29 de septiembre de 2013

Razones.


Primero que nada, siendo un montón la demora por el siguiente capítulo. Yo nunca les he mentido a ustedes mis razones de por qué no me mantengo activa en blogger, así que les daré las verdaderas razones de esta vez por las que he tardado:
Chicas, he tenido muchos problemas, tanto como emocionales y físicos. Discusiones con mis padres, cosa que en realidad me ponen muy mal. El tiempo, porque llego después de las 5pm de la escuela a almorzar -lo sé, es bien tarde para ello-, luego de eso cuido a mi hermana el resto de la tarde excepto cuando me dan tarea en internet que es donde me conecto a Facebook un rato. Luego me conecto por la noche, que es donde trato de sentarme en la cama para poder escribir un capítulo, pero no me sale. La inspiración, cosa que es realmente jodida cuando no se tiene. Peleas con mi novio que se dan casi todos los días de la semana... la última fue hoy y fue la cosa más horrible. El jueves por la tarde comencé a sentir dolor de estómago y de cabeza, y resulta que vomité toda la maldita noche y estuve con dolor hasta ayer. Y bueno, también me tomo un tiempo para chatear, ver unos vídeos y eso. Esas son las razones por las que no puedo, y enserio lo lamento. Pero trataré de subir mañana o el martes, aunque no es seguro, pero trataré. Espero que lo entiendan. Lo que estoy esperando es que me llegue un golpe de inspiración que me de para escribir una maratón completa, ahí sí que sería bueno. Ya debo irme y no olviden que las amo y que siempre las tengo presente. ¡Cuídense! Adiós, un beso :3


23 de septiembre de 2013

Capítulo 8 -Por un capricho.





Tres días después…


Un sonido proveniente de mi celular hizo que mis ojos se abrieran. Creí que era un mensaje por el sonido que hizo, así que estiré mi brazo hasta la mesita de noche y lo cogí. Pude ver la hora y era exactamente medio día, sí, las doce en punto. Y entonces por fin abrí el mensaje.



“__, ¿ven a buscarme a la escuela? Salgo a las 1pm. ¡Te quiero! –Dakota”



Mm… iré a buscar a mi amiga a la escuela. Nada mal, así tampoco me aburro y me entretengo un rato con ella. 

Cambiando de tema, desde que no veo al chico del baño, él me ha estado mandando mensajes. Y es bien raro, porque nunca le di mi número de celular. Debe de haberlo sacado él. Y lo más raro aún es que lo único que me envía son caritas felices.


Último mensaje recibido "J":




Aunque bueno, la carita feliz está bien bonita, pero, ¿por qué? 

Decidí levantarme. Al hacerlo miré por la ventana de mi habitación… Era un día soleado muy bonito. Sonreí antes de salir de ahí y saqué una toalla de mi guarda-ropas, así que me fui al baño para poder ducharme. No tardé más de 15 minutos y ya estaba lista, así que me sequé y me vestí. Me puse esto:

Por un capricho #3
Bajé las escaleras para dirigirme a la cocina y buscar mi desayuno y posé mi mirada en el reloj de la sala de estar. Ya eran las 12.30pm, así que tendría que apurarme. Me fui corriendo hasta el mueble que contenía unos paquetes de Oreos y tomé uno de ellos. Luego corrí hacia la nevera con un vaso en la mano, tomé la botella de leche y rápidamente me serví un poco. Volví a guardar la botella y me tomé el vaso con leche como si no hubiese un mañana. Abriendo el paquete salí de la casa como una loca.


Minutos después…



Había llegado dos minutos antes de que mi amiga saliera de la escuela. Por fin escuché el timbre sonar y todos los estudiantes comenzaron a salir. Me apoyé en un árbol que estaba justo en frente y me puse a esperar a Dakota. Algunos chicos y chicas que yo conocía me saludaban con la mano sonriendo. En eso veo que sale Sam, quien no tardó en notar mi presencia y rápidamente se vino caminando hacia donde yo estaba.



- Hey __, ¿qué tal? –se me acercó y me dio un gran abrazo mientras ambos besábamos nuestras mejillas.
- Todo bien, ¿qué tal tú? –nos separamos para poder mirarnos.

- Bien igual, aunque ya sabes, la escuela está pesada… -me contó.

- Lo imagino…

- ¿No vas a volver a estudiar aquí? –me preguntó- Haces mucha falta, ya van más de dos meses que hemos estado esperando que vuelvas, y hablo por todos los que te conocemos –aww.

- No lo sé, tengo que ver lo que dirá papá en dos meses más –le conté, pues era cierto.

- ¿Tanto tardará en la luna de miel? –al parecer no me creía- Dakota no me dijo el tiempo que estaría fuera.

- Sí, no lo entiendo, me ha dejado sola. Pero ya no me importa –sinceré. Últimamente me estaba dando igual si estaba o no conmigo. Estoy acostumbrada.

- Tienes razón, te lo ha hecho tantas veces que ya… 



Sus palabras fueron interrumpidas por la voz de Dakota que se venía acercando, como trotando con una sonrisa de oreja a oreja. Se nos tiró encima a ambos, colgándose de nuestros cuellos. Yo y Sam nos comenzamos a quejar, pues ella era muy bruta en cosas así. Tampoco pesaba 1kilo haha.



- ¿Qué hacían? –nos preguntó- Y gracias __ por venir a buscarme, es que tenía ganas de verte, no era por nada personal.
- Obvio que vendría –sonreí- Y solo charlábamos. 

- Sí, el padre de __ a veces es muy desinteresado en ella –comentó Sam. 

- Uhm, sí, creo que todos lo sabemos –lo que ella decía era verdad, cualquiera que haya visitado mi casa alguna vez se da cuenta de eso.



