23 de mayo de 2015

Capítulo treinta y dos - Fresa con Chocolate.



Fabiola sujeta mi brazo y me cuenta con todo su entusiasmo lo bien que la pasó nadando con Drew la tarde de ayer. La escucho enternecida, no sólo porque me parece muy dulce que Drew la esté tratando como ella realmente se merece, sino que además ambos se llevan de una manera demasiado buena, que incluso llega a ser impresionante.

- Entonces, Drew me abrazó por la cintura, me acercó a él, comenzó a besar mi cuello, mi boca y yo sentí que...
- Ya, detente -alzo una mano, fingiendo una mueca de asco mientras río- No quiero saber cómo se sentía la lengua de mi hermano en tu boca.
- ¡Cristal, no es eso! -chilla- Me refiero a lo que sentí en mi interior. Tienes un hermano increíble. Si lo intentan, podrían llevarse bien.
- Sí, bueno -ruedo los ojos- ¡Dímelo cuando te tire caca de perro sólo para que sus amigos rían! ¡Agh, un horror!
- Uf, mujer, tienes que superarlo.
- Suenas como mamá -la miro mal- Como sea, fue humillante.

La verdad es que lo superé, ¡Pero eso no quiere decir que ya no me acuerde! La humillación pública que pasé en esa ocasión se volvió un trauma. Aún puedo sentir las risas escalofriantes cual macaco saliendo de las bocas de esos idiotas buenos para nada, junto con las vibras negativas que transmitían.

- ¿Qué harás hoy? -me pregunta, cambiando de tema- Ya salimos de clase, el resto de la tarde la tenemos libre.
- Oh, sobre eso, la verdad es que tengo que ayudar a mamá a hacer unos preparativos. Parte de mi familia vendrá a casa, al parecer. Se quedarán hasta la noche.
- Estarás ocupada, entonces. Una lástima, mientras que yo estaré recostada en mi cama, comiendo algo rico, leyendo un libro o viendo vídeos relajada como nunca -intenta burlarse.
- Que risa, muy graciosa, no puedo dejar de reír -digo con sarcasmo- Tienes un interior cruel.
- Sí, siéntete orgullosa de conocerlo -alza las cejas. Suelto unas carcajadas.
- Créeme, lo estoy.

Llegamos a la parada y veo mi autobús correspondiente. Le aviso a Fabiola que ahí viene, así que me despido de ella con un beso en la mejilla, asegurando que hablaremos luego. Me subo al transporte, pago mi pasaje y me voy a los últimos asientos, que para mi fortuna permanecen vacíos, casi todos.

Nada más al sentarme, abro mi mochila y saco mi celular junto con mis audífonos. Los conecto y en unos segundos estoy escuchando canciones. Lo malo, es que he puesto una triste por elección. Es algo muy difícil de explicar: cuando estoy con personas a mi alrededor es como si no ocurriese nada malo, pero tan pronto como vuelvo a estar sola todo lo que pude hacer para sentirme mejor desaparece y no queda nada más que tristeza con melancolía. Y yo no soporto este último.

Los usuales treinta minutos de viaje llegan a su fin, por lo que me bajo y camino hasta mi casa. Entro, haciendo que lo primero que vea sea a mi familia sentada en la mesa, listos para almorzar. Lanzo mi mochila al sofá y los saludo uno por uno con un beso en la mejilla. Sólo entonces, me siento en mi respectivo lugar. Tomo el tenedor y me dispongo a comer fideos con carne.

