6 de noviembre de 2014

Capítulo 65 -Por un capricho.



Cojo mis audífonos de la mesita de noche que está junto a mi cama. Me sorbo la nariz, tomo mi celular, y los conecto. Me quedo mirando un punto fijo de la habitación. La bandeja redonda color naranja con galletitas.

¿Por qué nacemos? O mejor dicho, ¿por qué nacer, si luego vamos a morir? No, mejor aún, ¿por qué miserable razón existe la muerte? ¿y por qué quienes no han hecho nada incorrecto se llevan la peor parte?

En momentos como este, siento más que nunca que Dios no existe. No porque no me haya ayudado. No porque no me haya concedido el deseo. Si no, porque él no puede hacer las cosas por nosotros...

¿Pero ahora que demonios estoy pensando? Nada que ver. Dios puede existir, de seguro existe aunque no hay pruebas concretas y personalmente jamás lo he visto. Tal vez él solo se encarga de entregarnos una buena vibra y de algún modo empujarnos a lo que es bueno porque solo existe cuando creemos. O tal vez solo los humanos lo creamos inconscientemente para tener una excusa por lo bueno que logramos o lo malo que nos pasa.

Y ahora mismo cambio de opinión por haber dicho que de seguro existe, porque siento que no, que es solo un cuento viejo, porque somos nosotros mismos los que tomamos las decisiones y nos guiamos a un lugar o a alguien. Nosotros tenemos que darnos las gracias a nosotros mismos por lo que logramos, no darle las gracias a Dios. No existe. Y si existe, está muerto y por esa precisa razón demostramos que no hizo nada y que nosotros tenemos todo el crédito.

¿Qué? ¿qué me sucede? ¡Dios sí existe! Papá me mataría si se diera cuenta de estos pensamientos míos. Es una falta de respeto sobretodo porque él es creyente y todas las noches reza. ¿Dios nos da la vida? ¿Dios nos la quita? La explicación más lógica sería que solamente estamos aquí porque dos seres humanos tuvieron sexo y luego morimos porque nos entra una enfermedad o nos atropella un auto o nos suicidamos y ya está. Nosotros somos capaces de decidir.

Cállate, __. Cállate. O no, como no estás hablando, solo pon tu mente en blanco. Tu mente se está yendo por la borda. Tienes que ser fuerte. Nada de lo que has pensado deberías estar pensándolo. A pesar de querer hallar respuestas. Dios no tiene culpa de nada. Dios no tiene el papel aquí. No lo metas en lo que te pasa, por más que encuentres que él es el culpable y todo sea negativo para ti desde ahora.

FlashBack
Me levanto de la cama con un nudo en el pecho. Algo sucede. Estoy impaciente por saber algo, pero no sé que es. ¿Algo anda bien? ¿Algo anda mal? ¿Porqué este sentimiento tan extraño? ¿O solo he soñado?

Mi cuerpo se levanta de un salto de la cama y me pongo las pantuflas sin siquiera querer hacerlo. Me dirijo a la puerta de la habitación y bajo las escaleras corriendo. Mis piernas no se detienen para ir a la cocina a dar los buenos días. Algo me espera allá afuera. Algo más importante, muchísimo más. Hay otra prioridad en el momento.

Miro hacia el jardín y solo una palabra viene a mi mente: Romano. Mi corazón se acelera tanto que me asusto y pienso que me dará algo. Ahora entiendo que el sentimiento no trae nada bueno. Es malo. Y Romano tiene algo que ver.

Alzo la vista y trato de encontrarlo. No está a la vista. Pero sé que está por los alrededores. Y sin siquiera percatarme, me encuentro caminando hacia dos arbustos que están juntos pero que tienen un espacio entre ellos. ¿Presentimiento de que estaría ahí? ¿Presentimiento de que algo malo le pasaba?

