Capítulo 60 - But with you it's not like that at all

Narras tú
Me faltaban solo unos metros para llegar a casa. Pasé por la casa de Riguel y Celeste, pero no lograba divisar a nadie, supuse que aún no habían llegado a su casa junto con su mamá... Pasé también por la de Justin... Luego crucé la calle, caminé un poco más y llegué a la mía.

Busqué las llaves dentro de mi bolso, tardé un poco, pero luego abrí la puerta. Encontré a Mike viendo la televisión mientras comía unas galletas... Estaba tan concentrado en lo que hacía que ni cuenta se dio de que yo estaba parada en la misma sala que él y que había abierto la puerta. Ahora puedo darme cuenta de que si entraran a robar estando él presente, los ladrones estarían sacando las cosas como si fuera su propia casa.

- Mike -lo llamé y él se sobresaltó.
- ¿Qué haces aquí, enana? -me preguntó tratando extrañado, para luego dejar su paquete de galletas en la mesa de centro y mirarme- ¿te has fugado de la escuela o qué?
- No, tonto -respondí y dejé mi bolso en el sofá para luego avanzar hacia la escalera.
- Espera -me hizo parar. Mierda.
- ¿Qué? -dije sin voltearme.
- Date vuelta... ahora -me ordenó. Ya sabía lo que vendría... un Mike super alterado.

No dije nada, porque tenía que hacerlo, él haría cualquier cosa para que hiciera lo que él me decía. Me volteé lentamente y luego nos quedamos mirando. Su mirada se dirigió a mi boca y luego a una de mis mejillas...

- ¿Qué mierda te pasó ahí, __(tu nombre)? -me preguntó preocupado- Tienes muy hinchada la cara.
- Nada... me caí en el camino...
- Dime la verdad, ¿te golpearon? -insistió.
- Mike...
- Mike nada, dime quien fue el maldito que te hizo eso, ¡anda, dime! -exclamó apretando los puños.
- Hoy hicieron peleas de hisopos en la escuela... Recibí un golpe, solo eso...
- ¿De hisopotos? ¿no te pusieron protección o algo? -me preguntó, diablos, era increíble, siempre hace esto de hacerme preguntas y preguntas cuando nota algo mal en mí.
- No, por eso tengo así la cara, solo fue eso -sonreí y me volteé para volver a caminar hacia la escalera.
- No soy imbécil, me estás mintiendo -quise ignorarlo, pero no podía, conocía lo suficiente a mi hermano- Se te nota, sé perfectamente cuando me mientes a mi. Ahora otra ves te digo, dime lo que te pasó -estaba tratando de estar calmado y en realidad, yo agradecía eso.
- En los hisopos recibí unos golpes fuertes de una chica... Me lastimé la boca y por eso está así... -expliqué.
- ¿Y quién fue? -me preguntó.
- Olivia...
- ¡Lo supuse! -dijo con rabia- ¿te das cuenta de como has quedado? ¡esto es algo serio, __(tu nombre)! ¡y tú estás como si ni te importara!
- ¡Es que ya pasó, Mike! ¡no puedo ir y llorar por lo que pasó porque de hacerlo no arreglaría nada! -grité- ¡A la muy perra la golpeé tan fuerte que me dijeron que parece que andaba con una de esas cosas para el cuello! Quizás hasta se lo rompí...
- Mierda, joder... -cerró los ojos tratando de controlarse- Te defendiste, eso es bueno... Pero igual no estoy de acuerdo en que tengas esos problemas con esa chica, no me preocupo por ella, ¡si no por ti! -hizo una pausa- Sabes que odio verte lastimada o algo así...
- Lo sé... -reconocí apenada- Pero sanará, no hay que preocuparse... Justin me ayudó para que pudiera venirme a casa a descansar.
- Que bueno que se preocupara por ti -dijo aliviado y luego bajó su mirada a mi polera.
- ¿Por qué es como si tuvieras una mancha algo morada en tu ropa? -me preguntó mirando.

