21 de diciembre de 2015

Capítulo cuarenta y tres - Fresa con Chocolate.



Intento no reír demasiado fuerte. Requiero de toda mi fuerza de voluntad para poder controlar el sonido, pero me cuesta un mundo. Fabiola ríe el doble, pero no se controla de la misma manera que yo, ya que pone su brazo encima de su boca para que no se escuche nada. Esto no es porque somos tontas y simplemente no queremos reír, sino que es porque Drew y Seth están dormidos con su cabeza sobre nuestro regazo y nos da pena despertarlos. 

- Oh, no puedo más -dice Fabiola, con la cara roja. Aprieta su estómago con sus manos- ¡Me está comenzando a doler!
- Admite que es una de las mejores sensaciones -digo, ya más calmada. 

Vuelvo a tomar la punta de mi cabello y lo llevo lentamente hacia la nariz de Seth. En cuanto lo hago frunce el ceño, aún dormido, y comienza a rascarse desesperadamente con una de sus manos. No se despierta. Ahora ha reaccionado un poco más calmado, porque hace un momento parece que se golpeaba el rostro de la picazón. Fabiola ya se ha quitado el brazo de encima y ahora se encuentra riendo en un tono moderado.

- Me toca -avisa, mientras lleva su mano al oído de Drew. Le introduce lentamenente el dedo. Drew, por supuesto, no reacciona. Entonces lo saca y lo mete en su nariz con muchísimo cuidado. Cuando lo retira de ahí, lo lleva a su boca y lo introduce. Mi hermano reacciona, abre la boca y comienza a pasar su lengua por sus labios mientras frunce el ceño dormido, al igual que Seth. Dejo escapar una risa demasiado fuerte pero me callo al instante. Fabiola está muerta del horror y la risa porque Drew, prácticamente, ha comido cerilla y moco.
- A ver si te vas a reír cuando lo beses y te sepa así de exquisito -comento con burla, esperando ansiosa el momento en que suceda. 
- Dios -abre los ojos, asombrada- No había pensado en eso. ¡No es gracioso! ¿Y ahora qué hago? No podré besarlo.

Justo cuando estoy por decir algo, el profesor se asoma por la puerta abierta.

- ¡Jóvenes! -exclama- Faltan cinco minutos para llegar a nuestro destino. Guarden todo y prepárense para descender. Nadie puede quedar arriba -y cuando está por desaparecer, vuelve a asomar su cabeza y agrega:- ¡Recuerden apagar sus celulares! Sólo podrán utilizarlos en una hora determinada. Si esto no se cumple tendrán un punto menos -concluye. Entonces cierra.

Todos sueltan algunos quejidos, diciendo lo injusto que es el hecho de que no les permita usar tecnología. Fabiola comienza a despertar a Drew. Miro a Seth, perdido en sus sueños, tan tranquilo y sin preocupación alguna que me parece demasiado dulce. Comienzo a susurrar en su oído que se despierte, mientras lo sacudo con delicadeza. No funciona. Parece muerto. Me asusto por un momento y compruebo si está respirando. Sí. Así que lo sacudo un poco más fuerte, lo que sólo logra hacer que se mueva en su lugar por un segundo. No veo otra alternativa, más que abrir sus párpados con mis manos mientras tapo su nariz.

- ¿Hola? -le hablo, observando sus pupilas- Tienes que despertar. 

Me doy cuenta de que Drew ya ha despertado, pero continúa recostado. Fabiola le dice que estamos por llegar. Me sorprendo, porque Seth no da signos de vida. ¿Tanto sueño tiene?

- Dios, ¿Te toca hibernar o qué? -toco su cara por todos lados, jalo sus orejas y vuelvo a meter mi cabello en su nariz. Gracias al cielo se sobresalta, abre los ojos con toda la pereza del mundo y lo primero que ve es a mí. Sonrío- Buenos días por segunda vez. Estamos por llegar. 

+++

Bajamos del bus sin prisas. Se nos pide que nos ubiquemos bajo un enorme árbol al costado de la carretera, que al parecer indica la entrada oficial hacia el bosque. Debajo tiene un enorme cartel que nos desea una feliz excursión. Todos dejamos nuestras mochilas en el suelo, para no tener que gastar fuerzas antes de caminar. Nos queda un largo camino por recorrer. No puedo evitar notar lo mucho que el grupo de Cinthia y Anita observa a mi hermano y a Seth. Miro a Fabiola, que ya me está mirando.

