23 de abril de 2016

Capítulo cuarenta y nueve - Fresa con Chocolate.



Abro mis ojos con dificultad, sin poder evitar fruncir el ceño. El sol entra por mi ventana con delicadeza, muy levemente, y es suficiente para darme cuenta de que tal vez ya son como las ocho de la mañana.

Me giro hacia el lado contrario, queriendo tener un poco más de oscuridad. Suelto un suspiro y cierro mis ojos otra vez, deseando soñar algo bonito que me haga sentir súper genial. Tal vez podría ser una heroína con superpoderes y salvar al mundo, como en el último sueño que tuve.

Suelto un grito ahogado cuando siento que me cogen de los tobillos y me arrastran hacia abajo. Mi corazón late con fuerza e intento aferrarme a las sábanas de la cama con desesperación. Un segundo después, cuando ya no me jalan, unas risas sonoras que conozco muy bien comienzan a sonar por toda mi habitación.

- ¿Algo divertido? -pregunto, soltando un bufido. Estiro mi brazo, tomo una almohada y entierro mi cara en ella. Las risas cesan un poco.
- Es una especie de reprimenda por  no estar levantada todavía. Aún así, buenos días.
- Por favor, es el primer día de vacaciones y quieres que me levante a estas horas. Es casi como ir al instituto -recuerdo que me saludó- Buenos días para ti también.
- Valdrá la pena. Este es nuestro primer verano juntos y quiero que lo aprovechemos al máximo -dice con decisión.

Siento el sonido de sus pasos acercándose a mí para luego sentir que el colchón se hunde a mi lado. Levanto mi cabeza de la almohada y me volteo, quedando boca arriba. Cuando lo observo, Seth tiene su mirada fija en mí y me sonríe.

- Sí -sonrío con él- Es el primero.
- El primero de muchos -agrega, casi como una promesa. De pronto, su sonrisa va desapareciendo- Quiero que estemos juntos el mayor tiempo posible. Tenemos casi tres meses para ello. Luego yo iré a la universidad otra vez, tú harás tu último año de instituto y nos veremos poco, así como ha sido desde que nos conocimos.
- Siempre puedes venir temprano por la mañana y sentarte frente a mí para verme desayunar -lo invito, mientras recuerdo cada vez que hacía eso antes de que nos dirigiéramos la palabra.

Automáticamente una sonrisa se apodera de su rostro. Se inclina hacia mí, poniendo ambas manos a los lados de mis hombros, para luego besarme delicadamente. Sus labios son tan suaves y cálidos que se vuelven embriagadores. Nunca podría negarme a tal maravilla.

- Eso me encantaría -acepta al separarse un poco de mí- No importa si es sólo durante cinco minutos cada día. Yo quiero verte.
- Ambos queremos vernos -corrijo.

Nos quedamos un par de minutos abrazándonos y besándonos, mientras en ocasiones conversamos de ningún tema en particular. Después termino poniéndome de pie, mientras voy a buscar la vestimenta que me pondré hoy. Seth decide darme un poco de intimidad para que me cambie. Después de todo, a mis padres no les gustaría que él esté aquí dentro mientras que yo me desnudo.


+++


Camino hacia el auto de Seth con tranquilidad. Ya estoy totalmente lista y lo mejor de todo es que no hay prisa, no hay horario, no hay límite. Por fin es verano y no tenemos ninguna preocupación. La vida debería ser así los trecientos sesenta y cinco días del año.

Abro la puerta de los asientos traseros y me da un susto de muerte cuando veo la cara más fea y horrenda que he visto jamás.

- Dios, Drew -me pongo una mano en el pecho, mientras finjo respirar con dificultad- No puedes ir así por la vida, asustando a la gente. ¿No sabes tener cuidado? ¡Podrías matar a alguien!
- Cállate, hermanita. Éste -da palmadas en el asiento- es mi lugar.

Me empuja hacia atrás y vuelve a cerrar la puerta. Baja la ventanilla mientras pone una cara maliciosa y burlona. Me cruzo de brazos, frunciendo el ceño, lista para pelear el día de hoy. Siempre estoy preparada para esto.

