23 de septiembre de 2014

Capítulo 56 -Por un capricho.




Ya era tarde, era hora de que Justin se fuera a su casa. Habíamos salido fuera de la casa para despedirnos. Yo lo dejaría en su auto. Era casi medianoche pero no hacía nada de frío. Rodeamos el auto y él se apoyó en la puerta del conductor. Me acerqué a él y rodeó mi cintura con sus fuertes brazos cálidos.

- Odio esto -soltó.
- Ambos lo hacemos -reconocí, acariciando su mejilla- No es algo justo.
- Sí. Me gustaría poder pasar al menos una noche juntos.

Él no sabía que yo era la que más deseaba pasar una noche a su lado. Todas las noches imaginaba qué se sentiría estar siendo abrazada por él. Ya lo habíamos hecho, pero el tiempo pasaba tan rápido que se antojaba volver a sentir lo mismo. Era como si se olvidara.

- Bueno, si estuviéramos casados ya lo estaríamos. Así que asegúrate de pedirme matrimonio pronto -bromeé. Él rió, entendiendo el chiste.
- Voy a tomarlo en cuenta -me guiñó un ojo y giró su cabeza lo suficiente para poder mirar la ventana de mi casa. No había nadie, así que me apretó contra él y nos besamos.

Él me hacía estremecer. Me sentía tan protegida a su lado que dolía. Entre el beso que ya se hacía más largo, tuve que abrir uno de mis ojos para poder echar un vistazo y ver si papá miraba. Detestaba hacer eso. Pero no tenía elección. Rompí el beso con delicadeza y mordí su labio superior. Me sentía bastante nerviosa teniendo que estar pendiente.

- No me gusta la idea de un idiota durmiendo en tu habitación -comenzó a decir. Maldije en mis adentros.
- A mi tampoco -miré las facciones de su cara y solté un suspiro.
- Pues a mi menos. Me enoja -arrugó la frente, casi juntando sus cejas- Y mucho.
- No parece -me extrañé- Pero lamento que esto pase. No es algo que me guste.
- Solo no quiero arruinar el momento.
- Y agradezco eso -junté mis labios con los suyos, solo por un instante- Te amo.
- Yo te amo más, shawty.

Estuvimos unos cinco minutos más abrazados, sin decir ni una sola palabra. No era para nada incómodo, era como si no quisiéramos decir nada, por no querer discutir o arruinar lo bien que estábamos en nuestra relación. Al final, nos separamos y nos despedimos. Fingí estar normal, pero en el fondo no lo estaba.

Arrancó y vi como se alejaba en el interior. Usualmente hacíamos las despedidas más largas, pero no quería forzarlo. Le había molestado mucho la idea de que alguien que no era él durmiera cerca de mí y ninguno de los dos quería que se desquitara conmigo.

Un cierto pánico se adentró en mi. ¿Qué pasaría si la llegada de Cipion arruinaba todo? Digo, no mal interpreten, es mi primo, es un tonto, a pesar de eso lo quiero. Es el primo con el que mejor me llevo y eso que vive increíblemente lejos. Pero yo no quería problemas. Ni siquiera llegaba todavía y Justin ya se había molestado. No quería ni imaginarme lo que podría suceder después. Pero lo mejor era ignorar esos pensamientos por el momento. Sin atormentarse. Aún faltaba para su llegada.

                                                             +++

Estaba parada de mala gana en el terminal de buses de Atlanta. Cipion estaba por llegar. Apenas ayer papá me había avisado que él vendría, pero no tenía idea que llegaba hoy. Mi primo había venido en avión, pero luego tomó un bus para no alargar tanto la cosa y nosotros tuviéramos que ir a buscarlo. Yo había venido con Michelle. Papá se encontraba en casa con Lila, durmiendo.

- Michelle, muero de hambre -me quejé.

El bus de Cipion se había atrasado y ya llevábamos como dos horas sentadas en unos asientos de plástico y fierro duro. No era tanto, digo, en mi vida he estado incluso más, pero no había comido mucho en el almuerzo. Había lentejas. Iugh,

- Bueno, tengo un poco de dinero -observó por los alrededores hacia las pequeñas tiendas de comida. Detuvo su mirada precisamente en una de comida rápida. Me indicó con el dedo- ¿Quieres ver que venden ahí?
- Oh, claro -me levanté con un ánimo que no reconocí. Ella me observó.
- Deberías levantarte con ese mismo ánimo para la escuela.

Caminamos lo más rápidamente posible. No era por el hambre exactamente, no. Estaba casi segura de que era porque Cipion estaba por llegar y si nos encontraba comiendo, tendríamos que compartir nuestras dos raciones.

