4 de febrero de 2014

Capítulo 31 -Por un capricho.



-Capítulo dedicado a Fabiola Díaz y Marcos-


Nueve de la mañana con cincuenta y cinco minutos. Ya faltaba poco. Cinco minutos para que él entrara por la puerta. Me había llamado diciendo la hora de su llegada. Mis manos temblaban, mi pulso se aceleraba, mi cabeza daba vueltas. Y no entendía muy bien el por qué. Era el hombre que me crió, mi padre. Si era así, ¿por qué me sentía tan acomplejada? Tenía miedo de lo que fuera a pasar, tenía miedo de que toda la felicidad que había tenido en su ausencia se me acabara. No sé de qué no tenía miedo en realidad. No me malinterpreten, amo a este hombre. Pero conozco su carácter, sé como es. Nada de lo que en el futuro se entere podrá agradarle. Podría apostar a ello. 


Toc toc
. La puerta. Ni cuenta me había dado de que los cinco minutos ya habían pasado. Entre tanto pensamiento las manecillas del reloj se habían movido tan rápido que pensé que pudo ser mi imaginación. Toc toc, de nuevo. Sí era él.

- ¡__, hija! –me saludó con una enorme sonrisa. Me abrazó fuertemente. Sonreí al sentir su tacto. Supe que sí lo había extrañado.


Besó mi mejilla y frotaba sus brazos contra mi espalda. ¿Me había echado de menos? Sentí una linda sensación dentro de mí. Era muy remota la vez en que me abrazaba, aún más de esta manera.


- Papá –fue lo último que me limité a decir, para que luego de unos cuantos segundos el abrazo se acabara.


Me hice a un lado para que pasaran. Michelle me saludó con un abrazo poco apretado. Se me hizo raro, pero luego bajé la mirada y me encontré con un enorme bulto sobresaliente. Había olvidado que estaba por tener el bebé. Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa. Las maletas estaban en la puerta y nadie se molestó en adentrarlas a la casa.


- Está todo muy limpio, cariño –observó mi padre- Has hecho un buen trabajo.

- Te dije que ya tenía edad para quedarse sola –le habló Michelle. 


Ella me miró y le agradecí con un gesto. Ambas estábamos complacidas. No habría imaginado que ella tuviera más confianza en mí que mi propio padre. De todas formas, fue algo especial. Me sentí muy bien.


- ¿Te ha alcanzado el dinero para la comida y esas cosas? –preguntó.

- Sí, no me faltó nada. Comí muy bien –quizás pudo haber faltado, si me hubiera quedado aquí todo el tiempo que él estuvo fuera.

- ¿Sobró? –asentí, esperanzada de que él me dejara quedarme con algo- Bien, me servirá para comprar unas cuantas cosas. ¿Hay algo para comer?

- La nevera está llena –sonreí.


Ellos fueron a la cocina a preparar algo de comer, pues yo no había cocinado. Preferí esperarlos. ¿Ya vieron? Es rara la vez que papá me da dinero. Cuando le sobra no suele darme algo, y solo me compra ropa en navidad y en mi cumpleaños. En el día del niño me compra una cosa pequeña y aún sigo encontrado huevitos de chocolate en pascuas. 


- Papá, ¿puedo tener un gato? –le pregunté de repente, apoyada contra la mesa de la cocina. 


Él se encontraba de espaldas, sacando la caja de té guardada en uno de los grandes muebles. Se volteó cuando tuvo esta en sus manos y la dejó sobre la mesa. Fue a coger la tetera y sirvió un poco de té en su tasa y en la de su esposa.


- ¿Un gato? –preguntó y soltó unas risas- ¿para qué quieres uno? No sabes cuidar a los animales.


