y tal vez también pensé que no querías nada que no fuera físico conmigo… -interrumpió.
- ¡Nada de eso es cierto, __(tu nombre)! –no pude seguir hablando al momento en el que él chilló- Haría todas esas cosas por ti y las haré. Pero me sentí tan nervioso que dije todas esas tonterías, no sabía como manejarlo. Y quizás para otros idiotas parezca poco, pero no sé. Lo lamento y hablaré con tu padre, lo juro. Lo haré porque te amo. Tengo 18 y a veces actúo como un total pendejo, pero es porque… Joder, tú sabes que nunca había tenido novia. Eres la primera… Y de verdad quiero hacerte la mujer más feliz del mundo a mi lado. Pero no sé cómo mierda has podido pensar que solo quería cosas físicas contigo, no soy un busca sexo… -sentí que comenzaba a caminar despacio por la habitación.

Levanté la mirada y se encontraba mirando hacia la ventana, con la mirada perdida. De un momento a otro se llevó las manos a la cabeza y las pasó por su perfecto cabello. Se veía abrumado, preocupado, triste.

- Soy el peor novio que te pudo tocar… -susurró con un tono de rabia.
- Dios, claro que no –aclaré con tristeza, no me gustaba verlo así- Solo eres un tarado, idiota, imbécil, pendejo y otras cosas… -giró y se me quedó mirando- Pero todas esas cualidades tuyas me gustaron, me gustan y por eso estoy contigo. Te amo, bueno para nada –me salió del corazón todas mis hermosas palabras.

Justin se echó a reír por unos segundos, un poco. Pero luego ambos nos pusimos serios y otra vez bajé la mirada. Sentí que se acercaba a mí. Se agachó y se hincó de rodillas frente a mí para quedar a mi altura. Tocó mi mentón y hizo que levantara mi cabeza, para poder mirarlo. Sus ojos eran tan lindos... Un color miel único, me encantaban sin lugar a dudas. Lo amaba, a pesar de que fuera un tarado. Dicen que aunque uno esté realmente enojado o molesto con alguna persona, aún así, lo sigue amando. Eso es completamente cierto.

- Yo te amo más que a nada -sonrió dulcemente. Aw, era tan lindo- ¿Me crees?
- Sí -asentí sonriendo- Pero si te vuelves a mandar otra cagada juro que te pateo el culo hasta no poder más, ¿has entendido, Bieber? Eres un imbécil y lo sabes -dije firme. Esperé a que dijera algo, lo que sea, pero no pasaba nada.
- Maldita sea, eres tan rica cuando te enojas -al fin habló, se mordió el labio.
- ¿Siquiera me estás escuchando? -pregunté extrañada. Me paré de la cama, haciéndome la ofendida, pero no pude contenerme y solté unas risas.

Justin tomó mi lugar en la cama, se sentó donde mismo había estado yo. Me encontraba dándole la espalda, pero podía notarlo porque en frente de mí había un espejo y por ahí lograba ver a Justin. Me estaba mirando, pero no a mi cabeza ni nada. Noté que se comenzó a relamer los labios constantemente y apretó sus rodillas con sus manos, sonriendo de forma pícara. Me fijé bien y... ¡estaba mirando el culo! ¡Este Bieber es un completo pervertido! Ai, de todas maneras es un cielo.
Me volteé rápidamente y me miró a los ojos, asustado. Como disimulando que nunca me estuvo mirando el culo.

- ¿Se puede saber qué estás mirando? -pregunté alzando una ceja.
- Mi culo -me dijo él.
- Pero es mío -reclamé.
- No, es mío. Completamente mío.
- ¡Que es mío!
- Te amo, shawty -me dijo sonriendo, awwwwwwww joder- Soy el chico más feliz del mundo.
- Yo te amo más, amor -sonreí al igual que él.

Caminé hacia donde él se encontraba sentado. Separé mis piernas y me senté sobre las de él. Rodeé su cuello con mis brazos. Busqué sus labios con los míos y comencé a besarlo... El beso se volvió apasionado. Mi novio, sin duda lo amaba.