Miramos en el mostrador. Habían papas fritas recién echas, además de arroz, pollo frito, carne asada, papas duquesas, entre otras cosas que no me interesé en mirar. Yo estaba pendiente en la hermosa bandeja de nuggets de pollo. Eran mi debilidad. Las caseras no me gustaban. Mi debilidad solo iba por la de tiendas especializadas. Algo hacían que las volvía diferentes.

- Cinco dólares en nuggets de pollo, por favor -pidió ella. Me guiñó un ojo sonriente. A ella le gustaban tanto como a mí. Cualquiera pensaría que en realidad era mi madre.

Al rato nos encontrábamos devorándonos las nuggets en los mismos asientos que habíamos estado hace unos minutos. Justo venía llegando un bus que tenía un enorme catel que decía "Atlanta" y en unas letras más pequeñas a su lado, se incluía un "retrasado". Dios mío que ahí venía Cipion. Yo y Michelle nos miramos y tratamos de echarnos todas las nuggets que quedaban en la boca. Por suerte solo quedaban cinco. Dos y media para cada una. Diría que lo tragamos. Seguíamos con la boca llena cuando Cipion bajó de su bus. Nos saludó con la mano y una sonrisa, mientras él esperaba a que le entregaran su bolso. Sonreímos y saludamos con la mano también, intentando que las nuggets lograran pasar lo más rápido posible por nuestra garganta. Cuando estuvimos ya repuestas, pudimos respirar en paz. Solo entonces me di cuenta de que habíamos sido un poco egoístas. Pero la tentación por esa comida era grande. Que va.

- ¡Hey, tía Michelle! -Cipion se acercó trotando hacia nosotras, con su enorme bolso colgando de su brazo. Me sorprendí cuanto vi una guitarra sujeta en el otro. Abrazó a Michelle por un momento y le dio un beso en la mejilla. La siguiente fui yo. Me abrazó también, por el mismo tiempo que a ella. Reí bajo- ¿Cómo están?
- Bien, Cipion -le respondió mi tía- ¿Cómo estuvo tu viaje?
- Uh, estuvo bien -comenzamos a caminar. Yo estaba en el medio, Cipion a mi lado izquierdo y Michelle a mi lado derecho- Lo único malo fue el retraso. Dormí todo el viaje, así que bien.

Eso sí me lo esperaba de él.

- ¿Donde está el tío __(tu padre)? -preguntó con interés.
- Se quedó con Lila en casa. La está cuidando -respondió Michelle. Yo estaba bastante callada. No hablaba nada. Sigo siendo algo tímida, así que en un rato estaría ya mejor.
- Oh, cierto, lo había olvidado. Seré el primero de la familia lejana en conocer a esa pequeña bestia -sonrió- Incluso me han pedido que cuando me vaya de aquí, les lleve fotos. Muchas fotos.
- Vas a tener suerte -le dijo ella sonriendo- Le encanta la cámara.

                                                       +++

Su encuentro con papá en la casa fue todo lo que me esperaba. No hacían más que hablar de la familia que casi no veíamos, pero que queríamos mucho. Papá le preguntaba todo lo que podía sobre allá. Cipion con gusto le respondía. Además, hablaron de fútbol y sobre mi abuela paterna.

Estuvimos cenando hasta casi las doce. Luego, se decidió que ya era tarde, así que había que ir a nuestras habitaciones. Me sentí extraña con las pertenencias de un chico en mi habitación. Máximo solía tener algunas prendas de Justin, que las aceptaba con toda mi gloriosa felicidad.

- Linda habitación, ¿volviste a decorarla? -preguntó, mientras se sentaba en los pies de mi cama y echaba un vistazo.
- Sí, la pinté, quité los posters, y demás.
- Me doy cuenta. Estabas loca por el grupo Rebelde la última vez que vine.

Me reí abiertamente.

- ¡Eso fue hace mucho tiempo! -excusé- Solo que me daba flojera quitarlos.
- Oh, bien -asintió, se paró y cogió el control remoto de la mesita de noche- ¿Te molesta si veo la tele? Hoy dan "Esta noche somos así" -informó.
- ¿Ese programa de televisión donde sale el loco predicador? -pregunté.
- Sí, está jodido ese tipo, pero, dios, es genial.

Se tiró en mi cama y se puso a ver su programa, que justo estaba empezando. Él ya tenía diecinueve años, la misma edad de Justin. Yo salí por la puerta, porque de pronto me había entrado una duda. Caminé a la habitación de papá y Michelle. Abrí sin tocar. Papá estaba acomodando su almohada y Michelle veía Peppa con Lila, tratando de que se durmiera cuando terminaran sus dibujos animados.