- ¿Un poco más obvias, por favor? -dice sarcástica, y comienzo a reír.
- ¡Escuchen! -el profesor alza la voz- No me he presentado, pero para quienes no me conocen mi nombre es Peter Proaso. Pero aquí mis alumnos me llaman Picasso -alzo las cejas al momento en que todos ríen, y no puedo evitar hacerlo yo también. Éste hombre se toma muy a pecho su parte artística. Se ve que es un apodo de cariño- Ahora, voy a pedir a cada uno que no se separe del grupo. Si alguno se pierde no va a quedarle otra que volver al punto de inicio y luchar por su vida. Están lo suficientemente grandes para cometer tal ridiculez, así que espero que sean responsables y no se alejen. En el transcurso pediré que hagan algunos trabajos que van a tener calificaciones, por supuesto. Y cuando lleguemos al lago se van a percatar de que estará con unas seis cabañas, aproximadamente. Ahí vamos a hospedarnos hasta mañana. Y por último, los siguientes diez minutos vamos a esperar a algunos compañeros de ustedes que optaron en venir por otros medios. Gracias. Pueden relajarse, conversar, descansar, o lo que les apetezca.

Picasso toma su mochila y se va a sentar a una roca grande que está a unos cuantos metros. Saca una botella de agua de su mochila, y comienza a beber. Drew y Seth comienzan a decirnos que estaremos caminando por al menos dos horas, por lo que les dijeron en la universidad. Entonces, me percato de que un vehículo se detiene a un costado de nosotros, pero pasamos de eso y seguimos hablando. En ese momento, escucho una terrorífica voz.

- ¿Cristal? ¿Fabiola? -mi cuerpo se estremece. No puede ser cierto. 

Fabiola y yo nos volteamos. En el transcurso de ese pequeño movimiento, creo rezar en mil y un idiomas sólo para que no fuera real. En efecto, no me equivoqué. Es ella.

- ¿Marissa? -no me molesto en ocultar mi sorpresa- ¿Qué haces aquí? 
- ¡Chicas, no puedo creerlo! -grita- ¡No sabía que me las iba a encontrar aquí!
- Nosotras menos... -admite Fabiola, tan ida como yo.
- ¿Vinieron al viaje de los de Arte? ¿Cómo no me dijeron que conocían personas que estudian en esta universidad? Yo he venido para estar con una prima.
- Bueno, es que mi hermano y... -comienzo a explicar pero me interrumpe cuando mira tras de mí.
- ¡Oh, Dios, tu sexy hermano está aquí! -dice ansiosa en voz baja. Por poco vomito- ¡Y con su sexy amigo! Dios, papasitos. Esto será increíble. ¡Nunca las voy a perdonar por no decirme!
- ¿Y ella quién es? -pregunta Drew, sin entender nada, mientras pone cara de pocos amigos. Jamás había notado que se comporta igual que yo cuando alguien no le da buena espina.
- ¿Recuerdas cuando fuimos a la pijamada y una chica quería hablar por teléfono contigo, pero te negaste? -le pregunta Fabiola. Mi hermano niega con la cabeza- Uhm, cuando dijiste que te importaba una mierda las amigas de Cristal, que no te molestara con porquerías de esas. Ibas a ver una película con Seth, pero se pusieron a discutir por el teléfono porque te comiste todas las papas fritas.
- ¡Oh, ya recuerdo! -comienza a reír- ¿Pero qué tiene que ver? 
- Bueno, esa chica es ella -la indica con el dedo.
- Ah. Vale. De acuerdo -dice con desinterés.
- Mucho gusto en conocerte, Drew -lo saluda Marizza, muy sonriente. Mi hermano asiente con la cabeza, mirando a Fabiola de reojo. Pero no le dice nada. Luego se dirige a Seth. Vuelve a sonreír aún más y sus ojos brillan. Creo que no puede soportar que estén los dos chicos que le gustaron, aquí, en frente de ella después de todo lo que esperó- Tú debes de ser Seth. También, encantada de conocerte. Los tres nos vamos a llevar muy bien.