Mierda, la polera era blanca y se traslucía un poco el hematoma que tenía, que tonta soy. ¡Debí sacar una de otro color de mi casillero! Ahora Mike estará mucho más enojado, ¿por qué me sucede todo eso?

- Me manché con jugo... -mentí.
- No soy tonto, eso no es jugo. Levanta eso.
- No.
- Levanta eso ahora, joder -dijo con rabia.
- ¡Bien! -levanté rápidamente- Ahí esta... -se quedó boquiabierto al verlo.
- Mierda...

Narra Mike
Sentí que se me caía la cara al ver eso que traía mi hermana en las costillas. Esa Olivia es una desgraciada, siempre lo supe pero ahora con esto se ha pasado. De todos modos sé como es __(tu nombre) así que obviamente Olivia quedó peor que ella. Pero no me gusta verla con esas cosas en su cuerpo, odio que esté lastimada, odio que le pongan un dedo encima para hacerle daño. Es mi hermana menor y tengo la necesidad de cuidarla, aunque sea algo mínimo, pero esto, obviamente, no lo es.

- Lo siento, Mike... -se disculpó mi hermana- No quise que eso pasara y tampoco quería preocuparte... -oh, eso lo sé, linda.
- Está bien... pero deberías ir a tu habitación, dúchate y luego descansa en tu cama o duerme un poco. Hazme caso, ¿sí? -le pedí, no quería que discutiéramos.
- Bien -se acercó a mí, acarició mi cara y me abrazó. Al menos me entendía... Ella sabe todo muy bien de como me siento.

Narras tú
Odio cuando Mike se pone así, pero no podía hacer nada. Me sentía mal porque por mi culpa él se sentía de esa manera...  Pero yo no pedí que pusieran a Olivia conmigo en la jodida pelea de hisopos... Ahora veo que esa maldita clase hoy ya me ha traído bastantes problemas. Todo es un asco, quiero irme a donde mierda sea y no volver a este lugar.

Al ya estar en mi habitación tomé una toalla y me metí a mi baño para ducharme. Debo admitir que mientras estaba en el agua me relajé bastante, se me fue mucho peso de encima... Me sentía más despejada por así decirlo. Me sirvió mucho. Al terminar, me puse esto:

Sí, esos son los únicos elementos de belleza que yo uso: rimel, delineador de ojos líquido en donde están las pestañas de arriba y un poco de labial rosado suave... Encuentro que no es necesario que una chica ocupe kilos y kilos de maquillaje, con tan solo estas cosas yo me siento bien. Eso es bueno, ¿cierto? Me siento conforme.

Bueno, luego me sequé el cabello con el secador, pues no tenía ganas de dejarlo húmedo. Al ya terminar de hacer todas esas cosas, me tiré a la cama y me quedé mirando el techo... Pensaba en Cameron, pero por alguna razón, también pensaba en Justin... ese chico sin duda estaba haciendo que algo creciera en mí... ¿Por qué tiene que ser así? Por más que me repita: "__(tu nombre), recuerda, él te lastimó" no logro hacer que la chispita que tengo dentro se apague.

Mientras pasaban los minutos los ojos se me iban cansando... Se me cerraban por momentos, pero me esforzaba por mantenerlos abiertos, o al menos eso creía.



UNAS TRES HORAS DESPUÉS...

De a poco abría los ojos, me di cuenta de que estaba en la misma posición en la que me había dormido, osea, de espaldas mirando el techo. Giré mi cabeza hacia un lado y había un chico mirándome. Sí, el chico de ojos miel estaba sentado en mi cama, cerca de donde yo dormía... Al darse cuenta de que yo lo miraba, me sonrió, y por alguna razón correspondí la sonrisa. Me sentía bien, despejada sin duda... Era raro, pues me baño todos los días y luego duermo, pero esta vez causó algo diferente. Aunque me dolía un poco la cabeza, pero me sentía bien.

