2 de diciembre de 2014

Epílogo -Por un capricho.



Mis manos están frías y temblorosas. No por miedo, no porque esté asustada. Si no porque ya no funcionan bien. Mi cuerpo, en sí, no funciona bien.

Tengo una enfermedad. Me la han diagnosticado ya hace unos años. Hoy en día tengo noventa y cinco años, y me sorprende que a estas alturas aún siga viva. Porque ya estoy muy vieja. Soy una anciana. Mi piel está llena de grietas y de arrugas que hace un tiempo nunca estuvieron. Porque recuerdo mi infancia y mi adolescencia como si hubiera sido ayer. Y cualquiera que me viera se asombraría por todo lo que he vivido.

No todas las personas tienen el privilegio de vivir tantos años. Sin embargo, estoy ya satisfecha. Siento que no es necesario que yo viva más. He cumplido. He tenido una vida hermosa y profunda. Me enamoré, cuidé de mi familia, tuve hijos y nietos.

A los treinta años perdí a papá. Él murió porque una de sus etnias se reventó dentro de él, y eso fue suficiente para que supiéramos que ya no había nada que hacer. Se suponía que no podía hacer mucha fuerza, pero lo hizo, y eso fue lo que pasó.

Mi madre -Michelle- murió por su vejez, eso sí que fue precioso, aunque triste a la vez. No hay tantas personas que tengan la suerte de eso, tampoco. Jamás ninguna enfermedad la tomó y eso es ya algo por lo que agradecer.

Y por último, el amor de mi vida. Justin murió pero en realidad no sé por qué. Fue hace ya unos dos años, y un día estaba bien, se durmió, y al otro día no despertó. Se fue en un sueño. Recuerdo que toda la noche estuve abrazada a él, creyendo que dormía conmigo. Pero cuando me di cuenta de que no fue así, mi corazón se rompió. Me convertí en viuda y ni siquiera pude saber que ese momento se acercaba. Eso es lo que me dolió más. No tuve tiempo de nada.

El dolor físico de la enfermedad se hace presente nuevamente y cierro los ojos, aguantando. Cada vez me cuesta más respirar. Pero no quiero quejarme. No quiero preocupar a nadie.

La puerta de mi habitación se abre y entra Lila a duras penas. Mi pequeña hermana de ahora setenta y ocho años camina hacia mi cama, dejándome mi jugo favorito en mi mesita de noche. Ella aún tiene marido y también tuvo hijos, por lo que soy tía. Recuerdo que cuando me contó que estaba embarazada de su primer hijo parecía que yo estaba más feliz que ella. Fue hermoso.

- Aquí tienes, __ -su voz ya luce más apagada, pero sigue animada a la vez y fuerte- Está recién preparado.
- Gracias, pequeña -le digo. Tendrá la edad que tiene pero siempre será mi hermana menor.
- ¿Cómo te sientes? -pregunta esperanzada.

En el fondo no quiero decirle lo mal que me siento, ni lo mucho que me duele, ni que estas noches he estado soñando repetidamente con mamá y papá diciéndome que falta poco. Pero sé que debo hacerlo. No quiero irme en una sorpresa. Quiero explicarle que falta nada para que yo me vaya. Así que decido hacer caso omiso a lo que me pregunta, y opto por decirle otra cosa.

- ¿Recuerdas cuando éramos más jóvenes y tú tomabas mi maquillaje y te lo ponías en la cara? -le pregunto. Su sonrisa aparece al instante. Tiene una memoria fugaz. Ella es preciosa.
- Sí -responde- Me enojaba cuando me los quitabas y papá te obligaba a prestármelos.
- Exacto, entonces yo me enojaba porque él me obligaba -concluí.
- Eso es cierto también -ríe otra vez.

Me aclaro la garganta para que la voz no se desvanezca. Otro dolor fuerte empieza y me muerdo mi pálido labio, queriendo disimular. Aprieto la sábana con toda la fuerza que me queda.

- ¿Te duele mucho?

Me sorprendo porque no me esperaba su pregunta. Sus ojos lucen tristes, y me siento un poco culpable. Ella no tendría que estar aquí cuidándome, ni viendo como me voy muriendo lentamente. Mi hermana es fuerte, pero sensible, al igual que yo. Ambas somos muy parecidas. Papá y mamá siempre nos lo recordaban. Desde la muerte de ellos, nunca nos hemos separado por más de cinco días. Siempre nos juntábamos y salíamos juntas al menos una o dos veces a la semana.