- __(tu nombre)... -se separó un poco- No hagas eso.
- ¿Qué cosa?
- Esto. Sentarte sobre mí y besarme... de esa manera -me explicó tímidamente- No lo hagas.
- ¿Por qué no? -pregunté apenada.
- Me excita... -soltó te golpe, no pude evitar reír- ¡No te rías!
- Solo bésame -otra vez me acerqué y junté sus labios con los míos.

Lo besaba como si nunca lo hubiera hecho. Sin duda alguna era algo tan perfecto. Mi lengua jugaba con la de él. Mordía sus labios con deseo. No lo hacía de caliente, ¡no vayan a pensar eso! Solo quería tener un lindo momento con él. Algo tierno para olvidar la discusión de hace un rato.

- Me encanta cuando te pones así... -susurró entre el beso- Pero __(tu nombre), si sigues no soportaré y querré algo más. Por favor, lo estoy advirtiendo.
- Amor, sólo relájate. Solo quiero besitos y abrazos -sonreí para luego seguir besándolo. Se quitó de nuevo.

- Pero luego yo ya no voy a querer solo besitos y abrazos, comprende. Me estás torturando para luego dejarme con ganas.
- Justin, aguanta. Tú vas a poder.
- Joder, es que eres tan sexy. Es imposible aguantarme. Con suerte me aguantaba no poder besarte todo el tiempo antes de que fuéramos novios... -confesó.

Me quedé mirándolo. ¿Eso era cierto?

- ¿Lo dices de verdad?
- De verdad...

No lo dejé decir nada, solo comencé a besarlo. Sin duda estaba logrando que Justin fuera más abierto con todas las cosas, me encanta. Antes él era bien cerrado y creído, todo eso. Pero ahora está más... Solo diré que ha cambiado y todos los que lo conocen se han dado cuenta de eso.

Nuestro beso fue subiendo de intensidad. A medida que iban  pasando los minutos nuestro beso era más apasionado, más intenso y más salvaje. Sentí que Justin metió sus manos bajo mi playera y comenzaba a acariciar mi espalda. Se puso de pie conmigo en sus brazos, volteó y me recostó en mi cama, poniéndose él encima de mí. Sus besos me fascinaban, era como si nada pudiera ser mejor en ese momento. Comenzaron a recorrer mi cuello, dando pequeños besos a su alrededor. Nuestras respiraciones se volvían irregulares. Sin darme cuenta se quitó su playera, joder, me encantaba su abdomen, todo de él. 


- Justin -logré decir- ¿Esto es apropiado?


Por mi pregunta, él estalló en risas. ¿Acaso era normal que en un momento así él se pusiera a reír como un loco? Había hecho gracia, se podía notar. ¿Tanto fue mi pregunta? Por favor, solo fue una pregunta curiosa y ya está. Matarme por haberlo preguntado... ¿arruiné el momento?

- Solo te diré que la culpa ha sido tuya -dijo entre risas- Te lo advertí. Joder, ¿ves? -su risa se desvaneció poco a poco- Sabía que este era tu plan. Motivarme para luego dejarme como un tonto deseándote. 
- Oye, sirve de lección -le dije yo. Pues era cierto- Esto es por lo que me hiciste hoy. Lo siento, amor.

Lo hice quitarse de encima y me paré de donde me encontraba. Él se quedó tirado ahí, en la cama, refunfuñando.

- Si antes estaba arrepentido, ahora es mucho más -se tapó la cara con sus manos. Ahora que me daba cuenta, estaba hablando muy enserio- Mierda. Me lo merezco, lo sé. Pero eres una persona bien mala. ¿De verdad es necesario que me hagas esto?
- Sí -sonreí- Además quizás pudo haber llegado alguien a la casa y nos hubieran encontrado haciendo un espectáculo. Justin, ¡puedes aguantarte!
- ¡No puedo! 

Se paró de la cama, tratando de hacer que yo comprendiera. Caminó hacia mí. Me tomó por la cintura y me apegó a él. Estaba junto a su torso desnudo, cosa que me hacía sentir mariposas en mi estómago. Sabía lo que quería, no soy una tonta.

- Cualquier momento contigo vale oro, shawty. Lo sabes, ¿no?
- Sí, lo sé -quería hacerme la inmune, no quería que él obtuviera lo que quería- ¿Sabes? Deberías tomar tu playera y ponértela enci...

