5 de agosto de 2013
Capítulo 69 - But with you it's not like that at all
Esas palabras fueron como un golpe. Seguramente los más inimaginable del mundo entero. ¿Él? ¿él era el padre del bebé de ella? Eso no podía ser. Ella tiene tres meses o quizás más, y en ese momento él y yo estábamos en algo. ¿Qué era lo que estaba diciendo? No ando para estúpidas bromas, pero eso es lo que menos me importa ahora. ¡Quiero salir de aquí! ¡quiero que me quite sus asquerosas manos de encima!
- No te creo -le respondí a eso- ¡Y ya quítate, por favor!
- ¡Pues vas a tener que creerlo! -volvió a besarme y a... tocarme.
Lloraba. Trataba de luchar, no sabía qué mierda hacer. En estos momentos era como, no sé, un motivo que era escapar, pero otro era algo que te dejaba pasmada, desesperada sin saber cómo actuar para lograrlo. Y es que hay que decir la verdad: Las mujeres, contra la fuerza de los hombres, estamos totalmente indefensas. Es algo que no se puede cambiar, siempre será así.
Comenzó a bajar mi short de pijama junto con mi ropa interior. No paraba de gritar y de llorar, aunque él intentaba taparme la boca ya que todos mis molestos ruidos estaban convirtiéndose en algo muy molesto para él. Para que me callara, volvió a golpearme, pero entre la ceja y el ojo. Quedé mareada, pero de pronto sentí como algo dentro de mi, como un aire... La imagen de Justin, del amor de mi vida se posó en mi cabeza. Ese imagen de él, crean o no, me dio como una fuerza, algo en el cuerpo que hizo que comenzara a tirar patadas y doblar mi cuerpo como fuese, hasta que logré dárselas en su puta cara. De tan fuerte que le dí, salió para atrás y se calló al piso. Me paré con tal rapidez del sofá y lo miré, estaba sangrándole la boca y la nariz. Me envió una mirada asesina. Debía salir de ahí. Corrí hacia la puerta y comencé a correr hasta la casa de Justin.
Lo juro, juro por dios que podía sentir las vibraciones de las pisadas de Cameron tras de mí. Las lágrimas que tenía en mi cara me impedían ver bien el camino, pero aún así me esforzaba por poder hacerlo. Escuchaba que el maldito me llamaba mientras me perseguía, junto con unas amenazas que preferiría no decir. El corto camino en llegar a la casa de Justin se me había hecho eterno. Por fin llegué a su puerta. Comencé a golpearla, con patadas, puños, codos, cualquier parte de mi cuerpo que hiciera ruido al tener contacto con ella.
-¡Justin! -lo llamaba desesperada- ¡Justin! ¡abre la puerta! ¡ábrela!
Miré hacia atrás, y Cameron se había quedado quieto, parado y asustado... Comenzó a retroceder para luego salir corriendo, no deseaba ser descubierto. Yo ya empezaba a a maldecir a Justin por no abrir la maldita puerta, pero ahí fue cuando lo vi... La había abierto. Me miraba, impresionado por lo morada que estaba mi cara y por mis lágrimas.
- Cameron... -fue lo único que pude decir, antes de que él intentara preguntarme qué me pasaba.
Se pasó por mi lado y se fue corriendo hacia el sentido en que él maldito que quiso violarme se había ido. Yo sabía que Justin lo golpearía hasta casi matarlo, si es que no lo mataba. Me eché a llorar más aún, no por lo que podría pasar con el imbécil, si no, por todo lo que me estaba pasando. Y también del alivio que tenía al poder estar bien... ¿Qué había hecho mal? ¿me merecía todo esto? Entré corriendo a la casa de mi novio hacia el teléfono. Lo tomé... Busqué el número que era para la policía. No recuerdo bien qué dije ni qué me respondieron... Solo sé que dijeron: no se preocupe, en un minuto allá estaremos.
Me volví hacia la entrada de su casa...La puerta de la casa de Justin fue mi apoyo. Contra ella de espaldas, me abracé a mí misma y de a poco, fui bajando... hasta quedar sentada en el suelo.
Yo, temblaba... Del miedo, del frío, de la desesperación... Hasta creía que me había subido fiebre. Me dolía la cabeza, me sentía tan sola... Y hasta asqueada. Sentía asco hacia mí misma. Eso era lo que el maldito había logrado. Ahora estaría muy feliz ¿no?
Pasaban los minutos, seguía sola ahí. Estaba asustada, Justin no llegaba, ¿y si Cameron le había hecho algo malo? No, no soportaría perderlo, ¡no podría soportarlo! Rogaba a Dios verlo venir por la calle, bien, sano y salvo. Y en ese momento fue cuando lo vi. Venía con el tipo arrastrándolo de una pierna. ¿Estaba inconsciente? El miedo volvió a entrar a mí, no...
- No me lo acerques... -le pedí, parándome del suelo- ¡No me lo acerques! -volví a echarme a llorar de una forma horrible.
- ¡Tranquila, shawty! -me dijo- No te lo acercaré, es lo que menos querría hacer... No te preocupes, está inconsciente, no va a despertar... No con la paliza que le he dado... -sus palabras eran calmadas y pausadas pero pude notar que cambiaba seguido de expresiones en su cara, él estaba conteniendo su rabia y su impotencia.
Las luces rojas se acercaron, no estaban con ruido, para así no tener problemas con los vecinos. Justin hizo unas señas para que supieran que ahí era. Ellos se bajaron de sus carros y se acercaron a nosotros. Me vieron, me hicieron preguntas...
- ¿Qué es lo que ha pasado? -uno de ellos me preguntó. Justin me miraba, atento. Él de seguro aún no sabía qué era lo que había intentado hacerme, aparte de los golpes. Las lágrimas no dejaban de caerme. Me habían pasado una manta para que me cubriera.
- Él intentó violarme... -lograron salirme las palabras.
Mi novio, que estaba frente a mí junto a uno de los oficiales, apretó los puños con fuerza... Se quedó callado, no dijo ni una sola palabra. Solo escuché que susurró: "Mierda..."
- ¿No hubo nadie que pudiera ayudarla? ¿estaba sola usted en su casa?
- No... Mi hermano estaba conmigo, pero estaba sedado... No pude hacer que despertara... -les conté tratando de que se me entendiera lo que quería explicar.
- ¿Qué me dice de este joven? -apuntó a Justin, quien dirigió su mirada hacia mí.
- Él me ayudó... Logró atrapar a Cameron...
- ¿Cameron es su nombre? -preguntó otro oficial que se acercaba a nosotros- No trae su identificación. Ya lo hemos adentrado en el furgón.
- Sí... Cameron Dallas...
- ¿Lo conocía? -esa pregunta hizo que mi corazón se apretara. No sé cuanto tardé en responder, porque otras de sus palabras me hicieron regresar a la vida real- ¿señorita? ¿usted lo conocía? -otra vez más lágrimas recorrían mis mejillas.
- Él era mi amigo... -susurré, pero a un tono lo suficientemente alto como para que los presentes pudieran oírlo.
Todos se quedaron callados... Creo que lo que había dicho les había trasmitido algo. Dos oficiales llamaron a Justin a una parte para poder hablar con él, y uno de ellos se quedó conmigo.
- No se preocupe, señorita. Ahora está a salvo -trató de consolarme- Que bueno que este joven estuvo presente para ayudarla...
- Lo sé... No quiero imaginarme lo que habría pasado si él no hubiera abierto la puerta... -pasé mis manos por mis ojos para quitar el exceso de agua sobre ellos.
- No se preocupe -tocó mis espalda, dándome leves palmaditas- Nos encargaremos de que él quede en la cárcel. Esto no se va a volver a repetir.
En eso miramos al furgón, en donde Justin y los oficiales estaban mirando a Cameron... De repente vimos que alguien se había puesto de pie ahí dentro. Había despertado. Ya iba a escapar hacia donde mierda fuera, pero en eso Justin pregunta:
- ¿Está consciente ya? -preguntó.
- Eso parece -respondió uno de ellos.
En eso Justin se mete dentro del furgón y le da enormes puñetazos, patadas, golpes, de todo otra vez... Le insultaba, le hacía de todo con un odio tremendo... Los policías tuvieron que sacarlo de allí dentro como pudieron. Cameron otra vez quedó inconsciente y ellos trataban de calmarlo.
(Un par de horas después)
Volvimos del hospital. Sí, del hospital, pues la policía nos había llevado para que pudieran revisarme y ver si había quedado con algún malestar grave en el cuerpo. Gracias adiós nada fue tan grave, pero la doctora me dijo que los hematomas gigantes tardarían unas dos semanas o un poco más en desaparecer por completo.
Ya me había duchado el cuerpo. No quise lavarme el pelo pues era madrugada y podía enfermarme. Me recosté en el sofá de Justin... y fue cuando volví a llorar, en silencio.
Él bajó las escaleras en ese momento, había ido a buscar unas mantitas para arroparnos. Sentí su mirada sobre mí. Lo miré e intenté sonreír. Él caminó hacia mí y se recostó a mi lado... Me abrazó despacio por la cintura, para no hacerme daño o causarme el mínimo dolor. No quise darle la espalda, así que me giré como pude y lo miré a los ojos... Ambos nos quedamos mirándonos fijamente...