- ¡Yo siempre ocupo la parte de atrás! -comienzo a decir.
- Pues ahora no. Fabiola se va a subir en cuanto pasemos por su casa y yo me sentaré con ella. Quedas fuera.
- Menudo imbécil, es mí mejor amiga, no tuya -dejo en claro- No te creas la gran cosa.
- Sí, pero yo soy su novio. El novio le gana a la mejor amiga en todos los aspectos.

Mi boca cae al suelo, casi ofendida por lo que me acaba de decir. Abro la puerta otra vez, decidida a sacarlo de ahí a patadas si es posible. Me tiro encima de Drew cargando todo mi peso, intentando entrar a como de lugar.

- ¡Estás demente! -exclama, intentando sacarme- ¿Cuál es el problema contigo? Tienes que tener respeto, Cristal. La palabra es respeto. Debes respetar mi decisión.
- Tú te apoderaste de mi parte del auto -le recuerdo, moviéndome para todos lados para así pasar por encima. No pienso dejarlo ganar.

Logro entrar por completo y me siento del otro lado, a su costado. Me hago para atrás, alzo mis piernas y pongo mis pies en su espalda mientras empujo con toda la fuerza que puedo. De verdad lo voy a sacar. Él debe salir.

Drew comienza a enojarse mientras hace fuerza con su espalda para no caer hacia afuera. Se aferra con sus manos a los asientos.

- Tío, ¿En serio vas a permitir esto? -le pregunta a Seth, quien está sentado en el asiento del conductor, observándonos desde el espejo retrovisor.
- Las mujeres mandan, amigo -le dice él. Yo comienzo a reír, muy satisfecha. Drew frunce el ceño, me fulmina con la mirada y sale de la parte de atrás. Cierra mi puerta, abre la del copiloto y se mete dentro.
- A ver, hermano. Aquí es cuando nuestra amistad se complica. ¿A quién quieres más, a mí o a Cristal? Tienes dos segundos.
- ¿Es joda? -mi novio alza una ceja.
- ¿Cómo te atreves a preguntarle eso? -casi no me lo puedo creer- ¡Es la pregunta prohibida! Nunca se debe elegir entre algo como eso. Ambos tenemos un papel muy diferente. Que inmaduro. ¿Dónde estudias, tonto? ¿En el Kinder?

Seth comienza a reír.

- Claro, lo dices sólo porque sabes lo que responderá. Está claro que me elegirá a mí.
- Cuál es tu problema mental.
- Da igual, sólo quiero ver a mi novia. Se acabó el estúpido tema.

Con eso estoy de acuerdo, así que me quedo en silencio mientras Seth y Drew se ponen a charlar. Me quedo mirando por la ventana los siguientes minutos. El día está precioso, soleado, perfecto para cualquier actividad. Estos son los días que más me gustan. Nunca podré entender a las personas a quienes no les gusta algo tan maravilloso como un día lleno de la luz del sol.

No tardamos en llegar a casa de Fabiola. De inmediato ella sale y se sube conmigo en la parte de atrás. Me da un fuerte abrazo.

- Fabiola, ¿A quién quieres más, a mí o a Cristal? -Drew interrumpe el bonito momento. Ruedo los ojos mientras Seth suelta carcajadas. ¿Otra vez con eso?
- Dios, Drew, tú y tus preguntas -Fabiola se pone a reír- A ambos. ¿Por qué?
- ¡Ahí tienes, idiota! -le echo en cara- ¿Ya ves? Esa pregunta no se puede hacer. Ya basta, en serio. Detente. Nadie te pesca.
- Cierra la boca, niña hueca -él se gira en mi dirección, casi asesinándome con los ojos- Ya verás, esto no se quedará así. Ponte alerta.
- Te odio tanto...
- Oh, que gran cosa. No me interesa. También te odio.

El resto del trayecto me quedo conversando con Fabiola por un momento. Luego, cuando ya se nos acaban los temas de conversación que podemos hablar en frente de ellos, cogemos nuestros audífonos y nos ponemos a escuchar música.

La verdad es que no tengo ni idea de a dónde vamos. Seth no me lo ha dicho todavía. Pero tampoco tengo ganas de preguntarle, sé que me gustará de todas formas. Aprecio mucho el hecho de que él quiera hacer de este verano algo maravilloso. Me encanta. Y no tengo ni la más mínima duda de que lo será.

