4 de septiembre de 2014

Capítulo 52 -Por un capricho.



Iba llegando a la miserable escuela que odio con todo mi ser. Mi mochila colgaba a mis espaldas con gracia y caminaba, prácticamente, arrastrando los pies. Cero ganas. Pensaba en irme de pinta, ¿pero a donde? Justin ahora trabajaba, obvio no podía ir a su casa. Así que solo me limité a ir a donde debía.

Los pasillos estaban llenos de estudiantes y faltaban diez minutos para entrar a clases. No llegué después del timbre, oh sí. Debía celebrarlo, pero luego decidí que no. No iba a saltar sola en puntitas mientras que todos me miraban como si estuviera loca. Y admiré mi capacidad de razonar eso. Sin embargo, abrí la puerta de mi mugroso casillero, que no había limpiado en más de una semana, gracias a mis enormes ánimos.

Sarcasmo.
Esperen, ¿eso es pizza con hongos?
¡Que asco!

- ¡__! -me gritaron en mi oído, haciéndome retorcer y cerrar fuertemente mis ojos. Me volteé.
- ¿Kathryn? -me sorprendí- ¿Qué haces aquí?
- Vaya niña, ¿así es como me recibes? Saluda a tu nueva compañera de clases.
- ¿Nueva compañera? ¿de qué hablas? -fue cuando noté que parecía una tonta preguntando algo que ella ya había aclarado- ¿Lo dices enserio?
- ¡Que sí! ¿estás bien? -me afirmó del hombro- Andas lenta hoy -se rió.
- Es que, dios, ¿cómo no me dijiste? -me eché a reír y ambas nos dimos un pequeño abrazo.
- No podía, era como una sorpresa... -dijo no muy segura- Bueno, no. Fue inesperado. Mi otra escuela quedaba bastante lejos. Mamá no quería seguir gastando dinero en pasajes, siendo que podría ser para otra cosa. Así que aquí estoy. Ella quería algo cercano, y como una vez me dijiste el nombre de tu escuela, investigué sobre ella y me inscribió.
- ¡Me has hecho el día! -le dije sin poder quitar mi enorme sonrisa- Amo a tu madre.
- Y yo -me estrechó contra ella y la acompañé a su casillero, ya que ninguna de las dos tenía ni la mínima idea de donde estaba.

Por si no recuerdan, Kathryn es mi vecina. Casi la única que me apoyó cuando Justin y yo peleamos sin ser nada, y me fui de su casa, sin volver a hablar durante más de dos semanas. Desde que la conocí fue una gran persona conmigo, y a pesar de que ya no hablábamos tanto, seguíamos teniéndonos el mismo cariño de cuando nos conocimos.

Cuando finalmente llegamos a su casillero, nos dimos cuenta de que habíamos dado toda la vuelta y se encontraba al lado contrario del mío, de donde habíamos caminado. Unos cinco metros más allá, para ser exactos. Fue un gran lol.

- ¡__! -alguien volvió a gritar mi nombre, y otra vez me retorcí. Volví a voltearme. Eran Roy y Sam, bastante alarmados.
- ¿Hiciste la tarea de biología? -preguntó Sam paranoico, alzando los brazos- ¡Voy a morir!
- Uhm, no, no la hice.
- ¿Por qué diablos no? -ya casi lloraba. Se lanzó contra mi casillero, cerrando la puerta de golpe- ¡Ésta era mi oportunidad de subir mi promedio! Creí que, al menos, tú la harías. Yo... estoy podrido.
- No tanto como la pizza de mi casillero.

Hubo un silencio. Sam volvió a abrir la puerta, cogió la pizza y comenzó a comerla. De pronto, notó que Roy no hablaba nada y estaba mirando el suelo. Lo sacudió por la espalda.

- Amigo, ¿qué carajos? ¡Estás jodido! ¿desde cuando estás tan callado? Te pareces a mi primo Alberto.
- ¿Qué Alberto?
- El que te dejó el culo abierto jajajajajajaja -Sam, prácticamente, lloraba de la risa. Trató de secarse una que otra lágrima que le caía por la mejilla.
- ¡Hijo de la puta! -Roy se lanzó de tacleada contra Sam, estrechándolo contra la pared.
- Roy, cielo, ahorita no. Están las chicas -coqueteó como el gay total que era.
- No me importa -le fulminó con la mirada.
- Pues hazme tuya, cariño.

De pronto Sam se dio cuenta de la presencia de la extraña chica rubia a mi lado y dejó de reír. Como se quedó tan serio, Roy lo soltó y volvió a quedarse tranquilo. Bajó la mirada otra vez.

