3 de octubre de 2014

Capítulo 57 -Por un capricho.


Maldito. Maldito Justin Bieber y todo lo que tenga que ver con él. Lo detesto. Es un cerrado, incomprensible, mente bloqueada, inmaduro, canalla... y todo lo que podría enfurecer a una chica en el mundo. No iba a llorar. Digo, estuve a punto de hacerlo, pero luego alcé mi cabeza y decidí que no lo haría. Sus celos no tenían sentido.

Oh, bueno, ahora basta de los insultos para intento de desahogo que acabo de gritar en mi mente. Ahora hay que pensar con sabiduría, empezando por ponerme en lugar de él. ¿Cómo me sentiría yo, teniendo que soportar que una extraña prima de mi novio durmiera con él, y qué pensaría? He aquí una lista:

1. Maldita golfa. 
2. Suertuda. 
3. ¿Tendrá novio ella?
4. Confío en Justin, él jamás haría algo así para lastimarme.
5. ¡SERÍAN PRIMOS, POR DIOS!

Hace como dos años Cipion me obligó a leer un relato en donde dos primos estaban tan calientes que terminaban, ya saben, cogiendo. Pero eso es algo que a no muchos les pasa, al menos yo me lo imagino y sería tan repugnante. Sin mencionar que estoy perdidamente enamorada de Justin y aparte, Cipion es... Cipion. Y yo no soy así.

- __, muero de sueño -se quejó Cipion en el momento en que entré por la puerta de la habitación. 
- Duerme -reí un poco.
- Sí, tienes razón, tengo que dormir. El viaje es estresante -se puso de pie y fue hasta su bolso- ¿podrías apagar la luz? Quiero cambiarme.
- Ve a cambiarte al baño, yo me cambiaré aquí -le sugerí.
- ¿Por qué tú aquí? -preguntó de mala gana- No es justo.
- Sí que lo es -dije como si fuera lo más obvio del mundo- Soy la chica, tú el chico. 
- Maldita sea, ustedes siempre dicen eso -rodó los ojos- Para que sepas, los chicos somos superiores a las chicas en millones de aspectos. Digo, somos hombres. Somos los más capaces de cualquier cosa. Tenemos poder sobre el género femenino. Ustedes deben obedecer a su superior. A su Dios.

¿Qué acababa de decir? Oh, cierto. Cipion es un loco del poder masculino. Sin embargo, él jamás se lo admitiría a una chica en la que estuviera interesado. No malinterpreten, él idolatra a las mujeres. Para él son lo más preciado del universo y lo más sexy que hay. Pero como yo soy su prima y tiene bastante confianza en mí, no tiene miedo de expresar sus sentimientos y pensamientos más profundos, aunque sean un asco sin sentido.

- Tú estás loco -reí, sin poder contenerme- Enserio, no tienes idea de lo que dices. Ya puedes ir a cambiarte -le apuré. Sería un tema muy divertido de debatir con él, pero no tenía nada de ganas por lo que acababa de pasar con Justin.
- Bien, pero sabes que tengo razón -creyó él. Definitivamente yo no creía eso.
- Toca antes de entrar -le pedí justo antes de que saliera por la puerta.

Me quité la ropa lo más rápido posible y me puse la pijama. No quería que Cipion entrara por la puerta y me viera en paños menores. Moriría de la humillación y enojo. Seguramente lo golpearía, porque sí, solíamos jugar a las peleas. Solo que esta vez no sería un juego. Para nada.

Salté a la cama y me arropé. Por alguna razón recordé cuando un día Michelle durmió en mi cama conmigo porque hubo un problema con la de papá. Estuvo quejándose toda la noche y el resto de la semana por un inmenso dolor de extremidades. Según ella, mi cama era una dura roca traída desde el infierno para estropear el sueño de las personas y dañar innumerables columnas vertebrales. Pero para mí, era la cama más cómoda del mundo. Jamás me dolía nada. Siempre estaba tibia, suave, y tenía un olor rico.

- ¿__? ¿sigues ahí? -la voz de Cipion por poco me sobresaltó- Ya he tocado tres veces, joder.
- Uh, sí, estoy lista ya. Pasa -permití.
- Por fin -abrió la puerta, entró y soltó un suspiro.

Se acostó en la cama, al otro extremo de esta. Teníamos un espacio considerable entre nosotros. Si Justin estuviera aquí, se daría cuenta de que no tiene nada que temer. O bueno, tal vez se enojaría más, pero ese no es el caso.