- __(tu nombre)...
- ¿M? -no quería escuchar mi voz totalmente quebrada...
- Perdóname... Perdóname por no haber estado ahí para ayudarte... -una lágrima comenzó a deslizarse por su mejilla.
Sentí que el corazón se me rompía. Se sentía culpable... Dios, él no tiene la culpa. No quiero que esté así por esto. Se me parte el alma con esas palabras y con verlo de esta manera. De verdad que era tan difícil todo esto... Si debo ser completamente sincera, diré que preferiría mil veces estar yo misma devastada, que verlo a él sufrir por mí. Eso me destruye.
- No digas eso... -le pedí secándome la cara con la manga de la sudadera que él me había prestado- No quiero que pienses que tienes la culpa...
- La tengo... Pude haberme ido más tarde de tu casa y no dejarte. ¡Yo soy quien tuvo la culpa! -apretó los puños mientras más lágrimas caían.
- Justin -tomé sus manos- No quiero que digas esas tonterías. Tú no tienes la culpa de nada. Solo pasó. Estoy bien... no pudo lograr lo que quería... Tú me ayudaste... De no ser por ti, quizás habría logrado violarme... -dije con un nudo en la garganta.
- No digas esa palabra, por favor -me pidió- No lo soporto...
Llevé mis manos a la parte de abajo de sus ojos y comencé a secarle las gotitas que le caían. Él me miró enternecido. Logré sonreír. Verlo a él sonreír hacía que yo pudiera estarlo. Cuando terminé, sus brazos me rodearon. Apoyé mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.
- ¿Y Pattie? -pregunté de repente. No la había visto bajar o escuchado su voz en la casa siquiera.
- Tuvo una cita. Dijo que no la esperara, así que quizás que esté haciendo... -dijo con una expresión molesta.
- Aww, tan bebé que es, extraña a su madre. El sobre-protector -me burlé.
- Solo era una broma -se echó a reír.
- Ah, claro -no le creí.
- ¡Es verdad!
- Como digas, cariño -le besé.
Quería olvidarme de todo lo malo que nos había estado pasando... Tanto a mí como a él. Y la verdad, era increíble que a pesar de todas esas cosas malas aún estemos juntos. Amándonos como nunca. Unidos. Inseparables.
- Te amo... -soltó en un susurro cerca de mi oído.
- Yo te amo mucho más a ti -solté unas pequeñas carcajadas.
- ¿Sabes algo? -tomó una de mis manos. Alcé un poco mi cabeza hacia arriba para poder mirarlo- Agradezco que me hayas tratado como la verga el primer día en que nos vimos y hablamos -se echó a reír.
Lo miré extrañada, pero le seguí con algunas risitas. Tan solo recordarlo era algo para reír.
- ¿Por qué? -pregunté de una forma adorable.
- Porque de no haber sido así, quizás nada de lo que hemos vivido habría pasado... -suspiró- Yo seguiría siendo el mismo imbécil que siempre. Bueno, aún lo soy, pero no de la forma en que lo era antes. Ahora soy estúpido, solo eso -no pude aguantar reír- Me enamoraste, __(tu nombre). Me enamoraste desde el primer día... Joder, es que eres tan única. Me fascinaste y me sigues fascinando.
- Ay, ya... -sentí que me sonrojaba.
- Es que es la verdad -no me hizo caso y continuó hablando- Recuerdo que tu actitud de estar siempre a la defensiva era totalmente atractiva... Y cuando caminabas, tu culo se veía tan...
- ¡Bieber! -lo regañé y le golpeé un poco con el pie en el de él, pero despacio.
- ¿Qué? ¡Yo solo soy sincero! -se defendió- También recuerdo que estaba acostumbrado a tener a mis pies a la chica que me plazca...
Fruncí el ceño.
- ¿Me estás contando esto para que me ponga celosa? -le pregunté mirándolo mal. Lo había logrado.
- No -dijo rápidamente- Pero te ves tan linda cuando lo estás... -apretó una de mis mejillas mientras se reía.
- Eres un tarado, ¿quieres que te ponga celoso a ti también? -parece que eso buscaba- Porque con gusto lo hago. Haber si es tan gracioso.
- Okay, lo siento. No es necesario -me besó para que yo no dijera nada. Já.
Luego de ese hermoso beso, nos quedamos callados. El silencio consumió la hermosa casa de mi novio. Me sentía tan protegida... Sabía que en sus brazos nunca jamás alguien me haría daño. Era como una seguridad que se podía transmitir en el aire. ¿Será él el hombre con el que estaré toda mi vida? Eso sería tan perfecto... Sin duda alguna sería lo más feliz que podría pasarme. Y es que estoy segura de que lo amo, tanto como sé que nací en __(tu país) y mi nombre es __(tu nombre y apellido).
Comencé a cerrar los ojos... El sueño me estaba consumiendo. Por fin podría dormir en paz, sobretodo, junto a él. Ya casi lograba dormir...
- ¿Puedo hacerte una pregunta preguntona? -la voz de Justin me hizo salir de mis pensamientos- Sé que ya casi nos dormimos, pero aún así quiero hacerlo...
- Oh, claro -me sobresalté un poco- Hazla.
- Bueno... ajam... -se aclaró la garganta- Quizás lo tomes como algo estúpido, no sé... Pero para mí no lo es... No podría decir algo más enserio...
- Dime amor, lo que quieras -le miré y le transmití una sonrisa para que me diera su confianza.
- Okay... -dijo nervioso- ¿Me harías una promesa? -omg.
- A ti te haría la promesa más grande de toda mi vida, Justin... -sinceré.
Él me miró enternecido por lo que yo había respondido, pero también con un toque de sorpresa y de estar satisfecho... Feliz. Él me amaba... Yo lo amaba a él... absolutamente nada podría ser en mejor en la vida. Y es que solo tengo 16 años, casi 17, pero siento que quiero compartir el resto de mi vida con él. Con el chico que al conocerlo para mí era el patán más grande de todo el universo, y que ahora, era la razón de mi vida... La razón de mi existir y de mi felicidad. Y ahora era el momento en que Justin me preguntaría lo que él deseaba...
- ¿Te quedas conmigo el resto de tu vida? -dios mío.
- Sí -respondí firmemente sin apartar mis ojos de los suyos.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo.
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Solo para aclarar, este no es el final. El capítulo 70 -que es el que seguirá- será el final. ¿Qué les ha parecido? Chicas, esto me da pena, enserio. Bueno, ya me voy. No tengo mucho tiempo, debo irme. Espero que les haya gustado. Son las mejores. Si comentan y votan mucho, subiré lo más rápido, ¿Vale? besos. ¡Comenten y voten!
4 de agosto de 2013
Capítulo 68 - But with you it's not like that at all
- ¿Es enserio lo que acabo de escuchar?
Le preguntó su madre al ya estar frente a ella. Nosotros mirábamos con atención pero al mismo tiempo, incómodos. Incómodos y nerviosos de que Olivia fuera a inventar qué cosa y la madre de ella fuera capaz de hacer algo lo suficientemente malo que no sería algo bueno para nosotros dos.
- Sí… -admitió Olivia, pero sin susto, si no, todo lo contrario. Feliz.
- ¿Cómo pudiste embarazarte, hija? –le preguntó ella tratando de controlar su rabia- ¡Aún eres muy joven y ni siquiera sabía que tenías un novio!
- ¡Pues no tengo novio ahora! –chilló ella poniéndose a llorar de nuevo- ¡porque el puto se alejó de mi, me terminó en el momento en que se enteró!
- ¡Eso no es verdad! –se defendió Justin- ¡no soy el padre de ese niño!
- ¡Sí lo eres! –insistió- Mamá, te juro que te estoy diciendo la verdad –jodida mentirosa que es.
- ¡Ya di la verdad, pendeja! –grité eufórica.
- ¡Tú no te metas entre nosotros, __(tu nombre)! ¡tú no eres ni el padre ni la madre de nuestro bebé! ¡no tienes derecho a nada!
- ¡Odio que no hayas pensado las cosas! –la madre de Olivia cada vez se ponía más molesta- ¡te he dado todo, todo! ¿y así me pagas? ¿embarazándote de alguien que no te ama? ¿no pudo ser con alguien que enserio te quisiera? –al menos le estaba diciendo cosas que tenían sentido.
- ¿Justin? –la miró extrañada.
La mirada de su madre se dirigió a mi y a Justin, bueno, más a Justin. Lo miraba fijamente. Sentí los brazos de mi novio rodearme con más fuerza, transmitiéndome seguridad. No sabíamos lo que pasaría.
- ¿Eres Justin Bieber? –preguntó impresionada. Él, asintió- Dios mío –miró a Olivia por un momento pero luego siguió mirándolo. Entonces, sonrió- Eso cambia las cosas.
Mierda. La mirada de ellas dos parecía completamente iluminada pero a la vez con de una manera que también transmitía maldad. Se notaba la felicidad de ellas al pensar cosas malas.
- __(tu nombre) –me susurró Justin, despacio- Saca mi celular del bolsillo, sin que se den cuenta.
Hice lo que me pidió. Lentamente comencé a retirar el celular de Justin. Él cuando sintió que ya no lo tenía, siguió hablándome.