Necesité de toda mi fuerza de voluntad para atreverme a separar las ramas que me impedían ver entre el espacio. Mis manos tiemblan y sudan. Mi corazón se altera. Mi sangre fluye por mis venas pero cuando por fin logro tener un ángulo para mirar a lo más horrible que pueda ver, se congela y ya no fluye. Siento que es una pesadilla y quito las manos. Las ramas vuelven a unirse y ya no veo nada a través.

Me froto los ojos y me sujeto la cabeza. No, no, no. No.
Mi bebé. Mi gato. Mi mejor amigo.
Charco de saliva. Manchas de sangre. Respiración entrecortada.
Suciedad, tierra, polvo, corazón roto, dolor, angustia, tristeza...
Culpabilidad.

Tal vez de verdad puede ser una pesadilla. Tal vez solo estoy soñando. Tal vez papá tenía razón y debería dejar de pasar de cosas como rezar por la noche. Porque sueños como este podrían ser tan feos, tan destructivos que eran capaz de tener el mismo demonio. O solo sería una alucinación.

Necesitaba ver eso de nuevo, pero no quería. Sin embargo, lo hago. Separo nuevamente las ramas sin quitar el temblor, pero esta vez las rompo porque quiero que me quede claro. Y cuando vuelvo a notar que sí era lo que había visto, que no era una pesadilla, mi corazón explota de tal manera que toda la sangre congelada podría haberse hecho picadillo, enterrándose en cada alrededor. Filosas puntas de hielo.

- Oh -no pude seguir hablando. Llevo una mano a mi cara y me tapo la boca- No.

La realidad me golpea. Me abofetea, me apuñala. Y el dolor es insoportable. Entonces, me doy cuenta de que nada dentro de mí se había congelado. Las no existentes puntas de hielo no eran causantes del dolor en el corazón. Incluso yo misma ya lo he dicho. Solamente era lo más obvio y lo más sin esperanza del mundo: La realidad. Y acababa de darme cuenta.
Fin FlashBack

Me encuentro sentada en la puerta de entrada a la casa. El viento tibio me acaricia el rostro. A pesar de que todas las veces anteriores siempre me hacía bien el sentir el suave cosquilleo de la brisa, ahora no me ayudaban en nada.

Mantengo los auriculares en mis oídos e intento no recordar más. Intento reconstruirme y fingir que nada de lo que presencié sucedió. Que todo está bien, que lo imaginé todo. Pero no puedo. Y al empezar la canción que me recordaba tanto a él, comienzo a sollozar de la forma más desconsolada que jamás imaginé que sollozaría.

"La vida es hermosa. Amamos hasta que morimos.
Cuando corres a mis brazos, nos robamos el momento perfecto.
Deja que los monstruos te vean sonreír.
Deja que te vean sonriendo"


Y entonces, sigo recordando.

FlashBack
Sin quitar mi mano de mi boca y mis ojos asombrados, lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. Y sentimientos de odio hacia mi persona, comienzan a aparecer. Porque yo tenía la culpa. Solo yo. Y me merecía lo peor que alguien podría merecer.

De pronto me doy cuenta de que soy una verdadera imbécil. El sentimiento de odio crece aún más. Mis rodillas caen al piso y ya no sé que cosa podría ser más dolorosa. Quería reconfortarlo. Quería decirle que todo estaría bien.

Sus ojos se mueven hacia mí y se quedan quietos en esa posición. Su hermoso miau sale de su boca. Y como desde el primer día que llegó a mí, es música para mis oídos. Mi canción favorita. Y eso me hace llorar aún más. Es como si tratara de explicarme. Como si me suplicara. Y tal conexión era tan fuerte, que podía leer a través de él. Y tal vez leía cosas que no me gustaría, o quizás solo eran mi idea por la culpabilidad que sentía. Pero me rompía más y más por dentro.

¿Qué me sucede, __? ¿Por qué mi cuerpo duele tanto?
Estoy sucio, __. Tú sabes que no me gusta estar así, ¿por qué no soy capaz de lamerme?
¿He hecho algo mal? Ya no me siento como antes.
¿Puedes ayudarme? ¿por qué no lo haces?
¿Ya no me amas? Yo a ti te amo tanto. Eres mi ama. Eres mi madre.
Tú me has criado. 