Estuvimos charlando en ese lugar un rato más y Sam tuvo que irse. Se despidió de nosotras con un beso en la mejilla y desapareció. Yo con Dakota nos quedamos un poco más conversando bajo la sombra de ese enorme árbol, hasta que de repente se para un auto frente a nosotros y la cabeza de una señora salió por la ventana.



- ¡Dakota! –chilló la señora. Era su mamá. 
- ¡Mamá! –se asustó mi amiga- ¿qué haces aquí?

- ¡Se suponía que hoy ibas a acompañarme al doctor, te esperaba! –estaba un poco molesta. Yo trataba de aguantar mis risas.

- Ay, es que lo olvidé. ¡Es que __ ha venido a buscarme! –excusó.

- Hola, __ -me saludó completamente diferente a como estaba con su hija, porque conmigo sonreía- ¿cómo estás, mi niña?

- Muy bien, tía. ¿Y usted? –sonreí al igual que ella.

- Excelente, gracias –dicho eso dirigió su mirada a mi amiga y se puso seria- ¿Vas a acompañarme o no?

- Está bien –dijo ella resignada- De no hacerlo me castigas. ¿Puede venir __?

- Claro, si ella quiere –dijo amablemente. Dakota me miró esperando mi respuesta.

- Lo siento, no puedo ir. Tengo que ir a comprar mercadería para mis días en la casa –no era mentira, era la verdad. Hasta había traído un poco de dinero para hacerlo.

- Oh, está bien –expresó decepcionada- Nos vemos, entonces. Tal vez te llame y vaya para tu casa mañana, o algún otro día –se me acercó y me besó la mejilla- Cuídate, bye.

- Tú igual –mi amiga se fue a subir al auto y cerró la puerta- ¡Chao, tía!

- Chao, cariño –me lanzó un beso en el aire y partieron camino al médico.



Me quedé ahí parada por un momento. No es por nada, pero en el momento en que la madre de Dakota me lanzó ese beso por el aire, me imaginé algo… ¿cómo se habrá visto él mientras me lanzaba uno? De un momento a otro me ha bajado esa curiosidad… me habría gustado ver cuando lo hacía, es que… esperen. No debería estar pensando esto, es una simple casualidad de la vida, ¡tengo que dejar de pensar estas tonterías! Ya me estoy asustando, ¡no es normal! __, la tía es una persona, y el chico ese del baño, es otra persona. Son dos personas totalmente diferentes, ¿de acuerdo? Okay.



Cuando salí de mi nube, decidí caminar hacia mi casa, porque luego de pensarlo un rato decidí ir más tarde a comprar comida para la semana. Tenía un poco de flojera, aparte no me gusta ir sola. En una de esas le pido a Dakota que me acompañe en la tarde o mañana, como sea. 



Cuando ya iba una cuadra lejos de la escuela, me di cuenta de que un auto estaba andando a mi mismo paso, muy lento. Lo primero que pensé es que era un secuestro, me quedé pasmada, inmóvil. Pero entonces, bajaron el vidrio del auto… Oh, ¡debe ser una coincidencia de la vida!



- ¿Cómo estás? –me preguntó de repente. Me miraba fijamente desde aquel asiento del auto. Como iba a mi mismo paso no había peligro de que me mirara.
- Ahm… bien… -respondí tímidamente bajando la mirada una que otra vez- Cómo estás tú.

- Pues, hoy estoy muy bien –respondió sonriendo- Es un día bastante agradable. 



Puedo jurar que es muy extraño verlo sonreír. Pero últimamente me he dado cuenta de que ha comenzado a sonreír en más ocasiones, y eso la verdad, me agrada demasiado… De alguna manera el que él se comporte así está haciendo que logre sentir que quizás pueda darle mi confianza en un tiempo más, y a lo mejor creo que sí tengo ganas de que eso suceda. 



Ambos nos quedamos callados, no sabía qué decir. Era como que la conversación de “saludo” había llegado a su fin. Quizás ya era el momento de que él partiera de nuevo hacia su destino, pues habíamos dejado de saludarnos. ¿Estoy en lo correcto?



- ¿A dónde vas? –una pregunta de su parte rompió el silencio.
- A casa, creo.

- Sube, te llevo –se ofreció de la nada. Yo me quedé mirándolo.

- No, puedo ir caminando, no hace falta –excusé. Tampoco quería estorbar, aparte este chico cada vez me pone más nerviosa.

- Ya sube de una vez –ordenó mientras dejaba el automóvil quieto- Apuesto a que ya andas pensando que eres una molestia y tonterías, ¿o no? –oh, tan obvia soy?- Solo ven, te llevaré. O te subiré a este auto a rastras. 



Me había dejado sin palabras, aunque igual, nunca tengo gran cosa que decir. Sin quejarme o algo me di la vuelta por donde está el capó, me fui a la puerta, la abrí y me metí adentro. ¿De verdad que es tan fácil notar qué es lo que estoy pensando o cómo me siento? ¿o solo es él quien lo nota? Porque he negado invitaciones a otros autos y nunca me han dicho eso…



- Gracias –soltó en el momento en que me subí y alisté mi cinturón de seguridad.
- ¿De qué? –me extrañó que dijera eso. Lo miré, y él ya me estaba mirando.

- Por aceptar que te lleve a tu casa –aclaró- Iba a subirte de todas formas, pero tampoco era la idea que te sintieras obligada. Era mucho mejor si lo hacías tú misma, y lo acabas de hacer ahora –dicho eso, volvió a sonreír como hace unos minutos atrás. 