El programa de televisión favorito de Cipion había terminado, así que la apagó. Luego apagué la lamparita que estaba junto a mi mesita de noche. La habitación quedó a oscuras y en completo silencio. Acomodé mi cabeza en mi almohada, lista para entrar en un profundo y perfecto sueño.

- __, ¿te gustaría hablar? -otra vez la voz de Cipion- ¿quieres oír una de mis historias inventadas?
- Está bien -respondí con una voz soñolienta. Quería mandarlo al demonio, pero era su primera noche, no podía ser tan pesada con él.
- De acuerdo. Un día, un tipo llamado Cipion estaba caminando por la calle. De pronto, encontró un bar. Pero no era cualquier bar. Era el bar más popular de toda la ciudad. Cipion decidió entrar y divisó a una guapa mujer de estatura alta, envuelta en un atrevido vestido rojo que era típico en esos lugares. Cipion no dudó y fue tras ella. La mujer fue muy fácil. Accedió a ir a su casa en un instante. Al llegar al lugar, fueron directo al grano y...

Eso fue lo único que pude escuchar con más claridad que lo demás. Todo lo que sé es que se la tiró en su casa esa noche. Cipion tenía una imaginación enorme. Digo, le gusta lo erótico, pero también lo profundo que puede llegarte al alma. Sin embargo, no le gustan los romances, esos hermosos que una puede encontrar. Los detesta. También idolatra la cultura, y los pueblos originarios de los países. Sobretodo le gustan unos que se llaman Mapuches. Estos son de otro país, pero son su obsesión. Incluso trata de aprender su idioma. Oh, lo olvidaba, desea ser licenciado en artes. Dibuja a todas horas. Él dice que es una artista nato. Lo que más le gusta es dibujar mujeres desnudas.

- __, ¿estás bien? -preguntó de repente. Tardé un poco en responder, pero me di la vuelta para verlo.
- Ajá.

El silencio tornó. ¿Cuando había dejado de contar su historia?

- Lo único que has estado haciendo es decir "ajá" a lo que te cuento. Tienes más sueño que yo. Pero bueno, como a mi también me bajó, podemos dormirnos ahora -me dio una palmada en el hombro y se volteó al otro lado. Soltó un bostezo- Buenas noches.

Entonces, se puso sus audífonos. No sé cuánto tardé en quedar profundamente dormida, pero no recuerdo nada más de lo que dijo luego de eso. Supongo que debí hacerlo de inmediato. Enserio que estaba cansada.

                                                             +++

Abrí los ojos lentamente. Lo primero de lo que me percaté, era que estaba un poco sudada. Dios, se notaba que ya era verano, todas las mañanas despertaba así. Eché un vistazo a mi lado. Cipion seguía durmiendo. Aún tenía los audífonos puestos. Tomé mi celular de mi mesita de noche y miré la hora.

Dios bendito, ¿las una y media de la tarde? No podía creerlo, ¿desde cuando me dejan dormir tanto en esta casa? Máximo puedo hacerlo hasta las doce, siempre me despiertan. A pesar de que era un gesto muy adorable de parte de papá y Michelle, nunca me ha gustado despertar tan tarde. Me sofoca. Me harta. No sé, me gusta empezar el día antes de las doce.

La tarde pasó rápido. Justin podría llegar en cualquier momento. Normalmente llegaba a las cinco cada vez que venía, o a veces un poco más tarde, o más temprano, eso dependía de la ocasión. Pero como seguramente seguía enojado, llegaría más tarde. Y estaba en lo correcto. El timbre sonó al rededor de las seis.

- Hola amor -lo saludé sonriendo de manera tierna. Detestaba nuestras discusiones.
- Hola -correspondió. Seguía borde.

Quería rodar los ojos, pero me contuve. Me hice a un lado y lo dejé pasar. Él de inmediato se fue a sentar al sofá. Michelle bajó las escaleras y ambos se saludaron. Justo en eso, Cipion salió de la cocina con un baso de coca-cola hasta el tope con hielo. Lo observé bien, y era, mas bien, hielo con coca-cola.

- ¡Oh, Cipion! -le llamé- Él es Justin. Mi novio.

Cipion, muy cortés, se acercó a Justin y le tendió la mano. Ambos se la estrecharon. Se tiró al sofá, pero a uno diferente. Bajó la mirada al suelo. Dejó el refresco en la mesa de centro y tomó su guitarra, que se encontraba al costado de su sofá. Mi primo podía ser muy tímido cuando no conocía a alguien. En ese sentido, era casi igual a mí. No hablaba. Permanecía callado.