Era tanto el remordimiento, que debía encontrar una forma de hacerle que comprendiera. Que supiera todo lo que él no sabía. Y a pesar de que ninguno de los dos estaba en las condiciones, yo debía hacerlo. No soportaría que él pensara cosas malas, si era posible que lo hiciera.
Fin FlackBack.

La canción sigue y no puedo evitar llorar más y más, porque recordar me destruía. Deseaba tener una pérdida de memoria. Pero a la vez no. No quería olvidar precisamente a él. Pero quería olvidar ese momento. Pero olvidar ese momento, seguiría siendo olvidar algo de él.

"¿Te abrazo fuertemente cuando el dolor de golpee?
La vida es hermosa, pero es complicada apenas la conocemos.
No necesitamos entender. 
Hay milagros, milagros"



FlashBack
Hago lo único que creo que será la mejor idea para llevar acabo en un momento como ese. Y es que no podía más. Yo sabía que jamás nada sería suficiente para siquiera intentar compensarlo. Nunca, nada, solo sería.

En ese momento ya no le tenía importancia a nada. Solo me importaba él. Romano. Así que no me esfuerzo en limpiar el suelo, y me acuesto a duras penas a su lado. Siento la tierra abajo de mí y las pequeñas hojas secas que se cayeron del arbusto crujir. Mi mano se encamina a la pequeña y esponjosa cabezita de mi mejor amigo. Mis dedos recorren su pelaje, que para mí, a pesar de estar en la peor condición, siempre será precioso. Trago saliva y me dispongo a dirigir mi palabra.

- Romano... -me callo porque me sorprendió lo distorsionada que mi voz se escuchó. Aclaro mi garganta, sorbo mi nariz y me impulso a continuar- Voy a intentar explicarte de la manera más mejor, cariño. Necesito que me escuches atentamente, a pesar de que no imagino lo mucho que te debe costar -hago una pausa y cierro los ojos con fuerza, pero no pasa mucho y los abro. Debía mantener la compostura para poder hacerlo. Llevo mi otra mano hacia su patita diminuta, y la aprieto lo más delicadamente posible. De alguna manera, queriendo que sienta lo que yo siento- Tu cuerpo está enfermito, bebé. Tu cuerpo tiene una enfermedad que ninguno de los dos sabe cual es. Yo, hoy, te lo juro de verdad, iba a llevarte al veterinario. Pasé tardes construyendo una caja con cosas duras porque no había tenido el dinero para comprarte una jaula especial pero por favor créeme cuando te digo que iba a hacerlo, ¡de verdad iba a hacerlo! Puedo traerte la caja para que la veas y sepas que no miento, ¡podemos ir allá ahora mismo, Romano! -alzo mi voz y me desplomo al instante, sollozando desesperada. Tenía tanta necesidad de que me creyera- Si solo pudieras... aguantar.

Me desplomo y cierro los ojos. No puedo con el dolor, ni con ningún sentimiento tan horrible que sentía. Era el infierno en vida. No entendía como esto podía existir. Deseaba que la vida solo fuera felicidad, que lo que amáramos viviera para siempre y nada nunca malo nos atacara.

- Perdóname, bebé. Por lo más preciado, perdóname. No quería que esto pasara. Yo... he tardado demasiado.

Mi voz ya no se entiende pero tenía la esperanza de que pudiera ser capaz de hacerlo. Me esforzaba, aunque me salía mal, pero me esforzaba.

- Estuviste conmigo en todo, tantas veces, tanto tiempo, que nada jamás en podría demostrarte lo agradecida que estoy contigo -otra vez sorbí mi nariz. Llevé mis manos a mi cara y me sequé la humedad. Vuelvo a tomar sus patitas y al instante estas quedan cubiertas de pelo que a él se le ha caído- Te amo tanto, Romano. Tanto, tanto, pero tanto. Tú has cambiado mi vida, cariño. De no ser por ti, yo no estaría aquí. Me has enseñado lo que es la amistad verdadera y tampoco puedo ser capaz de demostrarte lo importante y valioso que ha sido. Porque ninguna persona antes fue capaz de brindarme la amistad que me has brindado tú.