- ¿Cómo te fue hoy? -me pregunta mamá, con una sonrisa.
- Bien -ahora sonrío yo, pero miento a medias- Me la he pasado genial.
- ¡Que bueno! ¿Qué nota te sacaste en el examen del otro día? -vuelve a preguntar.
- No me lo han dicho aún.
- Oh, no importa. De todos modos me enteraré cuando haya reunión.
- ¿Te dijo tu hermano ayer por la noche quiénes iban a venir? -ahora me habla papá.
- Sí, antes de dormir me lo dijo.
- ¿Por qué le preguntas si le dije o no? -interviene Drew- Te aseguré que lo haría. ¿No confías en mí?
- Hijo, no es eso -niega- Solamente que eres un poco olvidadizo y retraído.
- Ya, ¿Y piensas que eso es mejor? -Drew frunce el ceño.
- No es para tanto -le dice mamá, mirándolo con desaprobación- La cosa es, que cada uno de ustedes va a ayudarme a hacer los preparativos para lo que resta de las horas del día. Quiero que haya comida suficiente para que sea una buena junta familiar.
- ¡Mamá, yo no puedo! -exclama Alejandro, sobresaltándome. Incluso había olvidado que estaba aquí- ¡Tengo que ver una película que darán en la televisión!
- Tú no, niño. No sabes cocinar ni hacer el aseo siquiera -mamá rueda los ojos- Pero Cristal y Drew pueden ayudarme. Por otro lado, tu padre no puede integrarse a ustedes porque va a salir.
- Mamá, yo tengo cosas que hacer -la voz de Drew vuelve a hacerse escuchar- Soy un hombre ocupado. Tengo vida social.
- No me interesa, te vas a quedar acá y harás lo que yo te pida porque vives bajo nuestro techo, porque quiero y porque puedo obligarte.
- ¡No es justo! -grita- Papá, ¿Cómo le permites que me haga esto?

Papá no le responde, se limita a encogerse de hombros y a reír. Drew bufa y se apoya contra el respaldo de la silla, intentando mantener la calma. Me esfuerzo para no reír, porque realmente la escena me parece muy cómica. Yo no digo nada ya que no me molesta ayudar. Siempre me ha gustado que venga a casa parte de la familia. Todos nos llevamos muy bien desde que tengo memoria.

- ¿A qué hora van a irse? -decido preguntar. Cuando mamá está por responderme, es interrumpida.
- ¿Aún ni llegan y ya te quieres deshacer de ellos? -cuestiona Drew- Linda sobrina que eres.
- No es por eso, idiota. Sólo estaba preguntando -lo fulmino con la mirada.
- No lo sé, pero supongo que será después de media noche, como suele ser -me aclara mamá, logrando que no sigamos discutiendo- Tu padre y tu tío Dino harán un asado para que todos lo disfrutemos.
- Yo también quiero ayudar en eso -o es mi idea o Drew está metiéndose en todo el día de hoy. Parece demasiado hablador.
- Está bien -acepta mamá- Mientras más manos, mejor.

Eso es lo último que se dice, y entonces nos quedamos pendientes de nuestra comida. Hablamos de vez en cuando, pero no tanto, porque está delicioso y nos dedicamos casi a sólo comer. Dicen que cuando se tiene mucha hambre y además está delicioso, nadie habla. ¡Yo pienso que es cierto! A menos que no hables solamente porque no tienes ganas. Es comprensible.

Casi media hora después, cada uno está satisfecho y yo estoy que reviento. Decido comenzar a levantarme, lista para subir a mi habitación y disfrutar un rato haciendo algo que me guste, como leer, quizás ver una película o hacer un poco de ejercicio. Lo que sea para no sentirme deprimida el resto de la tarde. No quisiera llorar o que alguien se de cuenta de que algo me sucede. Aún siento dolor dentro de mí, y no sé cuándo se irá.

- ¿A dónde crees que vas, señorita? -es mamá, pero no me deja responder y agrega:- Ni lo sueñes. Vamos a empezar de inmediato con los preparativos.
- ¡Mamá! -me quejo- ¿No puede ser mas tarde?
- Por supuesto que no. De ser así, no alcanzaríamos a estar listos antes de que lleguen.
- Y Alejandro -dice papá. Alejandro lo mira- Será mejor que te quites toda esa ropa apestosa porque no quiero que los invitados se espanten.
- Pero si yo estoy muy bien -él levanta su brazo y huele su axila, ¡Asco!- Es olor a hombre.
- ¡Tienes siete años! -me burlo de él, fingiendo tener ganas de vomitar.
- ¡Tengo doce! -me corrige- ¡Doce! ¿No puedes entender eso? ¿No sabes contar?
- Familia -exclama Drew, golpeando la mesa- Será mejor que discutamos este asunto con calma, la vida diaria debe contener amor y paz, así se vive bien, no podemos... -le doy una palmada en la cabeza haciéndolo callar. quitando toda su inspiración.
- Anda a predicar a otro lado, tonto -sugiero- Nadie te pesca. No te sale lo de hacerte el bueno, falso.
- Eso es cierto -papá me apoya. Drew lo fulmina con la mirada.