- Uh, ah -intenté hablar. Los dos me miraron. Se notaba la tensión que Justin tenía. Su expresión no demostraba ninguna emoción- Y como decía... él es mi novio.

Me sentí un poco tonta. De todas las cosas que pude decir, lo único que se me ocurrió fue recalcar lo que era obvio.

- Sí, lo sé, __ -dijo Cipion- Hoy has hablado de él todo el día. Y eso que solo llegué ayer. Digo, sé que es guapo, pero contrólate -esta vez se giró en dirección a Justin- Está loca, ¿por qué andas con ella?
- Eres un gay, Cipion. No puedo creer que lo hayas llamado guapo. Justin aléjate de él.

Mi novio soltó carcajadas. Dios, podría jurar que eso fue un relajante completo. Como una anestesia. Mis nervios se rebajaron como no saben. Su simple risa en un momento como ese fueron la gloria. Quería golpear a mi primo toda feliz hasta dejarlo inconsciente, como forma de agradecimiento.

- ¿Qué? Conoces como soy. Para mí, los hombres y las mujeres son iguales. La única diferencia, es el genital.
- Sí, sí -rodé los ojos- Porque si un hombre se sacara las cejas, se quitara la barba con cera, se arreglara las imperfecciones masculinas y se pusiera una peluca, nadie...
- Notaría al diferencia -terminó por mí- Lo que pasa es que al hombre le enamora el estereotipo de la mujer. Por eso hay hombres que se meten con travestis, por eso el vocalista de Culture Club anduvo con varios heterosexuales. Estamos acostumbrados a las mujeres con cabello desde los hombros o barbilla hacia abajo, cejas depiladas, pestañas maquilladas, aros, tetas, delicadeza, sometimiento, etcétera.
- Por favor cállate -rogué.
- Es la verdad. Pero, la sociedad es así -me explicó- Y Justin, no me has respondido, ¿por qué andas con ella?

Justin se aclaró la garganta.

- Porque la amo como no tienes idea -sonrió y luego me miró. Quería lanzarme sobre él y violarlo.
- ¿Ya tuvieron sexo? -preguntó descaradamente.
- ¡Cipion! -le regañé frunciendo el ceño- No preguntes esas cosas.
- ¿Qué tiene? -trató de parecer inocente, alzando las manos en forma de disculpa- El sexo es normal. Ya llevan como dos años, todos lo saben.
- ¿Quién te dijo que ya llevamos dos años? -ahora preguntó Justin.
- __. La familia entera sabe sobre ti. ¿Qué no he dicho ya que ella está loca? Pero bueno, como decía, ¿tuvieron sexo o no?
- Eso no es de tu incumbencia, por dios -ataqué tratando de no reír.

Sentí que me sonrojaba. Justin lo notó y casi rió también. Por suerte, Cipion ahora estaba concentrado en las cuerdas de su guitarra y no se daba cuenta. Vaya momentos incómodos que estaba haciéndome pasar.

- Tienes razón, no lo es. Así que te diré algo. Demonios, __ -alzó la cabeza y me miró- Si dejas de ser virgen antes que yo, juro que sería humillante. Tengo como meta tener sexo antes de ti. No puede ganarme mi prima menor. No, no puede.
- Pues vamos a ver quien gana -le desafié.

Moría de risa por dentro, el pobre no sabía que ya había perdido el desafío. Justin reía desde el sillón y a Cipion ni se le ocurrió por qué lo hacía. Quería tomar una foto para tenerla de recuerdo y burlarme de él por el resto de mi vida. Tal y como lo hizo él. Ahora que recuerdo... ¡Maldito!

Flashback -Años antes.
Acababa de dar el examen de admisión para una escuela particular. Decían que era bueno, pero estaba desesperada buscando a dónde irme. Ya estaba terminado, así que salí afuera a donde se encontraba mi mamá con Cipion. Esperamos unos quince minutos, rogando al cielo que los resultados fueran buenos. De pronto, el hombre que era el director de esa escuela, se asomó por la puerta de su oficina.

- Pasen, por favor -nos invitó.

Yo y Michelle nos paramos y entramos. Cipion se quedó afuera. Nos sentamos en una silla, frente al escritorio, y al otro lado de esta estaba el hombre.