- Oh, carne fresca. Hola -la saludó- __, ¿quién es?
- Ups, lo siento. Mi error. Chicos, ella es Kathryn. Y Kathryn, bueno, supongo que ya sabes.
- Hola -saludó ella, tímidamente.
- Un gusto -dijo Sam. Era muy educado cuando quería- Eh, Roy, saluda.
- Hola  -hizo lo que le pidió.

Sam miró detalladamente a Roy, cualquiera pensaría que se lo comía con la mirada. Posó sus ojos en nosotras, y sonrió de lado. Yo ya sabía lo que pasaba y él también. Eché un vistazo a Kathryn y lucía un poco incómoda.

- __, Kathryn, debemos irnos -nos informó él- Nos vemos luego.

Tomó a Roy del brazo y lo arrastró por el pasillo. En menos de cinco segundos ya no estaban a nuestra vista. Mi nueva compañera de clases estaba perdida pensando cosas que de seguro suponía. Lo esperaba, sinceramente. Sonreí, queriendo transmitirle tranquilidad y seguridad, de que nada malo pasaba. Y justo tocaron el timbre para entrar. Caminamos juntas al salón.

- Sabes -empezó a hablar- Creo que no le agradé mucho a tus amigos. No quiero incomodar, ¿entiendes? Si para ustedes es un problema mi presencia, puedes decírmelo. Prometo no enojarme -la miré y ella tenía pena en sus ojos.
- No es eso -aclaré riendo- Le atraes a Roy.
- ¿Qué? -ella pareció no creerlo- Pero si es primera vez que lo veo.
- ¿Y? No fue impedimento para que se pusiera así, ¡es obvio!
- Woah, me siento tan extraña. No esperé atraer a un chico el primer día de clases. No le vayas a decir a ese tal Roy, pero me parece guapo.
- Y es muy sonso, pero dulce una vez que lo conoces. Aunque hay que aprender a sobrellevar su noviazgo falso con Sam.
- Sí, ya me he dado cuenta -reímos al mismo tiempo.

                                                                     ***

- __, ¡por dios! -chilló Kathryn en la cafetería. Me sacudió tan fuerte por los brazos que se me cayó un poco de jugo de piña en la falda del uniforme. En fin, no se iba a notar.
- ¿Ah? -tomé una servilleta mientras me limpiaba, sin mirarla.
- ¿Que no es el sexy chico de cabello claro que te recogió en su auto cuando tu padre estaba en su luna de miel? -preguntó- ¡Al que le robaste el baño! -gritó tan fuerte que tuve que taparle la boca. Nadie más podía enterarse.
- ¡Estás loca, shhh! -comencé a reír y ella también. Poco a poco fui sacando mi mano- Eres la única enterada. Si alguien más lo hace, estamos fritos.

Miré a donde ella había apuntado. Justin se encontraba en la zona de la fila de la comida, cerca de un bote de basura, donde con una pala y una escoba recogía los sobres de galletones que muchos solían arrojar, sin lograr encestar. Hasta así se veía increíblemente atractivo. No fue hasta ese momento que miró en nuestra dirección, y se percató de que estábamos por los alrededores.

- Pero jamás me dijiste que trabajaba aquí, ¿no que lo conociste en su baño, cuando irrumpiste en su casa?
- Sí -me ruboricé un poco al recordarlo- Pero hace poco consiguió este trabajo. Decidimos mantenerlo en secreto, para no tener problemas.
- Vaya. Debe de ser difícil, digo, fingir no conocerse. Solo mirar lo que hace el otro durante todo el día.
- Lo es, pero aveces es genial. Suele coquetearme en frente de chicas que quieren cogerlo.
- ¿Lo quieren coger? -se echó a reír a carcajadas- Pobre chico. Lo acechan las zorritas.
- ¡Lo mismo pienso! -y chocamos los cinco.

Notamos que se empezó a acercar. ¿Tan obvio era que lo habíamos estado mirando? O mejor dicho, yo lo devoraba con la mirada, nada menos. En unos pocos segundos estuvo frente a nuestra mesa. Apoyó sus codos en ella y nos miró fijamente.

-Señoritas -nos saludó. Kathryn suspiró- Espero no molestar, pero veo que tienen el envase de jalea vacío. ¿Lo arrojo por ustedes?
- Claro -respondimos las dos al unisono, haciendo reír a Justin.

Cogió nuestros envases y con rapidez los metió a una bolsa. Al parecer ya se estaba acostumbrando a esto de la basura, y se volvía más ágil.

- Cierren la boca, niñas -acercó una mano a mi cara y apretó mi mentón- Que se les cae la baba. Sobretodo a ti, __.

Y como todo un galán, se volteó y salió caminando como solo él sabe caminar. Es tan swaggy. No sé que diablos significa, pero él siempre lo dice, y como tiene un cierto ego, lo dice aún más. Así que como yo también quiero ser swaggy, también lo digo. ¿Se entiende? En fin.

