11 de abril de 2015

Capítulo veintiséis - Fresa con Chocolate.

Capítulo dedicado a Ari: ¡Feliz cumpleaños adelantado!




Me quedo ahí parada, sin sentirme con las fuerzas necesarias como para quitar mis ojos de él. Por alguna razón, intento encontrarlo guapo. Me esfuerzo con unas ganas enormes, pero no sé por qué no puedo. No logro sentir nada. 

Estoy nerviosa, y no sé por qué. Tal vez por su atención, o por su ayuda, o tal vez porque he despotricado un sin fin de cosas que jamás debí decir, que juré sólo guardarme para mí, el resto de mi vida. Los odio a todos.

- ¿Aún lo amas? -Seth interrumpe mis pensamientos.

Creo que está bromeando, así que me pongo a reír a un volumen moderado, pero cuando me doy cuenta de que él está completamente serio, sin una pizca de gracia, me entero de que está preguntando porque en serio quiere saber. No estaba bromeando.

- ¡Por supuesto que no! Ya no soy estúpida -sigo riendo- ¿Estás bien? Ha sido la pregunta más patética que he podido oír. Ya que hablamos de esto, ¿Viajaste fuera del país alguna vez? Un día me caí y me enterré un ladrillo en la frente, de ahí mi cicatriz -apunto la zona.
- ¿Qué tiene que ver? -frunce el ceño, pero luego se relaja y asiente con la cabeza- Olvidé que estás ebria.
- No estoy ebria -llevo una mano a mi pecho, ofendida- Estoy sobria.
- Más sobria está mi abuela muerta en estos momentos.

Seth desvía su mirada hacia mi vaso con jugo. Pienso que tiene sed, así que me acerco a él y se lo ofrezco. Lo toma, pero no bebe de inmediato. Justo entonces, siento la necesidad de ponerme el pijama. El sueño comienza a hacerse presente en mí, por lo que voy hacia mi pequeña cómoda y revuelvo la ropa que está dentro, buscando uno.

- Seguro han estado husmeando en mis cosas, ¡No se puede tener algo propio en esta casa! -me quejo- A cada rato se me pierde todo, le he dicho a mamá que nunca guarde cosas por mí en lugares que yo no...
- ¿No es éste? -Seth hace que deje de alegar. Me giro muy despacio en su dirección, y en efecto, lo tiene en una de sus manos.
- ¿Dónde estaba?

No me dice nada, sólo se encoge de hombros con desinterés, como si hablar conmigo justo ahora fuese un caso perdido. Lo irónico es, que si piensa eso, tiene toda la razón del mundo.

Me encamino hacia él. Me siento a su lado, y comienzo a quitarme el chándal. Lo deslizo por mis rodillas y luego saco un pie, con el otro. No observo a Seth, pero puedo notar que está mirándome disimuladamente. Eso hace que me entren unas enormes ganas de reír otra vez, así que obviamente mi risa se escucha por toda la habitación.

- Un gusto, gracias por ser tan atenta y pedir que me retire -expresa con seriedad.
- Ni que nunca hubieses visto a una chica desnuda -sigo burlándome de él- Son sólo piernas, por Dios, no es gran cosa.
- No es el punto. Es sólo que estás ebria y no me gusta ésto de que te estés exhibiendo frente a mí. Por el bien de ambos, sobretodo el mío.

Ruedo los ojos, y comienzo a quitarme la playera. Seth, como todo un correcto, mira hacia otro lado. Vuelvo a reír. Tomo ambas partes del pijama, que constan de un short corto y una sudadera ancha, para luego ponérmelas. 

Me quedo en silencio cuando estoy lista, y Seth, al darse cuenta de que no hago ningún movimiento, se vuelve hacia mí, para quedarse observándome. Segundos después, bajo mi mirada a sus labios, que me habían parecido bonitos hace unos minutos atrás. Lucen tan cálidos, con uno que otro pedazo de piel sobresaliente. Se le parten con facilidad, igual que a mí. Yo podría estar días intentando que no me suceda, pero siempre termino rompiéndolos yo misma.

Una pregunta se formula en mi mente: ¿Cómo besará? Pero me doy cuenta de que ha sido un error pensarlo siquiera. Una de las cosas que me dijo la persona que rompió mi corazón, fue que mis besos no eran los mismos, que besaba diferente, y sé que era una indirecta de que no le gustaba. Jamás supe a qué se refería. Tal vez era porque el dolor me hacia ponerme tensa, o abstenerme. Nunca fui buena fingiendo, y creo que se lo transmitía a él.