Mamá se va hacia la cocina y yo la sigo. Me obliga a preparar guacamole. Pensé que me haría hacer algo más difícil, pero me encanta lo que me ha tocado. Drew se acerca a mí y comienza a reír, ya que me toca picar el ajo y esas cosas que se requieren. Pero la sonrisa se le va cuando mamá le ordena picar cebolla.

- Odio hacer eso -se cruza de brazos- No pienso colaborar.
- ¿El niño va a llorar? -me burlo, rodando los ojos- Parece que no es tan gracioso burlarte de mí ahora.
- Y no es sólo eso, Cristal -dice mamá- Mira que, si no ayuda, estará castigado todo un mes.
- ¿Qué? -Drew, otra vez quejándose- ¿Qué te hace pensar que puedes castigarme?
- Soy tu madre, tengo derecho.
- Sí, pero soy adulto, yo sé lo que hago o no.
- Vuelve a decir eso y estarás castigado por una semana más. Tendrás edad de adulto pero haces drama por todo, hasta por picar una bendita cebolla, hijo.
- Porque me hacen llorar, los ojos arden.
- ¡Já! ¡Lo admitiste! -grito en señal de victoria, apuntándolo con un cuchillo- Llorón.
- A ti también te pasa. Cuando mamá prepara encebollado, siempre acabas llorando y saliendo al patio para que se te vaya el lagrimeo -me recuerda sonriendo con la maldad. Yo frunzo el ceño.
- Te odio.

Finalmente, mamá pone a Drew a preparar pebre. También necesita cebolla, pero mamá le dice que se encargue de todos los demás ingredientes y que ella hará el resto. Los minutos pasan y todo va muy bien. Ambos estamos solos en la cocina. Yo soy buena cocinando, lo suficiente, pero cuando veo a Drew picando ajo me llega a dar una pena enorme.

- Se supone que debes picarlo en pequeños trocitos, idiota -miro con desagrado su tarea- Hasta un pavo se atragantaría con aquel enorme pedazo. Es tan grande como una roca.
- Exageras -rueda los ojos- Lo estoy haciendo muy bien, sólo mira lo que hago -intenta picar con rapidez tal y como lo hacen en los canales televisivos de chefs profesionales, pero el muy ignorante se pasa a llevar un dedo con la cuchilla y suelta un grito- ¡Maldita sea!
- ¡No sirves para nada! -lo hago a un lado, pero una gota de sangre alcanza a caer en los enormes trozos que picó- ¡Que asco! Hay que tirarlo.
- ¿Para qué? -Drew lleva su dedo sangrante a su boca y succiona. Luego, toma una cuchara y comienza a revolver el ajo con sangre que se supone que debo llevar a la basura- Listo. Nadie se dará cuenta. Le da el toque.
- ¡Mugriento! ¡Vagabundo! -le doy un codazo en su duro abdomen, bastante enojada- ¡Mamá, mamá! -ella entra a la cocina, un poco asustada.
- ¿Qué sucede?
- Drew se cortó el dedo, sangre cayó en el ajo y lo ha revuelto para que lo sigamos utilizando. ¡Dile que está mal, que no tiene higiene! -le digo exasperada- Eso no se puede comer.
- No seas sucio, hijo -lo regaña- Mejor lava tus manos y vuelve a hacer lo que debes. Puedes continuar con el cilantro, y Cristal, encárgate de picar otros ajos, por favor.
- Bien -acepto- Será mejor que al menos esto te salga bien, inútil.
- Inútil -me imita, poniendo voz de niña.

Decido ignorarlo y voy a por los ajos que necesito. Drew no puede ser más asqueroso, no sé cómo Fabiola está con él. Bueno, sí sé, pero igual. Aunque si ella viera esto seguro no le da asco, sino risa. De ser una persona que sea muy especial para mí, seguramente no me daría tal sensación. Pero vamos, es Drew. Repito: ¡Es Drew!

+++

Son casi las siete de a tarde. Salgo de la cocina, lista. He acabado de preparar todo lo debía, y con placer me lanzo en el sofá boca arriba para descansar con los ojos cerrados. No hice mucho, pero me lo merezco porque hice un buen trabajo, todo ha quedado increíble. Lo hemos hecho todos juntos, claro, pero aún así.

De pronto, siento que algo se lanza sobre mí, quitando automáticamente todo el aire de mis pulmones. Abro los ojos y la furia entra en mí cuando noto quien es. Intento golpearlo, pero no puedo, porque mis brazos están atrapados gracias a su cuerpo.