Por primera vez, sentí que podía estar mirándolo… Sus ojos eran hermosos… Por primera vez me fijaba en el color que tenían. Era como un color miel brillante, yo jamás había visto tales ojos… Pero cuando empecé a pensar en por qué estaba analizando todos los rasgos de sus pupilas, sus pestañas, sus párpados y etcétera, comencé a ponerme nerviosa. Sentí que mis mejillas se enrojecían, así que dejé de mirarlo. Me sentí completamente rara, ¿será que estaba dejando mi timidez atrás? Agradecería al cielo si eso sucediera, ¡de verdad que lo haría!



- ¿Qué harás hoy? –me preguntó cuando llevábamos como unos diez minutos de camino. 
- Iré a comprar comida para la semana al supermercado –le conté mis planes- Ya casi no hay. Solo me quedan unos paquetes de galletas y un poco de leche.

- ¿Y qué te parece si vamos ahora mismo?



¿Es idea mía o se estaba ofreciendo a llevarme? Por dios __, claro que sí. ¡Eso es lo que está haciendo! A veces me da pena mi falta de intuición.



- ¿No tienes que hacer algo más? –era importante preguntar.
- No. No si “dormir” o “estar en casa” es llamado como “hacer algo más” –ambos soltamos unas risas. Él despegaba la mirada de la calle para mirarme en algunas ocasiones- ¿entonces qué me dices? 

- No lo sé… -me hacía de rogar. Soy muy mala muajaja. Okno. Pero enserio, no sabía si aceptar… me daba vergüenza, ¡soy tan tonta!

- Vamos, aprovecharemos de conocernos mejor. Tengo muchas ganas de hacerlo –nuevamente sentía que mis mejillas empezaban a arder- Te regalaré un día bonito. Lo prometo.

- Las promesas son muy importantes –comenté. Para mí esa palabra era algo completamente sagrado, y puedo asegurar que lo es.

- Claro que lo son, lo sé –afirmó con la cabeza- Por eso te lo estoy prometiendo. Solo dí que sí y verás que no estoy mintiendo.

- Soy una chica aburrida –le dejé en claro. No quería que se hiciera falsas ilusiones pensando que luego me comportaría como una loca riendo por todos lados. 

- Si a veces sientes que eres aburrida es porque nunca has estado con alguien que te haga tener verdaderas ganas de hacer cosas divertidas –eso que dijo sentí que me llegó al corazón, ¿acaso estaba en lo cierto? Pareciera que sí.

- Puede que tengas razón –reconocí ya llenándome de a poco con entusiasmo de irme con él.

- Sí –volvió a sonreír. Omg- Voy a hacer de todo estos días que me encuentre contigo para ser esa persona que te hará tener esas ganas. No somos tan diferentes, tampoco soy alguien que es muy extrovertido. Te lo he prometido, ¿está bien?



 Jamás me habían dicho algo como eso. Ni siquiera Sam me había dicho todas esas cosas para que pudiéramos ir juntos a alguna parte. Él solo era insistente pero este chico quiere convencerme enserio. Aquí vamos, __. Él quiere ayudarte a cambiar con el tiempo esa forma de ser que tanto odias… ¿por qué no aprovechas? ¿no has esperado tanto tiempo para esto? Te está dando un empujón… Okay, vamos.


- Vale –acepté ya segura, formando una sonrisa en mi boca- Iremos a comprar comida, nos conoceremos mejor, y el tiempo dirá lo demás.
- Esa es mi chica –sin quitar la sonrisa de su cara alzó una de sus manos al aire. 


Sabía lo que me pedía. ¡Chocar los cinco! No dudé ni un solo segundo y choqué su mano con la mía. Pero en ese entonces sentí que mi piel se tenso. Solo había sido un tacto y nada más. ¿Qué estaba sucediendo? Pero eso es lo que menos importa. Lo único que quiero es que todo cambie. Solo eso.





                                                       ____________________________





Estuvo bastante aburrido, creo. Lo siento por eso, pero quería subirles, ya estaba tardando mucho. Aparte dije que como última fecha subiría el lunes, así que aquí está, ya ven que cumplo con lo que digo :3 Amé los comentarios del capítulo anterior, chicas. ¡Estuvieron lindísimos! ♥

Otra cosa. Agradezco mucho a la única de las chicas que admitió sacar mi novela. No estoy enojada contigo y tampoco me desquitaré, ¡claro que no! Eso ya pasó, porque me dijiste la verdad y lo agradezco mucho :3 Puedes seguir subiendo mi novela a tu página, pero ya sabes que tienes que poner que es adaptada y mi nombre, y asunto olvidado haha. ¡Un beso a todas, chicas! Trataré de subir pronto. Ah, y cualquier pregunta que tengan, háganlas por mi ask, porque por aquí me enredo mucho y se me olvidan, me confundo fácilmente. ¡Adiós! ♥ Cometar y votar mucho.
Ah, y pasen por este blog, que es de Suna, una lectora: 
http://youchangedmylifejustin.blogspot.com.es/

Y por este blog que es de mi bff Eliana: http://novela1369tnyjustin.blogspot.com/

Pd: Siempre leo el capítulo entero antes de publicarlo para arreglar errores y arreglar palabras para que sea todo completo y perfecto, pero esta vez no lo hice porque estoy super apurada. Así que si hay algún error o no les ha gustado la forma en que está escrita, lo siento mucho. Pero creo que así está bien :3
Pd2: Arriba bajo la imagen del blog, añadí una nueva página de "Por un capricho" donde pueden comentar lo que les está pareciendo la novela, así como también lo hice con "But with you it's not like that at all" y con "Justin y tu por siempre". Ahora sí, ya me voy. Adiós.

21 de septiembre de 2013

Me jode. Mis lectoras deben leer esto.


Tengo un problema. Sí, y la verdad me molesta demasiado. No diré nombres porque ni me fijé en quién lo hizo, solo sé que lo hicieron. Esto me está hartando -no va para todas, solo para aquellas chicas que lo hicieron-, enserio.

