26 de enero de 2014

Capítulo 29 -Por un capricho.

                                                        

Esa noche dormí increíblemente, de la mejor forma que alguna vez esperé. Me sentía en paz, feliz, cómoda, de todo. No dormía sola, dormía con Justin, con mi chico del baño… Con mi novio. Sí, mi novio. Había esperado este momento desde hace ya tiempo, y no creí que pasaría lo que pasó justo anoche. Sigo siendo virgen, por si lo preguntan. 

Desperté y no encontré a Justin a mi lado. No me preocupé, ni nada. Sabía que estaba en la casa, pues sentía el sonido del aceite caliente sobre el sartén, además de que había un olor muy peculiar esparcido por toda la casa, o al menos en la habitación. De seguro estaba haciendo el desayuno. Sonreí como una boba.


- Buenos días, zebra –me saludó mi novio luego de haber bajado las escaleras y caminado a la cocina. 

- Buenos días –correspondí riendo- ¿Zebra?


Me acerqué a su lado y le abracé por detrás, sobre su torso. Deposité un beso en su espalda desnuda, oliendo su cuerpo. Era embriagante. 


- Sí, zebra. Una hermosa, por cierto –soltó risas, una melodía para mis oídos.

- Una zebra se confunde con las otras, el león no suele distinguirlas –comenté de repente, sin soltar su agarre.

- Tú no te confundes, eres una especial. Eres una zebra color verde agua, ¿no has visto bien tu pijama? 


Apagó el fuego de la cocina. Tomó mis manos y las apartó de él, para luego girarse y quedarme viendo. Me abrazó por la cintura y yo apoyé mis manos en su pecho. Ambos sonreíamos de oreja a oreja.


- ¿Así como Marti? –de un momento a otro salió el tema de Madagascar.

- Sí. Marti es una zebra increíble y creía que se confundía con las demás. Pero para Alex eso no era verdad, y logró reconocerlo entre cientos de ellas. Él no era blanco con rayas negras, era negro con rayas blancas. Tú no eres ninguna de ellas, si no que eres verde agua, ¿ves? Tú sí que eres una especial –inclinó su cabeza hacia abajo, para luego darme un suave beso en los labios.

- Pues tú eres el rey Julien. 

- ¿Rey Julien? –alzó las cejas- Debo decir que me siento alabado, dado que es el rey. Pero es un idiota. ¿Por qué no movemos el bote? Como la canción, digo. Pero si quieres movemos las caderas, o yo muevo la mía sobre la tuya.


Me guiñó un ojo y tenía una sonrisa completamente descarada en él. Me eché a reír de los nervios. Sentí que mi cara se acaloraba. Lo único que pude hacer fue darle con mi puño en el hombro, acto que no logró moverlo siquiera.


- Por poco me rompes un hueso –exageró- ¿Por qué te sonrojas? Pasará tarde o temprano, ya verás. Te desvirgaré.

- ¡Yo no sabía que tenías este lado tan patán! –le dije tratando de calmarme, pero riendo a carcajadas.

- Yo tampoco lo sabía, me has cambiado –se me acercó y mordió levemente mi mejilla, para luego mirarme a los ojos- Jamás te lo perdonaré. 

- Lo que digas. Yo voy a perder mi virginidad mínimo a los veinte años –le conté, amenazándole con un dedo sobre su naríz- Lo tengo ya decidido.

- Menos cuatro.

- ¿A qué te refieres? –le miré confundida, quitando mi mano.

- Me refiero a que no pasarás de los dieciséis siendo virgen, querida __.


Admitiré que en ese momento, yo estaba dudando de mis capacidades. Digo, sé que he dicho que llegaría virgen a los veinte, pero lo decía en mayor parte jugando. Siento que no aguantaré hasta esa edad, menos teniendo un novio tan atractivo, al que amo a más no poder. Detestaba que tuviera ese poner sobre mí, ¡encima él está tan seguro de que la perderé pronto!


- Yo pienso que eres estás tratando de decirme, indirectamente, que no serías capaz de esperar hasta los veinte años –le eché en cara, queriendo divertirme. Alcé una ceja, queriendo parecer segura de mi misma.

- ¿Estás retándome? –preguntó desafiante.

- No lo sé, tú dime. No serías capaz de aguantar. Estás lo suficientemente alborotado como para lograrlo –le saqué la lengua, burlándome.

- Eso no es verdad, yo si puedo controlarme –se hizo en ofendido.

- ¿Con que sí? Pruébalo.


No vayan a pensar que quería que esperara. Solo quería saber cual era su límite, quería molestarlo de por vida cuando ya no lo lograra, ¡estaba ansiosa! Trataba de no reírme, cosa que hasta el momento, me estaba funcionando.