- ¡Muerte al ogro! -grita lo que está sobre mí. Es Drew.
- ¡Quítate! -le ordeno- ¡Salvaje! ¿No notas que estaba descansando?
- Si yo no descanso tú tampoco -comienza a revolcarse sobre mí como si fuese un perro queriendo ensuciarse con tierra justo después de ser bañado- ¡Suplica piedad!
- ¡Drew, te he dicho que salgas! -los movimientos que hace y la cara de tonto que pone son suficientes para que me ponga a reír en contra de mi voluntad- ¡Basta, me estás haciendo reír! ¡Me aplastas!
- Ni que fuese una bola.
- ¡Pero los huesos pesan! Mamá siempre lo dice -intento quitarlo, pero vuelvo a fracasar.
- ¡Sí! -la voz de Alejandro se hace escuchar- ¡Una montaña de humanos! ¡Yo también quiero!

Alejandro comienza a correr en nuestra dirección como si estuviese viendo la cosa más magnífica en todo el planeta. Me entra el pánico y comienzo a gritar.

- ¡Alejandro, no! ¡Ya es suficiente con Drew! -intento detenerlo- ¡Tú también pesas mu...!

Es tarde, porque de pronto ya lo tengo sobre mí y es como si mis pulmones se reventaran. Si con Drew ya me costaba respirar, ahora siento que moriré asfixiada. Los dos enfermos del cráneo están encima y no puedo hacer nada al respecto.

Alejandro, cual mono, se pone de pie sobre la espalda de Drew y ésto a él le cansa un gran dolor, porque suelta un grito, haciendo un movimiento brusco y esto los hace caer a ambos al suelo. Drew cae mal, y golpea su cabeza contra la esquina de la mesita de centro. Comienzo a reír como una loca.

- Ah, Alejandro, cabro culiao, ten cuidado -se queja, poniendo una de sus manos en la cien. Tiene los ojos cerrados y frunce el ceño- ¡Joder, me duele!
- ¡Eso ha sido muy divertido! -Alejandro parece tener cero interés por ir a ver si Drew se encuentra bien- ¡Hay que repetirlo! ¡Fue genial! Pensé que eran unos aburridos, pero ya veo que no tanto.
- ¡Esto es precioso! -se oye gritar a mamá. Los tres miramos hacia donde se encuentra, parada con papá en la entrada de la cocina. Ni siquiera sabía que él había llegado, porque había salido a no sé dónde- ¡Están jugando juntos!
- Hay que tomar una foto -decide papá. Saca su celular de su bolsillo y comienza a teclear- Uh, cariño, ¿Cómo se toman fotos con esta cosa?
- Oh, cielo, no puedes. Tu celular es de la edad de piedra, no tiene cámara.
- Pero el tuyo tiene.
- Sí, el mío. Pero recuerda que te compré ese porque tú nunca aprenderías a usar uno con pantalla táctil como yo -expresa orgullosa.

Papá luce un poco ofendido. Golpes en la puerta comienzan a sonar. Mamá aplaude entusiasmada y papá se encoge de hombros. Nos pide que nos tranquilicemos. Abren la puerta y de inmediato comienzan a demostrar lo felices que están de tener a nuestros familiares en casa.

- ¡Llegaron! -grita mamá.
- ¡Hooolaaaa! -la tía ana, como siempre llena de vida, comienza a saludar con abrazos emotivos a cada uno de nosotros, no sin antes dar un abrazo a mamá y a papá- ¡Que grandes están! ¿Cómo les ha ido en el colegio? ¡Me han dicho que no muy bien! -da un abrazo a Drew, primero- ¿Es cierto que estás con novia?
- ¿Cómo se enteró? -le pregunta Drew.
- Niño, con Facebook todo se sabe.
- Pero no la tengo agregada.
- ¡Porque me bloqueaste! -la tía Ana le da un puñetazo en el hombro- Tu mamá me dijo.

Pasa sus abrazos a Alejandro, y le dice unas cuantas cosas que no escucho porque me distraigo sin tener intención de hacerlo, mirando un punto fijo. Reacciono cuando noto que avanza hacia mí, y correspondo su enorme abrazo con una sonrisa. Tía Ana no sólo es mi tía, sino que también es mi madrina.