Ya he encontrado como 4 o 5 páginas de Facebook de novelas de Justin en que me han puesto mis novelas, tanto como "But with you it's not like that at all" como "Por un capricho" sin siquiera consultarme o avisarme. Aparte que no ponen que las he escrito yo ni que es adaptada, ¡se hacen pasar por las autoras! Cosa que es lo que en realidad me jode. O sea, yo soy la creadora de mis novelas, yo soy la que se ha esforzado la mente y sacado un enorme tiempo de mi vida diaria para poder escribir con amor y dedicación cada entrada de este blog y encima se hacen pasar por las creadoras. Ponen excusas de que no han podido "escribir" porque tienen problemas, que no tienen inspiración y mierdas que obviamente son falsas porque no han puesto ni una pizca de complemento para ellas. 

Si tú eres una de esas chicas que plagió mi novela y ha mentido diciendo que es la creadora y autora ORIGINAL, estás pasándote de la raya. No tengo ningún problema con que pongas mi novela en tu página, claro que no, yo feliz. Pero lo que me jode es que mientas diciendo que "no podías escribir porque...blabla" o que "no tenías inspiración y que estabas que te morías por ello" o que "has tenido problemas familiares y que por eso no la habías podido continuar" o que "llevar a cabo un novela es muy difícil y que tienes que poner todo en orden para que quede perfecto". Si quieres mi novela en tu página, muy bien, me siento dichosa porque se nota que te ha gustado y lo agradezco, enserio gracias... Pero por favor, sé sincera. Son solo dos palabras que debes poner al lado del título en el álbum de fotos con la novela: "Es adaptada" y poner mi nombre al lado o al menos poner "Por Tishu".  Te lo agradecería un montón. Y ahora que he puesto esto, te aconsejaría que no saques la novela de tu página. Las revisé y vi que a varias chicas les gusta -hablo por todas las páginas que las tienen- y creo que no sería justo que la sacaras. Yo jamás he dejado a la mitad una de mis novelas y aunque estuve a punto de sacar "Por un capricho" la seguí, porque mis lectoras me lo pidieron y porque me sentiría mal conmigo misma dejando algo con lo que hice de todo para motivar a mis lectoras. Obviamente que no.

Ahora díganme chicas, quizás pensarán que he sido una pesada y antipática, pero ustedes pónganse en mi lugar: Eliana, Ly, Gabriela, Alexandra, Aguchi, entre otras, -que son algunas de las lectoras mías que tienen novelas-, tampoco les gustaría que les plagiaran sus novelas, ¿cierto? ¿les gustaría que plagiaran sus novelas y pongan a su nombre lo que ha ustedes les ha costado meses? Y a las que no tienen novelas también pregúntense lo mismo. Si han encontrado que he sido mala, espero que con esa pregunta puedan darse cuenta de lo que se siente. Y agradezco a la chica de mi ask que me preguntó si podía colgar mi novela en su página, me he sentido feliz cuando me lo preguntaste y claro que puedes hacerlo, aunque bueno poniendo que es adaptada, y si pones que he sido yo pues aún mejor :3 muchas gracias de verdad.

No diré nada más porque luego me pongo como una loca y me enrollo mucho. 
El siguiente capítulo de mi novela lo subiré pronto :3 creo que mañana, sí. Y si no, pues... creo que el domingo no. Si no subo mañana lo subiré el lunes :3 ¡Las amo! Y muchas gracias por todo. ¡Bye!



18 de septiembre de 2013

Capítulo 7 -Por un capricho.




Mi piel se erizó al sentir el suave tacto de la piel de su mano con la mía. Si antes estaba nerviosa y toda revuelta por dentro, ahora lo estaba más. No me atreví a mirarlo y despacio deslicé mi mano por debajo de la de él y la quité. No pude ver la expresión de su cara, pero me hice a un lado y pude ver cómo llevaba su otra mano hacia la cerradura y con la otra ponía la llave dentro. Con un ligero movimiento de manos logró quitar el seguro. La abrió y crucé la puerta. 


Como no podía abrir la puerta de su auto ni nada, me puse a verlo mientras cerraba la puerta que daba paso a su jardín. Cuando él terminó me indicó su auto con la mirada, así que bajé un poco mi cabeza con algo de timidez, caminé hacia él y me paré junto a la entrada del asiento de copiloto. Sonó el “pi-pip” que hacen los automóviles cuando ya están disponibles para abrir algo de él, así que al mismo tiempo, ambos nos encontrábamos abriendo el carro y subiéndonos a él, para luego acomodarnos. 

No tardó mucho en encender el motor y arrancó. Eran como treinta minutos de camino en auto. Si desde la casa de Dakota me demoraba eso mismo a pie, esta, que estaba más lejos, tomaría lo mismo en carro. 

Ya llevábamos como quince minutos de camino, todo en silencio, sin que ninguno de los dos pronunciara una sola palabra. Solo se escuchaba el sonido de las llantas andar sobre el pavimento de la calle, mientras yo miraba por la ventana cada una de las luces de los faroles que suelen estar en las veredas.

- ¿Puedo decirte algo sin que te ofendas? –aquella pregunta rompió el silencio entre ambos.
- No –respondí sin más.
- ¿Por qué no?
- Porque me ofenderé de todas formas –sinceré.

Y es que es cierto, cuando me dicen algo que se supone que no me ofenderá o que es algo con lo que “no debería ofenderme”, me ofendo. No es porque quiera, claro que no. Simplemente soy muy sensible en ese tipo de cosas. Cuando una persona me dice algo brusco, suelo sentirme mal… No puedo evitarlo ni aunque quiera. Es muy molesto… De verdad que detesto cuando hacen esa pregunta.

