Me
levanté de la cama gracias a Michelle, que se encontraba jalando de mí otra
vez. Debía levantarme e ir a la escuela. No estaba feliz. Los ojos se me
cerraban y se me hacía casi imposible abrirlos, y el clima, en sí, no ayudaba
mucho. Ni siquiera tuve que acercarme a la ventana para saber que sería un día
nublado, lo que significaba que haría bastante frío. Aún así, sin más, me salí
de la cama y me fui al baño.
Bajé las escaleras ya con mi uniforme puesto. Eché una maldición a mí misma por
no haberme hecho la enferma. Les juro que tenía cero ganas de asistir a la
cárcel, pero no entendía por qué me pasaba precisamente hoy. Tal vez era por la
charla que tuve con mi novio el día de ayer, o quién sabe. De todas maneras, ya
no había marcha atrás.
Estuve hablando con Michelle por aproximadamente diez minutos, luego tomé mi
bolso y me fui a mi destino. Me sorprendí por el hecho de no encontrar a Justin
en donde solíamos encontrarnos. Siempre me llevaba en su auto. Bueno, había
ocasiones en que no podía, y quizás esta era una vez más.
Traté de ignorar el hecho de sentir que sin sus buenos días mi día se volvía un
asco. Y también traté de ignorar que eso era algo realmente cursi. Pero en fin,
llegué a la escuela unos cinco minutos después de que el timbre sonara. Por
fortuna, aún no llegaban los profesores a las aulas. Odiaba llegar tarde.
Sam me saludó apenas me asomé, seguido por Roy. Ambos me besaron en la mejilla.
Pude notar la mirada de Jackson, que se encontraba mirándome a unos diez metros
de mí.
- ¿Qué tal estás, __? –me preguntó Sam- Puto día, está que llueve.
- Es horrible, no me quería levantar –me quejé- Puede que me duerma de pie.
- No eres la única, tampoco quería poner un pie en esta basura de escuela –me
apoyó Roy- Saldría corriendo de aquí de no ser por los inspectores.
Y es que era verdad. Los inspectores en mi escuela eran una maldita PDI. Un
momento estabas a solas, y al siguiente segundo había uno tras de ti
preguntándote si estabas fumando marihuana, el por qué de tu atraso, o la razón
de por qué no estás dentro de la sala de clases.
Cuando la profesora de matemáticas llegó, nos hizo hacer filas de hombres y
mujeres. Dakota se dio cuenta de que estaba formada detrás de ella, y me saludó
de un beso, al igual que Sam y Roy. Después, se volteó, nada más.
- Hola, __ -el saludo anual de Jackson se hizo sonar.
- Hola –sonreí amablemente. Me gustó la manera en que saludó. Tan tranquilo y
sereno, no como desesperado por llamar mi atención.
No hablamos más, porque las chicas pudimos entrar. Me senté en el pupitre en
que solía sentarme en esta clase. Puse mis codos en la mesa y apoyé mi cabeza
en mis manos, mirando al frente. Pasaron los varones y la sala se halló
repleta. Lo mismo de las últimas semanas: Sam y Roy en frente, Jackson atrás de
mí, y Dakota metros lejos. Me puse mis audífonos, y no sé cuantos minutos
pasaron desde ahí.
- ¡Oye __! –me llamó una chica desde atrás. Una amiga de Jackson, posiblemente.
Me volteé y me quité un audífono. Alcé una ceja, como incitando a que me
hablara.
- ¿A quién te gusta?
- ¿Qué? –traté de no poner mi cara rara. Me sentía algo tímida.
- Me refiero a que si te gusta un chico –aclaró.
Claro que
me gustaba uno. De eso no tenía dudas, pero no se lo iba a decir. Ni que fuera
de confianza. Es decir, podría estar gritando al mundo lo mucho que amo a mi
novio, pero ni me servía con ellos, porque de seguro ni me creían.
- ¿Por qué la pregunta? –sentí que me sonrojaba.
- No sé, solo se me ha ocurrido –se encogió de hombros- ¿Y a ti Jackson? ¿te
gusta alguien?
- De hecho, sí me gusta una chica. Y mucho.
Jackson se me quedó mirando fijamente y sentí que la incomodidad se adentraba
en mi cuerpo. Y para qué hablar de mi sistema nervioso. Podía verme con las
mejillas enrojecidas a causa de ello.
- ¿Y quién es? –preguntó ella.
- Mm, no lo diré.
Hice una mueca, y me volteé. A los cinco segundos la chica volvió a llamarme.
- ¡__, __! –chilló- Jackson dijo que tú le gustas, ¡acaba de hacerlo!
- ¿Cuándo? –reí, simulando tranquilidad- No es cierto.
- Pero si lo ha dicho, ¡lo juro! –estaba algo entusiasmada- Jackson, ¡dile!
