18 de septiembre de 2014

Capítulo 55 -Por un capricho.



Ha pasado un año y medio desde esa primera cena en familia junto a mi novio. Muchas cosas han cambiado. Ahora papá se lleva lo suficientemente bien con Justin como para estar todos cómodos y felices. Viene a casa cada fin de semana, a acompañarnos y comer con nosotros. Ayuda a papá construyendo cosas para la casa, hablan de baloncesto, fútbol americano, ya saben, como cualquier hombre en el mundo.

Me impresiona la forma en que todo ha pasado. Primero, ellos no podían verse ni en pintura, luego, gracias a nuestra primera cena juntos, ellos pudieron compartir como nunca lo hicieron. Papá comenzó a decirle que siguiera en contacto, porque era necesario que él supiera que clase de chico era él. A Justin no le molestó ni en lo más mínimo, así que aceptó. Y no pasó mucho para que Justin viniera cada vez que quisiera, sin permiso de papá. Nada más yo tenía que decirle que él estaba en camino y todo arreglado. Ambos se ríen de chistes que se cuentan entre ellos, a pesar de que son verdaderamente aburridos y sin gracia.

Acababan de empezar las vacaciones de verano, solo hace dos días. Ya estábamos en el atardecer, luego de que estuviera increíblemente caluroso. Me asomé a la ventana de mi habitación y dirigí mi mirada hacia los arbustos con espinas que se encontraban en el terreno vacío al lado de mi casa. Ya no había nada allí, puesto que el hogar que solía estar había sido demolido, y poco a poco comenzaron a crecer, de la nada.

- Romano, es hora -le dije.

Me acerqué a él, lo bajé de mi cama y salimos de mi habitación. Exactamente las siete de la tarde, así que haríamos lo que la última semana habíamos hecho. Llegamos afuera. La brisa era tan tibia que no era necesario ponerse un abrigo. Era la perfección de día.

Corrimos hasta los arbustos, con la esperanza de que hubieran los insectos que tanto nos gustaba cazar. No eran para mí, por supuesto. Por alguna extraña razón, a Romano le encantaba comérselos. Yo se lo permitía. Había pasado toda una tarde paranoica en internet averiguando sobre esos pequeños escarabajos voladores de color café, luego de verlo tragarse uno que viajaba por el patio. Casi me morí del susto, creí que se envenenaría. Pero no, eran inofensivos, al menos los de ese tipo. Gracias al cielo. Yo odiaba matar cualquier ser vivo, pero, ver su cara tierna me volvía tan vulnerable que se me era imposible no dejarlo.

Logré divisar uno grande junto a todos los demás. Sin pensarlo dos veces, pasé mi mano lo más rápido que pude y lo golpeé. Calló al piso, no sé si aturdido o muerto. No iba a pensar en eso. Si lo hacía, iba a sentirme la peor asesina del mundo mundial, creyendo lo mala que había sido al matarlo, que quizás había dejado a varios pequeños escarabajos huérfanos y una viuda. Podía ser bastante exagerada con cualquier cosa, y lloraría.

- Ahí está -le apunté- Vamos, puedes devorarlo.

Él se acercó, haciendo lo que le pedí. En un segundo ya estaba en su boca, y luego en su estómago. Seguí haciendo lo mismo varias veces, y me encantaba verlo disfrutar. Me preguntaba qué tan sabrosos serían. Él tenía comida en casa pero se veía aún más feliz cuando comía de estos. Algo debían tener.

- Toma tres más -le dije entusiasmada.

Pasamos como media hora más cazando. Luego de ese tiempo me apetecía sentarme. Pero podía notar que Romano estaba con toda su energía para seguir.

- Voy a sentarme, tú sigue -le avisé.

Seguro parecía una tonta hablando con un gato, que jamás me respondería. Pero sabía que me tomaba atención. Me miraba. Nuestra conexión era fuerte. Dios, lo amaba con mi vida. Era mi mejor amigo. Era mi bebé. Me impresionaba cada vez más tener un cariño y amor tan fuerte, que jamás tuve con ningún otro amigo. Él era algo. Él era especial.

Caminé hasta la roca más cercana, y puse mi trasero en ella. Observaba la forma en que cazaba. Sus fuertes patas traseras hacían fuerza, logrando saltar y con sus patas delanteras alcanzar algún escarabajo que pasaba cerca del suelo. Reí. Mi gato era salvaje y obstinado. Por un momento, me recordó a mi otro gato que también se llamaba Romano. A él también le gustaba comer insectos. Pero, yo sabía que eran diferentes. Mi primer Romano siempre fue tímido, e increíblemente cariñoso. Este Romano era atrevido. Los animales tienen personalidades, igual que los humanos. Los amaba a los dos, aún cuando uno de ellos ya no se encontraba aquí. Sentí que los ojos se me humedecían.

- No sabía que ya era hora del banquete.

Era su voz. La voz de mi novio que amaba con toda mi alma. Una sonrisa amplia se formó en mi cara, al instante. Giré mi cabeza y se encontraba ahí, completamente arreglado, con un short color azul, una polera blanca, supras también azules, una gorra del mismo color y un collar plateado. Más guapo no podía ser.