- ¿No te gusté? -pregunto, en un susurro.
- ¿Qué? -de pronto parece confundido.
- Que si no te gusté cuando me cambiaba el pijama -aclaro.

No me interesa si no debí meter el tema, juro que no. Quiero saberlo. No sé de donde me ha salido este interés en saber lo que él piensa, pero después de tanto tiempo realmente quiero enterarme de lo que los hombres piensan de mí, aparte de lo de histérica y eso.

- Cristal, escucha -suelta un suspiro- No estás en condiciones adecuadas, estás diciendo y haciendo cosas que nunca llevarías a cabo conmigo en tu estado normal.
- Quiero saberlo -insisto- ¿Tú llevarías a cabo cosas conmigo si estuviera apta? -Seth arrastra su mano por el cabello, frustrado, seguramente pensando qué hacer o decir, pero yo sigo esperando.
- Ven aquí -rodea mi cintura y pasa sus brazos por debajo de mis piernas. Me levanta, y con delicadeza me sienta sobre su regazo- Necesitas dormir. No hay problema en que lo hagas en esta posición, yo puedo acostarte después.
- Pero, Seth, no me respondiste -digo de mala gana.
- Voy a responderte en otro momento, pero no ahora. No es bueno para ti.

Me quedo observándolo, casi suplicándole con los ojos que sea sincero y me lo diga, aunque en el fondo, sé que no voy a lograrlo. Y entonces comienzo a sentir que mi corazón se acelera. Me vuelvo incapaz de desviar la mirada. Es increíble lo alto que es Seth. Aún sentada sobre él, tengo que alzar la cabeza un poco.

Una de mis manos se va a su mejilla, y la acaricio levemente. Él no me impide nada, es más, sigue sosteniendo mi mirada. Así que deslizo la mano de su mejilla, a su cuello, dando ligeros toques. Hace mucho no tocaba a un hombre. Puede parecer estúpido, pero por alguna extraña razón, no me siento mal si a quien toco, es a él. Al menos esta noche.

No sé muy bien lo que intenta transmitir con su mirada. Siento que está tenso, indeciso, confundido, y no está para nada relajado. Pero mi inocente juego de curiosidad por volver a experimentar algo tan insignificante como un roce, se va evaporando cuando su mirada se dirige a mis labios.

Mi mente me dice que me aleje, que ya lo hice, que es un gran paso. Pero mi cuerpo no obedece, así que continúo dándole leves caricias. De su cuello, ahora llevo mi mano hacia su cabello. Deslizo el dedo por su frente, avanzando hacia su oreja, y me sorprendo de mí misma cuando la apoyo en la parte trasera de su cuello, y para variar escondo mis dedos bajo su sudadera, sintiendo la cálida piel de la parte superior de su espalda. O mis dedos están muy helados que siento cualquier cosa con una temperatura alta, o es él quien hierve.

Mi corazón intenta salir por mi garganta cuando se acerca a mí. Solamente tiene la mirada en mis labios, como si fuese lo único que está a su alcance, lo único que es capaz de mirar; lo único que es lo suficientemente capaz de capturar su completa atención. Eso es suficiente para que unas enormes ganas de llorar se apoderen de mí.

Nunca, ningún hombre, había mirado mis labios de una forma tan atenta, llena de admiración. Ni siquiera la persona a quien amé hace mucho, con quien estuve años de mi vida, la suficientemente ciega como para creer que estaríamos el resto de nuestro días juntos.

Mi cuerpo reacciona, y ahora soy yo quien se acerca un poco más a él. Este acto no hace que deje de mirar esa zona, sino todo lo contrario. Lo único que hace es fruncir un poco el ceño, y entreabrir los labios, como si se estuviese cuestionando algo.

Puedo sentir su aliento en mi rostro, puedo oír como respira, y puedo sentir su calor corporal. ¿Por qué él ya no me transmite miedo, pánico, ni unas tremendas ganas de empujarlo? ¿Es bueno, es malo, debería preocuparme?

Justo en este momento, cuando nuestros labios están a punto de tocarse, un sentido de alerta se instala en mí. Sin embargo, no me hago para atrás.

- Apesto a vómito -le recuerdo, en un casi inaudible susurro.
- No me importa -se limita a responder.