- Ahora –continuó- Ve hacia el auto y desde ahí llama a Kenny, dile que venga por nosotros y que traiga a un equipo de hospital de sanidad mental junto con él. Estas dos están chaladas, necesitan que las ayuden en un manicomio.
Asentí. Ellas no se daban cuenta de lo que hablábamos porque estaban demasiado felices al saber que el gran “Justin Bieber” que tenía todo el dinero del mundo sería el “padre” del bebé. Cosa que por supuesto, era falsa. Todo esto me daba miedo. Mucho. Yo no quería separarme de Justin por este tipo de personas que solo nos quieren ver mal y arruinar nuestra felicidad juntos. ¡No quería!
Me fui corriendo hacia el auto de Justin y me oculté tras él. Desde ahí escuchaban que las locas insistían en que él sería papá y que nada podría ser mejor. Justin solo podía defenderse a palabras. Palabras que eran completamente ignoradas. Ellas lo querían. Lo querían ahí, ahora, por siempre. Para el resto de sus vidas.
Marqué el número de Kenny. Rogaba al cielo que respondiera el maldito celular.
#VíaTelefónica.
- ¿Qué tal, Justin? –respondió él simpático.
- No, no soy él, soy __(tu nombre) –corregí nerviosa.
- ¡Oh, __(tu nombre)! –me saludó entusiasmado, pero paró al notar mi nerviosismo en la respiración y voz- ¿te encuentras bien?
- No, es que… estamos en la escuela y hay dos locas que dicen que Justin será padre y cosas estúpidas. Me dijo que te llamara y que trajeras a un equipo de sanidad mental contigo… -dije rápidamente- ¡todo es horrible!
- Voy para allá –colgó de inmediato.
#FinVíaTelefónica.
Volví corriendo hacia donde estaba Justin. Olivia estaba encima de él, tratando de abrazarlo desesperadamente. La mamá de ella estaba riendo, grabando en un celular todo lo que su hija estaba haciendo con mi novio. La otra lloraba, él trataba de quitarla y ella feliz de la vida por lo que estaba pasando.
- ¡Qué mejor que mi hija esté con adolescente más grande del mundo! –gritaba alzando los brazos- ¡felicitaciones a ambos!
- ¡Oye tarada, deja a mi novio! –me tiré sobre los dos, con cuidado, para no lastimarla específicamente en el vientre.
- ¡Quítate, maldita! –me gritó ella tratando de tirarme de ahí.
- ¡Ah! -en un momento siento que Justin se queja. Lo miré aún tratando de que le saliera de encima
- ¿Qué le hiciste? –no me respondió- Justin, ¿qué te hizo?
- ¡Me mordió!
Con mi fuerza, no sé cómo, la pesqué del cuello de su polera y la empujé a donde sea para que parara de una vez. Paré a Justin del suelo y me acerqué para verle cómo le había dejado. Evidentemente, lo había mordido, pero en el cuello. Había dejado sus dientes marcados de un color morado en la blanca piel de él. Pero me sorprendí aún más cuando noté que ella también lo había rasguñado en esa zona. Sus uñas, habían dejado una clara evidencia de que sus diez dedos habían pasado por ahí. Mierda, esto ya se pasa de la raya. ¿Dónde están los inspectores de la escuela? ¿Dónde están la seguridad que debe de haber afuera de ella?
Kenny no tardó en llegar. Tras él, un furgón con rejillas, color blanco, grande, que decía “Sanatorio Atlanta” venía. Todos se bajaron, incluyendo Kenny. Él se acercó a nosotros, nos dio un abrazo e inmediatamente me puse a llorar. También llegó Pattie. Justin les dijo que ellas eran las dos personas que debían llevarse. Ellos asintieron. Se les acercaron. Ambas comenzaron a entregar patadas, a gritar, a llorar y decir que él debía estar con ellas, que no iba a poder escapar. Los del sanatorio, al notar el comportamiento que tenían y al ver el video que la mamá de Olivia había grabado, supieron que debían llevárselas. Como pudieron, las montaron en el furgón. Creí que iba a haber paz en el momento en que las metieran allí, pero no. Me equivoqué, porque aún se escuchaban sus gritos desconsolados y eufóricos. Aquellos doctores se nos acercaron, preguntando qué era lo que había pasado. Les dijimos que de hace tiempo ella tuvo una extraña obsesión con Justin, que nos acosaba y no nos dejaba en paz. Claramente era la verdad. Y hasta ellos notaron los arañazos y mordidas en el cuello de mi novio. Kenny y Pattie hablaron con ellos, pidiendo que esto permaneciera en secreto, que no debía enterarse la prensa u algún otro medio de comunicación. Nos tranquilizamos al saber que ellos no dirían nada, tanto por el bien de quien había sido víctima de lo que pasaba y por los pacientes del hospital, que no debían ser molestados por personas de afuera, pues podría dañar el avance mental que estaban tratado de lograr a medida que el tiempo pasaba.
Admito que estaba asustada. Mucho, a decir verdad. Y es que nunca habría imaginado que en mi vida ocurrirían cosas así. Son muy inesperadas, ¿quién se lo iba a imaginar? Pero de a poco me voy calmando… Se las han llevado.
- ¿Estás bien, shawty? –me preguntó mi novio en mi habitación. Lo miré.
- Si –sonreí aliviada y le besé por un momento- Ahora estoy bien…
- Todo va a mejorar ahora… Me han dicho que está casi confirmado que van a quedarse en el psiquiátrico por un buen tiempo –me regaló una de sus hermosas sonrisas.
Eran las 11:30pm. Como han notado, ya estábamos en mi casa. Habíamos llegado hace unos diez minutos. Estuvimos todo el día allá hablando sobre lo ocurrido, con los doctores, con las personas que se debe de hablar cuando se necesita internar a alguien o cuando esa persona ocasionó peligro para los demás. Hasta llegó parte de la familia de Olivia. Incluso hablamos con ellos y me di cuenta de que no tenían nada que ver con ella y su madre, porque eran unas personas muy dulces. Su actitud no era de familia, claro estaba.
- Mañana tengo un día completo libre… -me contó- No tengo entrevistas, reuniones, ni nada… ¿te gustaría que saliéramos? –me propuso. Me emocioné al instante.
- ¡Claro! Sería lo más feliz que podría pasarme ahora –acerqué mi mano a su mejilla y lo acaricié lentamente. En un momento reaccioné- Pero oye, tendrá que ser en la tarde, porque hay escuela y… -interrumpió.
- No, no habrá en toda la semana. Hubo un problema en los baños, con el agua y todo eso… Así que no habrá. Y faltan un par de semanas para que termine, así que no hay problema –era cierto, ¡casi estamos en vacaciones!
- Tienes razón, lo había olvidado… -hice una mueca.
Al rato, Justin se fue. Me quedé en casa con Mike. Él estuvo un rato conmigo, y luego cuando me empezó a dar mucho sueño se fue a la de él para así dejarme dormir. Me duché, me puse pijama y todo. Al poner mi cabeza en la almohada pude quedarme dormida casi de inmediato.
(…)
Algo golpeaba la puerta de abajo. No sé si era mi idea o en serio la tocaban. Me levanté de mi cama y salí de mi habitación. Abrí la puerta de la habitación de Mike, donde él dormía plácidamente como en otro mundo. Bajé las escaleras y en efecto, estaban golpeándola. Ni fuerte, ni despacio. Miré por el agujero con aumento ese de las puertas. ¿Cameron? ¿Qué hacía aquí? Decidí abrir la puerta, era toda una sorpresa. Ni me lo esperaba.
- Cameron, ¿qué haces aquí? –le pregunté mientras me fregaba los ojos.
- Quiero hablar contigo –me dijo seco. Lo miré extrañada por su actitud.
- ¿Tú crees que soy estúpido?
- ¿De qué hablas? –pregunté mientras me estiraba para quitar el sueño que traía.
- Volviste con el Bieber. Estuviste todo el día de hoy pasando de mí y ni me explicaste que ya no querías estar conmigo –me dijo molesto.
- Bueno, lo siento… -me disculpé, pues debí haberle explicado siquiera- Pero aún así nunca fuimos novios, ¿se te olvida?
- Sé que no lo fuimos, pero lo serás, ¿entiendes? –comenzó a acercarse a mí. Me estaba asustando.
- ¿Te sientes bien? -puse un pie atrás, retrocediendo de a poco.
- Oh, no sabes cuanto -sonrió maliciosamente y cada vez estaba más cerca de mí. Parecía un psicópata.
¿Qué estaba pasando? ¿esto era un sueño? De seguro, porque en la vida real estaría casi segura de que Cameron nunca se pondría de esta manera conmigo. Él jamás ha sonreído de esta manera, como queriendo o deseando hacerme daño. Estaba muy asustada, más de lo normal. De tanto retroceder choqué con un mueble, fuerte. Me dolió. Y fue cuando supe que no estaba soñando. Pero seguí mirándolo.
- No te acerques más -le pedí nerviosa pero no me hacía caso, seguía con su sonrisa de psicópata ahí presente- ¡que no te me acerques más! ¿qué no escuchas?
- No me interesa lo que digas ahora, __(tu nombre) -me dijo él- Ya he tenido suficiente al estar aguantándome las ganas de que seas solo mía todo este tiempo...
- ¿Ah? -le miré extrañada- Yo soy novia de Justin, ¡no tuya! ¡no voy a estar contigo, porque no te amo!