Una ligera molestia se produjo en mi interior. Antes había tenido conejos, patos, pájaros, perros, gatos, entre otros. Lamentablemente murieron todos, creo que no los alimenté bien. Era pequeña, olvidaba darles la comida necesaria. Siempre me sentí culpable. Mi primer perro lo tuve desde que nací, fue el mejor perro que pude tener. Jamás me mordió, me dejaba usarlo como caballo y era muy mansito. Lo amaba, era ciego de un ojo, pero no me importaba. Entonces, un día, la gata de uno de mis primos tuvo gatitos. Le rogué a papá que me dejara tener uno, y como era pequeña, aceptó. Fuimos a buscarlo, mi primo me dijo que lo cuidara, y que su nombre era Romano. Al pasar el tiempo tuve dos conejas, ambas negras, muy bonitas. Luego llegaron dos perros más, protectores, rudos y juguetones. Al cabo de un tiempo, tuve dos patos. Una vez entró el perro de un vecino durante la noche y por poco los mató. Salieron ilesos y un tiempo después la hembra comenzó a poner huevitos, hasta que un día amaneció muerta. Días después, murió el macho. Para compensarme, papá me compró tres pájaros, pero murieron a la semana. Me dio mucha rabia, nunca más quise tener un pájaro de mascota. Y ahí empezó a volverse todo horrible. Romano, mi gato, llegó por la mañana muy mal. Le habían dado veneno y estaba agonizando. No le pude llevar al veterinario, papá no tenía dinero ese día. Por la noche soñé que él se reponía, que estaba bien, que estaba feliz… Y que salía por la puerta de la casa a jugar, y le dije adiós con la mano. Por la mañana papá me despertó, y me dijo que había fallecido. Lloré lo que más pude por días hasta que no hubo más que derramar. Ese gato me dio tanta felicidad y apoyo, me lamía la cara y las manitos, se lanzaba sobre mí, siempre estábamos juntos, éramos inseparables. Pero luego comprendí que ese sueño significó que él, a pesar de morir, estaba bien. Que no estaba sufriendo, que quiso mostrarme que yo no tenía de qué preocuparme y que no debía llorar. No me importaba lo que las personas me dijeran, yo sabía que tenía una conexión con él, más fuerte que cualquiera cosa. Cuando cumplí catorce murieron mis conejas, fue horrible. Y para rematar, murió el perro que me acompañó desde que nací. Sufrió tanto, estuve con él hasta casi el último momento. Estábamos afuera, y luego fui a buscar algo de beber y cuando salí, ya su corazón había dejado de funcionar. Nuevamente lloré lo más que pude. Me di cuenta de que él no quiso que yo lo viera morir. Y después de eso, no pasaron más de unos días para que otro de mis perros comenzara a morir. Le daban ataques, su cuerpo temblaba y derramaba sangre por los ojos. Falleció por la noche. Y días después, el último perro que me quedaba, también murió, al parecer de pena por perder a sus amigos caninos y quedar solo. Fue horrible, casi todos murieron por hileras, por turnos, por solo días de diferencia. La pasé muy mal. Odiaba todo, no entendía por qué les sucedió a ellos. Así que papá fue a consultar con un especialista y dijo que de seguro había sido un virus el que había matado a los últimos animales tan fácilmente. Como ven, no tuve buena experiencia con las mascotas. Pero ahora quería un gato. Los gatos eran mis animales favoritos, anhelaba tener uno. Quería un amigo de esos. Sabía que no podría reemplazar a mi Romano, pero no importaba.


- Esta vez lo cuidaré bien, papá –aseguré- Quiero un gato. En la casa de la esquina están regalando algunos. Podría adoptar uno.

- No, __ -se negó- Luego se mueren y empiezas a llorar por días. Te encariñas mucho y al cabo del tiempo, se sufre. 

- Pero no importa eso, puedo darle un hogar y eso es suficiente. Sé que terminará muriendo en algún momento de su vida, pero sabré que le di una buena vida. Déjame tener uno, ¿de acuerdo? –insistí, de verdad que deseaba que aceptara.


Me miró dudoso, pensó por un minuto y luego negó con la cabeza. Odiaba que papá fuera tan difícil de convencer. Me jodía. Quería llorar y golpearlo en la cara, pero no podía. Miré a Michelle suplicante, queriendo su ayuda. Ella al parecer entendió.


- Han de ser unos gatos bonitos, me gustaría que hubiera uno en casa –opinó. Papá la miró extrañado.

- ¿Y si luego muere? Digamos que mi hija no es alguien que sepa sobrellevar una muerte. Menos cuando es por animales.

- Le ayudaré a cuidarla, me gustan los gatos. Yo digo que adopte uno, ¿qué dices?


Él, frustrado, se frotó la cara con sus manos. Cerró los ojos con fuerza y apretó los puños, apoyando los codos en la mesa. Sabía que se le hacía difícil tener que decirme que sí, pero yo de verdad que estaba entusiasmada con esto.


- Le alimentarás todos los días, no quiero quejas más tarde por culpa del gato. Si se sube a las mesas o se pone a comer de las ollas, se quedará afuera. Por nada del mundo quiero ver su caca en los sofás, ni en ningún otro lugar que no sea su arena, ¿está claro? –a pesar de su tono autoritario y molesto sonreí ampliamente. 