Me calló con un beso. Joder, es que no podía resistirme, así que lo correspondí. ¿Cómo resistirse ante tal acto de este chico? Es algo muy difícil, sobre todo en este momento. A causa de la diferencia de altura, Justin tenía que agacharse un poco para poder besarme. Me besaba apasionadamente. Sus manos bajaron a mi cintura y comenzó a acariciarla por debajo de lo que yo tenía puesto. Me separé con dificultad.

- Justin... Basta -le pedí.
- Diablos, no me salió -se quejó y se echó a reír.
- ¡Eres un pervertido! Desde que me conoces has sido así conmigo -me uní a sus risas.
- ¿Cómo no serlo? Es casi imposible resistirse a ti... No sé cómo lo estoy logrando ahora. De no hacerlo sé que me dejarías postrado en la cama.
- Te amo... -me acerqué y lo besé por un momento- Demasiado.
- Y yo a ti, shawty.

(...)

Estábamos todos en la sala de estar, y cuando digo todos me refiero a Celeste, Riguel, Christian, Mike, Chaz, Ryan, Caitlin, Marcos, Fabi, David, Justin y yo. Sí, al final decidimos invitar a todos a acompañarnos comiendo estas delicias. 

- Que bien que fuimos invitados a comer de eso -dijo Ryan- Sabía que no podían estar sin nosotros.
- ¿De qué hablas, bro? -le preguntó Chaz- Con invitación o no íbamos a estar aquí. Todos lo saben -nos pusimos a reír.
- Es cierto -los apoyó Christian- Todos tenemos llaves. Podríamos entrar en la madrugada, montar una fiesta y ni cuenta se darían.
- Sí... Hacen una fiesta y les pateo el culo aquí mismo -amenazó Mike, cosa que nos hizo gracia.
- Sí, ya somos dos -con mi hermano cuando decíamos esas cosas, lo decíamos en serio- Una vez pasó eso en __(tu país) y ninguno se salvó de la humillación.
- ¿Hablan enserio? -preguntó Marcos impresionado- De más que están jugando.
- Muy enserio -dijimos al unisono.

El rato pasó y se hicieron las 11:00pm. Una hora y era medianoche. Todos ya teníamos sueño. La escuela cansa, levantarse temprano también. Aparte al otro día habían clases. Todos nos despedimos. Habíamos quedado satisfechos con todos los tacos que habíamos comido. Una noche perfecta sin lugar a dudas. 

- ¿Nos vemos mañana en la escuela? -preguntó Fabi.
- Sí -respondimos todos.
- Chao, __(tu nombre) -David se despidió de mí con un beso en la mejilla y esas palabras.
- Chao, cuídate y también a Fabi -le dije. Me acerqué un poco más a ellos- Y no es por metida, ¿pero son novios?
- ¡Por dios, __(tu nombre)! -me regañó Fabi.
- ¿Qué tiene? Quiero saber. Vamos, contarme -exigí.
- Es que... -habló David. Yo lo miré- Aún no hemos llegado a esa parte, es que yo pensaba.... 
- Oh, lo siento. Arruiné la sorpresa, ¿no? -me eché a reír- Como sea, las he cagado así que... Me voy -comenzaron a reír- Pero cuando lo sean me dicen. Haré lo posible hasta saberlo. Besito.

Cuando ya todos nos despedimos, con Mike subimos a nuestras habitaciones. 
Al estar dentro de la mía, me metí a mi baño y me duché. Debí terminar como a las 11:30pm, así que me sequé el cabello con el secador y me puse la pijama. No encendí la laptop ni la tv, estaba realmente cansada. De repente me llega un mensaje, era de Justin.

"Duerme bien, shawty. Te amo, no lo olvides. Soñaré contigo, ¿está bien? Mañana esperemos que sea un buen día y prometo no mandarme cagadas esta vez. Te amo ♥"

Awwwwww. Sin duda era el mejor del mundo. No podía estar más feliz. Amo dormir sabiendo que todo está bien. Me di vuelta en la cama hasta estar cómoda y lentamente mis ojos se fueron cerrando. Quería dormir, descansar.