Separo mis piernas sobre él, y rodeo su cintura con ellas. Sigue atento en mis labios, pero mi acto sólo ayudó a que ahora rodea mi cintura con sus brazos y me atrae a él. Mi cuerpo se estremece cuando siento lo fuerte que es su anatomía. Lo supe la noche en que fue a buscarme a la pijamada, estuvimos en su auto y prácticamente me obligó a que accediera a  su cercanía, pero ahora ya no siento terror, sino todo lo contrario. No puedo describir la sensación que me recorre.

- Vas a odiarme mañana... -lamenta, como si sintiese dolor.
- ¿Por qué lo haría? -pregunto, porque en serio, no lo sé.
- Porque prácticamente estoy aprovechándome de ti.

Dicho eso, me toma por las piernas, se pone de pie y en el más mínimo segundo me encuentro recostada en la cama, con la cabeza en la almohada. Una oleada de decepción y tristeza se apodera de mí. Es cuando me doy cuenta de que realmente quería que me besara. Mejor dicho, realmente quiero que me bese.

Pero ahora, gracias a lo que hizo, siento que me ha dado un rechazo. Odio los rechazos, ¡No los tolero! ¿Tiene idea de cuán hermoso habría sido que me besara, aún cuando yo estuviera así? ¡Habría sido romántico por el simple hecho de que sé que él no me hará daño! Creo. Así como en los libros, puede pasar de mil y un maneras pero aún así te gusta. ¡Idiota!

- Largo de mi habitación -ordeno, mirándolo con odio.
- ¿Qué? -frunce más el ceño.
- ¡Que te vayas! -repito- Eres un naco. Que soso eres. Guárdate lo del provecho para alguien que no sea yo. Arruinaste el momento. Te odio como nunca.
- ¿Te das cuenta de lo que dices? -suelta un suspiro- Tus hormonas están alteradas por lo que bebiste. Entiende ésto, Cristal, si algún día te beso vas a estar completamente consciente para que lo sientas bien y lo aproveches, para también yo aprovechar el tuyo. No es lo mismo si estás inconsciente, por así decirlo.
- Ah, sí, ajá -ruedo los ojos- Te he dicho que te largues.Y tráeme un tarro del baño por si vomito, por favor. Me da mucha pereza pararme de nuevo.

Me volteo a un lado de mi cama, deseando no verle nunca más la cara. Espero unos segundos para que me haga caso a lo que le dije, pero en lugar de eso, siento que el colchón se hunde a mi costado. Eso hace que un calor dentro de mí se encienda, y de un momento a otro ya no odio a Seth, es como si todo rastro de ese reciente sentimiento se haya esfumado y no tengo ni la más mínima idea de por qué. No voy a decirle eso, por supuesto.

Mi cuerpo se estremece, una vez más, cuando siento la cálida respiración de Seth en mi oído. No tengo ni que esforzarme por no ponerme nerviosa. Ésta noche es como si estuviera en plena confianza, cosa que no esperé antes. Así que cierro los ojos, queriendo quedarme así como estoy: Tranquila, sabiendo que todo está bien. Porque sí, en éste momento, todo lo está.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? -lo escucho decir, con mucha delicadeza. Casi entrando en un sueño profundo, asiento con la cabeza, lentamente- ¿Hace cuánto no besas a alguien, Cristal?

Mis ganas de dormir disminuyen un poco, de un momento a otro. La pregunta debería incomodarme, pero no lo hace. Es más, me volteo en su dirección, aún recostada, y me quedo mirándolo. Pero no me doy cuenta de que sin querer he quedado encima de su brazo, y de no ser por unos centímetros más, estaría ahora mismo descansando en su pecho.

- No he besado a nadie desde él -sincero, desde lo más profundo de mi corazón. Aunque me llama la atención que Seth tenga una expresión un poco sorprendida. No sé, con mi carácter no sería algo difícil de creer. Nadie me tolera.
- ¿Por qué? -pregunta con curiosidad.

Dudo en si decirle la verdad o no. Pero algo tiene él en este momento que me hace querer decirle. Creo que, si me pidiera que le dijera hasta el secreto más grande del mundo, cedería a hacerlo solamente porque siento que confío en él.

- No puedo -bajo mi voz lo más que puedo- No quiero que nadie se me acerque. Solamente deseo que se alejen, que no me pongan un dedo encima. No puedo permitirme tropezar de nuevo.