- Hola... -me saludó sonriendo delicadamente.
- Hola... -saludé la misma forma. Solté un suspiro, como ya dije, me sentía bien.
- ¿Cómo te encuentras? -me preguntó cambiando su mirada a una de preocupación- ¿te duele algo?

- Mejor... Y no mucho...
- Ah... -dijo no muy convencido. Nos quedamos en silencio- Mike ha ido a no sé donde, así que me pidió que me quedara aquí hasta que regrese.
- Está bien.

Dije para luego pararme de la cama y comenzar a caminar hacia la puerta. Bajé las escaleras, fui hacia los sofás de la sala de estar y me senté en el sofá grande para tres personas. Hinqué las rodillas y las rodeé con mis brazos afirmándolas, para luego bajar mi cabeza y cerrar los ojos. Sentía a Justin bajando las escaleras...

- ¿Te encuentras bien? -me preguntó al ya estar abajo.
- Sí -respondí sin mirarlo.
- Joder, ¿estás segura? -lo miré y caminó rápidamente hacia mí, sentándose a mi lado.
- Sí, segura... -le dije- ¡enserio! Solo me duele un poco la cabeza...
- ¿Y si te doy una pastilla? -propuso- Mike me dijo que habían en la cocina...
- No me gustan las pastillas -le dije yo y negué con la cabeza.
- ¿No te gustan?
- No... Y por esa razón no las tomo nunca -hice una sonrisa torcida- Además, no es para tanto. Solo es un dolor de cabeza, Justin. A cualquiera le puede dar...
- Sí, pero no cualquiera tiene moretones de ese tamaño... -me dijo haciendo que lo mirara con los ojos bien abiertos.
- ¿Quién te dijo eso? -le pregunté.
- ¿Que importa? Da igual quien me lo haya dicho. Me preocupo por ti, eso sí importa. Ahora da igual lo que pienses -sinceró.
- Oh, pues a mi sí me importa -le dije yo- ¿Sabes? Mejor encenderé la televisión -dije para no comenzar una discusión más grande.

Un poco molesta caminé hacia ella. Apreté el botón de encendido y estaba en el canal HBO en donde daban la película "Una esposa de mentiras", donde aparece Adam Sandler como protagonista. ¡Amaba esa película! Lástima que el mal momento con Justin no me dejaba verla con tanta felicidad. Me quedé ahí parada viéndola sin siquiera mirarlo. Me molesto fácilmente, soy así, ¿y qué?

Narra Justin
Al parecer __(tu nombre) se había molestado... Sé que soy un idiota y que no cuido mis palabras pero es que me encanta cuando ella se enoja. Sus expresiones, la forma en que se pone hace que me de algo bien satisfactorio por dentro. La mayoría de las veces me fascina que se enoje y que me diga lo mucho que me odia o que no me soporta, es algo muy sexy de ella. Aunque admito que de repente me hacen mierda y me enojan sus palabras pero también tienen su lado bueno... Dios, es tan perfecta.


Y ahora ella estaba ahí parada frente a la televisión dándome la espalda, ignorándome, creyendo que yo estaba molesto y que no quería que me ignorara, pero lo que ella no sabía era que yo estaba disfrutando de una perfecta vista desde ese sofá. Esa ropa que traía puesta hacía resaltar perfectamente sus curvas, todo su hermoso cuerpo... La amo a más no poder, por dentro y por fuera, ella me vuelve loco de todas las maneras, pero no puedo evitar ser pervertido con ella. Es simplemente imposible. Lo único malo era que una planta que estaba en la mesita me tapaba un poco...

- __(tu nombre)... ¿podrías hacerte un poco más al lado? -le pregunté sonriendo divertido, aunque ella no podía verme.
- Oh, sí, claro -se corrió sin siquiera voltearse.
- Gracias -agradecí y seguí admirándola.