- Te veías realmente bien aquel día en el local… -¿uhm? ¿eso era lo que iba a ofenderme?
- ¿De qué hablas? –le pregunté y lo miré. No entendía a lo que se refería.
- Por eso es que te lancé un beso… -me contó, mientras yo sentía que mis mejillas se iban poniendo un poco rojizo, ¿había escuchado bien?- No sé por qué lo hice, fue como de repente, sin darme cuenta. Pero robaste miradas, no solo la mía… -dios mío- Ese vestido que traías te hacía lucir como ninguna… eras algo así como un destacado. 

Trataba de ignorar lo paralizada que me sentía y lo ruborizada que debía encontrarme. Agradecía que ya fuera de noche… no podía estarlo más. ¿De verdad me había dicho eso? ¿Dakota tenía razón entonces? Sí había sido él… Acababa de confirmármelo la propia persona… Mi estómago estaba tan loco, tan desesperado como un tsunami.

- Eso no es verdad –algunas chicas responden así para que les sigan diciendo lo lindas que son, pero algunas como yo lo dicen porque lo creen así, o mejor dicho porque saben que no son de esa forma que dicen.
- Supuse que ibas a decir eso, pero aún así te he dicho la verdad –dijo desviando su mirada del camino para mirarme a mí. A veces me impresionaba lo serio que se podía poner cuando hablaba.
- Ahh... bueno, gracias –agradecí. Apreciaba que me lo haya dicho.
- No me agradezcas eso… Pero, quiero saber de ti, ¿has tenido novio? –preguntó. Yo lo miraba mientras él conducía.
- Ahm, una vez, cuando tenía nueve, pero fue porque era una niña –solté unas risas- Pero nunca he tenido algo serio.
- Pero supongo que has “andado” con algunos tipos… 
- No –respondí normal.
- ¿No? –al parecer no me creía- Solo tengo que mirarte para saber que es algo difícil de creer, sin considerar que tienes 16 años…–mis mejillas nuevamente se comenzaron a teñir de color, ¿qué me sucede?

Cuando los chicos me decían cosas como piropos y así, normalmente me daban igual, no los tomaba en cuenta… Pero ahora me estoy sonrojando con este chico, no es la primera vez que ya lo hago, ¡no entiendo! ¡Ya se vuelve desesperante!

- Los que se han interesado en mí jamás me llamaron la atención… -le conté.
- ¿Y trataban de llegar a ti?
- Sí.
- ¿De qué forma? –parecía un interrogatorio, pero ayudaba, porque podía entrar más en confianza de esta forma, fuera como fuera. 
- Se me tiraban encima a besarme… Eran unos brutos, me lastimaban… Debía corresponderlos porque llegaba un punto en que parecía que me iban a romper la boca si no lo hacía –dije con asco, mientras recordaba.
- Idiotas –fue su simple forma de referirse a ellos.

El resto del camino fue en silencio, creo que ese había sido el fin de nuestra pequeña conversación. Apoyé mi cabeza en la ventana, esperando a llegar a mi casa. Me sentía… tan distinta… estoy muy feliz por haber recuperado mi celular, no estaré castigada de nuevo, ¡yeeei! De estar afuera del auto ya me habría puesto a saltar.

Llegó el momento en que ya estábamos afuera de mi hogar. Justin estacionó justo en frente, en la reja que daba a mi jardín. Entonces abrí la puerta del automóvil y le miré.

- Muchas gracias por haberme traído –sonreí gentilmente y luego me baje del auto.

Cerré la puerta y comencé a caminar hacia la entrada. Pero el sonido de otra puerta del auto me detuvo. Me giré para ver si había olvidado algo, o no sé. Él se encontraba de pie junto al capó, no estaba apoyado ni nada, solo firme… de pie.

- ¿Pasa algo? –pregunté perdida. Toqué el bolsillo de mi short y traía mi celular, ¿qué se me había olvidado?
- Cuídate.

 “Cuídate” una simple palabra que me había hecho sentir mariposas revoltosas. No sé, ese tono tan serio que usa causa algo dentro de mí. Jamás había conocido o hablado con una persona así. Siempre eran buenos para el leseo, para sonsear y reían por todo… Pero él no era así. Es por eso que quizás causa este tipo de sensaciones cuando habla de repente… Yo lo miraba fijamente, para luego bajar la mirada y volver a subirla… apenas, pero lo hice.


- Tú también… -le deseé sinceramente- cuídate mucho.
- Lo haré –una pequeña sonrisa se formó en sus labios. De verdad que amaba su sonrisa.

Llevó una de sus manos hacia delante y con un solo dedo lo movió hacia delante y hacia atrás, como pidiendo que me acercara. No me tomó mucho entender ese mensaje de gestos. No rechisté, no dije nada… Solo, lo hice, y ni sabía por qué hacía lo que él me pedía. Lentamente comencé a dar pasos hasta que me quedé en frente a un metro de distancia. Pero con un movimiento él se acercó a mí, me tomó por la cintura y me atrajo hacia sí. Había formado un abrazo. Un tierno abrazo.

No descansó hasta que logró que mi cabeza estuviera apoyada sobre su pecho. Nuestra diferencia de altura hacía que pudiera posarla ahí. Él deshizo el abrazo solo para tomar mis manos y llevarlas hacia su cuello, para que las apoyara y así pudiera abrazarlo desde esa zona. Sentí como su cara se escondió entre mi hombro y mi cabello…

- Rico aroma que tienes... -dijo con una voz apenas audible, pero fui capaz de percatarme de sus palabras. Sentía que mi estómago explotaría de lo loco que se encontró al oírlo.