- Bueno, __. He revisado los exámenes que has dado, ya sabes, el de matemáticas y el de lenguaje. El de lenguaje está perfecto. Pero, el de matemáticas... -su voz fue disminuyendo- Lamento decirte que está horrible, y que no podrás estar en esta escuela.

La cara casi se me cae al piso. El hombre se puso a reír. Sentía que me moría de la pena. Michelle permanecía en silencio, y yo no me atrevía a mirar su rostro. Posiblemente, el momento más vergonzoso de mi vida.

- Pero -habló otra vez el tipo- podría darte otra oportunidad -mi mundo se iluminó- Vamos a hacer un acuerdo. Si tú vienes mañana y haces de nuevo este mismo examen y te sale bien, voy a aceptarte. No hago esto por muchos chicos que vienen y fracasan, así que deberías sentirte afortunada. ¿Qué dices? ¿Aceptas o no aceptas?
- Pues... -pensé por un momento. Miré a Michelle y ella me daba una sonrisa forzada, sabía que yo estaba incómoda- Está bien.
- Perfecto. Entonces, este examen será eliminado, lo sabes, ¿no?
- Sí.
- Bien. Prepárate -tomó el examen de matemáticas entre sus dos manos, los puso prácticamente justo en frente de mi cara. Y luego, con una marida cruda en sus ojos, fue rasgándola por la mitad- Has estado fatal. Este examen se merece esto, créelo.

Yo seguía mirando como la hoja de papel se rompía y pequeños pedazos iban cayendo de esta. Algo se quebró y se endureció dentro de mí. Esto no era una oportunidad buena, más bien sentía que mi dignidad se estaba yendo por el caño. Y encima el tipo me miraba como si estuviera feliz de hacerme sufrir. Obvio, no se lo iba a decir, era demasiado tímida como para hacerlo. Miré otra vez a Michelle y ella tenía la boca un poco abierta de la impresión. Al parecer, yo no había sido la única que notó que el hombre tenía malas intenciones y se sentía bien haciéndome eso. Seguro solo quería que viniera al otro día para poder rasgar el examen otra vez frente a mis propios ojos.

Agradecí falsamente por la nueva preciada oportunidad que me había dado y con Michelle salimos de esa oficina. Aire fresco entró en mis pulmones y por fin me sentí un poco mejor. Pero mis brazos temblaban y quería llorar, dios, había dañado mi autoestima de alguna forma. No pensaba volver ahí. Prefería irme a otro lugar antes de volver a verle su arrugada y malvada cara.

- ¡__! -me llamó Cipion parándose de su asiento- ¿qué te pasa? Te veo pálida. Te ves terrible. Más de lo normal.
- Gracias -respondí borde y con un tono de sarcasmo enorme.
- No ha quedado -le explicó Michelle. Era eso suficiente. No había que dar detalles.
- Oh. Dios. Espera -corrió su bolso que tenía cruzado, lo abrió y sacó su aparato color negro- Mira a mi costosa cámara un momento -me enfocó-, quiero captar tu cara de decepción para que lo recuerdes el resto de tu vida.

No tuve ni tiempo de reaccionar y ya había sacado la foto. Me la mostró. Él reía a carcajadas como si fuera lo más chistoso del mundo. Era un imbécil. Ni siquiera me esforcé por arrancarle la cámara de las manos y borrarla. Definitivamente, era la peor foto que pudieron sacarme. Ahora recordaría ese momento por siempre. Lo único que pude hacer fue estampar mi puño contra su inmundo cráneo. Entonces Michelle me regañó y fuimos a la casa de mi tía a tomar un jugo natural de frutas que ella misma había hecho para calmar los nervios.
Fin Flashback. 

- Está bien -aceptó Cipion- Lo único que necesito es ir a alguna esquina de por ahí. Podría venderme a un peso con vuelto.
- Hazlo.
- Sí, estoy casi seguro de que lo haré.

Y así pasó la tarde. Acabamos todos cenando juntos. Papá, Michelle, Lila en su silla, Cipion, Justin, yo, y por supuesto, Romano. Romano no podía faltar. Él amaba el jamón tanto como yo. Pero las horas pasaron rápido y luego Justin tenía que irse. No quería que se fuera. Habíamos pasado una tarde completamente agradable, y el que se terminara me ponía triste. Pero no podía hacer nada para evitarlo. Papá nunca aceptaría que se quedara una noche durmiendo conmigo.