- ¡Cristal, que hermosa estás! -me halaga en mi oído- Como siempre, cada vez más. Te he extrañado. Incluso te he traído un regalo -me suelta y extiende su mano hacia mí, con lo que parece algo cuadrado cubierto de un lindo papel- ¡Felicidades por la carrera que estás estudiando!
- Muchas gracias, tía -le doy un beso en su mejilla, completamente agradecida- Pero no es necesario que se haya molestado.
- ¡Niña, no digas eso! Tú sabes que me encanta hacer estas cosas.

Tía Ana recibe un empujón por parte de su madre, la tía Susana. Voy a aclarar ésto, tía Ana tiene como treinta y cinco años, en realidad es mi prima pero como es mucho más mayor que yo le digo tía desde que aprendí a hablar y se ha quedado así. Tía Susana, ella, sí es mi tía.

- ¡Ay, ésta zorra que está linda! -el vocabulario de ella siempre me ha hecho reír. Me abraza con fuerza- La Ana tiene razón, ¿Segura que no andas con un novio así como Drew? Porque no me extrañaría.
- Para nada -niego con la cabeza, riendo- Estoy soltera.
- ¡Pf! A mi tinca que no, eh. Algo me lo dice. Estás mintiendo, chica -se echa a reír, pero no dice nada más porque luego se va a abrazar a Alejandro. En eso, se acerca mi tío Dino.
- ¡Cristaaaaal! -sus brazos me rodean con entusiasmo- ¡Tan pequeña que sigues! Tú ya no creces, te has quedado así para siempre, estoy seguro -vaya esperanza que me da, pero no puedo evitar reír. Toma a papá por el brazo y lo acerca a nosotros- ¿Y la escopeta? ¿Dónde está? -le pregunta- Tienes que estar preparado, porque cualquier hombre seguro se le viene encima a tu hija.

Mi pecho es golpeado por mi corazón de manera inesperada fuertemente al oír esas palabras, porque lo primero que se me viene a la cabeza es Seth, juntos en su auto, esa noche en que nos besamos de manera frenética y, si no hubiésemos sido interrumpidos por Anita, quién sabe, quizás hubiese ido a más.

- Ni que lo digas, nada de escopeta, aquí lo que tengo es una sierra eléctrica, tipo como la de la película donde sale Jason. ¡Así la sangre vuela!

Ambos chocan las manos y se ponen a conversar como si no se hubiesen visto en toda la vida. Decido dejar de pensar en Seth. Y además, ¿Qué problema tiene la gente con pensar que siempre ando con novio? Casi la mayoría del tiempo, es lo primero que dicen. Es un poco divertido. Sin embargo, están locos.

Me acerco a donde está Drew con Alejandro, saludando a Vicente con Ariela, pero antes dejo mi regalo en la mesita de centro. Ellos dos son menores que nosotros. Vicente tiene quince y Ariela siete años. Los saludo a ambos con un beso en la mejilla y acaricio la mejilla de Ariela. Yo no es que me lleve muy bien con los niños, pero Ariela desde pequeña ha tenido un extraño afecto hacia mí. Cuando yo me hice un flequillo recto hace un par de años, ella lo quería como yo así que por su propia cuenta se cortó el cabello. A tía Ana casi le da un ataque al corazón cuando vio a su hija con el pelo todo destrozado. Incluso quería vestir como yo, y así. Me parece dulce, pero la chica es un demonio en ocasiones y por eso me aburre. ¡Sólo soy sincera!

- Como decía, los dinosaurios no se han extinguido. Están en algún lugar, quizás en el centro de la tierra. Es una teoría que he analizado con el tiempo, y te aseguro que un día demostraré que no me equivoco -asegura Alejandro.
- ¿La analizaste tú? -pregunta Vicente, riendo- Estás jodido de la cabeza. No existen.
- ¡Sí existen!
- Alejandro, esa no es tu teoría, porque sale en la película Viaje al centro de la tierra -le dice Drew- Estás relatando lo que sale allí.
- Hay un libro de eso también -les recuerdo, como si fuese lo más importante del mundo saberlo.
- ¿A quién le importa? -Drew se encoge de hombros- La película es mejor.
- Sin el libro no hubiese existido la película -contraataco.
- Cristal, te diré algo de ésta forma -me habla Vicente. Pone sus dos manos en mis hombros, y me mira como si estuviese a punto de decir algo doloroso- Piensa en  cuántos árboles han sido cortados, mutilados, destrozados para que tú tengas tus libros. Gracias a eso, todos nos estamos muriendo ahora mismo por lo del calentamiento global, la falta de oxígeno, etcétera. Tú fomentas a que la humanidad muera. Siéntete la bestia más cruel del planeta.