- Eh, solo por casualidad -hablé y ambos me miraron- ¿donde va a dormir Cipion? -mantuve mi voz lo más baja posible. No podía gritar y simplemente preguntarlo sin importar que él me escuchara. Era muy feo hacer eso.
- __, sobre eso, te dijimos que dormiría en tu habitación, ¿no? -dijo papá.
- Sí, pero, ¿donde está el colchón para que él duerma en el piso? O un saco de dormir, no sé.
- Cariño -esta vez me habló Michelle, aclarando su garganta- Cuando dijimos que Cipion dormiría en tu habitación, nos referíamos a que también dormiría contigo... en tu cama. ¿Entiendes? Contigo.

Abrí la boca para protestar, pero papá se adelantó, y me interrumpió.

- Hija, por favor, no quiero discutir esta noche -me pidió con un tono tan suplicante y cansado que tuve que quedarme callada- Mañana tengo trabajo, pero al llegar podemos hablar de ello.

Asentí, sin estar satisfecha. Salí de ahí y me fui al baño. ¿Qué iba a hacer si Justin se enteraba de esto? Si se molestó porque dormiría en mi habitación, seguro le daría un ataque si se enteraba de que dormíamos en la misma cama. Pero bueno, él tendría que lidiar con eso. Debía confiar en mí.

Me puse pijama, pero aún no me cepillé los dientes. Salí del baño lista para ir a chatear con mi sexy novio. Entré a mi habitación y encontré un montón de paquetes de comida en mi hermosa y suave cama. Cipion notó mi presencia.

- __, ¡volviste! -exclamó emocionado, alzando los brazos- ¿Tienes hambre? Tengo de todo lo del mundo aquí. Mamá me compró un montón de comida pero casi ni la probé. Ya sabes, como dije, dormí todo el viaje.
- Uh, oh, yo, gracias, pero... -iba a decir que no, hasta que me fijé exactamente en todo lo que traía. Habían galletas oreo, papas fritas, cuchuflis, alfajores, bebidas gatorade y muchas más- Creo que mejor sí.

Encendí el ordenador, ya preparada para conectarme a Facebook, pero justo en ese entonces sonó mi celular. Inmediatamente presioné mi dedo contra el lugar que daba el parlante de este. Deslicé mi dedo en la parte verde de la llamada y me llevé el celular a la oreja. No tenía ningún miedo de contestar frente a Cipion, porque le tenía confianza desde siempre y nunca diría algo a mis padres de lo que escuchara. Además, seguía concentrado en su programa.

Llamada telefónica.
- Hola amor -contesté animada.
- Mi vida, ¿cómo estás? -él siempre era tan dulce. Me alegraba que ya no se encontraba molesto.
- Bien, estaba comiendo papas. Iba a conectarme.
- Ah, sí, te llamaba porque no sabía si lo harías. Ya son más de las doce -se rió.
- Sí, lo siento por eso, es que estuvimos hasta tarde -le conté.
- ¿Tenían algún tipo de cena familiar? -preguntó normalmente.
- Sí, con Cipion -respondí riendo.

Un silencio se tornó en la línea. Era como si hubiera pasado un ángel. ¿Siquiera era posible que pasara uno a través de la llamada?

- ¿Qué dijiste? -su voz sonó extraña.
- Uh, que sí, que tuvimos una cena familiar, con Cipion -aclaré riendo- Deberías lavarte los oídos, tienes mucha caca de pato ahí -me reí por mi propia broma, intentando no ahogarme.
- ¿De qué te ríes? -preguntó, ahora no sonaba extraño, si no molesto- ¿Por qué no me dijiste que ese tipo estaría en tu casa hoy?

Mi risa se extinguió casi al instante. De pronto sentí un malestar.

- Es que papá solo me lo dijo durante el almuerzo -le conté preocupada. No entendía qué le sucedía- ¿te encuentras bien? Te noto extraño, amor -no quería presionarlo, así que tenía que ser la más dulce posible.
- ¿Que si me encuentro bien? -cuestionó impresionado- Un imbécil que no conozco está durmiendo en la misma habitación que tú, y me preguntas eso. ¿Y si te viola, __?

Él ya se estaba volviendo paranoico. Para algunas personas, los celos eran lindos. Pero yo, los odiaba. Precisamente porque los celos de Justin no hacían sentir lindo. Eso aprendí en casi los dos años que hemos pasado juntos. Sobre todo en el último.

Decidí salir de la habitación. Cipion no necesitaba escuchar nuestra discusión. Caminé hacia el baño, que estaba bastante apartado de la habitación de papá y Michelle, y la mía. Cerré la puerta con seguro e intenté no hablar tan fuerte.