- Pues vas a tener que amarme quieras o no... -se acercaba cada vez más a mí- Por las buenas o malas, me da igual.
Se me tiró encima y me aplastó contra la pared. Sentí un fuerte golpe en la cabeza en ese momento. Me había empujado muy fuerte. Su cuerpo pegado tan fuertemente al mío me estaba haciendo daño. No era como cuando Justin lo hacía, porque este tipo me estaba lastimando.
- Me estás lastimando, sal, por favor -le pedí apenas. Había quedado un poco aturdida con el golpe en la cabeza.
- No voy a salir, ¡vas a ser mía! -dicho eso, brusco, su cabeza se fue hacia la mía y comenzó a besarme.
- ¡No me beses! -logré decir- ¡quítate!
Lo empujaba pero era en vano. No servía para nada. No me besaba como si me quisiera, me besaba haciéndome daño. Mordía mis labios tan fuerte que hacía que me quejara. Me los rompía. Mi lengua también estaba siendo víctima de sus mordiscos de mierda. Sentía el asqueroso sabor a sangre que salía y me hacía querer vomitar. El miedo me consumía, ¿¡qué mierda era lo que estaba haciéndome!? ¡se suponía que él era un chico lindo conmigo!
- ¡Suéltame! -seguía besándome pero esta vez comenzaba a tocar mi trasero, mi espalda... Mi cuerpo- ¡ya basta, no me toques! ¡Mike! -llamaba a mi hermano desesperada- ¡Mike!
- No pierdas el puto tiempo llamando a tu hermano porque no va a despertar. Está sedado -se echó a reír- Mejor hay que utilizarlo en otras cosas... Tú vas a ser mía, no hay nada que puedas hacer -volvió a besarme obviamente lastimando mis labios y mi cuerpo como un salvaje de mierda.
Como pude trataba de safarme de él, ¡no sabía que más hacer! Pero aún así mis esfuerzos no servían, él como pudo me llevó hasta el sofá y me tiró allí, para ponerse sobre mí y seguir toqueteándome, besándome... ¡Me sentía asqueada! Las lágrimas recorrían mis mejillas tal cascada, mi mente estaba en otro lado, como perdida...
- ¡Ya no llores! -me gritó y en eso me golpea en la cara con su puño- ¡vas a dejar que haga lo que quiera contigo si no quieres que te mate!
Más sangre salió por mi boca. Era tanta que casi me ahogaba con ella...
- Déjame ir, ¡por favor no me hagas daño! -grité- ¡Mike! ¡Justin! Cameron te desconozco, ¿qué pasa contigo? ¡te portas como Olivia, estás cagado!
- ¡Deja de gritar maldita seas! -volvió a golpearme, pero esta vez en el estómago, haciendo que me retorciera del dolor- Aww.... ¿te duele? -lo miré apenas, él me miraba con ternura- Querida __(tu nombre), si hubieras accedido a mí antes, esto no estaría pasando... -una de sus manos comenzó a acariciar mi mejilla. Tenía miedo, ya no me quedaban fuerzas para seguir pidiendo ayuda... nadie iba a escucharme... él iba a abusar de mí...- ¿Y quieres saber algo más? Sí, me parezco mucho a Olivia y hasta me acosté con ella. A que no sabes, yo soy el padre del bebé que ella espera...
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Woooow, ¿qué pasará?
Amé los comentarios del capítulo anterior, chicas. Son las mejores lectoras del mundo. Espero que les haya gustado, lo hice lo mejor que pude. Voy a tratar de subir pronto, porque la próxima semana ya empieza mi nueva novela. Ya debo irme, es tarde y no tengo mucho tiempo ¡Las amo! Comentar y votar :3
28 de julio de 2013
Capítulo 67 - But with you it's not like that at all
What!? ¿Qué ha dicho? ¿Qué Justin es el padre de quien lleva dentro?
Me he quedado helada. ¿Ese bebé es de Justin? Retumbaba en la cabeza. Rebotaba, haciendo que quisiera desaparecer. Justin no podía ser el padre. Si lo fuera él me lo habría contado, ¿cierto? Si lo fuera él no me habría jurado que nunca se había acostado con ella. No puedo creerle, tengo que confiar en él. Lo hago, pero… duele. Duele mucho.
- Eso no es cierto –me limité a decir, tratando de ocultar las contenidas ganas que tenía de llorar.
- Siento decirte que es la verdad –rió, otra vez- Por lo que él está destinado a estar junto a mí por siempre. Está atado a mí.
- Nadie puede atar a otra persona, Olivia –le dejé en claro- Eres lo suficientemente tonta para creer tal cosa, ¿o no? ¡No sacas nada con embarazarte para que un chico se amarre a ti!
- ¡Ya cállate la boca, __(tu nombre)! –chilló enormemente- ¡Yo sé lo que hago! ¿te ha quedado claro? ¡Este bebé –tocó su vientre- es de Justin! Y no hay nada que hacer para que puedas cambiarlo.
- ¡Si es de Justin ve a decirle y hagan la prueba de ADN –por supuesto que yo sabía que me diría que no a eso.
- No voy a hacer eso, es una tontería –me miró mal.
- Tontería es que te hayas embarazado para tener la atención de mi novio –me eché a reír… algo.
- Mira, mientras yo vaya a su casa, hable con su mamá y ella me crea, todo estará bien –dijo confiada- y si no, puedo de más hacer una llamada falsa a su casa diciendo que los resultados de la paternidad de Justin están ya hechos y que será definitivamente padre, ¿no lo crees? Y –suspiró- como es el famosísimo Justin Bieber no le conviene hacer un escándalo, ya que medio mundo se enterará de lo que yo pueda decir.
Esta sí que es una mierda de persona. ¿Qué carajo pasa? ¿tan maldita puede ser solo para conseguir al chico que quiere? ¡Me jode! ¡me lastima! Sé que no es cierto que el embarazo es por Justin, pero no puedo evitar hacer que me duela. Estoy segura de que ella hará todo lo posible para separar lo que es preciado para mí. ¡Soy una tarada! no sé cómo pude creer que ella nos dejaría en paz si le daba una paliza.
- Eres una loca de mierda –estaba furiosa, triste, de todo.
- Sí, lo soy –reconoció- ¿pero y qué? Si conseguiré lo que quiero me importa una mierda lo demás –se notaba que ella estaba muy feliz- Que te quede claro que, creas o no, el bebé es de Justin Bieber –se me acercó y tocó mi hombro- Adiós.
Como una verdadera boba, me quedé ahí, quieta… Sola. Quería analizar todo lo que estaba pasando. Y es que a veces ni entendía las cosas. Tanto problema por un chico, ¿qué pedo pasa hoy en día? Bueno, mejor sería decir qué pedo pasa con esta maniática.
-Y entonces él vino y me pidió disculpas… - me contaba Justin, cuando ya estaba metiendo mis cosas en mi casillero. Faltaban 30 minutos para irnos a casa- Obviamente me sentí mal… Todo lo que Marcos me estaba diciendo era cierto… No sé cómo perdonarme todo lo que te hice sufrir mientras no estábamos juntos... –se me partía el corazón escucharlo decir eso.
- Justin tú sabes que yo te perdoné, todo está bien entre nosotros, ¿si? –sonreí y le besé por unos segundos- Ahora estamos felices, juntos, y eso es lo que en realidad importa. Todo lo demás es pasado, amor… -acaricié su mejilla, y seguí guardando mis cosas.
- Te amo demasiado, lo sabes ¿no? –amaba cuando me lo decía.
- Por supuesto que lo sé –aw- Y tú sabes que yo también a ti, ¿cierto?
- Claro que sí, pero no tanto como yo a ti.
Un silencio pasó entre nosotros. Fue como si nos hubiéramos quedado mudos de forma permanente. Un estado de cambio ambiental muy extraño. Mi cara de sonrisa automáticamente se transformó en una de seriedad, de tristeza, melancolía… Pero al darme cuenta quise ocultarlo.
- ¿Te sientes bien, amor? –me preguntó.
- Sí –mentí sin mirarlo- ¿por?
- Por nada, es solo que estás muy extraña desde hace rato –relamió sus labios.
- Pues no me pasa nada –sonreí falsamente.
De pronto, algo me dio en el corazón. Los ojos se me comenzaron a humedecer. No pude evitar bajar la mirada hacia el piso, observando la perfecta cerámica con diseños que tenía el piso de la escuela. Giré un poco mi cabeza, con la esperanza de que Justin no se diera cuenta de lo que estaba pasando conmigo. Ambos estábamos en completo silencio, solo se escuchaba al resto de las personas de la escuela balbucear, sonseando, en fin, haciendo lo que las personas hacen para pasar los ratos.
- Shawty… -me tocó el hombro, yo aún no podía mirarlo- ¿qué sucede?
- Nada… -una lágrima se deslizó por mi mejilla. La sequé rápidamente. Mierda.
- Estás llorando, algo debe pasarte… -notaba la nostalgia en su voz- ¿alguien te ha hecho algo? Puedes decirme, si es un chico le partiré la cara… -interrumpí.
- ¿Tú eres el padre? –solté la pregunta, aún sin levantar la mirada para poder verlo a los ojos. Hubo un silencio.