- Hola -saludé tímida. Siempre causaba eso en mí.
- Hola, bonita -avanzó hacia mí.

Me hice a un lado, queriendo darle un espacio en la roca para que se sentara. Lo hizo sin protestar. Miró para todos lados, fijándose en si papá o Michelle estaban por los alrededores. No había nadie. Así que tomó mi cara entre sus manos y me besó. Si había una regla de papá, era que jamás debíamos besarnos en su presencia, ya que era una falta de respeto.

- Te eché de menos -confesó, sin quitar sus manos de mí.
- Y yo a ti, pero más -acerqué mis labios a los suyos, siendo yo la que lo besaba esta vez. Jamás me cansaría de hacerlo.
- Ni lo creas -rió.

Pasó su brazo por detrás de mi cintura y nos quedamos mirando la hermosa imagen de Romano cazando.

- ¿Harán esto por siempre? -preguntó- Ya sabes, hace cuatro días, el último día que te vi, también estaban aquí haciendo esto. Shawty, si no tienes dinero para comprarle comida puedes decirme.

Solté carcajadas al oírlo decir eso.

- Tiene comida, sonso -hice una mueca- Pero le gusta comerlos. Saben bien.
- ¿Los probaste con él? -preguntó asombrado.
- No, pero si se los come es porque deben saber así, ¿no?

Asintió lentamente, analizando mis palabras.

- Puede que tengas razón. Pero conste que tú y tu gato están locos.
- Pero nos amas así -le saqué la lengua y lo besé. Él saboreó sus labios.
- Te amo a ti. A él no -me imitó, sacándome la lengua.
- ¡Oh, vamos! -protesté- Admite que le has tomado cariño. Te he visto acariciarlo cuando no estoy cerca. Sé que lo quieres.
- Claro que no. Míralo -pedí lo que me hizo, y él también- Es tan feo.
- ¡Es precioso! -reí- Tiene elegancia.
- Lo que digas, pero igual. Sabes que tengo la razón.
- Uh, lo que digas -rodé los ojos, no creyendo ninguna de sus palabras.

Estuvimos ahí hasta que ya casi estaba completamente oscuro. Los tres acabamos entrando a la casa. Romano inmediatamente comenzó a maullar, pidiendo comida. Dios, él no se cansaba. Siempre tenía hambre. Solo para molestarlo, no le di todavía.

- __ -llamó mi papá desde la cocina- ¿Estás ahí?
- Sí, papá -respondí.
- Ven acá. Necesito darte una noticia.

Tomé a Justin se la mano y juntos nos dirigimos allá. Papá estaba sentado en la mesa junto con Michelle, mientras tomaban un vaso con coca-cola. Notaron la presencia de Justin.

- Oh, hola, hijo -saludó mi papá. Justin se acercó a él y estrecharon sus manos.
- ¿Cómo está? -le preguntó mi novio.
- Bien, aquí, ya sabes, acabando de llamar a familiares, como siempre.

Diría que papá llamaba todos los días a su familia. Como estaban bastante lejos y no vivíamos cerca, solía comunicarse con ellos por teléfono. ¿Mencioné alguna vez que él tenía trece hermanos? Mi abuelo murió cuando papá tenía dieciocho, así que nunca lo conocí. Conozco a mi abuela, sin embargo. Papá siempre decía que su padre fue malo con su madre, que siempre peleaban, y que incluso aveces llegaron a los golpes. Pero jamás quiso ponerlo mal conmigo. No había vez en que no me dijera que si me hubiera conocido, habría sido su favorita. Porque amaba a los niños, y amaba ser abuelo. Cuando él murió, mi abuela jamás tuvo otra pareja. A pesar de todo, el corazón de ella siempre perteneció a un solo hombre: Él. Me hubiera gustado verlo, al menos una vez, en persona.

- ¿Cómo está, Michelle? -le preguntó.
- Muy bien, cariño. ¿Quieres coca-cola? -le ofreció ella- Está helada, perfecta para este clima.
- Sería genial.

Ella se levantó de la mesa, en busca de un vaso. Yo y Justin nos sentamos en otras dos sillas sobrantes. Volvió con dos vasos y nos sirvió de la gaseosa.

- __, sobre la noticia, verás. Es vacaciones, y tu primo Cipion va a venir otra vez.
- ¿Enserio? -pregunté impresionada.
- Sí, llamó y dijo que vendría.
- Oh, bueno, era de esperarse -le dije riendo.

Cipion siempre se invitaba solo. Había estado los últimos meses diciendo que vendría a mi casa, quisiéramos o no. Lo peor de todo es que siempre venía solo para conocer chicas. Nos llevábamos muy bien, y solíamos divertirnos mucho juntos.

- Sí, y, pasa que no tenemos un lugar en donde él se quede, así que dormirá en tu habitación contigo.
- Papá, sabes que odio eso -rodé los ojos. Me fastidió. Podía sentir el desagrado en Justin, a mi lado.