- Ven acá -le pido, dando palmaditas en la cama, para que se acueste a mi lado.

Ella se levanta de la cama y se da la vuelta, para así poder hacer lo que le pido. Sus rodillas caen en el colchón, y gatea hasta mi. Luego, se deja caer. Posa su cabeza en la almohada, y toma mi mano entre las suyas. Ella está muy tibia. La sensación es reconfortante.

- Tus manos están frías -me dice- ¿Quieres otra manta?
- No, estoy bien -respondo- Es normal a estas alturas.

Ella asiente, y nos quedamos en silencio. Observo el techo detenidamente. Mis ojos pesan mucho y me cuesta trabajo pensar.

- ¿Crees que puedas mejorar y salir de esta? -su voz suena tan debilitada que me entran ganas de llorar, pero no puedo hacerlo, porque ella se me adelanta.

Desde que ella era una niña siempre me he propuesto no llorar si ella lo hace, porque me gustaba hacerla sentir mejor y no verme destruida. Si ella me ve mal, no tendrá quien la conforte, y le haga pensar que todo estará bien. Como hermana mayor no puedo permitirme su dolor. Sin embargo, decido ser sincera con ella. No puedo ocultar la verdad por más. De lo contrario, mi tiempo de hacerlo se acabará.

- No lo creo, pequeña -al confesar, aprieto su mano fuertemente- No creo poder mejorar.
- ¿Estás segura?

Cierro los ojos y asiento con la cabeza.

- Sí, lo estoy.

Ella baja la mirada por un momento, pero luego vuelve a subirla. Sus ojos brillan por las lágrimas y es un sentimiento horrible saber que es por mi.

- ¿Cuánto? -pregunta- ¿Cuánto crees que falte? -no es necesario ni que lo piense. Me limito a suspirar y a recordarme que debo decir la verdad.
- No sé si seré capaz de pasar de esta noche, Lila. No sé si podré despertar mañana -me duele decírselo, pero lo hago- Creo que es tiempo.

Más lágrimas caen por sus mejillas, y entonces entiendo muchas cosas. Cuando eres niño, o adolescente, o incluso un adulto y llega el momento de perder a alguien, siempre te dicen que esa persona desearía que no lloraras, o que no sufrieras. Y es cierto. Pero no se entiende completamente hasta que eres tú el que está a punto de morir, y ves a los demás hundirse, poco a poco.

- Pequeña, si estoy aquí, ni siquiera me he ido aún -le digo, y logro que se ría. Yo río por un momento junto a ella.
- No es gracioso. No quiero reírme por esto -me dice, tratando de parar y lo logra- Eres la única de la familia que me queda, __. Perdimos a papá, a Michelle, a tía Casilda, a Cipion, a todos. Y ahora tú me dejas. Estaré sola y tú estarás muerta. Sé que soy vieja y que debería entender mejor las cosas, ¿pero quién lo haría? Nosotras hemos sido inseparables -se sorbe la nariz- Todo acabará.

La entiendo mejor que a nada. Porque yo sentí lo mismo, o parecido, cuando los perdí a ellos. También cuando perdí a Justin. También cuando perdí a Romano, y a todos a los que a lo largo de mi vida he amado incondicionalmente.

- No te dejo, Lila. Siempre estaré contigo -le corrijo.
- Quisiera que estés aquí conmigo, viva.

De pronto siento que no la veo a ella, si no, que me veo a mi misma en años anteriores. Porque yo dije esa misma frase cuando perdí a mi esperanza, a mi mejor amigo, a Romano. Y me doy cuenta de que ella se siente tan desesperanzada como yo me sentía.

- Lo sé -concuerdo- Yo también quisiera quedarme aquí, y no dejarte, como le prometí a nuestra familia que haría. Sin embargo, ya he terminado. Hice lo que debía hacer.
- Yo también hice lo que debía hacer, ¿por qué no me lleva Dios también?
- No, eso no -la detengo- Tú no has terminado.

Ella parece no entender. Su frente se arruga un poco más de lo que es, pero luego vuelven a su posición normal. Suspira resignada, y me doy cuenta de que sabe que ha dicho algo que está muy lejos de ser cierto.

- Eso, así me gusta -le digo- Tú sabes que aún tienes tiempo aquí. Tus hijos te aman, y tus nietos aún están muy pequeños. Ellos querrán tener a su abuela un poco más.
- Tienes razón -sonríe un poco- Debo quedarme aquí.
- Por mucho tiempo más -termino de decir.
- ¿Por qué lo dices ?-pregunta. Dudo si decirle, pero termino  haciéndolo.
- Lo sé porque papá y mamá me lo han dicho.