A medida que los minutos de viaje transcurren, el viento que entra por la ventana se va volviendo un poco más helado. Ya no es cálido, en lo absoluto. A pesar de que hay sol, me siento un poco descuidada al no haber traído una sudadera.

Conozco el lugar por donde estamos pasando. Un poco más allá está la playa, esa por la que pasamos cuando fuimos a la universidad de los chicos para ir a su caminata hacia el bosque. El olor a mar comienza a notarse cada vez más y sin darme cuenta ya tengo una perfecta vista de él, en donde sus olas chocan contra las rocas de la costa y los pelícanos gozan de las gotas de agua que saltan sobre ellos.

Toco el hombro de Fabiola, que está muy concentrada viendo su celular. Ella de inmediato se acerca a mi ventana. Tal y como la última vez que pasamos por aquí, miramos al cielo. Las gaviotas vuelan sin parar, algunas haciendo círculos, o simplemente yendo de un lado a otro. Ahora todo es mucho más bonito que aquella vez, porque todo está sin presiones. Todo está bien. Es el comienzo del verano, hay un sol estupendo, no tenemos preocupación alguna y sólo nos queda disfrutar.

- ¿A dónde iremos? -decido preguntar en voz alta, llena de curiosidad.
- ¿No se te da alguna idea? -pregunta mi hermano, en tono pesado- Serás tonta.
- Drew, ya -Fabiola le suplica con la mirada- No seas así con ella.

Mi mejor amiga sale del lado de la ventana, va hacia la parte de atrás del asiento de Drew y lo intenta rodear con sus brazos al tiempo en que deposita un beso en su mejilla. Drew sonríe, seguramente olvidando todo su mal genio interior.

- Lo que estamos haciendo ahora es buscar una playa que esté casi vacía -Seth comienza a responder a mi pregunta- Luego vamos a estacionar en frente, nos bajaremos, te pondrás tu bikini y te meterás al agua conmigo.
- ¿Qué? -no puedo evitar mostrar mi sorpresa.
- Lo que escuchaste.

Paren todo. No. Esto no puede ser. ¿Está bromeando? ¡No sé cómo no se me ocurrió que iba a traerme a bañar! ¡Era tan obvio! ¿Cómo pude no darme cuenta? ¡Es la única razón por la que andaríamos por este lugar! Me siento tan fuera de mi mente. Drew tiene razón, soy una tonta. Una verdadera, de las grandes, de las reales.

- No he traído el bikini -intento buscar una excusa, queriendo ocultar mi desagrado.
- Con eso no hay problema. Me he encargado de sacarlo de tu cómoda y traerlo yo mismo -hace una pausa- De nada.

Me echa una mirada escrutadora por el espejo. Eso basta para saber sus intenciones. Él lo sabía. Sabía que yo odiaría la idea de meterme al mar. Nunca en mi vida lo he hecho, ni siquiera por la orilla. Nunca he tocado su agua. Tampoco sé nadar. Mucho menos me gusta la sensación de tener arena entre los dedos de los pies, ni que ésta me quede pegada a la piel. Odio las piscinas que son hondas, me da pánico ahogarme y me empieza a faltar la respiración. Si me sucede eso con algo tan simple, ¿Cómo se supone que voy a meterme al mar si con una ola basta para que me trague y me ahogue?

Apego mi espalda al respaldo del asiento. Si hay algo que he logrado es controlar mi ira cuando algo me causa un malestar, al menos con Seth, que es mi novio. Lo que menos quiero es portarme mal con él, siendo que siempre se porta tan bien conmigo. Sin embargo, tengo que admitir que no puedo evitar sentir un poco de rabia. ¿Por qué no me lo dijo? ¡Es un malintencionado!

Fabiola me mira desde su lugar. Sé que se siente un poco mal por mí. Por supuesto, ella no tiene problemas. Es una estupenda nadadora. No veo por qué se preocuparía teniendo que andar bañándose en la playa. Si yo supiera hacerlo ahora mismo estaría rebozando felicidad por doquier. Lo malo es que tampoco quiero aprender, porque lo odio. No quiero meterme a piscinas, no quiero meterme a la playa. Sólo a la ducha. O a un río, eso sí es bonito y relajante, porque no tienen olas y son bastante bajitos por las orillas.