Me atreví a mirarlo. Su rostro estaba serio, sin ninguna expresión. Tomó un sorbo a la coca-cola. Estaba tratando de actuar normal. Ojalas no hubieran problemas. La última vez que Cipion vino, no hubo problemas, porque yo no conocía a Justin y menos tenía novio.

- Lo sé, pero no hay otra opción. Ustedes dos son primos, no hay nada de que preocuparse, ¿vale?
- Veremos si podemos hacer algo, __ -me animó Michelle- Haremos lo posible, ¿está bien?

Sonreí tratando de agradecer su comprensión, y asentí levemente. Al rato Justin comenzó a hablar con mi padre sobre las noticias, donde un tipo había sido electrocutado por haber tratado de sacar una cometa de los cables de los faroles. Michelle cocinaba la cena y yo ponía la mesa. Justo en eso, Lila, mi hermana pequeña, comenzó a llorar.

- Oh, no. __, linda, por favor ve tú -me pidió suplicando- Quiero terminar la cena.
- Bien. ¿La traigo? O...
- Sí -interrumpió de inmediato- Tiene pijama, así que está bien.

Salí de la cocina y subí a la habitación que ella compartía con papá, y tomé a Lila en brazos. Paró de llorar muy rápido. Ella ya caminaba. No muy bien, pero lo hacía. Antes de salir de la habitación, tomé uno de sus juguetes favoritos y bajamos.

- ¡Lilaaa! -chilló Justin. A él le encantaba jugar con ella. Se la entregué- ¿cómo estás, boba?

Lila rió. Debió de creer que era un payaso.

- Justin, ¿podrías darle su jugo? -le pidió Michelle, dándole su botella. Él la aceptó y se la metió a la boca. Dos minutos después, algo pasó, que Lila empezó a llorar.
- ¿Qué sucede? -preguntó mi novio, mirándonos- Joder, ¿qué hago? ¡Miren como se puso!
- Uh, no sé -dije yo. Papá miraba a Lila extrañado- Michelle, está llorando, de repente. Nadie le ha hecho nada -avisé.

Justin entró en pánico. Con toda la velocidad de la luz le entregó a Lila a mi padre. Papá también entró en panico.

- ¡Michelle, por dios! ¡Tómala, que está llorando! -gritó eufórico. Estallé en carcajadas.
- ¡No puede ser! -se quejó Michelle, secándose las manos con un paño. Se acercó a ambos y tomó a Lila en brazos- Los hombres no sirven para nada. Debe haberse mordido. Tranquila, mi niña.

Le dio algunos mimos y no tardó en dejar de llorar. Los cuatro comenzamos a reír.

- __(tu padre), hay que cambiarle el pañal -le dijo Michelle- Ven a ayudarme.

Papá rodó los ojos, pero aceptó. No le gustaba mudar bebés, porque le salía mal cada vez que ella le pedía que lo hiciera. Ambos salieron de la cocina y subieron las escaleras. Justin y yo nos quedamos solos en el lugar.

- Sobre lo de tu primo... ¿debo preocuparme? -preguntó incómodo. Había esperado eso.
- No, amor. No tienes que hacerlo. Él es solo un idiota -acaricié su brazo- Solo eso.

    _________

¡Muchísimas gracias por los diez comentarios anteriores!
Es increíble, agradezco que no me abandonen por hacerlas esperar tanto.
No he tardado casi nada en subir, ya ven, les dije aksdajs.
El capítulo está con mucho sentimiento, pero es necesario.
Únanse al grupo de facebook para estar al tanto del blog: 
Las adoro un montón.
¡Comenten y voten!
Chaaaooosss.


8 comentarios:

  1. Me encanto! En la ultima parte, me causo risa. Ya que Justin y ___(TP) no sabían que hacer cuando lila empezó a llorar. Lol

    This, seguila. Me ENCANTO!! Besos.

    ResponderEliminar
  2. Dioos linda amo tu novela, gracias por subir mas seguido. Que adorable Justin con lila lo ame
    Te felicito por tu nevela es perfecta. Muchos besos<3

    ResponderEliminar
  3. Me encanta me encanta me encantaaa, definitivamente amo tu nove, besos!

    ResponderEliminar
  4. Ame este cap con todas mis fuerzas como el otro que me enamoré, la seguis o morís, ¿ok? Yo agresiva ♥ :) te quiero tishu, hace cap asi de lindos y tristes (pero pocos, porque no me quiero deprimir con tan maravillosa nove) seguilaaaaaaa :D

    ResponderEliminar
  5. Por dios asdfghjkl amo tus 2 novelas, recien lei but with you y es perfecta <3, Me mori de a risa cuando Justin y el papa no sabian que hacer JAJA. sIgue asi linda<3 besos.

    ResponderEliminar
  6. Esta genial ! Hacia muchisisisisiiismo que no lei pero ya me leí toda la novela:) espero que la sigas pronto, ya que ame el capítulo muy emocionante ;) un beso
    Cat

    ResponderEliminar
  7. Hay dios, es mas que Perfecta la nove asdfghjkl
    Comente un poco tarde :(
    Tishu nunca abandonare la nove!! ;) okay
    Siguela pronto
    Bueno chao
    Atte :flor :3

    ResponderEliminar