Ella abre los ojos impresionada, pero sé que me cree. Ambas sonreímos con lágrimas en los ojos. Me siento feliz a pesar de todo. Me gusta que nuestros últimos momentos juntas sean así.

- Aveces dicen que las personas desarrollan ese sentido de la comunicación con los muertos cuando se tiene miedo. O que una parte de nuestro cerebro lo desarrolla inconscientemente.
- La ciencia dice muchas cosas, bonita. Y cuando es sobre cosas sobrenaturales, con más razón -hago una pausa para respirar, pero sigo- Nunca creen nada. Es como si trataran de tapar el sol con un dedo apropósito.

El sueño comienza a hacerse más presente y lucho por mantener mis ojos abiertos. Doy un largo bostezo, y me pongo a mirar el techo otra vez, en lugar de a Lila.

- ¿Qué es lo que te dijeron mamá y papá? ¿Los viste? -pregunta. Sé que desea que le diga que sí, pero la decepcionaré, lamentablemente.
- No, no los vi. Pero me dijeron que mi tiempo en este mundo ya acababa -le conté- Solo pude oír sus voces en un lugar completamente blanco. Pero aún así, les pregunté por ti.
- ¿Por mi?
- Sí. Les pregunté qué era lo que pasaría contigo.
- ¿Y qué te dijeron?
- Me dijeron que estarías bien -sincero- Y es todo lo que necesité escuchar, y lo que tú necesitas saber. No debes de tener miedo, pequeña. Tú estarás increíble.
- Pero triste. Aveces siento que olvido la cara de nuestros padres. Si no miro una fotografía, es como si no los pudiera imaginar bien.
- El tiempo hace eso.
- Yo no quiero que pase lo mismo contigo.

Se acurruca mejor hacia mi. Apoya su cabeza entre mi pecho y mi brazo, y yo le doy un ligero abrazo con este. Siempre nos ganábamos así.

- Si quieres, no me recuerdes así.
- ¿Cómo, entonces?
- Te gustan las mariposas, ¿no? -pregunto.
- Sí, lo sabes. Desde que era una niña me han gustado. Me dan paz.
- Pues cuando veas a una, piensa en mi. Cada vez que te sientas triste, imagina que yo estoy allí -le incito- Yo estaré donde tú quieras que esté.

Ella asiente con la cabeza una vez más, sin mirarme. Ni siquiera es necesario que lo haga. Este momento lo es todo. Y si no pudiéramos hablarnos, seguiría siendo todo, además de perfecto. Pero de pronto sé que quiere decirme algo, sé lo que dirá, pero me adelanto.

- Voy a extrañarte, pequeña. Viva, o no viva, lo haré. Te voy a extrañar desde donde esté -siento que voy a llorar, porque digo la verdad. La extrañaré muchísimo- Mañana cuando no esté, tienes que pensar que algún día nos volveremos a encontrar, ¿sí?
- También voy a extrañarte -la oigo llorar- Te prometo que pensaré eso, siempre. Eres la mejor hermana que he podido tener.

Acaricio su cabello con mi mano, y asiento con la cabeza.

- Y la mejor que yo he podido tener has sido tú. Te amo, hermosa. Hasta pronto.
- Hasta pronto.

Esas fueron nuestras últimas palabras, porque al poco tiempo ambas caemos en un profundo sueño. El último que tendremos juntas, porque sé que lo será. Porque las ancianas siempre sabemos cuando nos llega el momento. Y yo ahora lo sé.

Mientras duermo, de pronto despierto. Observo a mi mesita de noche. Son exactamente las 04:05am. Lila duerme plácidamente, siento su respiración. No se ha movido de donde estaba. Me quedo mirando el techo, la verdad no sé cuantos minutos. Pero de pronto, me empieza a dar una cantidad de sueño que no reconozco. Los párpados comienzan a caerme, y me cuesta un poco respirar, pero no me alarmo, ni siquiera duele.

Algo me da, no sé que fue, pero miro a duras penas hacia los pies de mi cama. Parpadeo, creyendo que estoy imaginando tal cosa. Una pequeña figura de color blanco con negro está allí. Mi corazón late de manera desenfrenada de la sorpresa, y mis ojos se humedecen. La figura se gira, y veo a Romano.