Sus ojos, directos, siguen fijamente en los míos. Y me doy cuenta de que sigue ahí, pero que yo estoy pensando en él en pasado . Entonces, sé y comprendo que... el momento se acerca. Que desde el principio lo he sabido pero no había sido capaz de darme cuenta. De reconocerlo.

Pienso, y en el fondo, siempre he sido egoísta. Siempre he querido que lo que amo se quede conmigo y esforzarme para que eso pase. Cuando Justin había roto conmigo seguía queriendo ser solo yo quien lo tuviera. Que no se acercara a otra chica. Mi egoísmo me ganaba. Pero es que yo lo quería a mi lado, solo conmigo y nadie más.

Pero... Romano. Romano no merecía eso. Su cariño y su amistad era tan puro que no podía. No podía solo pedir un deseo a Dios, ni rogarle que se quedara, porque... ¡Porque eso sería crueldad! ¡No iba a pedirle que permaneciera, siendo que yo misma estuve y estaba viendo la manera en la que sufría! No sería tan mierda por dentro, no lo sería. No aguantaría.
Fin FlashBack.

Llevo mis manos y cubro mi rostro. La música sigue sonando en mis oídos pero sin embargo no la paro, porque quería seguir sintiéndome tan mal como estaba. Necesitaba llorar todas mis lágrimas y sabía que aún quedaban muchas por derramar.

"Sí, la vida es hermosa. Nuestros corazones, laten y se rompen.
Cuando huyes lejos del peligro, ¿volverás corriendo a mis brazos, como lo hiciste cuando eras joven?¿Volverás a mí?
Te abrazaré fuertemente cuando el dolor te golpee"

FlashBack
Mi cuerpo y mi mente aceptan que en algún momento de mi vida, siempre, tendré que dejar avanzar a alguien. Tendré que dejar que vaya por delante de mí. Que ya no estará más conmigo.

Y eso era exactamente lo que debía hacer ahora. Dejar ir. Dejar que se vaya. Que siga sin mí. Quedarme atrás, a pesar del dolor.

Acaricio su cabeza como si jamás la hubiera acariciado antes. Y como cuando lo hacía cuando era tan solo un bebé. Con tanta delicadeza como si fuera de porcelana, con miedo a romperla sin querer al hacer más fuerza de la necesaria.

- Romano... -vuelvo a hablar. Sus ojos, que estaban cerrados al sentir mis caricias, se abrieron, y miró a mis ojos- No sabes lo mucho que deseo que estés bien. Que mejores. Y no sabes lo mucho que amé cuando llegaste. ¿Recuerdas cuando llegaste? ¿Recuerdas? Estabas todo sucio, pegoteado y ensuciaste mi abrigo -una triste risita salió de mis labios sin poder evitarlo, porque había sido precioso ese momento que atesoraría por siempre- Desde el primer momento que te vi, supe que seríamos inseparables y que no podría amarte más de lo que ya te amaba. Fue todo tan rápido. También me arañabas, y te negabas a aceptar mi cariño. Pero... -ahora mi pequeña sonrisa se desvanecía y lágrimas brotaban por mis ojos. Mi voz se quebró- quiero que sepas que ni eso, ni nada, será capaz de disminuir mis amor hacia ti. Podrías hacer lo mas malo del mundo pero nada cambiaría. Sería imposible que eso pasara porque todo lo mío hacia ti es infinito... es permanente y siempre lo será, bebé. Siempre. Y la única manera que tengo en este mundo de demostrártelo es permitiéndote que... que si estás cansado, que si ya no puedes más... no impediré que te vayas -una punzada de dolor atravesó todo mi interior, pero seguía firme en mi decisión y debía continuar- Puedes irte, Romano. Puedes darte por vencido e irte sin mi. No sé que pasará, ni lo que harás. Te aseguro que no sé lo que hay allá arriba en el cielo, mi niño, pero el día en que me toque partir, me gustaría que lo primero que vea seas tú... y saber que morir haya valido la pena. Y aunque te hayas ido y yo permanezca, pensaré en tí, cada día. Y recordaré los momentos que pasamos juntos. Tú haz sido tan, pero tan fuerte. Yo tendré que aprender a serlo. Pero si te enteras de que estoy llorando, no será por algo malo, si no porque tendré que acostumbrarme a tu partida. Quizás nunca lo haga, pero no te vayas a sentir culpable o mal, porque por todo el amor que te tengo sería imposible que no llorara. Nunca olvides lo mucho que significas para mí... Nunca lo hagas. Aunque mueras físicamente, vivirás en mi corazón... Vivirás dentro de mí... Siempre. Para toda la eternidad. 
Fin FlashBack.