- ¿De qué hablas? –preguntó confundido.
- Que si tú eres el padre de ese bebé… -aclaré.
- ¿Qué bebé? –cómo se notaba que ni él estaba enterado.
- Del bebé de Olivia… -dije algo enfurecida. La pena, la tristeza, al frustración y todo junto estaba haciendo que me pusiera así.
- ¿Amor estás bien? –me preguntó impresionado- Dices cosas sin sentido.
Levanté la mirada y lo miré fijamente, molesta.
- ¿Cosas sin sentido? –no puedo creer que él haya dicho eso- Creo que todos aquí sabemos que Olivia es una perra sin corazón.
De un portazo cerré la puerta de mi casillero, con toda mi fuerza. Sin mirarlo siquiera comencé a caminar hacia la salida. Quería irme, alejarme de ahí. No quería ver a nadie, malditos todos los que me hacen daño.
Iba llegando ya a la calle y alguien me jala del brazo, haciendo que me tambaleara. Por poco me caigo. Él hizo que lo mirara, mientras no paraban de caerme las lágrimas de tan solo pensar en todo lo que ella me había dicho.
- __(tu nombre), perdóname –me pidió- Te juro que no quise decir eso…
- Parece que la defendías –decir eso hizo que yo llorara más
de lo que ya lo hacía.
- No, joder, no. Jamás la defendería, solo te defiendo a ti –juntó su frente con la mía- Te lo juro. Es solo que no sabía que ella estaba embarazada… No entendía nada…
- Aún no me respondes, ¿eres tú el padre? –volví a preguntar enrabiada.
- ¡Claro que no, __(tu nombre)! –chilló molesto- ¿cómo puedes pensar eso? ¡te dije mil veces que jamás me acosté con ella! Quiero que me creas… Solo lo he hecho contigo y no me arrepiento…
- ¡Pero ella dice estar segura de que tú eres el padre! –grité eufórica tratando de soltarme de él, pero no podía- ¡también decía que si no lo reconocías haría cualquier cosa para demostrarlo!
- No, joder, no. Jamás la defendería, solo te defiendo a ti –juntó su frente con la mía- Te lo juro. Es solo que no sabía que ella estaba embarazada… No entendía nada…
- Aún no me respondes, ¿eres tú el padre? –volví a preguntar enrabiada.
- ¡Claro que no, __(tu nombre)! –chilló molesto- ¿cómo puedes pensar eso? ¡te dije mil veces que jamás me acosté con ella! Quiero que me creas… Solo lo he hecho contigo y no me arrepiento…
- ¡Pero ella dice estar segura de que tú eres el padre! –grité eufórica tratando de soltarme de él, pero no podía- ¡también decía que si no lo reconocías haría cualquier cosa para demostrarlo!
- ¡Tranquilízate, __(tu nombre)! –me gritó nervioso,
tomándome fuerte por los hombros- ¡No soy el padre! ¡no soy padre, jamás lo he
sido! ¿pero sabes? Seré el padre de nuestros futuros hijos, ¿entiendes? –me
quedé en silencio, escuchando con atención todo lo que él me estaba diciendo-
Por favor… créeme… No quiero que lo que hemos logrado estos días se arruine… No
quiero que nos volvamos a separar… Nunca te he mentido… -soltó mis hombros, y
me abrazo firme. Podía sentir su agitado ritmo cardiaco- Necesito que me creas…
Quiero que de una vez por todas te quede claro que nunca te voy a mentir,
nunca… Y espero que tú tampoco lo hagas, sé que soy un maldito celoso y que
siempre quieren arruinar nuestra relación, y además quiero que sepas que esa
demente de Olivia está solo inventando cosas, está obsesionada… Te lo juro…
Me quedé quieta, aún seguíamos abrazados. Analicé cada parte de todo lo
que él me había dicho. Dios… Todo es tan horrible, excepto por sus palabras
claro está. Me siento pésimo, este día ha sido una verdadera mierda. Estoy harta de no poder estar feliz junto a
él gracias a terceras personas…- Tienes razón… -reconocí, mientras él dejaba de abrazarme y tomaba mi cara entre sus manos, para poder mirarnos- Soy una tonta... No debí pensar esas tonterías… -bajé la mirada.
- No, no lo eres –quiso hacerme sentir mejor- Debo reconocer que de haber estado en tu lugar me habría puesto mucho peor. Y tú eso lo sabes –dijo avergonzado. Sus dedos me acariciaban y secaban mis lágrimas. Eran tan suaves.
- Puede ser –sonreí. La última lágrima se deslizo, pero fue atrapada por la lengua de Justin, porque él se acercó y se la tragó- Eres tan idiota –me eché a reír con ganas- Te amo, amor.
- Yo a ti te amo mucho más –sonrió y se acercó a mí para juntar nuestros labios.
- Awww, que linda la parejita…
Una tercera voz interrumpió nuestro hermoso momento. Justin se giró para ver quien era y yo pude distinguirla de inmediato. Esa zorra, cómo la odio. ¿Por qué tiene que ser tan entrometida? ¿¡por qué!?
- Olivia no te metas entre nosotros ahora –le pedí mientras volvía a llenar mi cuerpo de una rabia incontenible.
- ¿Y quién eres tú para decirme qué hacer? –me preguntó riendo- Solo eres la siguiente luego de que Justin hizo un bebé dentro de mí…
- ¡No digas mentiras, joder! –chilló Justin- No soy el padre, no tengo ni una sola jodida idea de quién puede ser. ¡Te metes con todos! Hasta ni tú lo sabes!
- ¡Pues claro que lo sé, cariño! ¡eres tú! –me impresionaba. Ella estaba tan obsesionada que ignoraba todo lo malo que uno pudiera decirle y solo insistía con la idea que tenía en su cabeza.
- ¿Podrías dejar de mentir? –le pidió él- Agradece que eres mujer, si fueras hombre ya te habría molido a golpes –estaba mega enfurecido, ¡no me gustaba verlo así!
- Justin, tranquilo –lo abracé- Nosotros sabemos que no es cierto, ella solo está loca…
- ¡No estoy loca! –se defendió- ¡Estoy embarazada de Justin, él estará conmigo el resto de su vida! ¡que quede claro! ¡Ya aléjate de nuestras vidas, __(tu nombre)!
- "Nuestras"... -mi novio repitió lo que ella había dicho- Nuestras... -volvió a repetir, esta vez haciendo comillas con los dedos- ¡Yo tengo mi vida aparte de la tuya! Ni loco estaría contigo, yo soy muy feliz con mi novia -tomó mi cara entre sus manos y me besó por unos segundos- No quiero estar contigo, ya déjame en paz. Demente.
- ¡Justin no sé cómo puedes hacerme esto! -gritó Olivia mientras comenzaba a llorar- ¡yo soy tu fanática, te amo! -se tiró al piso y comenzó a apretar la tierra con las manos- ¡yo soy belieber, deberías estar conmigo, no con ella!
Esto me daba mucha tristeza. Y es que no soy mala persona, verla ahí, de esa manera era algo que no se podía explicar. Esto era mucho más allá que una simple obsesión, ya se estaba volviendo algo verdaderamente mal mentalmente. De verdad ella iba a necesitar ir a una terapia, así mejoraría.
- Tú no eres Belieber, Olivia -le dije yo, era algo obvio- ¡tú solo lo quieres por la fama, el dinero y porque es perfectamente guapo! -me sonrojé al decir guapo. Justin me miró.
- ¿Enserio crees que soy perfectamente guapo? -sonrió coqueto.
- Pues sí -reí nerviosa- Eres... rico -se echó a reír por mi expresión.
- Ui. Te comería -pasó su lengua por los labios y se los mordió.
- Hazlo, nada te lo impide -¡esto me encanta!
Se estaba acercando a mí pero...
- ¡Estoy aquí! -gritó para que volviéramos a notar su presencia. Ups.
- Oh, lo siento, ya olvidábamos que estabas ahí -dije sentida, pero era la verdad.
- ¡Este hijo es tuyo, Justin Bieber! -volvió a repetir sin parar de llorar- ¡vas a tener que estar conmigo y mantenerlo, cuidarlo junto a mi! ¡te vas a casar conmigo!
- ¡Pero si yo no soy el padre de tu hijo! -ambos estábamos hartos- Lo siento, pero vas a tener que calmarte, irte o no sé... Porque si no lo haces tendré que llamar a alguien para que te saque de aquí...
- ¡NOOOO! -dios, que se calme, por favor. Se está humillando- ¡Estoy EMBARAZADA! ¡ESTOY EMBARAZADA DE TI POR LA MIERDA!
- ¿¡Que estás embarazada!? -una cuarta persona se unió a la discusión y a los gritos de Olivia.
Era una señora. Rubia, estatura promedio, con un aire muy enojado se bajaba de su auto en el que había llegado. Esto ya cada vez se iba poniendo más feo. Primero la discusión, luego ella descontrolada y ahora llega su madre y encima en nuestra presencia, recién enterándose de la noticia. Esto empeoraba con la velocidad de cuando uno echa agua en un vaso.