- Ah, cariño -Drew llama a mi mejor amiga- También te he traído un bikini.
- ¿Cómo? -su sorpresa es incluso más grande que la que yo he tenido hace un instante- Yo no uso eso, Drew.
- Pero estarás guapa. Ya verás.
- Es que no me gusta.
- Aquí yo creo que está bien -Seth habla, quizás para impedir que se forme una pequeña discusión y así se pueda hablar a solas fuera del auto.

Estaciona a un costado de la vereda. Un hombre, que es cuidador, se acerca a la ventanilla del conductor e intercambia unas palabras con Seth. No presto atención a lo que dicen, pero el hombre no tarda en irse y luego los cuatro nos comenzamos a bajar.

Seth y Drew se van hacia el maletero, sacando lo que sea que hayan traido. Fabiola se queda apoyada por el lado de la puerta en que se bajó. Yo estoy de pie al otro lado, cruzada de brazos y mirando hacia donde sea. Hay silencio absoluto, excepto por los autos que pasan a nuestros costados y el graznido de las gaviotas. Ambos no tardan en coger todo. Drew se va con dos mochilas pequeñas hacia donde está Fabiola, y comienzan a hablar sobre el tema de los bikinis. Seth, por otro lado, viene hacia mí, pero sólo con una mochila grande.

- Tú sabes que quiero verte saltar entre las olas a mi lado -es lo primero que me dice. Pensé que me pediría disculpas, pero no. Él no está arrepentido de haberme traido. En lugar de molestarme, me enternece. Mi corazón siente bonito.
- Sí, y de verdad me gustaría hacerlo contigo. Pero tú sabes que me da pánico tanta agua junta. ¿Y si me ahogo? ¡No quiero morir! -me exaspero, alzando los brazos. Seth comienza a reír en voz alta- No es divertido. Ni siquiera tengo fuerza. Una ola pequeña ya es capaz de arrastrarme.
- Siempre me ha gustado ese dramatismo que le agregas a las cosas de la vida -confiesa, dejando la mochila en el suelo y acercándose a mí. Sus brazos de pronto me rodean- Eres divertida sin querer serlo.
- Y a mí me gusta que me lleves de paseo. Ahora escucha, como a mí me pase algo, te juro que papá no se quedará de brazos cruzados. Te cortaría tus genitales.
- Eso nos causaría un problema -alza una de sus cejas muy picarón, intentando bromear. No sé cómo le hace, pero exploto en risas al instante. Vuelve a abrazarme cuando se contagia de mi risa y entonces deposita un beso en mi cuello.

Al separarse de mí, Seth sonríe, me toma de la mano y cuando Drew con Fabiola terminan de hablar, se unen a nosotros y cruzamos la calle hacia la playa. Está completamente vacía, cosa que me extraña. Tal vez es porque está muy alejada o porque aún es temprano. Sin embargo, es mucho mejor así. Todo es sólo para nosotros cuatro. De alguna manera es más cómodo.

Cuando por fin estoy de pie sobre la arena, me dispongo a mirar detenidamente a mi alrededor. Entonces me doy cuenta de que no hay baños, no hay ningún lugar en donde podría ponerme el bikini.

- ¿Cómo se supone que vamos a cambiarnos? -decido preguntar.
- Oye, sí -Fabiola se da cuenta al momento en que está echando un ojo- No podemos quitarnos la ropa así como así.
- Las vamos a cubrir con toallas contra la roca -nos dice Seth.
- Sí -le apoya Drew. Luego mira a Fabiola con una cara de caliente y psicópata total. Ella lo nota- Contra la roca.
- Te amo -es lo único que le responde, mientras comienza a sonrojarse.
- Nunca tanto como yo te amo a ti -la toma por la cintura y le dice lo mucho que ama sus cachetes rosas.

Seth comienza a sacar toallas de la mochila y las extiende encima de la arena. Mi corazón da un vuelco. Mi mente se llena de recuerdos de esa noche, en el bosque, al costado del lago. No puedo evitar sentir maripositas. ¡Esa experiencia fue increíble! Me encantó. No, me fascinó. Sé que él se la pasó tan increíblemente como yo. Lo hemos repetido un par de veces más, no en el lago, pero sí cuando se da la ocasión. Él es simplemente maravilloso en todos los aspectos.