"Quédate donde estás. 
Dejemos que estos momentos... pasen"


Romano murió esa tarde exactamente a las 3:37pm. Había entrado a comer porque Michelle me había insistido durante varios minutos. Dijo que hacía falta que me despejara adentro un poco. Me dolió hasta el alma dejar a Romano ahí afuera, solo, sufriendo.

No tardé tanto. Diría que no fueron más de quince o veinte minutos. Apenas pude comer y no hice más que tomar un poco de gaseosa. Me dolía comer pensando que mi mejor amigo no era capaz de hacerlo, tampoco. Sin embargo, cuando volví... él se había ido. Ya no respiraba.

Michelle lloró junto a mi. Recuerdo maldecir por horas a Dios. Incluso llegó el momento en que le rogué que por favor se lo llevara, que ya había sufrido suficiente. Pero no me hacía caso y eso me hacía odiarlo cada vez más. Por eso no podía dejar de pensar en si existe o no existe. En por qué y cual es nuestro propósito en la vida.

Deseaba haberle dicho tantas cosas más que no pude decir. Haber tenido tiempo. De haber reaccionado antes y haber armado la caja más resistente tiempo antes. ¿Estaría vivo ahora? ¿seguiría conmigo? Mi culpa estaría dentro de mi por el resto de mi vida. Él fue tan bueno conmigo, y yo, en cambio, me porté como una basura con él. No lo salvé. Lo dejé caer.

Romano me enseñó tantas lecciones, que tal vez podría pasar horas diciéndolas. Nosotros los humanos cuando perdemos el contacto, nos distanciamos a tal punto que muchas veces dejamos de preguntar por su estado y ese es el final de la relación. Pero si hay una última lección que Romano me enseñó cuando estaba muriendo, era que no importa la distancia que haya entre nosotros, siempre estaremos unidos. Que la amistad verdadera si existe. Y que yo no me distanciaré de él. Porque permanecerá conmigo. Su alma sigue viva en mi interior. Siempre lo amaré, lo recordaré, y defenderé su memoria. Él no era solo un gato. Él, era mi mejor amigo, mi bebé, y sobre todo... Mi esperanza.

"Es increíble donde estoy.
Hay un montón de cosas que podemos dar.
Este es nuestro solo por un momento.
Hay un montón de cosas que podemos dar"



Y luego no oigo nada. La canción acabó. Y siento tantas cosas, aún más que antes. Me quito los audífonos y miro el césped, miro los árboles, miro los arbustos en donde tantas veces jugamos. Más lágrimas caen y me siento tan rota. Siento la corazonada de que él está ahí cerca, viéndome. Que está apoyándome, como siempre lo hizo.