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Lo sé, no es mucho, pero quería subir otra vez para no dejarlas tanto tiempo sin capítulo como la otra vez. Aún así ojalas les guste. Y gracias por los comentarios y votos del capítulo anterior, chicas. Y por entender las razones que dí al estar ausente todos esos días. Las amo demasiado, no lo olviden.
Comentar y votar en reacciones, ¿si? Espero que suba la cantidad. Ah, y otra cosa. Es que... He puesto personajes de algunas lectoras/es y me doy cuenta de que hace ya tiempo no comentan nada. Fabi es la excepción, porque está su personaje y ella siempre me comenta ♥   , pero los otros personajes que hay no lo hacen. Siento que ya no la leen y entonces quizás los personajes no deberían estar y tendrían que haber nuevos, ¿se entiende? Si tienen personajes en la nove, comenten please. Porque se piensa que no la leen ya. Besos.
Trataré de subir lo más pronto posible. ¡Las amo y gracias por todo! Son un amor, shawty's. Y gracias por desear que me mejorara, de verdad es que son muy importantes para mi.
T



1 de abril de 2013

Capítulo 48 - But with you it's not like that at all


-Estoy perdido-



- Chaz.

- ¿Qué?
- Eso no es gracioso -le dijo Justin mirándolo con odio- Maldito.
- Calma, que yo solo he dicho la verdad -se defendió este alzando las manos.
- Claro, has dicho la verdad cuando la única novia que has tenido ha sido Ryan.
- Hahahhhahahahahahahahah -inmediatamente todos nos jodíamos de la risa.
- ¡Eres un imbécil! -chilló Chaz- No soy gay, no soy como tú Justina Biberón -al momento en que Chaz dijo eso, se notó que Justin comenzaba a hervir en furia.
- Te patearé el culo, Chazzy -se comenzó a parar de su asiento.
- ¡Hey, ya basta! -se metió Marcos- No importa que Chaz sea gay o que Justin sea en realidad Justina.
- Eso es cierto, ¿qué importa? -opinó Celeste.
- Además estábamos hablando de lo que pasó con __(tu nombre) y sus padres... -les hizo recordar Riguel.
- ¡Es cierto! -chillé- Justin, siéntate... -le pedí. Él me miró como rogándome que lo dejara golpear a Chaz- Amor -dije en tono de súplica.
- Okay -si muchas ganas de volvió a sentar en donde estaba- De todos modos ni quería.

La conversación siguió transcurriendo. Hablamos de unas cuantas cosas sin importancia, el tema de mi papá quedó atrás. Chaz y Justin no siguieron discutiendo, de hecho hicieron como si nada hubiera pasado porque enserio que ambos se habían molestado con las cosas que se habían dicho. En fin, en un rato fue la hora de entrar a clases.

- ¿Qué te dijo tu papá? -me preguntó Justin cuando íbamos caminando por los pasillos de la escuela, solos.
- Nada, solo que quiere verte -le conté sin importancia mientras miraba para todos lados.
- ¿Cómo verme?
- No lo sé. Conocerte, verte porque nunca lo ha hecho. Quiere saber sobre el chico con el que estoy...
- Ah -hizo una pausa, estaba pensativo- __(tu nombre) yo no quiero conocerlo.
- ¿Por qué? -pregunté extrañada.
- Porque no, __(tu nombre) y no lo haré -me dijo en tono pesado.
- ¿Pero por qué no? No es nada malo que lo conozcas...
- Te he dicho que no lo voy a conocer. No voy a presentarme ante él, ni hacer que me vea. Nada -seguía con un tono brusco.
- Tienes que decirme por qué. No puedes llegar y decir que no lo conocerás, él solo quiere...-interrumpió.
- ¡No lo voy a conocer! -me gritó- Punto. No puedes obligarme ni nada. Después de todo no es mi padre, es el tuyo.
- ¡No tienes por qué gritarme! -le devolví- Es mi padre, Justin y tú eres mi novio. Es normal que un novio conozca a la familia de su novia y...
-Bueno, me da igual -volvió a interrumpir- Nosotros somos una pareja distinta y no voy a conocerlo -dijo seco.
- ¿Y cómo yo conozco a tu mamá?
- Es diferente. No lo voy a conocer -hizo notar la palabra no- ¡Ya te lo dije, joder! No me interesa conocer a tu padre.