- Cristal, deberías guardar tu celular en la mochila. No querrás que se moje -me sugiere Seth, sacándome de mis felices pensamientos. Oh, él no tiene ni idea. No sabe que estoy pensando en cosas inadaptadas sobre nuestros cuerpos juntos mientras él está todo iluso e inocente, jaja.
- Oh, claro que no quiero eso -comienzo a quitarme mi pequeño bolso y se lo entrego. Él lo coge y lo guarda.
- Fabiola, tú también -mi mejor amiga se lo entrega. Éste se lo pasa a Seth y él hace su trabajo- En fin, ahora que todo está en orden, es hora de que nosotros les digamos la verdad.

Frunzo el ceño. Cualquier pensamiento inadaptado desaparece de mi golosa y sucia cabeza. ¿De qué habla?

- No tragimos bikinis. Cristal tenía dos, lo sabemos, pero no los encontramos. Registramos todos los lugares de su habitación en los que tenía ropa -admite Seth, como si nada.
- ¿Ustedes registraron mi habitación? -abro la boca. Dios, con ellos no se puede- ¡Eso es invasión a mi privacidad!
- Así que -Drew ignora lo que he dicho- Nos bañaremos con lo que traemos. Pensamos que sería más entretenido.

Lo siguiente que sé es que de pronto estoy el hombro de Seth, con mi cabeza colgando en su espalda. Comienzo a gritar como una loca mientras golpeo hasta donde alcancen mis puños, pero es en vano. Él avanza casi corriendo hacia adelante. De pronto comienzo a ver que sus zapatos pisan el agua, luego ésta comienza a llegar a sus tobillos, a sus rodillas, a sus muslos y ahí es cuando grito como nunca antes lo he hecho. Comienza a bajarme, mis piernas se hunden rápidamente y siento que me congelo. Me abraza contra él y después siento el típico sonido de cuando entra agua en los oídos.

Segundos después, cuando salgo a la superficie, comienzo a toser como desquiciada. Seth aún me tiene agarrada de la cintura con fuerza, para que el mar no me vaya a llevar con él. El agua me llega hasta mi cintura, pero aún así me agarro de sus brazos, apretándolos, tratando de controlar el miedo que siento. Maldito idiota, ¿Cómo se atreve? ¡Estoy toda empapada! ¡Y con ropa! ¿Ahora con qué me iré a casa?

Antes de que pueda comenzar a quejarme y demostrar mi molestia, él pone su mano en mi mentón y me hace verle. Su cabello está para todos lados, gotas caen de él por todo su rostro y tiene una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Recuerdas cuando te tiré a tu piscina? -hace una pregunta que no esperaba. Su voz adopta un tono bajo tan sexy que me hace ver estrellas.

No tengo ni que esforzarme en hacer memoria. Por supuesto que lo hago. Fabiola y yo estábamos listas para meternos. Dejé en claro que no me metería porque encontré que el agua estaba muy helada. Pero Seth se encargó de tirarme dentro en contra de mi voluntad. Entonces lo llamé maldito, y le dije que lo odiaba.

- No podría olvidarlo -le respondo, casi sonriendo. Puede que me haya enfurecido esa vez, pero ahora, al mirar hacia atrás, me hace feliz.
- Ha salido exactamente como ese momento. He puesto mis manos justo en donde lo hice aquella vez -confiesa. Lo miro impresionada.
- ¿Recuerdas algo como eso? -en mi vida no podría describir lo que siento ahora mismo. Yo no puedo decir que me acuerdo, porque el hecho de que me tirara a la piscina fue tan de repente que lo único que pude sentir fue furia. No presté atención a nada más.
- Cada momento que pasé contigo lo recuerdo -me responde. Creo que podría ponerme llorar en cualquier momento- Esa vez me empujaste cuando notaste que te estaba tocando. Ahora te toco, y no tienes idea de lo mal que me sentiría si intentaras alejarme de ti. Pero si tuviera que volver a ese momento no me importaría, porque, de una forma u otra, eso nos traería de nuevo aquí.

Creo que nunca en mi vida me habían dicho algo tan bonito. En realidad, mejor dicho, creo que nunca nadie me dijo cosas tan bonitas. Pero él siempre lo ha hecho, aún cuando muchas veces me dijera cosas que yo detestaba, con el propósito de conocerme más.