El tener mis brazos hacia arriba hacía que mi playera se subiera dejando mi vientre al aire… y ese acto, hizo que pudiera sentir el abdomen marcado y descubierto de él, ya que lo único que traía encima era su chaqueta de cuero…


Sentí miles de mariposas en todo el cuerpo. Era un momento tan especial, sin duda alguna, lo era… Apenas lo conocía, pero me hacía sentir tan protegida… Y lo fue mucho más cuando su dedo índice comenzó a hacer leves caricias en la parte baja de mi espalda… 

Ignoro el tiempo que pasamos así, porque realmente no me detuve para calcularlo… Me sentía tan bien que eso era lo que menos me importaba, ¡y no sabía por qué! Y fue cuando sentí que sus labios besaron mi mejilla…
Nuestro abrazo, muy de a poco, se fue deshaciendo, hasta que quedamos separados. Le hice un gesto con la cabeza como para despedirme, ultra-mega nerviosa porque no entendía nada… 

- Adiós… -me despedí casi en un susurro.
- Hasta luego –contestó. No sé si fue una corrección que me hizo o si fue su manera de despedirse de una forma distinta a la mía solamente.

Y me giré para entrar hacia mi casa. Abrí la puerta que daba entrada a mi jardín, la cerré y me adentré… y luego puse la llave que daba a la puerta de entrada hacia a la casa, para luego entrar, sin mirar atrás. Sin mirar al chico del baño… Sin mirar a Justin Bieber.



                                                          _________________________



No me he demorado tanto en subir. Está algo corto, pero quería subirles como dije que lo haría. Trataré de subir mañana, o quizás pasado mañana... La cosa es que intentaré subir otro en estos días, antes del domingo :3  ¿Qué les ha parecido el capítulo? Díganme en sus comentarios y voten en reacciones. Pasen por mi ask si tienen dudas o quieren decirme algo. Y felices fiestas a las que están en fiestas, lol. ¡Un beso! 




  

15 de septiembre de 2013

Capítulo 6 -Por un capricho.

-Deja de preocuparte por lo que otras personas piensen-





Los pelos se me ponían de punta hasta con pensarlo. ¿Ir a la casa de él? ¿otra vez? No. No quería. Enserio que no quería. Era como si de alguna forma me diera susto, escalofríos… hacía que mi corazón se acelerara. Pero no de una forma que me hiciera sentir bien, porque no era algo de lo que me estaba sintiendo orgullosa. En este preciso momento habría preferido mearme en el local. No soy exagerada… es que… ustedes no entienden… ¿qué harían en mis zapatos?

Stop. Ahora que lo pienso, una chica inteligente iría feliz a su casa, porque bueno, es un chico guapo, un galán, ¿quién no haría eso?
Pero luego de una chica inteligente, estoy yo. La tímida, la que se atraganta con sus propias palabras, la que llora por todo… la débil. Sí, reconozco que lo soy… y mucho. No me gusta para nada, pero es como soy. No he podido cambiarlo ni aunque me esfuerce.

Como no tenía ganas de ir, decidí dejarlo para más tarde. Ni loca iba ahora mismo, me daba vergüenza. Aunque más tarde también me dará vergüenza, pero como será de noche nadie lo va a notar ¿o es idea mía? Me enrollo mucho con el tema del celular, tanto leseo para nada, ¡sería mejor comprarse uno nuevo y ya! Pero no, ¡mi papá tiene que joder con que no me comprará otro! Me arrepiento del día en que entré a la casa de ese chico a mear.

En toda la mañana no hice gran cosa, más que abrir un paquete de galletas, un vaso de leche y sentarme en el sofá a mirar la televisión. Normal. Nada nuevo. Luego, almorcé. Sola y en silencio, como siempre, con nada más que el sonido del programa que estaban dando.

(…)

Me duché, me vestí y estuve lista para ir a buscar el tonto aparato. Hacía una calor infernal, pero debía caminar hasta allá para volver a tener mi celular. Me fastidiaba, me jodía enserio.  Llevaba esto:


Por un capricho #3
Así es como me gusta la ropa. Ni elegante, ni nada, solo normal. Osea, para mi gusto, claro. A otras personas puede que no les guste, pero es mi opinión personal.
Me tuve que ir a pie, lol. Sí, porque papá no me deja conducir su auto, y aparte no se hacerlo. ¡No sé conducir! El año pasado trataron de enseñarme, pero no pudieron porque soy un cero a la izquierda. No sirvo para eso.

Cuando llegué a su casa, estaba más nerviosa que nunca. Más nerviosa que cuando se me ocurrió entrar a su baño, más nerviosa que cuando vine con Dakota a venderle pan. Mucho más. ¡Ojalas estuvieran en mi lugar!

Estaba parada en frente de su timbre como una idiota. Era como una guerra contra mi dedo. Mi mente decía: ¡No toques! Pero el dedo decía: ¡Lo voy a hacer!

- Y bien __... aquí vamos.

Y lo toqué. Carajo.

- ¡Dedo por qué lo hiciste! –maldije mi dedo mientras lo miraba con asco.


O sea, es casi la primera vez que hago algo con toda mi valentía y lo primero que hago al hacerlo es odiarlo. Siento que con venir aquí he perdido toda mi dignidad, ya que lo único que le dije el otro día fue que no vendría, que quería dar todo por perdido y así.

Habían pasado como… ¿3 minutos? Sí, 3 minutos que se hacían eternos. ¿Y si no estaba en su casa? Rogaba al cielo que estuviera… pero por otro lado no quería. Así que volví a tocar. Y mientras seguía esperando, me puse a mirar hacia la calle… no había nadie, ninguna persona pasaba. Por lo visto era un vecindario muy tranquilo… En las veces que he venido nunca he visto a una persona por aquí, creo que no salen de sus casas. 


Sentí una manilla de puerta, miré hacia la entrada de aquella casa cuyo timbre había tocado, y ahí estaba él. Su cabello estaba despeinado, todo alborotado. Me miró de abajo hacia arriba, analizándome... creí imaginar que se había lamido los labios, así que lo ignoré, de seguro era idea mía. Traía unos shorts negros con unas líneas blancas horizontales y… no traía playera. Sí, me había dedicado a fijarme en todo eso, pero en el momento en que me di cuenta dejé de mirarlo y posé mis ojos hacia el suelo. 