Él la mira sin mostrar ningún sentimiento. La ignora por completo, mirando hacia otro lado. Suelta un suspiro y luego me mira a mí, como implorándome que me desaga de ella. Seth y Drew no tienen paciencia en este tipo de cosas. Y ahora me sorprende que no se haya comportado igual conmigo, sólo pasando de mí, cuando nos conocimos.

- ¿Los tres? -pregunto confusa. Yo veo que, contándola a ella, somos cinco.
- Sí. Yo, Seth y tu hermano -Fabiola y yo fruncimos el ceño, mientras ella parece notarlo- Ustedes ya los conocen, pasan todo el tiempo con ellos. Ahora es mi turno. ¡No sean así!
- ¿Y por qué no todos juntos? -pregunta Fabiola.

Marizza se sonroja. Ya tenía una idea de lo que estaba pasando, pero ahora mismo puedo confirmar mis sospechas. El coraje que siento hacia Marizza es horrible. Casi puedo ponerme en el lugar de Julián y entender el por qué de sus insultos hacia ellla, pero me abstengo a eso y decido aclarar todo de una vez con ella. Es que, en serio, ¿Cómo no se da cuenta?

- Cariño, a ver, al parecer no estás entendiendo lo que pasa -la tomo de un brazo y la arrastro un poco más lejos de ahí, junto a Fabiola. No tengo ganas de decirle nada malo o que la haga quedar en ridículo en frente de mi hermano y Seth. No sé por qué, pero me haría sentirme un poco bruta. Tal vez ellos tengan razón: Estoy cambiando- Sabes la razón por la que estamos aquí, ¿Verdad?
- Sí. Porque decidiste acompañar a esos dos hombres hermosos de ahí -apunta disimuladamente en su dirección. Seth y Drew fruncen el ceño cuando ella deja de observarlos. Fabiola niega con la cabeza, ya un poco aburrida.
- Yo estoy aquí porque Drew, el hermano de Cristal, es mi novio -aclara mi mejor amiga. Marizza parece tan sorprendida ante sus palabras, que se queda callada por segundos. Miro al cielo, rogando que por favor un rayo de luz ilumine a esta chica que no se da cuenta de nada.
- Exacto -afirmo- Mi hermano y Fabiola están enamorados. Son novios. Él la ha invitado a venir con él.
- ¿Entonces tú por qué estás aquí? -me pregunta. No sé, pero si yo fuera a ella, a esta altura ya entendería todo lo que pasa.
- Porque Seth me ha invitado -le doy por saber- Él y yo estamos en una relación.
- Oh... -mira al suelo. Nos quedamos en silencio, las tres. Fabiola me mira y yo me encojo de hombros. No es como que haya algo más para decirle a la pobre Marizza. De pronto sube la cabeza y nos mira con un odio tremento, lo que me toma por sorpresa- ¡Estoy enojada! ¿Por qué no me dijeron nada! ¡Me vieron la cara de idiota todo este tiempo!

Y ahí es cuando mi paciencia se agota.

- Niña, no tenemos por qué contarte tal cosa. Ni siquiera tenemos contacto contigo.
- Es cierto -agrega Fabiola- ¿Por qué estás tan enojada?
- ¡Porque he quedado en ridículo! -grita en voz alta. Los universitarios de nuestro al rededor, casi la mayoría, se nos queda viendo. Siento la incomodidad de Fabiola hacerse presente- Les dije en la pijamada que me gustaban, pero ustedes van y se meten con ellos. Son unas...
- ¡Marizza! -grita una chica del fondo. Cuando miro hacia allá, me doy cuenta de que es una de las chicas del grupo de Anita y Cinthia. Al parecer también está enojada, o molesta por algo. Cada una de ellas nos observa como si fuésemos algo raro- ¿Qué haces por ahí? ¡Ven ya!

Lo que faltaba. La prima está en ese grupito. De por sí, Marizza ya está contaminada. Antes de irse hacia ellas, nos dirige una mirada igual de mala que la anterior. No nos dice nada, se gira y se va. Cuando llega a donde la han llamado, se acopla y eso es todo, porque mi atención desaparece por completo de ella. Justo entonces Picasso comienza a decirnos que ya es hora de comenzar con la caminata. Nos reunimos con los chicos y tomamos nuestras mochilas. 