Por un segundo consigue que me sienta horrorizada. A mí me encanta la naturaleza, los árboles y animales, pero también me encantan los libros y es como que tengo que debatir a qué lado irme. Pero bueno, seguramente cuando llegue el fin del mundo yo ya estaré muerta, así que es mejor que disfrute los libros mientras pueda y así no será mi culpa en realidad. ¡Problema resuelto!

- Casi, casi te sale -lo apunto con el dedo, riendo- Pero no.
- ¡Demonios! -maldice, soltándome- Un día lo lograré.
- Lo dudo.
- ¡Cristal, cristal! -Ariela me llama con alegría, mirándome con un brillo en sus ojos- ¿Dónde están tus muñecas? Quiero jugar con ellas. Por favor, tienes que prestarlas.
- Yo no tengo muñecas -le digo, haciendo una mueca- Lo siento.
- ¡Sí tienes! -da un salto- La última vez que vine me las prestaste todas. ¡Yo me acuerdo!

Divago entre mis pensamientos, y me doy cuenta de que tiene razón. Cada vez que viene le presto todas mis Bratz. A mí me encantaban las Bratz, papá me compró varias cuando era una niña y para mí eran el mejor regalo que podría existir. Cada navidad pedía, cada cumpleaños, cada día del niño.

- Ya me acordé -sincero- Pero no tengo idea de dónde están.
- ¡Podemos buscarlas! -sugiere, sin quitar su emoción- Yo te ayudaré.
- No lo sé, Ariela. La verdad es que me da pereza y, tendría que revisar muchas bolsas.
- ¡Tenemos tiempo, estaremos aquí hasta la noche!

Me toma de la mano y me arrastra hacia las escaleras. No tengo ganas de ser pesada con ella, así que decido que me lleve. Ambas subimos cada peldaño, hasta que llegamos a mi habitación. Abre mi puerta con seguridad, y en un segundo nos encontramos dentro.

- ¿Dónde crees que estén? -pregunta, ilusionada. Ver la cara de fascinación y esperanza que tiene por jugar con mis muñecas, me hace ablandarme un poco. Suspiro, derrotada y decido sonreír.
- Seguramente están en la caja que está bajo mi cama -le digo, acercándome al lugar, mientras me hinco de rodillas en el piso- Bueno, en alguna de ellas.
- ¡Genial! -aplaude, y se hinca por el otro lado- Sacaré y revisaré contigo.
- Cuidado, pueden haber arañas -advierto.
- Oh, sí. No me gustan las arañas. Papá dice que pican fuerte, y que las de rincón son las más peligrosas.
- Sí, y te diré que en ésta casa las de rincón son una plaga, así que mantente al margen -ella abre los ojos como plato y me río por la cara de miedo que pone, pero no digo nada para tranquilizarla porque lo que he dicho es verdad.

Nos pasamos aproximadamente media hora revisando las cajas, porque al final no estaban en las que estaban debajo de la cama. Ariela parece un poco triste, y yo intento despejar mi mente para pensar en un posible lugar en donde éstas se encuentren. De pronto, me acuerdo de algo.

- ¡La habitación de Drew! -exclamo- Creo que están ahí.

Las dos corremos hasta donde he indicado. Salimos de mi habitación y abro la puerta de la habitación de Drew. Todo luce lo suficientemente ordenado, a excepción de que hay unas cuantas prendas en el suelo. Hago una mueca de asco cuando veo un bóxer de Drew. Iugh. Con mi pie lo corro hacia debajo de la cama. Pero recuerdo que la caja que he dejado con las muñecas está allí, así que me arrepiento al instante.

Con la punta de mis uñas, tomo el bóxer, como si tuviese veneno o algo tóxico lo suficientemente fuerte como para matarme. Lo lanzo lejos y por poco le llega a Ariela en la cara, menos mal la chica tiene reflejos rápidos y estaba atenta. Muevo una que otra zapatilla por debajo hasta que veo la caja. La saco a duras peñas. Es tamaño promedio, lo suficientemente grande como para que todas las muñecas con sus ropas pequeñas caigan. Cuando la abro, Ariela se pone muy feliz.

- ¡Las encontramos! -grita- Al fin podré jugar. ¿Las vamos a llevar abajo?
- Claro -acepto. Tomo la caja, ya que a ella le costaría ir con ella abajo. Salimos de la habitación y nos vamos hacia las escaleras.