Pero bueno, aparte de eso seguía preocupado por cómo eran sus moretones. No me gustaba la idea de que ella estuviera lastimada, dañada o cualquier cosa mala. Todo es culpa de Olivia que se comportó como una maldita con ella, aunque después de todo quedó mucho peor. Pero ahora que lo pienso... ¡todo esto es mi culpa! Sí, yo soy el culpable del odio que Olivia le tiene a __(tu nombre), de no ser por mí ella ahora estaría sin ningún rasguño y eso me hace mierda... Maldita sea.

Narras tú
Seguía mirando la película. Era como si estuviera completamente sola en la casa ya que no escuchaba ni un solo ruido de parte de Justin. Pero me sobresalté cuando unas manos se posaron en mi cintura. Me había tomado por sorpresa, ya que como dije, no había hecho ni el más mínimo ruido.

- ¿__(tu nombre)?
- ¿Justin? -hablé de la misma forma sin salir de mi postura.
- ¿Me dejarías... -hizo una pausa- ver cómo te ha quedado?

Dios... no sé... me daba verguenza en realidad... Es que es diferente con las chicas, pero, ¿con Justin? No es nada personal, es solo que él me pone nerviosa. Puede que no lo haga notar pero me pone bastante... así.

- No lo sé -dije no muy segura. Él suele ser un pervertido.
- Por favor -me pidió- Quiero saber como te ha quedado... No me portaré como un idiota, lo prometo, ¿si?
- Claro, tú eres bien mentiroso -solté unas risas. Aún ni siquiera nos estábamos mirando.
- Para que veas que no miento te diré algo- hizo una pausa- Mientras estaba sentado en el sofá y tú aquí... bueno, estaba disfrutando mientras miraba tu figura...
- ¿Qué? -joder es un cretino.
- ¿No que dijiste que creías que era un mentiroso? Ahí está la prueba de que no lo soy... Y te lo iba a decir de todas maneras, pero por favor, muéstrame...

Me quedé callada ante sus palabras. Lo único que luego hice fue llevar mis manos hasta mi polera, tomarla y comenzar a subirla poco a poco. Justin miraba con atención, pero en el momento de ver la parte morada su mirada ya no era una de atención, si no que era de tristeza...

- No me tengas pena -le dije firmemente y llevó su mirada hacia mis ojos- A mi me da igual que yo tenga esto, pero todos hoy me están tratando como si fuera una niñita y estuviera llorando por todo y no me gusta -dije algo molesta- Es bien horrible que te tomen de esa manera y que te miren... así, como lo estás haciendo tú. Me hacen sentir mal... Y eres el primero a quien se lo he dicho...

Lo que esperaba era que me dijera algo, pero no lo hizo, ¿qué iba a hacer? Se hincó de rodillas en el piso, y comenzó a llevar su mano cerca de mi hematoma y lo miraba... Puso su mano en la zona dañada y daba leves caricias. Lo acariciaba y obviamente eso no haría que desapareciera por arte de mágica, pero me encantaba sentir que su piel tocaba la mía... Y con eso ya estaba comenzando a ponerme nerviosa... Se sentía algo lindo... Me encantaba...

- ¿Te duele mientras lo toco? -preguntó para dirigirme una mirada con dulzura- Sé sincera.
- Ah... No... -sinceré como me lo pidió. Estaba un poco tímida en realidad.
- Tienes bien mal en esa zona...
- No, está bien, sanará y no es para morirse -insistí- Por favor basta con eso, enserio me hacen sentir como un jodida inútil que no sabe defenderse, ¡sí me defendí! Lo que sucedió es que la puta de tu novia me pilló desprevenida porque yo me encontraba pensando en...
- ¡Entiendo, __(tu nombre)! -chilló haciéndome callar, pero no lo hizo de mala forma, si no, pacífico- ¿Crees que no sé que de darte cuenta ella habría quedado toda quebrada en el piso? Tuvo suerte, pero aún así no me gusta que te sientas mal y sé que a ninguno de los chicos les gusta tampoco... -me quedé pensando un momento en lo que él dijo.
- Sí -reconocí- Los veía preocupados hace rato... Pero aún así no me gusta...
- Lo sé... -brotó una leve sonrisa de sus labios y siguió acariciando la zona- ¿Estás segura de que no te duele? -volvió a preguntar.
- Estoy segura...
- ¿De verdad? -aún se preocupaba mucho, se notaba por su forma de hablar.
- Sí, de verdad...