Estaba viendo televisión a las una de la madrugada junto a Cipion y de pronto me dio hambre. Sin dudarlo, bajé a la cocina y vi que había para comer. No quería pan, y había comido eso y no se me antojaba hacerlo de nuevo. Posé mi vista en el centro de la mesa de la cocina y un hermoso melón verde estaba allí. Casi se me salen los ojos. Fui por un cuchillo, lo tomé y lo partí por la mitad. Quité las pepas y enterré una cuchara en él. Me llevé un poco a la boca para sentir su sabor. Afortunadamente, estaba increíblemente dulce. Era perfecto.

Romano se subió a la mesa. No había notado su presencia. Comenzó a oler mi melón con ansias, y por un momento me pregunté si tenía ganas de probarlo. Así que saqué unos pedazos, los puse en un plato y lo acerqué a su lado. Él inmediatamente comenzó a devorarlo. Santo cielo, ¿era posible? ¿un gato comiendo melón? ¡Era un hecho, tenía el mejor gato que pudiera existir! Era mi alma gemela, era único, era mi bebé. Me reí por lo animado que se veía comiendo así que lo acompañé, haciendo lo mismo.

Me fui a la cama con una sonrisa en la cara, y con Romano a mi lado. Alcé unas frazadas y él se escabulló dentro, para estar calientito. No me daba miedo porque sabía que nunca lo aplastaría. Siempre era muy precavida en ese sentido y, a pesar de que tal vez no sea posible, tenía un sexto sentido que me mantenía alerta mientras dormía.

No podía dejar de pensar en Justin. Todo había salido bien, y ahora no estaba enojado. Era el mejor día del verano hasta ahora. Creí que ya nada malo pasaría, que entre los tres nos llevaríamos bien y que él confiaría en mí para lo que sea. Pero... tal vez, estaba equivocada.

                                                      ___________

¡Aquí está el capítulo! 
Espero que les guste, lamento si está algo aburrido, no sé. 
Pero estuve tratando de hacer que encajara bien y que no estuviera tan mal. 
Al final, me gusta como quedó. Supongo que valió la pena. 
Porque no me gusta publicar capítulos cuando no me convencen.
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Las adoro, gracias por no dejarme.


11 comentarios:

  1. Fui el primer comentario :o aaaah. Aun no la leo. Pero estoy segura de que el capitulo va aser perfecto:3

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  2. �� asdfghjklñ! Increible, como siempre y como todos :) sube prontoo ♥

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  3. Esta novela es perfecta!!Siguela

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  4. jajaja me encantó lo de Maldita golfa jajaja muerome...bueno, qué más decir?..que el cap esta más perfecto que mi café de la mañana XD
    Att: Idaly

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  5. ese justinbieber es un jovencito muy cabezota pero aun asi lo amo siguelaaaaaa plis me encato el capi :-)

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  6. Siguela plissss me encanta Tu novela !!! :)

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  7. Aburrido? ¿¡ABURRIDO!? Te voy hacer borrar el cap por decir eso. Mis ovarios aburrido. Me reí y me enamoré. Deja de hacer caps tan lindos. Son tan asdfghjklmportw :3 Na se los re amo :D Son muy hermosos. Amo como escribes. Tus capítulos valen oro, en serio. Son re importantes. Perdón por no haberlo leído en su momento, porque cuando lo subiste yo estaba de campamento. Y no sabia que Cipion era virgen. Lo cojo :)

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  8. ¡¡SIGUELAA!! me encantó, es perfecta! estoy deseando el próximo capitulo,me dejaste con las ganass... Besazos enormes♥

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  9. Definitivamente adoro a cipion��
    Estuvo hermoso!! El capitulo
    Ahh y para nada aburrido. Te juro que casi me orino de la risa con el tonto de Cipion XD
    ATTE:FLOR
    Pd:siguela pronto!
    ;)

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  10. Holaaaa, nueva lectora jaja<3
    Me llamo Andrea, tengo 15 años y soy de Uruguay. Yep. Amo a esa perfeccion canadiense y a esos 5 idiotas.
    Bueno, ya me conoces y quiero decirte que sigo tu novela desde el principio pero hace un tiempo que me hice la cuenta y bueno, ya comentare siempre por acá jaja.
    Sobre el capitlo: Está increible. En serio, ¿como escribis tan bien? Estaba super mal por la pelea que tuvieron rayis y Justin, pero me alegre al ver que se llevaba tan bien con Cipion jaja.
    Uuuuh, supere a mi primito jajajaja.
    Y bue, ya me voy<3 besos y seguila pronto :)

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