Ahora pienso y me pregunto... ¿Cómo pude tratar a alguien como él de la forma en que lo hice? ¿Cómo pude juzgarlo de inmediato, desde la primera vez que lo vi? Hice tal espectáculo ese día, y dije sobre él cosas tan feas. No sólo ahí, sino que seguí haciendo con el transcurso de las semanas.

Si ahora mismo tuviera que volver a ese momento, en el día en que me tiró a la piscina con él, lo haría sin dudar. Creo que incluso sería capaz de volver a llorar noche tras noche después de que me pasó lo que me pasó, con tal de saber que pronto llegará el día en que Seth llegue a mi vida. Él lo valdría. Sé que en el pasado me creía una princesa y que quería que me trataran como una. Hoy en día sé que no lo soy, pero sin embargo, él me trata como una.

- Lo lamento tanto... -le digo, casi al borde de las lágrimas. Él me mira confuso.
- ¿Qué cosa? -una ligera arruga se forma en su frente.
- Haber sido tan desgraciada contigo durante tanto tiempo.

Seth toma mi cara con cuidado y me besa. Sus labios, un poco fríos por la temperatura del agua de mar, siguen sabiendo y sintiéndose tan deliciosos como siempre. Desliza sus manos por mi cuerpo hasta mi cintura y me atrae formando un fuerte abrazo. Llevo mis manos hacia su cabeza y entierro mis dedos en sus cabellos húmedos.

Menos mal nunca me tiré al mar con otra persona. Menos mal Seth me cargó y me metió a rastras. Dudo que habría sido tan maravilloso como ahora, aquí, con él. La verdad, estoy segura de ello. No necesito comprobarlo.

Nuestro dulce beso se rompe, y cuando eso sucede, Seth me mira a los ojos y me dice:

- No hay nada que perdonar, mi pequeña.


♥♥♥

Hola. A éste punto ya quieren matarme y lo entiendo. Sí, sé que aburre que siempre haga lo mismo y realmente lo lamento. ¿Cómo están? ¿Qué es de ustedes? Ojalá les haya gustado este capítulo. Sólo falta uno y adiós a Fresa con Chocolate. Sobre esto, quiero decir que apenas este capítulo llegue a los +8 comentarios subiré de inmediato el siguiente. Es una promesa. Ahora mismo comenzaré a escribir el último y de verdad quiero que sea perfecto. Un beso a todas, las quiero mucho, un abrazo y mis mejores deseos a cada una. Ah, y una cosa más: En el último capítulo, a todas las que comenten, les responderé uno por uno cada comentario, dedicándoles unas palabritas. Adioooos




9 comentarios:

  1. DIOOOS, FUE HERMOSOOOOO. *u* Me encantó. :'3 NO QUIERO QUE ACABE. Eres mala. -.-' TU NOVELA ME INSPIRA. :'3 SUBE LO MÁS RÁPIDO POSIBLE. :v
    PD: Primer comentario. :v
    TE QUIEROOO. 💕
    PD 2:Me llegó tu indirecta. :v

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  2. Al fin!!! Estuvo muy lindo❤ ojala puedas subir luego el último capítulo

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  3. Ha merecido la pena la espera. Ha sido un gran capítulo y espero con ansias el último. ¡Muchas gracias Tishu!

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  4. Es un Hermoso Capítulo Querida Me Fascinó Cristal & Justin Son Taaaaan Cutes Jajaja & Mi Pregunta Es ¿seguiras Escribiendo Después De Fresa Con Chocolate? SALUDOS DESDE COLOMBIA. ❤

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  5. Incrrble el capitulo te felicito tienes un gran talento para escribir, una fluides impresionante al momento de plasmar tus ideas, la historia en general esta genial, me encanta.
    Mil felicidades.

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  6. Que lindo él capitulooooooo, me encantooo⭐⭐⭐⭐

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  7. Me encanta como escribes!Espero que hagas otra novela después de Fresa con chocolate!! Vales mucho para esto,estoy ansiosa por leer el final!! Hasta prontoo♥♥♥

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  8. Woooooooh solo queda un capitulo:'( ojalá sea un final lindo:(

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  9. Ohhhhhhhhhh ENcerio espero que nunca pares de hacer estooo!!! Me encantaaaaa!!

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