Okay.
No dije nada, eso enserio me había dolido. ¿Pero quién mierda se cree? No porque sea mi novio va a poder gritarme y tratarme como si le antoje. No. Nunca se lo aguanté a alguien, ¿por qué debería dejar que él lo hiciera? No hice nada, no quería ni hablarle. Solo me volteé y comencé a caminar  a mi destino... La sala de clases.

- Espera -me tomó por el brazo- ¿qué hice?
- ¿Qué hice? -solté una risa, es que enserio no podía creerlo- Me has dicho todo esto y preguntas ¿qué hice? ¡Eres un idiota!
- Mierda, __(tu nombre). No te enojes -me pidió preocupado- No lo hagas.
- Tarde. Ya lo he hecho y tengo mis razones -le dije completamente molesta, es que su nivel de comprensión era totalmente bajo.

No hice nada más. Me giré y me fui de ahí. Si de algo estaba segura era que Justin las había cagado y de que no quería estar un segundo cerca de él, al menos no por ahora y quizás por un buen rato. No me gusta estar de esta manera con él, pero hay momentos en que uno no aguanta.

(…)

Salimos de clases. No he hablado con Justin en toda la mañana, lo que menos quiero es cruzar palabras con él después de todo lo que dijo. Me ha hecho sentir como una estúpida y sin embargo él sigue siendo un bruto cuando tiene que hablar de cosas así, sin importarle nada.

Me despedí de los chicos a las afueras de la escuela. Celeste, Mike y Riguel se me quedaron viendo extrañados, incluso Justin también lo hizo, pero pude notar que se hizo el tonto y miró para otro lado.

- ¿A dónde vas? –me preguntó Riguel cuando ya había volteado y había avanzado unos cuantos metros.
- A casa- respondí sin voltearme para llegar a mi destino lo más pronto posible.

Sentí que me jalaban del brazo, haciendo que volteara. Era Celeste, impedía que me fuera de una vez por todas a mi preciada casa.

- ¿Qué haces? –le pregunté mirándola raro- Impides que siga caminando.
- Exacto, tonta –me dijo rodando los ojos- ¿Por qué te irás caminando?
- Sí, __(tu nombre) –la apoyó mi hermano- Siempre te vas con todos nosotros en el carro de Justin.
- Es solo que hoy no quiero ir en el carro –me excusé.

Okay, sé que lo saben. No quiero ir en el carro porque no quiero ni mirar a Justin de todo lo que me hizo sentir en ese momento.

- Quiero caminar –continué- No es nada malo…
- Amiga, vente con nosotros –me pidió Celestel- Acaso… -se acercó a mi para que nadie más pudiera escuchar lo que me diría- ¿Hubo un problema con ya sabes? –susurró.
- Sí… -confesé apenada- Es por eso.
- Oh… Entiendo –asintió con la cabeza- ¿Quieres hablar de eso?
- La verdad no –sinceré- Es lo que menos quiero.
- Okay –ella comprendió, sabía que yo no me encontraba bien- Pero ven con nosotros, ¿vale? No quiero que estés así, aparte tampoco queda tan cerca de la casa…

En parte tenía razón. No quedaba tan cerca. Lo pensé por un momento y luego entré en razón.

- Vale –sonreí falsamente.
- Irá con nosotros, chicos –avisó a los demás. Estos sonrieron. Justin se hizo el sordo y sin decir nada comenzamos a caminar al auto ese.

(…)

Llegamos a casa. Las chicas se habían ido a la de ellas porque saldrían con su madre y Mike y yo entramos a la nuestra. No lo sé, pero en el camino había visto la imagen de un taco en uno de esos letreros que uno encuentra por las tiendas y me habían entrado unas ganas de comer uno de esos.

- Mike –hablé a mi hermano mientras subíamos las escaleras.
- ¿Qué?
- Tengo ganas de comer un taco… -reí.
- No me digas, ¿también viste el anuncio ese en el camino? –se echó a reír.

Asentí.

- Enana, a mi también se me habían antojado. ¿Preparamos esta noche?
- ¡Claro! –me emocioné, casi lo había gritado- ¿Irás a comprar los ingredientes y eso?
- Sí, en un rato.