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¿Qué pasará? Omg, ya quiero volver a subir okayno xD. ¡Chicas, amé los comentarios del capítulo anterior! Muchas gracias enserio. Quise subir rápido así que aquí lo tienen. Espero que les haya gustado, al menos, un poco. Díganme qué les pareció. Que pena, faltan tres capítulos y la novela se termina... Pero bueno, no olviden que vendrá otra :3 ¡Debo irme! Las amo, un beso a todas. ¡Comentar y votar! :3
26 de julio de 2013
Capítulo 66 - But with you it's not like that at all
Y como era de esperarse, felices nos dieron la noticia de que habían vuelto. Parecía que Caitlin lloraba de alegría y Marcos también. Se besaban, te abrazaban. Todos los mirábamos de vez en cuando un tanto enternecidos, pues se notaba que se amaban y todo eso.
- Marcos, te extrañé tanto lindo -le dijo Cait, para luego darle un corto beso.
- Yo te extrañé más, mi amor -le besó a ella esta vez- Pasaron años sin haber estado contigo.
- Pero si solo pasaron cuatro horas -interrumpí el romanticismo y todos soltaron carcajadas.
- Shawty -me llamó Justin, yo lo miré- No los ayudes.
- Pero no es lo mismo, ¿o sí?
- Que te calles.
Me hizo callar con un beso, a lo que yo, obviamente, le correspondí. Pues no soy tonta. ¿Cómo negarse? Puedo estar un minuto sin besarlo, pero ya es como si sus labios me llamaran. Como si tuvieran un imán extra potente atrayendo a unos labios de metal, en este caso los míos.
- ¿Y esa es tu manera de callarme? -le pregunté algo embobada- porque sigo hablando, por si no te das cuenta.
- Sé que sigues hablando -reconoció rodando los ojos, para luego sonreírme- Pero lo hice porque me encanta besarte, ¿o acaso no puedo? ¿ah? -se hizo el enojado.
- Claro que puedes, amor -le besé de nuevo.
En eso siento que alguien me toma por el hombro. Me giro y era Olivia. Se me queda mirando como tonta, pero a la vez con un odio que cada vez crecía más. Ya suponía lo que iba a decirme. Obviamente eran sus patéticos discursos de que le "quité " a quien para ella solo era un famoso con dinero y nada más. Ahora que me doy cuenta, Olivia últimamente siempre anda con poleras algo anchas. Se me hace raro, porque es de las que les gusta mostrar las tetas como si de un parque de atracciones fuese.
- ¿Se te ofrece algo? -le pregunté. Justin nos observaba. Más bien, todos los chicos.
- Sí, ¿y sabes qué es?
- Lo siento no, no me interesa -me giré.
Había un poco de tensión en el aire. Los chicos callados, como creyendo que llegaría el momento en que Olivia se pasara de la raya y a mi se me antojara golpearla. Yo sé que ella tenía unas ganas de tomarme por donde sea, tirarme al suelo y hacerlo. Pero no me daba miedo, ella solo me estorba. Al pensar eso ya se me estaban entrando unas rabias enormes.
- Olivia, ¿puedes irte? -le pidió Justin algo fastidiado, se notaba que, como a todos, la presencia de ella arruinaba todos nuestros momentos de felicidad.
- ¿Por qué estás con mi novio, perrita? -preguntó, mi rabia se hizo notable por la expresión de mi cara- Creí que te había quedado claro que era solo mío.
Me quedé callada. Déjenme analizar... ¿me ha dicho perra? ¿Enserio me ha dicho eso? Ah, no. Ahora sí que estoy que echo humo por la nariz y las orejas. Hice un gesto a las mis amigos de que nadie dijera nada. Quería ignorar sus palabras. Ella aún tenía esa cosa para el cuello puesta, así que me daba algo de pena querer golpearla.
- ¿No me vas a responder, miedosa? -se echó a reír- Es que se nota que me temes, hasta sin palabras te he dejado. Ya me dan ganas de darte una paliza.
Okaaaaaay. La putita Holt creyéndose lo que no es. ¿Por qué es tan jodidamente creída y segura, siendo que del 1 al 10 llega hasta... uf... ni a 0 llega. Me da risa.
- No tengo miedo -dejé en claro- Pero yo no tengo ganas de darte la paliza a ti, puesto que tienes esa cosa en el cuello y me da pena dejarte otra parte del cuerpo así, pero esta vez con yeso.
Los chicos rieron.
- No te preocupes, que no lo harás -se hizo la fuerte- Soy mucho mejor que tú en todas las formas. Hasta si quieres te lo pruebo. ¡No eres más que una zorra roba novios!
- ¿Yo zorra roba novios? -me paré del suelo y me quedé mirándola a la cara. La escena se tensaba- Por si no te acuerdas, zorra, tú fuiste la que se podría acostar con todos los de las escuela con tal de sentirse superior a las demás. ¡Yo no soy como tú! Me daría asco siquiera acercarme a ti más de lo que estoy ahora, incluso, hasta ahora me está dando asco -le grité en la cara.
- ¡Eres una estúpida!
- Uy, sí, la estúpida soy yo -puse voz de bebita- Es lo único que sabes decirme. Ya deja de humillarte y vete con alguien a quien le importe lo que digas. Y lo más importante: ¡vete con un chico a quien le intereses y deja de entrometerte en las otras parejas!
- ¿Y si no lo hago qué? -preguntó desafiante- ¿me vas a pegar o algo? ¡que no se te olvide que tengo esto en mi cuello, así que no me puedes dañar!
- Y encima te defiendes con eso, la muy tonta -me eché a reír- Ya no voy a tener piedad, puedo golpearte aún con esa cosa en tu sucio cuello.
- ¡Que te quede claro que no puedes! Tú no te atreverías -sonrió- ¿Pero sabes algo? Yo sí puedo darte golpes a ti.
Se me tiró encima, haciendo que nos fuéramos al suelo. Puso sus piernas a los costados de mi cintura y comenzó a tirarme del cabello. Que estúpida es. Lo admito, por una parte no quería golpearla porque de verdad que no lo sentía justo, pero por otra quería partir su cara y quitarle todas sus extensiones de la cabeza.
Con un movimiento fuerte me di vuelta y logré sacarla de encima. Muchos alumnos de la escuela miraban la escena. Chaz y Ryan sujetaban a Justin para que no se metiera en algo que era de chicas. Caitlin, Riguel, Celeste y Fabi miraban la escena boquiabiertas, pero también burlándose de Olivia.
Yo, le di un solo puñetazo en la cara. Sí, uno solo en la cara. ¿Y saben? Bastó para que Olivia se quedara aturdida con las manos tapándose. Noté que le salían unas gotas de sangre por la boca. Eso hizo que yo ya no quisiera seguir haciéndole daño. No necesito hacerlo y tampoco quería, pero ella se lo ha buscado.
Me paré de encima de ella poniéndome de pie y todos nos miraban. Justin me miraba asombrado, como preguntándose el por qué de mi tan repentina decisión de no pegarle otra vez. O más bien, todos los que me conocían bien, lo hacían. Y entonces fue cuando sentí algo como peludo en mi mano. La alcé, miré y era una de las extensiones de Olivia. Me eché a reír bajo.
- Toma, querida -se la lancé encima. Ella se quitó las manos de la cara y me miró con odio- Deben de costarte caras, así que no las pierdas.
- Te odio -se limitó a decirme.
Como todos vieron que la pelea ya no seguiría, se fueron. Excepto los chicos, como ya deben de suponer. Chaz y Ryan soltaron a Justin al notar que el ambiente ya estaba más tranquilos. Las chicas dejaron de mirar a Olivia y se me fueron acercando, pero yo miraba a la creída mientras se levantaba. En un momento se le subió un poco la polera y me quedé extraña cuando noté lo que noté.
Miré bien, lo que pude, hasta que ella se la bajó y se fue con sus otras amigas iguales a ella, y... Dios. ¿Acaso miré mal? ¿realmente ella tenía un bulto en su estómago? De más son ideas mías, debo de estar aturdida o algo. No le debo tomar importancia, aunque sí admito que fue muy raro.
La comida seguía en donde estaba, ahí en el césped. Debíamos seguir comiendo, así que me limpié la ropa y todos nos fuimos a seguir disfrutando de lo que quedaba del recreo del almuerzo. Nos reíamos de lo que hablábamos. Incluso algunos comenzaron a hacernos recordar el día en que Justin y yo nos conocimos por primera vez o cuando peleábamos. Se notaba que les hacía mucha gracia, hasta a mí con Justin nos daba gracia. Ah, y olvidé decirles que hasta un inspector se puso a hablar con nosotros de temas graciosos. Él nos contaba algunas de sus cosas de la vida, tanto graciosas como malas. Y dijo que le tomó tiempo ser la persona madura y consciente que ya logró ser. Nos dimos cuenta de que los hombres de inspección en las escuelas no son gente pesada o mala todo el tiempo. Cuando no están en su verdadero tiempo de trabajo, suelen ser unas personas muy, muy agradables y sonrientes.
Terminé lo poco que me quedaba, y decidí irme al baño a arreglarme un poco. Avisé a los chicos y asintieron sonrientes. Me paré, pero alguien me agarró por la muñeca.
- Shawty, vuelve rápido -me pidió mi novio- Te extraño.
- Awww -lo miré enternecida- Está bien, Just -sonreí.