Cuando estaba pendiente en mirar su perfecto trasero, se atraviesa Dakota por en frente y me dirige una mirada impresionada. Luego mira a Kathryn, y se queda analizándola fijamente, para después irse con las chicas que ahora son sus nuevas amigas. Por un momento creí ver una cierta mala vibra cuando lo hacía. Que conste, no soy una bruja, no. Nada de eso. Solo digo. 

Las horas pasaron, y ya nos podíamos ir a casa. Yo ya había recogido mis cosas y Kathryn estaba hablando con la profesora sobre los exámenes que tendría que dar, y así se conocían más. Le avisé que iría al baño porque estaba que me meaba, y que nos encontrábamos afuera para irnos juntas a casa. Ella estuvo de acuerdo, así que partí. 

Entré a hacer pipí y me recordé a cuando vi por primera vez a Justin. Y me maldije por hacerlo, dios, ¿por qué tenía que pensar en él cuando meaba? ¿no podría pensar en algo más romántico? Es que, que va, no puedo evitarlo. El meado es nuestro emblema. Y nos amo así. 

Cuando ya terminé, me limpié, me subí los calzones y abrí la puerta. Me encaminé hacia los lavabos, abrí el grifo y este estalló, empapándome toda. Intenté secarme con un trozo de confort, pero fue en vano. Justo en ese momento alguien se para al lado mío. Creí que era Kathryn, pero...

- ¿Podemos hablar, __? -me preguntó- No sé si aún recuerdas mi nombre, pero me llamo Dakota.

Eso, precisamente, me tomó por sorpresa.

- De hecho, me sorprende que tú recuerdes el mío -le dije.

Seguí lavando mis manos. Se quedó callada, pero luego recuperó la compostura.

- ¿De qué hablas, __? Somos amigas -se hizo la loca.
- Éramos. Ya no existo para ti en ningún momento. A lo más me saludas una vez a las quinientas.
- ¿Qué quieres que haga? Conocí nuevas personas, tú nunca te llevaste con ellas.
- Oh, sí -cerré el grifo y me sequé las manos en mi ropa ya empapada- Por eso me dejaste sola e hiciste como si ni existiera, ¿verdad? Y ahora, como ves que estoy con una nueva amiga, te enojas.
- No es verdad -se negó.
- Sí lo es. De no estar ella, ni siquiera te habrías pasado por en frente de mí en el almuerzo -la miré algo molesta.
- No quiero estar en malos planes contigo, __. Deberías agradecer, al menos, que no he ido a hablar con el director de tu novio recoge basura.
- Oh, ¿ahora quieres delatarme? Y no lo llames recoge basura, se gana el dinero limpiamente. 
- ¿Limpiamente? -rió cínica- ¿Es un chiste? ¿te has dado cuenta de que no puede tener manos limpias porque lo que hace es recoger restos?
- Sabes de lo que hablo Dakota, no es gracioso. Estás cambiada, ¿desde cuando eres así y te burlas de los demás? Te llevabas bien con él. 
- Me llevaba. Y a lo que iba, sí, he pensado en delatarte. No es correcto.
- Tú sabes que lo conozco antes de que entrara a trabajar aquí.
- Pero eso no le importaría al director, y lo sabes.

                                                           ___________________

¡Holaaaa! Subiré el sábado otra vez, lo prometo, ¿vale?
Las amo, no lo olviden. Y disculpen las ausencias.
¡Besos! 
Comenten y voten.
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Chaaaaoooss.

5 comentarios:

  1. Jodida Dakota, argg.
    Me encantaría que alguien deje a Dakota en evidencia por doble cara y también que Jackson se joda y se entere que el novio de rashis es Bieber.

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  2. Que le pasó a Dakota? Esta más jodida y mala persona. Te juro que me encantó la parte de Justiny lo de Kat, mi vida, ya la amo. Pero Dakota? Esta re mala persona. Siguelaa. (Puto Jackson)

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  3. Aggh maldita Dakota!!
    Tishu me E-N-C-A-N-T-A
    como escribes es tan asdfghjkl
    Bueno, ya Te extrañaba ^_^ mushoooo!
    Yo noo dejaria De leer esta nove, seria lo mas tonto del mundo
    Ya me voy a Dormir así que
    Cuidate nena. Sabes que cuentas con mi apoyo para lo que sea .. Vale?
    Chao!!
    Atte:flor :3
    Aqui tienes una lectora fiel

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  4. Aaa me encantoo ojaala a dakota la pongan en evidencia y la gente se entere de que Justin y ____ estan junto ^^ PUTA DAKOTAAAA CELOSA ASQUEROSA PUAJ

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