La conversación llegó hasta ahí y cada uno entró a su habitación. Parece que no era la única a la que se le había antojado uno de esos. De hace tiempo no como así que no hará nada mal hacerlo.

En mi habitación me quité el bolso, me hice una coleta alta y me tiré a la cama desganada. Me quedé bocabajo, cerré los ojos. No tenía deseos de hacer nada, no me sentía bien.  Estaba triste.

Normalmente cuando ando triste me hago una coleta alta en el cabello, es como algo que describe la forma en la que me encuentro. Claro que a veces me la hago solo para pasar el calor, pero la mayoría del tiempo lo hago cuando estoy triste.

(…)

- Enana… -algo comenzaba a moverme- Oye enana, enserio. Despierta… -era Mike, reconocí su voz.
- ¿Qué quieres? –pregunté apenas, creo que me había dormido.
- Iré al CC a comprar unas cosas, incluyendo los ingredientes para los tacos, ¿estamos? –me informó- No hagas nada ni te mandes cagadas. No le abras a los extraños y si pasa algo me marcas al celular y te llamo.
- Lo sé, lo recuerdo siempre –le dije.

Eso era lo de siempre. Cada vez que sale y yo me quedo en casa me dice eso. Me cuida y eso me gusta. Es mi hermano y lo amo. Me lo ha dicho tantas veces que lo tengo grabado en la memoria, es lindo eso.

Mike salió de la habitación y unos minutos después sentí que cerraba la puerta de abajo. Ya se había ido a comprar. Estaba sola.

Miré la hora. 7:30pm. Había dormido harto y ni cuenta me había dado. Me paré de la cama y me senté en el escritorio. Abrí la laptop y la encendí. A los cinco minutos sentí que mi celular sonaba. Fui a la mesita de noche, lo cogí y vi quién era. Justin. No sabía si contestar. Lo dejé sonar por un momento y luego, lo hice.

#VíaTelefónica.
- Aló –contesté sin ninguna emoción.
- ¿Puedo ir a tu casa? –preguntó.
- No, gracias.
- Por favor.
- No –colgué- Adiós.
#FinVíaTelefónica.


-Narra Justin-

Mierda, las he cagado de verdad. Fui un maldito bruto e insensible, soy un imbécil. __(tu nombre) tiene razón al haberse enojado conmigo, soy un pésimo novio. Además de eso soy un cobarde que no sabe afrontar las cosas, quizás ella nunca me perdonará. Estoy perdido. Lo único que quiero es arreglar toda la mierda que dije en la puta escuela. De no haber estado allí no habría dicho toda la mierda que dije. ¿Por qué tengo que ser tan estúpido?

-Narras tú-

Pensarán que fui una bruta mal agradecida o qué se yo, pero no. A veces puedo perdonar rápido, pero ya he dicho como dos veces y lo diré otra vez: Me sentí del asco. Asco. Asco, asco, asco, asco.

Asco.
Más asco. Mucho.
Mierda, que enserio me dolió eso.
¿Pueden dejar de torturarme?

Volví a meterme en mi laptop color morado y abrí Facebook. Me puse a chatear un rato con unas amigas de __(tu país), además con Caitlin y Chaz. De repente siendo un portazo abajo, llegué a saltar. Mierda, ¿y si estaban robando? No estaba Mike para tirarlo de carnada. Pero… Wait. De ser ladrones no habrían cerrado la puerta tan fuerte y ahora que escucho, no estarían pisoteando la escalera mientras suben. ¡Que tonta soy! Uf, que alivio.

Me volví a meter en mi laptop y de repente abren la puerta de mi habitación con otro portazo. Mierda. ¿Pero qué le pasa?

- ¿No te he dicho que no vinieras a mi casa, Justin? –pregunté molesta.
- ¿Y a mi qué me importa que me hayas dicho que no? Me da igual. Hay que hablar.
- No –repetí como por el celular- ¡Vete! No quiero verte, lárgate y déjame sola.
- ¡Que no! –seguía en su postura- ¡Lo siento __(tu nombre)! ¡No debí haber dicho lo que dije en la mañana!

Dios.