Quitó mi mando de ahí y lentamente se comenzó a parar... Al ya estar derecho se me quedó mirándome fijamente... Sus ojos, dios, eran hermosos. Es casi imposible decir lo que sentía al mirarlos detenidamente... ¿Será que enserio me estaba gustando Justin otra vez?
Se me acercó mucho... Puso una de sus manos en mi cintura y con la otra siguió tocando el hematoma, pero no miraba a eso si no, que me miraba a mi...

- ¿Segura? -me apretó más a él... era tanto que ya sentía su respiración... Miraba mis labios y debo admitir que no podía evitar mirar los de él...

Asentí... Las palabras no me salían. Lo juro por dios, me esforzaba por hacerlo pero ¡simplemente no! No sentía tal sensación desde hace ya varios meses...

- ¿Completamente segura? -volvió a preguntar cuando ya estaba casi sobre mis labios.
- Sí... -alcancé a contestar y de un momento a otro, me besó.

Dios... Ese beso era completamente único. Sentía los labios de Justin sobre los míos por primera vez en mucho tiempo... Succionaba mis labios y yo succionaba los de él... No podía evitarlo, los necesitaba y los quería sentir cada vez más y sé que a él le pasaba lo mismo... Ambos brazos de él rodearon mi cintura y me apegó mucho más a él de lo que ya estaba y yo levanté mis brazos y los até a su cuello para atraer su cabeza hacia la mía y no dejar que ese beso acabara. Mordía sus labios y eso a Justin le gustaba, pues cada vez que lo hacía su respiración se tornaba irregular y con sus dedos ejercía presión sobre mi... Su lengua recorría cada parte de mi boca, queriendo recordar cómo era que se sentía en aquellos tiempos en los que estábamos juntos...
Comenzó a avanzar así que yo tuve que retroceder, de no hacerlo nos caeríamos. Y mientras lo hacía, toqué en la esquina de la pared y él me acorraló ante ella. No dejaba de besarme apasionadamente, cada vez los besos eran más rápidos y más estremecedores, yo ya no podía escapar, él tenía el control desde que me puso en ese lugar, y para ser sincera, yo tampoco tenía las intenciones de hacerlo.
Sus manos llegaron abajo de la tela de mi polera y descontrolado tocaba toda mi espalda y sus manos llegaban casi a la mitad de mi trasero... De repente sus manos ya no acariciaban mi cuerpo, si no que con ellas tomó mis manos y las puso contra la pared, y adhirió todo su cuerpo al mio... Me sentía protegida, única... Estábamos llegando al momento en que queríamos algo más y pude notarlo al momento en que me habló.

- ¿Quieres ir a la habitación? -preguntó aún sobre mis labios sin bajar la intensidad de nuestros besos... Su voz estaba quebrada y con dificultad...
- Sólo llévame... -respondí, creo que yo ni siquiera estaba consciente de lo que estaba diciendo, pero de lo que sí estaba segura era de que, en el momento, lo deseaba tanto como él...


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

I'm so so so so so so sorry! Lo lamento por no hacer subido antes, pero espero que les haya gustado el capítulo. Trataré de subir el lunes o martes, ¿sí? Digo "trataré" porque creo que el lunes entregan las calificaciones en la escuela y mi mamá quizás me mate. Bueno, ¡las amo! Bienvenidas a las nuevas lectoras :3  Y espero que les haya gustado el capítulo, yo creo que me merezco muchos regalitos y esos regalitos pueden dármelos comentando haha. ¡Adios! Besos! Comentar y votar.
Pasar a este blog y ver qué les parece, está muy bueno: Novelas de ___(tn) y Justin