FlashBack.
- Puedes irte, Romano. Puedes darte por vencido e irte sin mi. No sé que pasará, ni lo que harás. Te aseguro que no sé lo que hay allá arriba en el cielo, mi niño, pero el día en que me toque partir, me gustaría que lo primero que vea seas tú... y saber que morir haya valido la pena. 
Fin FlashBack.

- ¿Romano? -le llamo.

Su miau se hace sonar, y siento una ráfaga de aire puro. Había soñado tanto con escuchar ese sonido de nuevo, al menos una sola vez. Él lo ha hecho. Él ha cumplido mi deseo. Ha vuelto a buscarme como le pedí que hiciera. No me olvidó. No olvidó mis palabras, ni siquiera no estando vivo.

Lágrimas caen por mis mejillas, y de pronto la habitación comienza a aclararse. Las paredes van desapareciendo, y de un momento a otro no es de noche, y yo estoy de pie. Todo es color blanco. Pero él sigue allí, observándome.

Doy un paso creyendo que deberé esforzarme, pero me equivoco, y me sorprendo la agilidad con la que he movido un pie. Miro mis zapatos, y me encuentro con la ropa que solía llevar cuando tenía diecisiete. Pero eso es lo que menos me importa ahora.

Corro hacia Romano, y lo envuelvo entre mis brazos. Lo estrecho con fuerza contra mi pecho, llorando desconsoladamente. Sus ronroneos en mi oído me hacen llorar aún más. Sus patitas rodean mi cuello y sé que no podría estar más feliz de lo que he estado jamás. Por fin estoy con él otra vez. Él ha vuelto por mi y yo lo he alcanzado.

Siento que alguien más nos abraza. Alzo mi cabeza y veo a mi chico del baño, el de ojos miel, mirándome y sonriendo con esa dulce y joven sonrisa que me enamoró desde un principio. Tiene diecinueve, porque luce justo como cuando nos conocimos.

Lloro aún más, me besa en los labios y siento que todo es un sueño, que no es posible que esto esté sucediendo. Es mi mundo perfecto. Pero es más perfecto aún cuando miro más allá, y veo a toda mi familia mirando en mi dirección, felices. Incluso a todas las mascotas que crié.

- Lo has hecho, shawty. Lo has hecho.

Vuelve a abrazarme a mi y a Romano. Esconde su cabeza en mi cuello. Y sé que ya he dejado la vida como debía. Nada de tristeza, todo es felicidad. Todo es un nuevo comienzo. Y tengo a mi esperanza aquí conmigo.

Me doy cuenta de que morí como debía. Fui fuerte, aguanté, soporté. Salí adelante. Y eso es lo que debemos hacer todos. Por más difícil que la vida se vuelva, por más que veamos que no tenemos sentido de vida, debemos esperar. Y cuando nos llegue la hora, moriremos orgullosos. Y aún mejor, seremos unos verdaderos guerreros. Unos ángeles guerreros.

__________

Chicas, quizás hayan odiado el tipo de final que les he dado, o más bien, el tipo de epílogo, pero es que cuando se me ocurrió la idea me di cuenta de que nadie jamás lo había hecho así antes, o al menos nunca leí uno parecido, no sé. Pero me encantó. Dudé si en subirlo o no, por eso he tardado tanto. Pero he decidido que debía. Espero que les haya gustado, aún así. 

Quiero darles las gracias por haberme acompañado e impulsado por esta novela. No pararé de repetir que he puesto todo mi sentimiento en ella. Ustedes son geniales y hacen que esto sea posible. Las adoro ♥ Comenten mucho y subiré las escenas extra lo más pronto posible. Un beso enorme.



14 comentarios:

  1. LLORE CM NUNCA:) PERO MAS LLORE EN LA PARTE DE QE ___ VA AL CIELO & SE ENCUENTRA CN JUSTIN❤ & CN TODOOS:) ME ENCANTOO DESDE QE LA EMPESE AH LEER GRACIAS X HACERNOS FELIZ CN ESTA NOVE X LO MENOS AH MI UN BESO GRANDE:)
    AYE:D

    ResponderEliminar
  2. Oh, Dios mio... Tishu, te juro que jamás lloré tanto leyendo una novela :') No sé si estar feliz, por como ha acabado o estar triste por que todo acabó. No quiero que se acabe, pero debe ser así. Y no puede ser más PERFECTO. Otra vez, gracias por escribir una novela así, en serio.
    Oh, romano :'D
    En serio, lo amé.
    BESOS HERMOSA<3

    ResponderEliminar
  3. Llore, se me salieron Las lagrimas. Dios Perot fuel tan hermoso.... lo Ame sube Los capitulos extras. Besos!❤

    ResponderEliminar
  4. No paro de llorar con el final !!!! Cielos es tan triste y tan especial es el mejor de todos los epilogos que lei !!! No puedo creer que esteen todos ahy y mi justin y mi romano mi familia !!!!