Sabía que se estaba acercando a mí, hacia donde yo me encontraba, para abrir la puerta de entrada hacia el jardín. Sus pasos los sentía cada vez más cerca, hasta que ya estaba apoyado en la reja de la puerta. Era increíble el nerviosismo que me causaban esas pequeñas cosas, ¡estaba completamente avergonzada! 



- ¿Diga? –dios. Obviamente se está haciendo el tonto.
- Sabes a lo que he venido… -dije sacando coraje, aunque tampoco fue en un tono brusco, solo lo dije normal. Pero lo que ustedes no saben es lo difícil que era para mí hacer este tipo de “pequeñas cosas”
- Entonces dímelo –pidió firmemente. 
- Pero si lo sabes…
- No lo recuerdo.

- Quiero mi celular –alcé la mirada para poder mirarlo directamente a los ojos. Él estaba completamente serio, cosa que me hacía ponerme inquieta por dentro.

-Oh, era eso. Cierto… -hizo una mueca.




Sacó sus manos de la reja y del bolsillo de su short sacó una llave. La puso en la cerradura y abrió. ¿Iba a hacerme pasar?
Con sus manos quitó el pestillo y la hizo para atrás, abriéndola.



- Adelante –se hizo a un lado cuando ya estuvo completamente abierta.



No le dije nada y entré. Mi corazón latía a mil por hora, yo pensé que solo entraría a su casa, tomaría mis cosas, saldría de nuevo y me las entregaría. Eso sería lo normal. Pero como dicen, cuando uno no se espera algo, sucede. 



Al ya estar ambos dentro de su casa, él cerró la puerta. Era muy fresca, como que no se sentía tanto el calor, y eso que ya eran como las 7:30pm. 



- Toma asiento, si gustas –me invitó a hacerlo. Yo asentí con la mirada y me senté, despacio.
- Gracias –agradecí tímidamente.


Me sentía como una gacela siendo acechada por un leopardo. Y es que ya he perdido la cuenta de todas las veces que he dicho lo nerviosa que me sentía.  Ni siquiera me he sentido en confianza como para llamarlo por su nombre, es tan molesta mi forma de ser. ¡La odio de verdad! Si el supiera todo lo que estoy pensando en este momento…


- Ya vengo –avisó.


Se volteó y caminó hacia las escaleras, para luego subirlas. Me quedé en completo silencio en la sala de su casa, esperando a que él bajara con mi pertenencia. Miraba con atención algunos lugares, aunque ya los había visto, pero esta vez quería conocer más y ver lo que antes no había sido capaz de divisar. No pasó mucho rato hasta que él estuvo de vuelta bajando las escaleras y se pusiera a unos dos metros de mí. Yo me puse de pie. 



- Ten –dirigió su brazo hacia mí y en su mano tenía mi celular. Yo extendí la mía hacia adelante y lo recibí.
- Te agradezco que me lo hayas devuelto –los modales nunca deben faltar, y era muy cierto, de ser otra persona se haría el tonto y jamás me lo devolvería. 

- No me lo iba a quedar, no soy un ladrón –me dejó en claro-  Aunque pensé que no ibas a volver por él.

- Es que… mi padre me llamó y me exigió contestar desde aquí –alcé el móvil- De lo contrario…

- Te castigaría –terminó mi frase. Yo solo asentí, callada- ¿Eres menor de edad?

- Tengo 16 –le conté.

- Entonces lo eres… yo tengo 19 –oh.

- Supongo que debes vivir solo… -comenté, ya se me estaba haciendo más fácil comunicarme con él.

- De hecho vivo con mi padre, pero algunos días va a pasar el tiempo con su mujer… -“con su mujer” sonó tan extraño cuando lo dijo.

- Ah… -balbuceé. 



Creo que esa conversación había terminado, porque ambos nos quedamos en silencio. No se oía nada, excepto un martilleo que venía de alguna otra casa de la calle en la que él vivía. Bajé mi mirada. Él seguía sin playera y solo con unos shorts, no me sentía muy cómoda teniendo que estar con él de esa manera, apenas y lo conocía.


- Oh, ¿te vas a llevar el bolso, también? –me preguntó de repente- Olvidé traerlo…
- Sí, claro –la verdad a mí también se me había olvidado.



Nuevamente se giró y subió las escaleras. Estuve esperando como unos cinco minutos… luego diez… ¿por qué no bajaba? Se me comenzó a hacer raro, normalmente uno no se demora tanto en bajar con algo en las manos. Sentía sus pisadas en el segundo piso de un lado a otro.  ¿Necesitará ayuda?



Lo pensé por un momento, pero al final, algo temerosa, comencé a subir las escaleras para ir a ayudarle. Tal vez se le había perdido o simplemente estaba demorando por querer. El ruido de sus pisadas venía de su habitación y de apoco asomé mi cabeza por su puerta, que se encontraba abierta. Él estaba revolviendo sus cosas en una mitad de su closet. Aún no se daba cuenta de mi presencia…



- Mierda… -lo escuché quejarse.
-¿Necesitas algo? –pregunté, haciendo que se girara como algo nervioso, lo notaba por la expresión que tenía en su cara.
- Es que… no lo encuentro… lo había dejado aquí, estoy casi seguro –me informó.
- Tal vez lo cambiaste de lugar, o lo pusiste en otro lado –le alenté para que no anduviera pensando que lo había perdido, porque en algún lugar tenía que estar.
- ¿Cómo era? –preguntó- ¿era plateado con brillos, cierto? 
- Sí –me impresionó que lo recordara. 
- Lo estuve viendo… lo recuerdo porque de ahí saqué el celular con tu dirección y todo, pero los guardé por separado. Que estúpido, las cagué –expresó con algo de rabia, dejando de revolver las cosas para luego girarse para verme.
- Oye no importa, no es tan necesario que lo tenga de vuelta, lo utilicé solo para una ocasión y no creo que lo vuelva a usar…
- Aún así, es tuyo y tengo que devolvértelo, ___ –insistió. ¿Ha dicho mi nombre? Ya está entrando un poco en confianza.
- No importa, enserio… de verdad.
- ¿Estás segura? 
- Sí, no es gran cosa. Papá solo reclama por el celular –solté unas pequeñas risitas tímidas. 