Me fui trotando hasta el baño. Cuando me faltaba no tanto para llegar, bajé la velocidad y comencé a caminar tranquilamente. No había nadie en el pasillo del baño, así que no tendría problemas en tener que esperar para utilizar algo allí. ¡Pero cuando abrí la puerta me quedé impactada! A que no saben, eran las amigas de Olivia tratando de quitarle la polera. Su vientre estaba al aire y pude notar, nuevamente, el bulto. No, no había imaginado nada hace rato. Todo fue real.
- ¿Estás embarazada? -no pude aguantar hablar. Yo estaba... No sé, no tenía palabras.
Al momento en que escucharon mi voz, dejaron de querer quitarle la polera y se la bajaron, para ocultar. Olivia estaba roja, no sé si enojada o avergonzada. Sus amigas estaban con cara de pánico. Ahora entendía por qué ha estado usando poleras anchas por ya más de un mes. Woah.
- ¿Y si lo estuviera, qué? -me preguntó cuando pudo hablar. Ella se reía- ¿tienes algún problema?
- No, no tengo ninguno -sinceré- Solo pregunté. Había notado algo allá afuera cuando te golpeé...
Oh por dios. ¡Está embarazada y yo la golpeé, hasta me subí encima de ella! ¿Le habré hecho daño al bebé que lleva dentro. Me comenzaba a arrepentir de haberla golpeado. ¿Y si le di fuerte al ponerme encima? ¡Mierda! No quiero sentirme culpable por algo que le pase a ese porotito que quizás nazca en unos meses.
- Ah, pues menos mal. Porque no tienes que andar metiéndote en mi vida -suspiró riendo cínica.
- ¿Te he golpeado en el estómago? -le pregunté preocupada. Ella me miró seria- Si es que lo hice, no quería... De verdad lo siento.
- No me pegaste ahí -al decir eso, sentí que una relajación recorría todo mi cuerpo- ¿y si me habrías pegado ahí qué?
- No digas eso, joder -le pedí- Suena muy cruel.
- No me interesa... -dijo sin quitar la cara de seriedad.
- ¿Cuántos meses tienes?
- Tres meses -contó y entonces, su expresión de desinterés desapareció, para luego conventirse en una amplia sonrisa- Ahora que lo dices, recordé que si debo cuidarlo.
- ¿Por qué? -me tomó por sorpresa su rápido cambio de parecer.
- ¿Por qué? -repitió mi pregunta, rodó los ojos, y me miró casi cagándose de la risa- Porque este bebé, querida... Aunque no lo creas, es de Justin.
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Espero que les haya gustado. Han quedado intrigadas, ¿verdad? Díganme qué les pareció comentando y votando. Me gusta mucho cuando lo hacen. Y ah, sigan votando en la encuesta. Hasta ahora hay una que está con demasiados votos :3 Las amo, ¡comentar y votar!
25 de julio de 2013
Fecha próximo capítulo
Chicas, subiré el fin de semana. Quería avisarles, eso es todo. Es que la escuela está pesada y llego muy tarde y cansada, tanto que no me da ni para escribir. Con suerte chateo un poco. ¡Besos! Las amo :3
Adiós.
Adiós.
21 de julio de 2013
Capítulo 65 - But with you it's not like that at all
- Entonces te llegó ese mensaje, supiste que te engañaba, y cortaste con él –dijo Celeste analizando todo.
Mientras, yo escuchaba atentamente lo que nos contaba Caitlin y Riguel se comía un pastel que había comprado en un negocio en frente de la escuela. Podía hacerlo, ya que estábamos en receso. Pero ese pastel no es lo más importante ahora, no sé ni por qué hablo de eso.
- Sí, eso mismo –confirmó Caitlin.
- Oye –hablé esta vez yo- ¿pero Marcos no intentó explicarte, o negarlo
siquiera?
- Sí, lo hizo…
- ¿Y qué te dijo?
- Que no me engañaba.
- ¿Y nada más? –que raro.
- Bueno, sí, me pidió que lo escuchara.
- ¿Y lo hiciste?
- La verdad, pues… -la pensó- ah… No.
- Oh, quizás debiste escucharlo… -opinó Riguel- ¿o no, __(tu nombre)? –me quedó
mirando, esperando que yo dijera una buena respuesta.
- Es que… -aclaré mi garganta- Cuando encontré a Justin con Olivia en su casa,
tampoco quise escucharlo, lo mandé a la mierda de inmediato... –me eché a reír
y ellas también.
No podía llegar y decir: “Sí oye, que debiste escucharlo y no creer cosas que
quizás no fueron. Primero debes de escuchar su versión” No. Nada de eso. No lo
diré, por el simple hecho de que no puedo decir que hagan algo, siendo que yo
no lo he hecho, ¿me entienden? Es algo muy lógico. No soy tan caradura para
decirle eso.
- Tienes razón –comprendió, riendo- Pero bueno Cait, ¿por qué no hablas con él?
- Porque ya terminamos, no hay vuelta atrás. Además, quizás si me engañó.
- ¿No sería mejor confirmarlo? –propuse yo- Es que, no quiero que te pase lo
mismo que a mí… Si no confirmas, quizás sufrirás cuantos meses… Y es muy duro,
Cait.
- Deberías escuchar a __(tu nombre) –le dijo Riguel- Ella ya pasó por eso…
- Sí, ¿pero cómo puedo mirarlo a la cara ahora? Si hasta lo golpeé…
- ¿¡Qué!? –exclamamos las al unisono, digo tres, porque Riguel también llegó a
saltar de la impresión y eso que ella estaba concentrada en su pastel.
- Sí, lo golpeé –dijo avergonzada, cerrando los ojos- La rabia fue muy fuerte,
los celos y todo junto… Ahora me da vergüenza y dolor mirarlo… Y quizás yo ya
ni le interese…
- Yo no creo que te haya engañado, Cait –comencé a decir lo que pensaba- Si
supieras como me habla Marcos de ti en ocasiones… Está loco por ti…
- ¿Y entonces por qué él no ha intentado venir hacia acá y explicarme?
-preguntó triste.
- Quizás tiene miedo a que no lo perdones… O a que no quieras escucharlo de
nuevo. Los hombres son así, ¿o no?
Nuestra conversación fue interrumpida por Fabi, que se venía acercando y tras ella venía David. Nos saludaron, y se sentaron con nosotros, uniéndose al tema que estábamos hablando. Fabi no se la creía, ni siquiera David. A todos nos había tomado por sorpresa, pero de alguna manera sabíamos que era algo temporal.
Narra Marcos
- Chicos, estoy muerto -me quejé con mi cabeza entre mis manos.
Lo voy a admitir: quería llorar. Tenia unas inmensas ganas de llorar. Sí, obviamente por ella. Caitlin. Es que no podía creer que ella había roto conmigo. ¿Es que acaso no confiaba en mí? ¿por qué no intentó escucharme siquiera? Está bien, si me hubiera escuchado y luego terminado, habría sido un poco mejor ya que habría escuchado la verdad ¡y si eso hubiera pasado ni siquiera habríamos terminado porque era mi prima! Ahí todo habría estado solucionado de nuevo. Pero no lo hizo, y eso me duele. Capaz ni regresar conmigo quiera.
- Bro, tranquilo -me intentó consolar Chaz- ya verás que todo se va a solucionar...
- Chaz tiene razón -dijo Ryan- Todo va a mejorar, Caitlin va a saber que no la engañabas.
- Mm... oye -me llamó Justin, yo lo miré- ¿por qué no vas y le dices de una jodida vez que era tu prima? ¡estás sufriendo por nada! -wtf.
- Claro, ¡para ti es fácil decirlo! ¿o no? Estás con __(tu nombre) de nuevo, ¡todo está bien para ti! -dije fastidiado- además no es tan fácil, ¡tú en lugar de arreglar las cosas con ella preferiste estar con otra durante meses y la seguiste lastimando!
Los cuatro nos quedamos en silencio. Yo no mentía, era la verdad. Los chicos miraron a Justin, como esperando para ver qué era lo que él me contestaría. Quizás hasta pensaron que íbamos a golpearnos o algo por el estilo. Pero no, no pasó eso. Justin solo bajó la mirada por un momento. Comencé a sentirme mal. Él había sufrido mucho por ella aún sin que estuvieran juntos. Yo me había desquitado con él por lo que me pasó con Caitlin... Él no tenía la culpa... Que culpable me siento, lo he hecho sentir mal...
- Yo... lo siento, no debí... -intenté disculparme, pero me interrumpió.
- No, tranquilo... -intentó sonreír- Es la verdad, no tienes por qué disculparte...
- Claro que sí, joder, no quería hacerte sentir mal... -mierda.
En ese preciso momento llegó David. Se sentó con nosotros y notó la tensión que había entre mi y Justin. Le hizo señas a los chicos para saber qué pasaba, pero Ryan le hizo un gesto como de "sshh" con el dedo. Justin alzó la cabeza, se paró de su asiento, y dijo:
Nuestra conversación fue interrumpida por Fabi, que se venía acercando y tras ella venía David. Nos saludaron, y se sentaron con nosotros, uniéndose al tema que estábamos hablando. Fabi no se la creía, ni siquiera David. A todos nos había tomado por sorpresa, pero de alguna manera sabíamos que era algo temporal.
Narra Marcos
- Chicos, estoy muerto -me quejé con mi cabeza entre mis manos.