- ¡Sí, sí, sí! ¡claro! ¡lo haré! –chillé emocionada dando saltos- ¡Muchas gracias!


Michelle se echó a reír y papá le siguió. Dio un suspiro y se me quedó mirando fijamente. Yo no podía dejar de estar feliz, era una excelente noticia.


- Que no se te olvide lo que acabo de decirte. Ya, ve por el gato. Y espero que no sea una hembra.


No dije nada más y corrí hacia la puerta tropezando hasta con mis propios pies. Pasé por el jardín, atravesé la puerta que daba a la calle y fui hacia la casa. Toqué el timbre y un hombre con barba asomó su cabeza por la puerta. Era bastante alto y extremadamente delgado. 


- ¿Diga?

- Ahm, dice aquí que están regalando gatos –apunté el cartel- ¿le queda alguno?


Eso pareció llamar la atención en el hombre, ya que rápidamente salió de donde se encontraba y se paró frente a la puerta, que nos separaba.


- Sí, quedan dos, pero nos hemos quedado el que es rubio, así que solo queda el negro con blanco para regalar. Es macho.

- Yo lo quiero, señor.

- Claro, todo tuyo. Pero ahora se encuentra en el patio trasero. El pasto está muy alto y seco, además se esconde entre las tablas y se me escapa. Trataré de cogerlo lo antes posible, por lo que trata de venir seguido para ver si ya lo atrapé.

- Por supuesto, no hay problema. Lo haré. Gracias, señor –le sonreí feliz.

- Gracias a ti, no íbamos a dejar que ese gato se quedara. Mi madre quería ahogarlo en un tarro con agua –dicho eso se volteó y se adentró en su casa como un rayo, dejándome sola en la vereda.


Preferí ignorar lo que me había dicho. Había salvado al gatito. Estaba tan feliz que sentía que nada podía ser mejor. Si tuviera a Justin aquí conmigo, le besaría tanto que sería hasta peligroso. Me fui caminando a casa, le dije a papá y a Michelle lo que el hombre había dicho, para luego subir las escaleras y entrar a mi habitación. Cuando ya estaba en ella, revisé mi celular, que se encontraba en la mesita de noche y tenía un mensaje de Justin.

"No puedo esperar. No podré estar este día sin verte. 
Te amo -Justin"

¿Podría ser más hermoso? Joder. Quería estar entre sus brazos ahora mismo. Quería estar en su casa. Quería volver a comer a su lado. Quería sentarme en su regazo a mirar la televisión. Quería morderlo hasta dejarle marcas. Quería todo.


(Día siguiente)


Había ido por la tarde a ver si tenían al gatito, pero no. La misma persona con la que había hablado, me dijo que había logrado atraparlo, pero que lo soltó como media hora antes de que yo viniera. Me maldije por dentro, así que tuve que irme con las manos vacías a casa. 


Se hicieron las ocho y media, ya estaba oscuro. Papá y Michelle habían ido de compras así que estaba sola en casa. Encendí la televisión y me puse a ver “Bichos, una aventura en miniatura” esa película animada me hacía reír mucho. Fui al baño y al volver, tenía unas cuantas llamadas perdidas de Justin. Mi corazón se aceleró y entonces volvió a sonar. No dudé ni un solo momento y lo llevé a mi oído.


- ¿Hola?

- ¿Cómo estás mi amor? –me preguntó animado. Bastó escuchar su voz para que yo me animara también.

- Bien, ¿cómo estás tú?

- Bien ahora que hablo contigo. Estoy en el centro de la ciudad con Dakota, tengo un plan y quiero ponerlo en marcha.

- ¿Qué plan? 

- ¿Está tu padre en casa? –preguntó ignorando mi pregunta.

- No, él ha salido. ¿Vas a venir? –pregunté impresionada.

- Si quieres que vaya, iré. 

- Quiero que vengas, ¿pero qué pasa si él te encuentra aquí al llegar? Se enojara tanto, no tienes idea –me asustaba hasta pensar en ello.

- ¿Sabes qué? No me importa. Iré ahora mismo, llevaré a Dakota conmigo. Nos vemos allá. Te amo, linda.

- ¿Qué? ¡no! –intenté impedir- Justin, no vengas. Papá se volverá loco, ¡enserio!

- Tranquila, boba. Si quieres me iré antes de que llegue. Te dije que no soportaría estar sin verte, ¿o no? –recordé el mensaje que me había mandado.