- ¿Qué estás haciendo? -me pregunta Seth, arrancando mi mochila de mis manos.
- Iba a ponérmela... -le digo, intentando tomarla pero la aleja aún más.
- Ni lo sueñes. No lo permitiré.
- ¿Por qué? 
- Porque nos espera un largo camino y ésto -la señala- está muy pesado.
- Tío, ya luché contra Fabiola -le cuenta Drew, acercándose con la mochila de mi amiga en su espalda.
- Drew, te repito que me des esa cosa -le ordena Fabiola, cruzándose de brazos- No soy una inútil, puedo llevarla por mí misma.
- ¡Sí! -exclamo- ¿Qué les pasa? ¿Acaso creen que no somos capaces de llevar tal carga? La mochila del instituto es mil veces más pesada, con todos los libros y cuadernos. Son unos exagerados.
- Cuando se rompan la espalda y estén llorando nos lo van a agradecer -asegura Seth, tan serio como sólo él puede ser.
- Por Dios, es sólo una mochila -les recuerda Fabiola, sin poder creer lo cuáticos que son- ¿De verdad estamos teniendo esta discusión?
- ¡Soy completamente capaz de llevarla sola! -exclamo. Odio que me vean en menos.

Noto la mirada de Seth sobre mí. Él sabe que no soporto que la gente piense que soy una débil o lo que sea. Su seriedad no se va pero hace un extraño movimiento con su mandíbula, y de pronto noto que está como luchando consigo mismo para no dar su brazo a torcer. Termina suspirando abatido y con desgana.

- A ver, ya -dice Seth, tocando a Drew con su hombro para llamar su atención. Los tres lo miramos- Podemos llegar a un acuerdo.
- ¿Cuál? -pregunta Drew- Ninguno de los quiere que las dos mujeres de aquí lleven esto.
- Lo sé. Pero mira, se las vamos a dar -los dos dirigen su mirada hacia nosotras- Pero en cuanto les duela algo, o estén cansadas, o ya no puedan más, nos lo van a decir y nos permitirán llevarlas.
- Bien -acepta Drew- Y tienen que prometerlo. Si de todos modos siguen cargándolas, tendrán el remordimiento de que nos mintieron, siendo que nosotros estamos confiando en ustedes.

Creo que ha sido el lío más dramático y sin sentido que he tenido en mi vida con estos dos, pero ambas terminamos accediendo. Nos entregan las mochilas recordándonos que lo hemos prometido y que si no cumplimos con nuestra palabra seremos unas malvadas mentirosas. Por el amor a la vida, ¿Es en serio?

El profesor Picasso nos guía hacia el interior del bosque. Todos, de a poco, lo vamos siguiendo con lentitud. Es bueno que nos dejen ir despacio y que nos permitan tomar nuestro tiempo. Además, no hay un montón de rocas que nos puedan impedir caminar bien. Recuerdo que una vez, con mi familia, incluyendo a Drew, fuimos a una caminata hasta un río en otra parte del país. Jamás sentí un dolor de pies igual. Las rocas se nos enterraban, no habían tantos árboles que nos pudiesen proteger del calor e incluso tuvimos que caminar sobre pequeños riachuelos para poder llegar a nuestro destino, empapándonos. Para variar llevábamos una sandía en nuestras mochilas, que por cierto se las tiramos a los peces porque ya no podíamos más.

- No olvides la promesa -siento la voz de Seth tras de mí. Se pone a mi costado y de pronto su mano se entrelaza con la mía. Lo miro a sus ojos, y me sonríe. Asiento con la cabeza.
- No lo haré -sonrío también.
- Quiero que sepas que no me importa ser protector contigo. No es algo que lamente.
- No te lo discuto. Tranquilo.
- Y supongo que sabes por qué he accedido a que la lleves.
- Por supuesto que lo sé -comienzo a reír. Y no sé qué me da, pero me acerco a su anatomía y lo abrazo con todas mis fuerzas, sin hacer que nos detengamos. Él me corresponde de inmediato, como si lo hubiese estado esperando desde antes, preparado en cualquier momento. Deposito un besito en su cuello, sintiendo la forma en que la ternura se adentra en mi interior, apoderándose por completo de todo a su paso, de cada vena, de cada órgano, de cada célula, de cada tejido. Y sin darme cuenta, termino susurrando cerca de su oído:- No puedo explicarte en palabras todo lo que eres para mí.