Lo voy a admitir: quería llorar. Tenia unas inmensas ganas de llorar. Sí, obviamente por ella. Caitlin. Es que no podía creer que ella había roto conmigo. ¿Es que acaso no confiaba en mí? ¿por qué no intentó escucharme siquiera? Está bien, si me hubiera escuchado y luego terminado, habría sido un poco mejor ya que habría escuchado la verdad ¡y si eso hubiera pasado ni siquiera habríamos terminado porque era mi prima! Ahí todo habría estado solucionado de nuevo. Pero no lo hizo, y eso me duele. Capaz ni regresar conmigo quiera.
- Bro, tranquilo -me intentó consolar Chaz- ya verás que todo se va a solucionar...
- Chaz tiene razón -dijo Ryan- Todo va a mejorar, Caitlin va a saber que no la engañabas.
- Mm... oye -me llamó Justin, yo lo miré- ¿por qué no vas y le dices de una jodida vez que era tu prima? ¡estás sufriendo por nada! -wtf.
- Claro, ¡para ti es fácil decirlo! ¿o no? Estás con __(tu nombre) de nuevo, ¡todo está bien para ti! -dije fastidiado- además no es tan fácil, ¡tú en lugar de arreglar las cosas con ella preferiste estar con otra durante meses y la seguiste lastimando!
Los cuatro nos quedamos en silencio. Yo no mentía, era la verdad. Los chicos miraron a Justin, como esperando para ver qué era lo que él me contestaría. Quizás hasta pensaron que íbamos a golpearnos o algo por el estilo. Pero no, no pasó eso. Justin solo bajó la mirada por un momento. Comencé a sentirme mal. Él había sufrido mucho por ella aún sin que estuvieran juntos. Yo me había desquitado con él por lo que me pasó con Caitlin... Él no tenía la culpa... Que culpable me siento, lo he hecho sentir mal...
- Yo... lo siento, no debí... -intenté disculparme, pero me interrumpió.
- No, tranquilo... -intentó sonreír- Es la verdad, no tienes por qué disculparte...
- Claro que sí, joder, no quería hacerte sentir mal... -mierda.
En ese preciso momento llegó David. Se sentó con nosotros y notó la tensión que había entre mi y Justin. Le hizo señas a los chicos para saber qué pasaba, pero Ryan le hizo un gesto como de "sshh" con el dedo. Justin alzó la cabeza, se paró de su asiento, y dijo:
- Estoy bien -sonrió. Todos sabíamos que era más falsa que la historia de que el hombre llegó a la luna- Ahm, yo ya me voy... Hasta luego.
Dicho eso se fue caminando cabizbajo y con las manos en los bolsillos hasta la salida de la cafetería, que era en donde nos encontrábamos, seguido por varias miradas de chicas como pasa todos los días, y él como siempre las ignora, cosa que es buena. La he cagado toda: primero con mi novia y ahora con un amigo. Ya estaba decidido. Iría a hablar con Caitlin. Ambos la habíamos embarrado. Primero yo, por darle mi número de teléfono a mi prima, y luego ella por no haberme querido escuchar. Supongo que ambos merecíamos unas disculpas, ¿no lo creen?
Alguien golpeó un poco la mesa. Más bien, puso las palmas de las manos en ella, haciéndolas sonar. Levanté la cabeza. Era Christian. Con una cara de enojo impresionante. Era de esperarse que pasaría eso. Ya sentía llegar el puñetazo en mi cara.
- ¿Engañaste a mi hermana? -preguntó furioso- Dilo para golpearte e irme inmediatamente -¿me estaba amenazando. Joder.
- No, no la engañé -sinceré, aunque algo nervioso. No quería ponerme a golpear con él.
- ¿Y entonces por qué está ahí sentada con todas las chicas llorando desesperada? -oh.
- Porque cree que la engañé.
- ¿Y lo hiciste? -insistió.
- Pero si te he dicho que no -le recordé frustrado, estaba mal, ella no era la única.
- ¡Pero entonces dime por qué llora! -chilló.
- ¡Mi prima me gastó una puta broma al celular con un mensaje, Caitlin vio lo que decía, se enojó conmigo y me terminó! -dije exaltado- ¿eso querías que te dijera? Por tu culpa quiero llorar.
- Oye, no es mi culpa que tu prima haya hecho eso -se defendió- ¡ni siquiera la conozco! -era verdad, lo estaba culpando sin motivo alguno.
- Sí, es cierto... -hice una pausa- Disculpa.
- ¿Juras que no la engañaste?
- Lo juro -entiendo a Chris, yo haría lo mismo por mi hermana... Bueno, si tuviera una.
- ¿Ella te escuchó tus explicaciones? -ojalá lo hubiera hecho.
- No... Ella solo me dijo cosas horribles, me terminó y se fue. Me quedé como un tonto ahí -dije apenas.
- Eso explica las cosas. Ella es así.
Narras tú
Todo el día hemos dejado a Caitlin y Marcos solos, ya que él se le acercó y le dijo que quería hablar. Nadie prefiere meterse en eso, pues es algo de ellos dos. Con los demás nos fuimos a almorzar, pero no a la cafetería, porque decidimos sentarnos en el patio sobre el césped a comer, en la sombra. Era algo muy bonito. Las abejas nos molestaban, de vez en cuando alguno salía gritando de ahí. Justin no dejaba comer en paz, estaba a cada momento tomándome por el mentón para besarme, cosa que me encantaba y podríamos estar haciendo todo el día. Aw, es tan lindo. Lo amo.
- Eres tan... tú -me dijo Justin de repente, poniéndose a reír.
- ¿Tan yo? -pregunté uniéndome a sus risas.
- Sí. No sé como decirlo, pero me enamoras cada día más -volvió a besarme.
Él es perfectamente perfecto. No me arrepiento de haber hecho lo que hecho con él. De verdad que no. Siento que podríamos estar así, felices, toda la vida. ¿Será que él es enserio el hombre para mí? ¿será que es él con quien voy a compartir el resto de mi vida?
- Digo lo mismo, Just -sonreí embobada cuando nos dejamos de besar.
- Doble lo mismo.
- Doble, doble lo mismo -dijimos al unisono, para luego cagarnos de la risa.
¿Es que no se acuerdan?
#FlashBack
Un espécimen subdesarrollado se sentó en el otro sofá y me le quedé mirando. Era Justin, ¿por qué sigue aquí?
-¿Que no te habías ido? -le pregunté decepcionada.
-¿Para qué irme? Te dije que Mike me pidió que...
-Si si que te quedaras lo sé -lo interrumpí- Silencio que estoy viendo la televisión.
-¡Eres una odiosa! -me gritó.
-¿Pero ahora qué pasa? -le pregunté extrañada por su reacción.
-¡Odio que me interrumpan nadie lo hace! -seguía gritándome ¿qué se creía?
-¡Parece que ya llegó quién!
-¡Ya te gustaría ser como yo! -¿está jodido?- ¡jamás lograrías serlo no me llegas ni a la uña de mi pata!
-¿¡Estás idiota!? la verdad no sé que decirte, te odio en demasía -exclamé con odio- ¡preferiría cortarme una pierna antes de parecerme un poco a ti!
Se me quedó mirando sin saber que decir...
-Lo mismo.
-¿Lo mismo dices? -lo dejé callado, já.
-¡Doble lo mismo!
-¡Doble doble lo mismo!
-¡Ochocientos mil doscientos ochenta y cuatro millones lo mismo! -¡es un niño!
-¡Madura tarado!
-¡Madura tú señorita perfecta!
#FinFlashBack
Sí. Es extraño recordarlo, pero así éramos Justin y yo antes. La verdad, no me lo creo. Bueno, okay, sí lo hago haha. Es que es totalmente gracioso. A pesar de que estuviéramos todo el tiempo ese discutiendo, todo fue y es estupendo entre ambos. Ambos nos buscábamos para jodernos. Ambos nos odiábamos y véannos aquí, enamorados más que nunca.
En eso llegan Caitlin y Marcos tomados de las manos. Todos nos quedamos mirándolos con atención, ¿habían regresado? Bueno, era más que obvio. Con solo mirar sus caras de felicidad era para notarse.
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Capítulo de mierda y aburrido, lo sé. Pero he querido subirles, al menos esto. Estoy bien mal, solo me ha dado para esto. No he tenido tiempo para las imágenes. Aún así espero tener comentarios y votos, ¿si? No olviden que las amo. Debo irme. Prometo que los capítulos que siguen serán mejores, lindas. ¡Besitos! :3
5 capítulos más y se acaba todo.
Bueno chicas, como dice la entrada: 6 capítulos más y se acaba todo.
Solo faltan 6 capítulos y la novela termina. Sí. El capítulo 70 será el final. La inspiración la tengo para la cagada, y creo que no me da para más. Quería dar más capítulos, pero no se podrá y lo siento. Aún así espero que les guste el final que pondré.
Esperen, no piensen que dejaré el blog, porque empezaré la nueva novela, ya he dado el nombre en una entrada y ustedes están votando para ver como será el personaje de Justin :3 ¡Estoy super entusiasmada con eso!
Ya debo irme, solo quería que supieran eso. Intentaré subir lo antes posible. El martes entro a clases, así que quizás me cueste subir, pero lo haré de todas formas, ¿vale? ¡Un beso! :D
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