Bajamos, y noto que todos están sentados en los sofás conversando muy animados, con sonrisas en sus caras. Pero mamá va hacia la puerta con decisión, fuera de lugar con los demás.

- ¡Nuestro otro invitado ha llegado! -exclama. Cuando la puerta es abierta, por poco no me desmayo cuando veo a Seth, de pie, tan arreglado como siempre, con una bolsa negra colgando de una de sus manos.


♥♥♥


¡Hola! ¡Tanto tiempo! ¿Cómo están? No sé por qué, pero me ha divertido mucho escribir éste capítulo. ¿No han notado algo diferente respecto a Cristal? ¿Pequeños detalles que han surgido, cambiado, y nuevos que ha desarrollado? Porque hay cositas mínimas que ella no hacía antes y, si no lo notan, es porque no están poniendo suficiente atención. ¡Muchas gracias por seguir leyendo la novela! Lamento mucho no subir capítulos como antes, cumpliendo como han dicho por ahí, pero es que se me hace complicado. Tiempo, pero inspiración más que nada. Espero que puedan comprender. La maratón sí la haré, pero no he dado una fecha, lindas. ¡Un beso, cuídense! Comenten cuál fue su parte favorita del capítulo. Y bueno, +8 comentarios para que suba el siguiente porque ya sé de lo que irá y comenzaré a escribirlo en un rato. ¡No se pierdan los siguientes porque, uf, hasta yo estoy emocionada! ¡Chao!



29 comentarios:

  1. Si no publicas te mato, tiene 2 capitulos que no aparecia el Justino y me muero porque se trague a besos a Cristal, si no subes pronto, elmo sabe donde vives, y elmo es mi amigo, sube pronto, porque es tedioso esperar, entiende que amo tu novela y por eso lo es, me dejas picadisima y es como qud "CAPITULO CAPITULO" soy como un neandertald con tus capitulos, los amo, si cristal esta mas alegre por el justino y como no la sigas tu estaras en el hospital mientras cristal le hace un hijo a justin... Estas avisada... Amo tu novela sube pronto
    Pd entiendo lo de la inspiracion y sobretodo lo del tiempo pero porfavor date un tiempo y sube capitulo porque morimos por ellos, estan hermosos, nos vemos ✌🏻️

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  2. me gusto mucho el capitulo muero por leer el otro...te e dicho que amo tu capítulos y novelas esta bien te lo dire...?...los AMO...me gusto todo...pero mas lo de las muñecas yo tambn las coleccionabas...pero mi prima me las echo a perder la mala esa jajaja en fin siguela sii tkm *-*

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  3. siguela, siguela, siguelaa !! ;) jaja me encanta n.n

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  4. Si no sigues esta novela me voy a morir de las ancias, síguela!! Muy muy pronto

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  5. siiiguuela por faavoorrrrrr!!!!!!!!

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  6. guasha guasha helou yo guant read your novela plis wachu churu me ok ya...no puedo ingles....agh me ha encantado!!!! encantadishima!!!! este cap...ame cuando hicieron la montaña de humanos jeje y con el celular del papá jaja mi mamá es asi....oh Thiare de mi heart siguela pronto oh..oh me suicidaré jum!!! nah tampoco pero me matará la intriga q es casi lo mismo...bueee q mas decirte...uhm..mmm...come mucho para. la inspiración (a mi me funciona, q lindo es comer, ya me dio hambre) ok ya me despido...mmm byes un abrazo via internet!!!! yei
    Att: Idaly

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  7. Holusss! Me ha encantado el cap,eres una genia de la escritura.Y sin duda la mejor parte para mi fue cuando Justin entró,fue como el remate perfecto,y además me dejó con muchísimas dudas con respecto al próximo cap!

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  8. En fin,estoy super ansiosa por leer más,porfa sube pronto,un besoo enorme!