- Disculpas no aceptadas. Adiós –me despedí, pero no sirvió para nada porque no se iba- ¡Dije adiós! ¿Tengo que sacarte yo ahora?
- Sí.
- Largo.
- No.
- ¡Largo!
- ¡NO!

Me paré cabreada de la jodida silla y caminé hacia él. Cuando iba a empujarlo con todas mis fuerzas, este tomó mis brazos, impidiéndolo. No podía hacer nada. Él tiene mucha fuerza, yo soy nada comparado con él.

- ¡Suéltame! –le pedí. Sentía que iba a llorar ahí mismo, pero no porque me doliera o estuviera haciéndome daño. Estaba muy triste y enojada.
- Por favor escúchame, __(tu nombre). ¡De verdad! –chilló.
- ¡No!
- ¡No he querido conocer a tu papá porque nunca he hecho algo así, es nuevo para mí! –Oh.
- ¡Eso no es una excusa, idiota! –con una fuerza extraña que saqué, logré hacer que me soltara- ¡No puedes poner esa idiotez como excusa para remediar todo lo que me dijiste! 

- ¡Lo siento! ¿Cuántas veces tengo que decirlo? –me preguntó desesperado- ¡Me arrepiento de lo que dije! Pero es que tú no entiendes. ¡Me asusté, tuve miedo! Es algo nuevo para mí y no estoy seguro de querer hacerlo… -interrumpí.
- Oh, gracias. Eso me hace sentir mucho mejor –sonreí falsamente- ¡De verdad gracias, Justin!

Con eso me ha quedado claro que no está seguro de nada conmigo… Maldita sea.

- No quise decir… -pausó- Mierda, __(tu nombre) me refería a que… Joder… -se quedó callado y yo también- Yo te amo. Te amo más que a nada en el mundo, no vayas a creer que no te amo….
- Ajá. ¿Cómo no hacerlo? –es lo más estúpido que me ha dicho- Estoy con alguien que ni está seguro de querer estar conmigo y no me ama, ¿cómo crees que se siente? –que lindo, esto merece un premio.
- ¡Pero yo sí te amo! –chilló a todo pulmón- ¡Tuve miedo, me asusté! ¡Jamás he…!
- ¡Cielos, Justin! ¡Tuviste sexo conmigo y dices que te asustas de…! –no pude seguir hablando porque avanzó rápidamente hacia mí y me llevó hacia la pared con un empujón.

Me sujetó por los brazos, lo miré, y sin darme cuenta ya tenía sus labios en los míos, besándome tan apasionadamente como si nunca lo hubiera hecho. Al principio fue algo brusco, pero me encantaba. Era salvaje, me hacía sentir una sensación increíble. Me sentía tan en las nubes que no sé cómo, pero todo el enojo que tenía se fue desvaneciendo, hasta que me hundí profundamente en el beso. Sin darme cuenta se despegó de mí. Sujetó mi cara a la pared, sin dejar que me moviera.

- Mírame –me pidió, pues no lo estaba haciendo. Me quedé callada- Mírame, o lo tendrás que hacer a la fuerza… -sabía que cuando Justin decía eso, era algo que en realidad haría. Entonces, lo hice- Que te quede claro, __(tu nombre), que yo no tuve sexo contigo. Te hice el amor, ¿lo has entendido? Te hice el amor. Y lo volvería a hacer sin pensarlo dos veces. 



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Chicas, sé que este capítulo no remediará las casi tres semanas que no subí, pero espero que al menos les haya gustado siquiera un poco. En la entrada anterior expliqué que tenía un virus en el estómago y eso ya se me ha pasado. Pero ahora tengo una maldita gripe y me está comenzando a dar amigdalitis, es una mierda. He estado yendo igual a la escuela, de lo contrario ocuparía ese tiempo para escribir o algo. Estoy ocupando el ordenador en la noche y anoche a las 1:00am. logré terminar este. Espero que lo comprendan. Y sé que capaz he perdido lectoras y que en este capítulo y en los siguientes no habrán tantos votos ni comentarios... Eso me pone triste. Lo que sé es que haré lo posible para subir más seguido, ¿está bien? Si es necesario esta noche terminaré otro para que puedan tener uno nuevo mañana o pasado. ¡Las amo! :3 Comentar y votar por favor. Quiero ver cuántas lectoras me quedan aún.
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