El agarre de Seth se intensifica. Puedo sentir que su respiración se atasca por un momento, pero me digo que son ideas mías. Y siento otra extraña sensación, como si quisiera decirme algo pero no se lo permite. Se queda sosteniéndome así y no deja de hacerlo hasta que me alejo lentamente de él y vuelvo a darle la mano. Otra vez lo miro a los ojos, y esta sonriendo, pero vuelvo a sentir que quiere o está tratando de comunicarme algo. Eso me hace sentir que enloquezco, porque puede que sean ideas mías y no me atrevo a preguntarle. 

De pronto me veo a mí misma diciéndole que lo amo. Me sorprendo y me asusto. Él sigue mirándome igual y no muestra ningún indicio de haber escuchado algo que, definitivamente, nunca le he dicho. Llego a la conclusión de que lo he imaginado.
Le quito la mirada de encima y miro hacia cualquier lado, menos a él. Que raro. A mí nunca me pasa esto. ¿Por qué estoy teniendo este tipo de visiones hacia el futuro, o como sea que pueda llamarlas? Porque, en este preciso momento, si Drew se pusiera en frente de mí a molestarme y me presionara preguntándome si amo a Seth, no le diría un no por respuesta. Creo que lo miraría, y trataría de ver qué es lo que respondería Seth a la misma pregunta. 

Imágenes comienzan a pasar por mi cabeza: Drew escrutándome con la mirada. Fabiola sonriendo. Seth mirándome a los ojos. Yo asustada y temblando. Drew diciéndole te amo a Fabiola. Mi mejor amiga correspondiendo sus palabras. Seth mirándome con compasión. Yo llorando con mi corazón herido. Mamá y papá diciéndome que todo irá bien. Drew preguntándome por qué lloro. Fabiola diciéndome que no hay razón para llorar. Seth mirándome con furia y decepción. Yo confiando en lo que siento y expresando mis sentimientos. Fabiola orgullosa. Drew contento y asintiendo con la cabeza. Mamá y papá felices. Seth abrazándome, sonriente... Feliz. Yo sacándole el dedo medio a Drew. Seth riendo. Yo y Seth abrazados en la noche. Seth mirándome, queriendo decir algo. Yo tratando de decirle que lo amo, lo amo, lo amo.

♥♥♥

¡He vuelto! No me he tardado nada en subir capítulo. Hoy hemos llegado a los ocho comentarios, por lo que me apresuré a terminar el capítulo y he publicado de inmediato. Muchas gracias por seguir aquí, pendientes de mi escritura, de verdad no tengo palabras para decirles lo que siento con esto. Mientras más rápido dejen los +8 comentarios, más rápido subiré, porque de verdad que tengo ganas de terminar esta historia antes de año nuevo. ¡Un beso enorme y hasta el próximo capítulo!


8 comentarios:

  1. Te eh extrañado mucho, gracias x seguirla
    Tqm síguela

    ResponderEliminar
  2. Gracias por haber subido tan rápido,ojala mis compañeras lectoras comenten luego para que podamos tener capítulo pronto

    ResponderEliminar
  3. Woooh me encanta la novela porfa sigue pq ya quiero saber que pasa, quizás como termine la nove ojala sea todo bonito y con acción jaha

    ResponderEliminar
  4. Sube capitulo pronto porfiiiss.
    Soy lectora nueva, me encanta tu novela y ni siquiera soy belieber ni nada. Mucho animo y sigue asi.
    Un beso desde España. Por cierto me llamo Lucía

    ResponderEliminar
  5. Muero por saber que pasa, que harán y todo eso ahahahah ojala sea igual algo bueno jsjd muy buena saludos desde la sexta región!!

    ResponderEliminar
  6. Sube sube sube porfi como dijo una lectora arriba tampoco soy belieber solo me gustan algunas canciones, pero la novela es muy buena y es imposible no leerla!! Sube luego porfis, muack by:javi

    ResponderEliminar
  7. Muerooo lentamente me gusto mucho el capitulo...fue tan divertido y tan awww en fin me gusto se te reamadora con todo el corazon besos cuidate pd:siguelaa baby

    ResponderEliminar
  8. Sube Porfa ya quiero saber lo que pasa, cuidate saludos, atte ignacia

    ResponderEliminar