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  9. Me encantooo, siguela lo mas pronto posible pls <3<3

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  10. Soy el comentario numero diez c: o sea el ultimo, igual que en el capitulo anterior. Aunque soy nueva lectora, no sabes cuanto amo tu novela. Oye, tienes instagram? Por que segui a una thiare_constanza (o algo asi) y pues, el nombre me sonaba y empeze a leer tus novelas de nuevo :3 Me llamo Natalia (por si no lo dije) & soy tu fan #1!!
    Ah, y mi parte favorita fue cuando empezaron a hacer comida, cuando Ariela y Cristal fueron por las muñecas, por que las bratz fueron parte de mi infancia y pues las sacaron del mercado por que eran una copia cabezona de My Scenne y las My Scenne de Barbie; oh y tambien me gusto la parte en la que Justin llega con una bolsa negra en sus manos 7u7.
    Ojala sigas escribiendo hoy. Recuerda, JAMAS DE LOS JAMASES se te ocurra dejar de escribir, por que si dejas de escribir, dejare de leer y si dejo de leer, MORIRE T-T.
    Byeee!*--*
    -Natalia

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  11. Ame el capitulo amo tu novela por favor siguela por que me quede con la intriga siguela!!!!!!!

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  12. siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa porfaaaaaaaaaaaaaaa

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  13. Siguela!!! Yo quiero saber q va ah pasar!!! Llego Justin!!

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  14. Me encanta tu novela, Tishu!! Escribes de forma muy familiar para mi y me encanta tu forma de expresarte, es como si me lo imaginase todo jajaja: ) siguela pronto!!

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  15. ¡Sube mañana por favor! Muero por leer el sig. Capítulo:(

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  16. Ya sube por dios! :(

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  17. Dijiste que sabías cómo iba a seguir,sube cap quiero leer la continuación,me desespera!

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  18. Dios que boba soy...publique el comentarios q dejare ahora en otro capitulo :s, bueno y este es mi comentario"Ya sube por favor!!!hemos esperado muchooooo!!! :/

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  19. Dios sube YA...te lo suplico >:(

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  20. Por el amos de dioooooos! Mis ojos piden a gritos leer el siguiente capitulo! Siguela, si? :)

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  21. 23/5/15 última subida,es mucho tiempo! :(

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  22. ¡¡No la canceles por favor, y sube !!!ya no doy mas tengo unas ganas de saber que pasara ... :/

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  23. SI te soy sincera antes sentía mucha emoción al leer tus capitulos, eh estado todos los días checando a ver si ya subiste y nada, llevas más de dos semanas ausentes y creeme que esto me hace sentir mal ,¿Por qué ya no puedes subir capitulos como antes? ¡vamos, sube capitulos como antes! Yo sé que puedes:(.

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  24. Amo esta novela!! Pork no la has seguido? Todo bien?

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  25. Por lo menos responde nuestras dudas >:(...disculpa pero es que estoy super ansiosa, y no puedo esperar más

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  26. pensaba q lo q decian algunas chicas q comentaban aqui (que tu no cumples) era mentira pero ahora se que es verdad tu no cumples tienes mucho tiempo libre y no puedes subir un capitulo es mas ahora q en chile estan de paro nacional no hay clases pero tu ni siquiera subes uno me da rabia porq siempre estas conectada face y por que siempre subes fotos a insta pero igual no subes ya se que esto no es una prioridad pero tu diste tu palabra y no estas cumpliendo.
    Chao 77
    Pd:Nunca comente iva a comentar alguna vez pero me daba cosita nunca espere que mi comentario sea para esribir esto
    Pd:PERDISTE A UNA FIEL LECTORA

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  27. Dios mujer!!!reviso todos los días...y con que me encuentro ¡cueck! ¡NADA!.Si tienes algún problema dinos...no los dejes así...

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  28. Holitooo jsjsjjsjsj. Me encanto el capitulo de verdad. Me pareció divertida esa parte donde Cristal juega con sus hermanos y sus papas intentan sacar una foto y no pueden. Pero.... ¡¿Qué pasara con Justin :O?!, ¡¿Se volverán a besar?!. Espero que si pero si no, te saco la chuchi..... no mentira jsijdjusjud. También Fabiola y Drew... Nanai n.n me los imagino :). Bueno como te dije que iba a comentar todos los capítulos eso estoy haciendo. Ahh... También leí los comentarios anteriores y nose pero no le encuentro razón a algunos. No se merecen tu explicación así que espero que no se las des. Como digo yo esto no es una obligación, ni menos es una prioridad tu lo haces porque tu quieres y porque quieres que seamos happy. Así que que no te importe lo que digan las demás personas, hay mas gente que siempre te van a apoyar, como yo, si que no te preocupes. Gracias de verdad por subir <3
    Se Te Quiere <3.
    Cuidate <3.
    Chaus <3.

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