- Pero si yo no he dicho nada –se excusó él, completamente serio.
Otra mueca se asomó en mi cara, y me volteé. De nuevo. Y por segunda vez la
chica me llamó. ¿Qué pasaba ahora? Trataba con todas mis fuerzas calmar mi
temperatura. Sentía mis manos un poco temblorosas.
- ¡__, ahora! –alzó los brazos- Por dios, no, ¡tienes que voltearte apenas te
lo diga! ¡acaba de decirlo otra vez!
- Pero no lo he escuchado –dije yo.
- ¡Lo hace cuando tú te das vuelta! –dio unos aplausos- Puta mierda, esto es
tan tierno –la chica casi lloraba y una pequeña sonrisa se formaba en los
labios de Jackson.
Volví a voltearme, casi creyendo que el tema había llegado hasta ahí. Pero no
fue así, porque en menos de dos segundos ya se encontraba llamándome otra vez.
- ¡__, tienes que mirar! Carajo Jackson, ¡no debes detenerte cuando ella se
ponga a mirar! –le gritó ella y luego se dirigió a mí- __, él mueve los labios
diciendo tu nombre y mirándote, pero… yo… Ah –suspiró resignada- Olvídalo.
Miré a la chica, me sonrió y se volteó a donde sus amigas. Jackson no lo hizo.
Sin más, me volteé hacia el frente, apagué la música de mi celular y traté de
tranquilizarme. Odiaba tener que lidiar con mi timidez. Pero cinco minutos
después, una música comenzó a sonar. Estaba despacio, pero lo suficientemente
fuerte como para que yo pudiera oírla. Venía del asiento detrás de mí.
“Me gustas tú, tú, tú, me gustas tú, tú, tú…”
Sabía que era Jackson. Diablos. Sin duda, este chico puso esa música apropósito.
¿Sería para mí? No estaba segura, pero algo dentro me decía que sí, me decía
que sería muy tonta como para no notarlo. No pasó mucho, y él mismo comenzó a
cantar.
“Me gustas tú, tú, tú, me gustas tú, tú, tú…”
Rezaba al
cielo que Jackson se detuviera. No sabía que hacer, si voltearme o permanecer
como estaba, si decirle algo o al menos sonreír. No estaba interesada en él,
nada de eso, ¿pero quién sabría exactamente qué hacer en un momento así? Ni
idea, pero yo no sabía. Tampoco quería ser mala, tampoco quería que él se
ilusionara.
Sentí que me tocaban el hombro. Ya no podía hacer nada, debía girarme. A pesar
de mi nerviosismo, lo hice y me encontré con los ojos de Jackson posados en mí
y una sonrisa demasiado amplia en su rostro. Levantó uno de sus dedos y los
bajó a la mesa. Miré, y en ella se encontraba algo escrito con un plumón negro:
“Me gustas tú”
La sangre se me puso helada, pero mis mejillas se iban acalorando. Justo cuando
iba a decirle lo primero que se me ocurriera, la profesora por fin decidió
hacer algo con la clase, por lo que tuvo que apagar la música y todos guardaron
silencio. Bueno, no todos, pero sí la mayoría. Por primera vez, agradecí
internamente a esa mujer.
Las dos horas de matemáticas pasaron algo lentas. Yo no paraba de pensar en lo
que había ocurrido hace minutos atrás. Mi estómago y mi cabeza estaban en un
lío. Quería irme a casa, pero obviamente no podía.
Tocaron el timbre para el recreo. Todos salieron casi disparados. Sam y Roy me
hicieron un gesto, queriendo decir que nos veríamos afuera. Jackson se tardó un
poco más de lo usual en salir y traté de ignorar su presencia. Mientras
guardaba mis cosas, él pasó por mi lado, haciendo que lo mirara y me diera una
sonrisa. Salió del aula sin despegar sus ojos de mí. Cuando por fin terminé de
guardar todo en mi bolso –que fueron como unos cinco minutos-, caminé hacia
fuera y la profesora cerró la puerta. Yo era la única que estaba quedando
dentro.
Mientras caminaba por los pasillos, me sentía como un pollito indefenso. Todos
conversaban en grupos, se reían, y yo estaba caminando hacia mi casillero,
prácticamente sola. Pero pegué el oído en una o más bien, unas conversaciones
ajenas y casi me caí de culo al escuchar de lo que hablaban.
“Sí, por dios, el aseador está totalmente guapo”
“¿Bromeas? ¿enserio viste a un chico tan ardiente barriendo?”
“¡Jamás volveré a faltar a clases, te lo juro!”
“Era un poco rubio y unos ojos miel excitantes”
“¿Viste al nuevo chico del aseo? Mierda, jamás hubo algo igual en la escuela”
“Ya hacía falta nuevo personal, le doy un diez”
No podía ser cierto. Él estaba aquí. Ya sabía la razón por la cual no me había
ido a recoger. Y lo detestaba más que a nadie en ese momento, pero no era por
algo tan simple como eso.