- ¡Bien, lo haré! –exclamó sin problemas- ¿y sabes por qué? Porque tengo fuerza de voluntad.


Nos quedamos en completo silencio. Tenía una cara tan chistosa, tan segura pero a la vez insegura y con el ceño fruncido, que no pude aguantar las carcajadas. Exploté en risas. No había podido contenerlas, pero me daba igual. 


- ¿Qué es lo gracioso? –sonrió de lado. Pasó una de sus manos por su cabello, dejándolo algo alborotado, para luego volver a ponerla en mi cintura.

- Tú no tienes fuerza de voluntad, Justin –le dije sin más.

- ¿Ah no?

- No –insistí.

- Te diré que, estoy entre las fervorosas ganas de mandar a la mierda la fuerza de voluntad, pero por otra quiero ganar. Es muy difícil elegir.


Tomé su mentón entre mis dedos con suavidad, para acariciarlo con mi dedo índice. No lo pensé y me dirigí hacia él para besarlo por un par de segundos, podía hacerlo todo lo que quisiera ahora. Sonreí, feliz. Cada vez descubría más lugares de él que me gustaban más y más. Amaba ser yo la persona que lo hacía.


Lo que desayunamos fueron huevos fritos con un poco de tomate al lado, además de pan y té. Estaba muy rico. Me sentía extraña, ya que Justin me preparaba todo y quizás pensaría que lo tenía como esclavo. Afortunadamente, sin necesidad de preguntarle, me dijo que me atendería en todo y que no quería que yo estuviera trabajando en algo durante mi estadía en su casa.


- Justin.


Le hablé mientras estaba sentada en su regazo y él en el sofá. Le acariciaba el cabello, dándole masajes en el cuero cabelludo. Estábamos haciendo nada más que eso, ni siquiera teníamos la televisión encendida. Nada más pasábamos un rato a solas, sin ningún tipo de interrupción. 


- ¿Qué pasa, __? –me miró a los ojos, sin borrar esa sonrisa hermosa que tiene.

- Estuve pensando… -hice una pausa y me aclaré la garganta- ¿qué haremos cuando mi  padre llegue?


La pregunta pareció tomarle por sorpresa. Quizás a él se le había olvidado, o no lo vio como un problema antes. Él jamás había conocido al hombre que me crió toda la vida, pues supe de su existencia en la cena de la boda solo por casualidad. 


- ¿Cómo es tu padre cuando se trata de “brutos cazadores” que quieren con su, hasta el momento, única hija? –bajé la mirada, él lo notó.

- Pues… -dije con un tono de inocencia, saliendo de encima, arrastrándome por el sofá hasta quedar sentada en una esquina.

- ¿Tan mal es? 

- Sucede que, él no aprueba que yo tenga novio hasta que termine mis estudios.

- ¿Por qué tan así? –preguntó boquiabierto.

- La educación es primero, los hombres y besuqueos pueden esperar. Al menos eso es lo que él dice –le conté rodando los ojos- De otra forma podría causar un inesperado e indeseado embarazo adolescente.

- Pero ya tienes dieciséis, tienes edad para novios.

- Lo sé, pero él no lo aprueba. No quiere darme libertad ni cuando se la pido.

- Joder, esto está mal –pasó sus manos por la cabeza, en señal de desagrado. Bufó- ¿también tiene problemas con la diferencia de edad?

- Eso la verdad no lo sé… Solo nos llevamos por tres años, no creo que…

- Sí, __. Tres años –interrumpió mis palabras y me miró seriamente- Esos tres años, para él, será como si un idiota ya maduro, quisiera violar y hacerle daño a su bebé. Seré como tu asesino. Soy ya adulto, mientras que tú aún eres una adolescente. Nuestra diferencia de estatura hará que piense aún más que puedo aprovecharme de ti.

- No sabía que para ti mi estatura fuera un problema –comencé a sentirme mal.


Yo era bastante baja, bueno, hay chicas más bajas que yo, pero para tener dieciséis años no era bastante grande. En la escuela siempre solían burlarse de mí, diciéndome que era pulgarcito, y cosas así. No lo hacían por ser malos, a mí me causaba gracia y eran mis amigos, pero por primera vez esto me está acomplejando.


- Amor, para mí no es un problema –se acercó rápidamente a mí y tomó mi cara entre sus manos- Para mí jamás será un problema tu estatura, eso te hace ser jodidamente irresistible, me atrae como la mierda, además de que estás bastante guapa. Me encanta todo de ti, pero tu padre no pensará en lo mucho que te amo ni menos en lo que me fascina tu cuerpo. Lo único que verá es lo que ya he dicho, solo cosas malas –se hizo hacia delante y me besó- Solo debo pensar en lo que puedo hacer para que él me acepte y cuál sería la mejor forma en la que me conozca. No quiero alejarme de ti por nada del mundo, y tu padre no será la excepción. Jamás he hecho esto, yo… no sé como actuar.