- Él no me va a violar, Justin -le dejé en claro, sin mostrar agresividad- Es mi primo, nos llevamos bien desde niños.
- No me interesa, __. Las personas cambian. Es hombre, tú una mujer. No puedes estar durmiendo  en la habitación con él.
- Sí, pero es mi primo. Solo un primo. Ninguno de los dos tiene sentimientos raros por el otro. Yo solo te amo a ti.
- Ya, ¿pero y si él tiene otras intenciones? -suspiré ya frustrada por su pregunta.
- Justin, si quieres puedes venir a casa mañana -le invité- Tú y él se llevarían bien. Además, ambos tienen la misma edad y les gusta música parecida. Cipion incluso toca la guitarra.
- Yo también toco la guitarra -atacó. Sentí una ola de celos en aquellas palabras.
- Sé que tocas la guitarra, por eso te lo digo. Es solo otra razón por la que se llevarían bien -de pronto pensé que podría haber sonado mal como lo dije y por eso se puso así, así que agregué algo más- Él es un principiante, tú tocas mucho mejor.
- ¿Donde va a dormir? -ignoró todo lo que le dije. Esa pequeñez me dolió.

¿Qué le decía ahora? El chico iba a dormir conmigo, a mi lado. Pero no quería mentirle. Había aprendido que las mentiras eran un asco luego de que Michelle nos descubrió juntos. No iba a pasar por algo así de nuevo, menos con Justin.

- Él... -me preparé para lo que él pudiera decirme- Él va a compartir conmigo.
- Genial -escuché sarcasmo en su voz. De pronto se puso a reír. Como un total cínico. Me recordó a papá y sus momentos. Odiaba con toda mi fuerza esa risa.
- Basta -ataqué yo esta vez, sin nada de simpatía en mi voz- Deja de hacer eso.
- Ah, ¿te molesta? -preguntó haciéndose el tonto- A mi también me molesta que te vayas a acostar con otro mierdas -lo hizo sonar como un insulto hacia mí. ¿Era doble sentido?
- Dios, Justin, al menos intenta comprender que solo vamos a dormir. Separaré la cama en dos con una almohada. Nos mantendremos alejados. Yo te amo a ti, entiéndelo, por favor -casi le rogué.

Se quedó callado sin decir una palabra. Esperé un momento para ver si se dignaba a responderme. Sabía que era difícil para él lidiar con las cosas. Era muy débil en ese sentido. Igual cuando me fui de su casa antes de ser novios y me dejó sola. Se bloqueó esa vez. Y ahora se bloqueaba de nuevo. Cuando supe que ya no iba a responder, supe que tenía que hacerlo yo.

- Será mejor que descansemos un poco, ya es tarde.

Siguió callado. Me frustré aún más. Pasé mi mano por mi cara y mi cabello, de mala gana. Sentía que estaba hablando sola.

- Al menos dime que vendrás a mi casa mañana -le pedí- No quiero que estemos mal, Justin. ¿Lo harás? -deseaba con mi alma que dijera que sí. Tardó un poco en contestar.
- Bien.

Estaba siendo muy borde. Pero era suficiente.

- Bien, te amo. Buenas noches -le dije queriendo sonar amable. Pero era verdad, lo amaba igual que siempre. Entonces, colgó.
Fin de la llamada telefónica.

Creí que me iba a responder pero apenas alcancé a decir buenas noches y me había cortado. Ni siquiera me había dicho te amo de vuelta. Sentí ganas de llorar. Muchas ganas.

_______________

Chicas, espero que les haya gustado el capítulo.
¿Qué piensan de la actitud de Justin? ¿Es justificada, o no lo es?
Díganme en los comentarios qué les pareció. 
Comenten mucho y subiré más rápido. Empezaré a escribir el próximo de inmediato.
Yo había querido subir antes, pero enfermé de nuevo.
Y eso quita bastante las ganas de hacer cosas. 
Las adoro un montón, no lo olviden, ¿vale? ♥
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¡Chaoooosss!



8 comentarios:

  1. Haha! Tiene una tremenda imaginación xd ❤ me encanto el capítulo.

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  2. Amee el capitulo asdfghjkhgf es perfecto<3:3
    Gracias por seguir los capitulos mas seguidos<3

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  3. Estuvo genial ! De enserio Super ! Lo ame espero que la sigas muy pronto por que la amo :) un beso

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  4. Pues que más decir..me ha ENCANTADO.....pero creo que Justin ha sido muy duro con rayis, cualquiera se sentiria mal, hay pero como siempre, el cap más que perfecto...es la perfección en letras kjaakjdghdghs, lo amo, amo la nove, te amo a ti y a tus neuronas, cerebro, tu imaginación sjadhghs...ok ya que me emocioné.
    Att: Idaly

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  5. Estuvo increible el capitulo
    Amo tu imaginacion!!
    Bueno simplemente eres genial

    Jaja ami tambien me gustaba Rebelde de niña.:P
    Atte:flor

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  6. Siguelaaaa...La amé!!!

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