¿Cómo pudo ser capaz de no decirme que hoy era su primer día? ¿por qué me lo
ocultó? ¿y donde diablos se encontraba ahora? Sabía que eso iba a pasar. Todas
ya estaban comentando sobre él. Mientras caminaba me daba asco y rabia ver la
cara de felicidad que traían. Las chicas estaban completamente animadas y los
chicos trataban de ser lo más indiferentes posibles.
Si debía ser sincera, no podía culparlas. Jamás, ni en un millón de años, se
presentó un aseador tan atractivo. Siempre eran hombres de unos cuarenta o
cincuenta años, ¿y de repente llega uno de diecinueve? Y encima, era mi novio.
Al llegar
a mi casillero, lo abrí con algo de dificultad. Fue como si la clave de este se
me hubiese olvidado. Pero cuando por fin pude abrirlo, dejé el libro de
matemáticas dentro y me aguanté las ganas de tirar todo por la borda y
escaparme. Estaba tan enojada que dolía no poder hacer nada para desquitarme.
Miraba en el espejo que tenía pegado en la puerta de este, mis ojos estaban
opacos de furia y para qué hablar de mi cara. Al menos se me había pasado el
sonrojo, era lo único bueno. Me hacía falta Dakota, más que nunca, pero ella ya
no estaba para mí.
Al ya estar más tranquila, me fui hacia el baño, queriendo estar un poco más
apartada a solas. Me lavé las manos y moje un poco mi cara. Estaba más lleno de
lo que esperé, por lo que no tardé en irme de ahí. Justo cuando iba pasando por
un pasillo completamente despejado, alguien me toma por la cintura, me tapa la
boca y me arrastra hacia un cuarto. Cerró la puerta y creí que me iba desmayar.
Entonces, todo se iluminó y pude ver la cara de… él.
- Hola mi vida –me saludó sonriendo- ¿me extrañaste?
Lo miré de arriba abajo. Odiaba la idea de que con unos pantalones color gris,
una camiseta blanca y una cotona negra hasta un poco más arriba de las rodillas,
se viera malditamente bien. Era tanto, que quería golpearlo.
- Sí, te extrañé –le dije yo, no muy entusiasmada.
- Joder __, ¿qué pasa?
- A ti te gusta toda la atención, ¿verdad? –le pregunté enojada. Ya no podía
ocultarlo.
- ¿Qué atención? –llevó su mano a la nuca y se rascó.
- La atención que tienes. Esa tontería de que todas estén hablando de ti por
los pasillos, digan lo atractivo y ardiente que eres, que te dan un diez, que
jamás volverán a faltar a clases solo para verte, y de más.
- ¿Enserio dicen todo eso? –alzó una ceja- Lastima que no me interesa. Pierden
el tiempo.
- Para ti es fácil.
- Claro que es fácil. Yo te amo a ti. Todo lo que pude observar fue toneladas
de maniáticas de faldas cortas, labios color rojo puta intenso, dispuestas para
folladas con cualquier idiota en la cama. No me interesan ellas. Me interesas
tú.
- Justin, tú no entiendes, están también dispuestas para folladas contigo…
Ellas…
- Ellas –recalcó, interrumpiéndome- están soñando si piensan que pueden lograr
algo conmigo –se me acercó y me sorprendió que tomara mi cara entre sus manos-
Estoy contigo, eres mi novia. Te amo a ti. Ellas que se tiren de un barranco. _____________
Mil disculpas por tardar tanto, iba a subirles los tres capítulos, pero no
tengo tiempo de juntarlos, debo salir con mi madre. Haré lo posible para
subirles mañana o el domingo, ¿bueno? Perdonen chicas. Para las que no saben,
en mi grupo de Factbook salen las explicaciones del por qué de mi tardanza. Comenten
y voten, vaya que las amo. ¡Besitos! Las extrañé y a este blog también, aish.
Muah. https://www.facebook.com/groups/249293821904711/ Adioooos.
siguela rapido por fa
ResponderEliminarme encanto mujer eres la mejor escribiendo
ResponderEliminarSIGUELA CUNTO ANTES,Y NO TE PREOCUPES POR ESO NOSOTRAS TE ESPERAMOS TODO LO QUE QUIERAS!!!
OMG! :') perfecto! Me encanto, siguela en cuanto puedas, válido la espera ♥
ResponderEliminares perfecto :3 lastima que aveces me atraso xq no se cuando alsas la ove, podrias subirla en wattpad? encerio endra muchos votos
ResponderEliminarOMG!!! cuanto extrañe esto!!! aaah me ha encantado el capitulo, por fa siguela, y no te preocupes, espero lo que sea de tiempo para leer un nuevo cap.
ResponderEliminarAtt: Idaly