- Sí, lo dijiste.

- Pues ya ves. Iré, nos veremos, te besaré como no lo hice ayer y me iré antes de que mi suegro llegue, no quiero que tengas problemas por mi culpa luego con él, ¿si? Te amo más que a nada, shawty. Nos vemos –no podía decirle que no, era tan lindo, definitivamente quería verlo.

- Te amo más, Justin. Nos vemos –sonreía como tonta y eso que él no podía verme a través del aparato- Pero oye, estoy en pijama. Yo…

- No me interesa como vistas, ya estoy caminando hacia el carro con Dakota. Debo cortar, estoy ansioso por verte, llegaré rápido. Adiós.


La llamada terminó. Tardé en analizar todo lo que iba a pasar en los siguientes minutos, por lo que corrí a cambiarme de ropa. Cogí lo primero que tenía y me lo puse. Unos pantalones ajustados blancos, una camiseta de tirantes ropa y encima una chaqueta negra. No me gustaba como me veía, pero no podía hacer más. Él vendría a verme y no podía desaprovechar la oportunidad.


                                         ________________


¡Lindas, siento la tardanza! Y también siento si este capítulo no ha sido de su agrado, pero bueno. Deben tomar en cuenta que hice que Justin apareciera al menos por un momento. La novela desde ya se pondrá mejor, ¿está claro? Únanse al grupo para estar al tanto de cuando subo capítulo en el blog, entre otras cosas:
https://www.facebook.com/groups/249293821904711/ Las amo demasiado, no tengo mucho tiempo, así que comenten y voten mucho. Subiré lo más pronto posible, un beso a todas. 




19 comentarios:

  1. Primer comentario!!! o eso creo yo/: Bueno, estuvo genial!!!!! lo ame. Ese Shas es todo un necio ㄱㄱ ñaaaa no importa, aun asi lo amo ='3 Siguela porfa esta super, cuidate, besitos muah muah muah :* :* :*

    Attr:jαιεα

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    1. estoy creando un blog de jstin Bieber y tu pero no se como poner fotos de el y esas cosas a lados alguien me podria decir como se hace

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  2. Que el prox cap haya 1313, o me voy a correr en circulos, xd

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  3. Esta herrrrrrrmoso este capitulo, sigue la novela lo más pronto que puedas porjuis porjuis!:) Siempre me dejas con la intriga de saber que pasará u.u.. Bueno, sube prontoooo... y este capitulo fue más que de mi agrado :)) Besos :*

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  4. Ya quiero al gato *-* asdfg Debes seguirla y no es una opción es una orden asi que ponte escribir Querida Magdalena asdfg okno Me encanta tu novela Siguelaaa *-*

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  5. HOLA! Justin es una ternura *-* YO LO QUIERO! Okno. Me cae bien Michelle. Parece buena madrastra. Lol. Me encanto mucho el cap! De verdad lo adore! <3
    Cuídate Thiare! :)

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  6. awwwwwwwww, Amo a justin... es tan, tan..... el.Me encantó el capitulo tishu, sube pronto si? Gracias!!!

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  7. Hermoso Tishu!!! Amo como escribes, sos una genia.

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  8. Dios genial como siempre!! Sigue la!

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  9. Seguila please, estuvo estupendo el capitulo estoy ansiosa por el otro capítulo.. Sube cuando puedas. Besos!

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  10. AIIIIIIII me encanta tu novela¡¡¡ siguientee

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  11. Adoro tu novela, cuando subiras el proximo capitulo?

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  12. Aww es tan tierno justin :') estoy ansiosa por el siguiente capitulo *-* asdg seguila porfis y a mi me gustan todos los caps que escribis, no importa como sea :) seguila porfisss love u ..... Valen ♡

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  13. Me encanto cuando subis el proximo capitulo? Estoy entusiasmada! oh.

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  14. Awww que lindo. Lo amo tanto en serio..
    Ayer Believe se estreno en mi país!!
    Todavía no me creo lo perfecto que fue.. llore, grite y en algunas partes me cague de la risa.
    Fue tan perfecto y estoy tan orgullosa de que el sea mi ídolo. Bueno ya sabes que te amo tishu besos hermosa y sube cuando puedas

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  15. me encanta tu novela, es increible. Todas tus novelas son geniales, las amo. Sube el siguiente capitulo cuando puedas, se que se necesita tiempo para escribir una novela. Te quiero <3 linda

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