Ante las últimas palabras que él decía, Justin parecía estar nervioso y apenado, sus ojos lo reflejaban. Me sentía mal por él, todo era mi culpa. Papá jamás aceptará que yo quiero tener novio y he metido a Justin en este lío. Sé que él no está preparado para esto, lo sé de sobras. Y yo tampoco quiero alejarme de él. 


- No te preocupes, tontito –le acaricié la mejilla, tratando de lograr que se sintiera un poco mejor- Ya veremos que hacer. 

- No quiero que te aleje de mí.

- Yo tampoco, y no quiero pensar en qué pasaría si lo hace –me entraban ganas de llorar- Tal vez, solo tal vez, deberíamos mantenerlo en secreto por unos días o semanas cuando llegue. Podría presentarte como un amigo, no lo sé. Puede ser que si lo hacemos de esa forma, comience a apreciarte y luego cuando le diga que de un momento a otro decidimos ser novios, no le parecerá un error.

- ¿Enserio quieres eso? ¿que finjamos que no estamos juntos ni que nos amamos?

- No lo quiero, créeme –sinceré- Pero papá me asusta, y prefiero prevenir lo malo.


Luego de un rato más de intercambios de palabras e ideas sobre nuestra relación, decidimos dejarlo de esa manera. Fingiríamos no ser algo más que amigos. Él iría a casa solo como un invitado más con el que tengo buena amistad y conocería a mi padre. Se adentraría en su vida, ganaría confianza y trataría de agradarle, pero le dejé en claro que no quería que dejara de ser él mismo. Quería que ese plan funcionara, quería lograrlo. Mi chico del baño era lo suficientemente importante par a mí y no quería que nadie me lo arrancara de las manos.

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Espero que el capítulo les haya gustado. Lamento si quedó mal, o si está poco interesante, pero no he podido escribir algo mejor. Pero me esforcé, mucho. ¿Qué tal han estado? Los comentarios del capítulo anterior han sido hermosos, así que ahora toca que los dejen en este. Lamento esto de la dedicación de capítulos, pero es que a veces lo olvido y me enredo. Pondré una publicación en el grupo de lectoras y tendrán que poner si quieren una dedicación y ahora sí, lo haré por orden de comentarios en que lo pidan, ¿vale? Las amo, un beso a todas. Unirse al grupo en Facebook: https://www.facebook.com/groups/249293821904711/  Y cuídense un montón, ¡adiós!



9 comentarios:

  1. Amigos Really? Son aminovios ? O que? Asdfg solo debes de seguirla para que tus fieles lectoras <3 Esten felihs asdf Ahora me da miedo el padre de rayita :3 asdff Siguelaaa

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  2. Estuvo muy bien tu capitulo, si necesitas tiempo, tómalo, relájate, te quiero mucho y lo sabes y solo quiero lo mejor para ti. Una semana de paz es lo que necesitas. Justin es sakldjaljdidjf divino y quiere que las cosas funcionen, me encanta este personaje, y rayita tiene muchos problemas con su padre. Y eso apesta. Pobre de rayis.

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  3. ME ENCANTO THIARE! DE VERDAD! Lo ame :') SÍGUELA!! Te adoro! Quiero un novio así de sexy ;)

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  4. Awww.
    Este cap estuvo tan lindo de verdad me gusto muchoo.
    Te amo demasiado tishuu, lo sabias? Bien si no lo sabias ya lo sabes.. Besoss.

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  5. Que genial!!!!! Estuvo genial, me encanto(': gracias por seguirla Thiare :'33. te Amodoro (: gracias, siguela pronto!! Tomate el tiempo que quieras, besos muah muah :* :*

    Atte:jαιεα

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  6. Simplemente la amo <3 muero por saber qué pasará saludos desde méxico :3

    PD:sonríe vale la pena ser feliz *oooo*

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  7. SUUUUBBEEEE YYAAAAAA!! MEE MUERRO DE LAAA INTRIIGGAAA!

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  8. El capitulo anterior mori por lo hot, en este muero de ternura, yo lo estaba leyendo con suspiros y "aaww", mi madre me vio, su cara fue epica, *ok me fui del tema* la cosa es que tienes que escribir sin presiones, relájate y deja que las ideas salgan por si solas.

    Bueno eso *soy nueva en esto de comentar seguido* Bye Bye, muchos Kisses y abrazotes apachurrables

    Cuídate XOXO. muchos kisses desde Chile

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