- Siempre voy a recordarte, bebé... Gracias por todo.
___________

Por Dios. No me odien. La verdad es que habría subido antes, porque había escrito ya casi entero el otro día. Pero lo borré, porque no me gustó, además lloré tanto que se me hizo imposible. Y luego no era capaz de escribirlo otra vez porque no me sentía en el momento adecuado. Y hoy he podido. Me sentía en condición de hacerlo. Las adoro mucho, mucho. Supongo que todas hemos tenido un "Romano" en nuestras vidas. No importa si es perro o gato o un pez o hamster o un ave, incluso una cucaracha. Lo que importa es que nos marquen y las enseñanzas que nos dejan. Y que nos dieron la capacidad de amar, por sobre todas las cosas. Un beso enorme, subiré luego desde ahora, porque para escribir este capítulo necesitaba tiempo. Adiós ♥
Pd: El nombre de la canción es "Life is beautiful -Vega 4", por si a alguien le interesa. Yo he adaptado la letra a como encuentro que suena mejor, pero pueden buscar los vídeos subtitulados en Youtube.


10 comentarios:

  1. Por Dios:(
    Que Tristeeeeeeeee:(
    Siguelaa!!!
    Besos<3
    Att. Karla:D

    ResponderEliminar
  2. LLORE TANTO-.-! YO SI EH TENIDO UN "ROMANO" & ERA UN. GATITO TAMBM BUENO UNA GATITA ERA & CUANDO MURIO ME SENTI TAN SOLA. - BUENO SI SIGO VOI AH LLORAR DE NUEVO .
    SIGELA PRONTO BESOS(:
    Atte: AYE

    ResponderEliminar
  3. Aw que triste :( pobre romano
    Siguela pronto ^^
    atte: barby

    ResponderEliminar
  4. Ay, dios, lloré tanto... :`(
    Yo tambien tuve un Romano, y leyendo esto le recordé :c
    Que triste el cap, pero aun asi precioso :)
    Besos linda, seguila pronto<3

    ResponderEliminar
  5. Admito que lloré y lo peor es que estaba leyendo en un lugar medio público y no quería que me vieran, pero bueno...Yo tengo una perrita y pues al leer esto, hay no sé, creo que estaré igual que rayis cuando la pierda, tengo miedo de eso...pero ni modo, eso es inevitable...Y ya no sigo o me pondré a llorar *soy demasiado sentimental* ...el cap como siempre perfecto. Bye!!!!!

    ResponderEliminar
  6. Aqui marii ! *llorando desconsoladamente y sorbiendose los mocos * T.T como llore al principio.no lo entendí pense que me habia saltado un cap o algo asi... Pero wou cuando segui leyendo ...entendi a la perfección. Yo tengo a mi '' romano''solo que es niña y es una cachorra ... No me quiero ni imaginar si,algo le pasara. Como siempre todo perfecto !!. Te admiro mucho , sigue escribiendo C:

    ResponderEliminar
  7. Yo tuve un romano lo amaba tanto!
    Llore demaciado .Gracias por subir el capitulo, me recordo buenos momentos que tuve con mi nene. Mi perro.
    Sube pronto!
    Atte:flor

    ResponderEliminar
  8. �� hermoso! Melancólico, pero hermoso, siento no haber tenido tiempo para leer antes, pero me encanto, besos ♥

    ResponderEliminar
  9. me encanto....pero no queria que romanomuriera TT pero en fin me puso triste pd eres muy buena muchos besotes se te quiere un monton att francis gutierrez

    ResponderEliminar
  10. Aw, te juro que me entraron ganas de llorar :3 Tu nove es mi favorita y es la primera que leo entera :) sé que aun quedan el epilogo y las escenas extras, pero aun así siento que voy a llorar. Seguila pronto tishuuu :)
    Me encantaria tener un Romano :) Me da mucha pena que muriera :'c Me recordaba mucho a mi gatito.. :c
    Además quería darte las gracias por haber hecho esta novela :) Porque es fantastica, te felicito. Es increible. Has sacado sonrisas, lagrimas, risas...etc.
    Y lo mejor, es que para mí fue especial porque me sentía identificada con rayis.
    MUCHISIMAS GRACIAS TISHU POR HABER ESCRITO ESTA NOVELA, ME ENCANTA :)
    Besos, te queremos<3

    ResponderEliminar