Mantengo mi mirada en sus ojos luego de mis palabras, y de pronto, Seth se acerca a mi rostro y deposita un beso en mi frente. De un momento a otro mis pensamientos se van a otro lado, suelto un suspiro, y una sonrisa se me escapa.

- ¿Eres un violador? -pregunto. Al notar que Seth frunce el ceño, comienzo a reír- No te lo tomes tan a pecho, acosador. Envejecerás de golpe.

♥♥♥
¡Hola, tanto tiempo! Las he abandonado, si no me equivoco, durante once días, ¡Once días! Me siento la peor, pero no lo soy, vale, no lo soy. La cosa es, que ya no tengo notebook, así que no tenía dónde escribir, ya que por el celular se me hace un lío. Pero justo ayer, decidí usar el PC de mis padres que es una cosa ultra mega hiper lenta, pero me ha servido, y quise publicar, porque estaba desesperada por escribir algo. La cosa es, que como empecé a usar esto, subiré más seguido, creo que incluso retomaré lo de subir los martes y viernes, ¡Sí! ¡Al fin! Mis ánimos aún andan malos, pero ésto, mi blog, es como una terapia. Estaré mejor de tiempo, y qué mejor que aprovecharlo en escribir, que es lo me encanta, y en ustedes. ¡Un beso! Subiré otra vez, de hecho escribiré el siguiente capítulo ahora mismo. ¡Recuerden comentar! Muuuuaah. Posdata: Si alguna quiere una dedicación de Capítulo, pedírmelo y lo haré por orden. ¡Oh, y otra cosa! ¿Les ha gustado el capítulo, qué opinan de lo que sucedió entre ellos, aunque haya sido algo minúsculo? ¡Adiós!

10 comentarios:

  1. Seguíla por fa! Me dedicas un cap? Muy bueno el cap. No desaparezcas :(

    ResponderEliminar
  2. Dedicame cap 😭😭😭 el mio fue el martes y estuve esperando 😭😭 y fueron mis XVs! 😭😭😭 ya ahorita leo el cap 😏 me imagino que es genial igual 😘

    ResponderEliminar
  3. Me referia a mi cumple... Ya lei el capitulo.... Y me has dejado con las ganas... Te digo enserio si estos dos no se estan quitando la ropa el capitulo siguiente una muerte aparecera en el periodico, me dejaste picadisissiisma, tienes que seguirla NOW! Esta hermosa ✌️✌️✌️

    ResponderEliminar
  4. Dios! Yo creí que se besarían,ya me hiba a dar algo xd. Es como que me da ternura el capitulo pero un poco de risa por el estado en que esta Cristal,por que si estuviera consiente no estaría así con Justin xd,pero bueno aun así me encanto el capitulo.
    Te quiero hermosa,cuidate,adiós.


    By:Esca

    ResponderEliminar
  5. Oaaaa Linda. Gracias a Dios subiste el capitulo. Pensé que se iban a besar pero no. Me encanto el capitulo. Me da pena que no tengas ánimos, pero me alegra que quieres escribir. Espero que todo mejore y que sea para mejor. Te quiero linda, nunca te des por vencido. eso. Ah quiero que me dediques el próximo capitulo plisss.
    Never Give Up <3
    Te Quiero <3
    Besos <3
    Chaolin <3

    ResponderEliminar
  6. Holuuu Tishuuu la nove se está poniendo más interesante que nunca,y eso me encanta!!!!! Aquí va una opinión personal,pero es que siento que cada vez mejoras más escribiendo,y amo eso,porque me fascina leer tus noves. Siggueee genia mía!!!

    ResponderEliminar
  7. Hola Tishu primero que nada GRACIASSSSSSSSSSSSSS casi lloro cuando lei que el capitulo era dedicado a Ari y que me dijiste feliz cumpleaños adelantado GRACIAS sos mi idola soy Ari.BELIEBER FOREVER.

    ResponderEliminar
  8. me encanto elcapitulo fue genial...waoo le conto todo no lo puedo creer..obvio que justin es bello *-* jajaja en verdad quiero leer mas y mas tus capitulos te amooo besos chao cuidate

    ResponderEliminar
  9. siguelaaa la amooooo, estoy intrigadaaa

    ResponderEliminar
  10. Mueroooo, espero por el siguiente capitulo ansiosa!!! Lo ame

    ResponderEliminar