    ResponderEliminar
  5. Dios mio como lloré!!!!! fue tan hermoso, al principio me dio tristeza porque rayis iba a morir pero luego wow no tengo palabras para describir lo que me has hecho sentir. Todos juntos de nuevo <3 Me encantó Tish, en serio lo amé :3

    ResponderEliminar
  6. Me has hecho llorar demasiado. En el otro capotulo, el final, he hecho un testamento de 200 renglones contados, pero se me borro. No tengo palabras. Aun no me creo que esta novela llego a su fin. Quiero volver al principio, al primer capitulo. Te doy las gracias por todos y cada uno de los capitulos que has hecho Tishu. Por dedicarles tiempo y esfuerzo, que te hayas empeñado demasiado para que la novela quede perfecta. Y dejame decirte que todo eso valio la pena y mucho mas. Te amo

    ResponderEliminar
  7. wao ame este capitulo...me iso llorar pero a la vez me iso felix...recorde cuando murio mi abuelo que se que esta en el cielo viendome te doy muchas gracias por tus capitulos son muy buenos...eres buena para estoy... te deso lo mejor tkm yoooooo

    ResponderEliminar
  8. Muuuuuy hermosa novela hermosissisima, he seguido todas y cualquiera creeria que tienes un estilo de escribir pero no! En todas nos sorprendes! O bueno a mi! Gracias por escribirla esta hermosa

    ResponderEliminar
  9. Qué final más triste! Aunque, la verdad es que me gusta el hecho de que casi nunca se lea por acá un final así, tan crudo en muchos aspectos.
    Ya lo dije, a pesar de no haber leído tu novela desde un principio, me enganchó, y espero que sigas escribiendo si es lo que más te gusta, además, tenés muchas personas que te apoyan! Yo incluida.
    Besos!

    ResponderEliminar
  10. llore *0* no lo puedo creer :") me encanto :')

    ResponderEliminar
  11. ''Por un capricho''es mi favorito
    Simplemente es perfecta!
    Tishu eres una genio
    Me has sacado lagrimas,risas, enojos etc de todo me a pasado en la novela:)
    atte:flor❤

    ResponderEliminar
  12. Hola!
    Bueno, ya ves que te comenté, pero ahora vengo por algo especial (?) Primero, gracias por comentar en mi blog siempre. Desde el primer día que intercambiamos comentarios, siempre te tomaste el tiempo de leer lo que escribo y comentar, así que gracias.
    Ahora, respecto a tu comentario, deberías imaginarte a Dylan O'Brien :B Él y sus sensuales lunares <3.
    Y, te puedo pedir un favor? No sé si tenés twitter, pero si lo tenés me seguís en @WDistractionn? Quiero pedirte unos consejos y bueno, nada, son referidos al blog, y la verdad es que te lo agradecería muchísimo!
    Besos!

    ResponderEliminar
  13. Tishuuuu se que desapareci pero queria decirte que me encantoo! Og fue perfecto <3 Subi pronto las escenas extras :)
    Att: Srt.Andreea
    Pd: es que me da hueva entrar en mi cuenta jajajaja :)

    ResponderEliminar
  14. LPM♡♡ tishu, otra ves me as hecho llorar :'(
    No me canso de repetir que amoooo tu nove...
    Se siente que escribes con mucho cariño la novela....
    Cuando lei la parte en que dice que Justin murio antes que ella comence a llorar.
    Ycuando murio. Cuando volvio haber a Romano:') fue lo mejor.
    Y .. cuando... a enrealidad me encanto todo del epilogo (':

    Ahora, te soy cinsera. Siento que como que no tendra sentido estos dias sin leer la novela. Aun me falta leer las ecenas extras. Pero cuando ya las acabe de leer enserio, no se que are :(

    Solo me queda por decir...que ame, tu nove. Llore, rei, me enoje, me puse celosa. De todo.
    Te quiero tishu♡♡
    Eres la mejor^-^

    By:Esca

    ResponderEliminar