Él ante mi acto, sonrió… tenía una hermosa sonrisa. Pero de repente fue como si reaccionara y dejó de sonreír. Aclaró su garganta… 



Miré hacia la ventana, aún sin entrar a su habitación y noté que ya estaba casi completamente oscuro, era el atardecer. Normalmente este tiempo se está oscureciendo temprano… Bueno, no tanto, ya son las 8pm. Creo que él notó lo que yo miraba, así que volteó para ver lo mismo y luego volvió a mirarme. 


- ¿Te vas sola?


Asentí.


- ¿No vienes en auto, o algo? –negué con la cabeza- ¿ni en un taxi? –volví a negar- Ya está oscuro para que te vayas sola…
- No importa, siempre me voy de la casa de una amiga a esta hora, o más tarde… todo el tiempo a pie –dije calmadamente.



Me giré y me fui hacia la escalera. La bajé algo rápido, con cuidado de no caerme. Entonces tomé mi celular de la mesita de centro de la sala de estar y me acerqué a la puerta. La iba a abrir, pero en eso bajó él, con una casaca de cuero negra. Venía con ella sin cerrar el cierre y sin playera, no se la había puesto. Me sonrojé un poco al verlo así. Aparte de eso, venía con unas vans negras. 


- Espérate, iré contigo –me dijo- Te llevaré en mi auto –se acercó a la mesa de centro y tomó unas llaves, las que creo que eran de su carro.
- No es necesario, puedo irme sola. Solo quédate aquí –exigí.


Giré la manilla de la puerta y salí rápidamente. Cuando llegué a la puerta del jardín intenté abrirla pero estaba con cerradura. Me sentí una torpe. En eso siento que la mano de él se posa sobre la mía –la que se encontraba en la cerradura-, junto con sus llaves.


- ¿A dónde vas tan rápido? –logré escuchar apenas unas carcajadas de su parte.





                                                              ________________




Siento un montón no haber subido antes. Enserio que lo siento. Pero es que no tenía inspiración, y la verdad, no he tenido unos días buenos que digamos. Me he estado sintiendo muy mal, y eso me quita las ganas de hacer cualquier cosa, sobre todo escribir. Me costaba un mundo, chicas. Espero que puedan entenderlo. Hoy he tenido un día de mierda también, de hecho estoy castigada sin salir, pero me he tomado un tiempo para poder terminarles el capítulo y subirlo. Quiero que tengan en cuenta que no dejo de subir porque quiera, porque a mi en realidad me encanta esto, por mí pasaría todo el día subiéndoles capítulos... pero como ya dije, mis ánimos van por el suelo. Ahora, en toda esta semana no tendré clases, así que intentaré subirles al menos uno o dos capítulos más, haré lo posible.



Les dejaré el link de mi otro blog, para que me recomienden cosas específicas sobre qué poner o sobre qué hacer vídeos en youtube, estoy tratando de arreglar todo para poder subir uno lo antes posible, es que aún no sé de qué hacerlo. Escriban lo que les gustaría en las recomendaciones:



Aquí está mi blog:   http://www.l0ve-thiare.blogspot.com/



Por favor háganlo, chicas. Esto me emociona. Las amo demasiado. Un beso a todas. Y otra vez lo digo: lo siento de verdad. ¡Adiós! Comenten y voten mucho.
Pd:
Si tienen alguna duda, o quieren preguntarme algo o decirme algo, pasen a mi ask, que está por allá arriba en la derecha. Pero se los dejaré aquí por si no lo encuentran: 
http://ask.fm/Thiare197
Goodbye.


10 de septiembre de 2013

Sígueme. Nuevo blog.

Chicas, como ya dice en el título, me he creado un blog. Otro. Pero este no será de novelas, si no, que será de mí. Será como un proyecto más personal, en donde subiré vídeos, hablaré de mi vida diaria, recomendaciones y cosas por el estilo, ¿qué les parece? Cuento con ustedes para que sean mis primeras seguidoras y visitas :3

Este es el blog:  http://www.l0ve-thiare.blogspot.com/

Espero que les guste, aún no subo nada pero pronto lo haré. Y voy a hacer un bello diseño y todo, es que recién lo acabo de crear. Y, ¿quién sabe? En una de esas me creo una cuenta en youtube y hago vídeos de tips y así.

PD: Trataré de subir un nuevo capítulo pronto, ¡besito! :3 las amo.
PD2: ¡Espero que les guste la idea! A mi me entusiasma, no sé cuando empezaré *-*
PD3: Si creo un canal en youtube haciendo vídeos para chicas, ¿los verían? ¡Respondan en los comentarios!
PD4: Pronto el siguiente capítulo. Sí, la novela sigue :3

¡Adiós!

7 de septiembre de 2013

Capítulo 5 -Por un capricho.




Mi corazón –metafóricamente- se había detenido. ¿Por qué? ¿por qué tenía que venir? ¿por qué no se había quedado en su casa y ya? ¿ah? 

No puede ser, más humillación todavía. Paso unas vergüenzas y resulta que ahora llega aquí, a mi casa, para hacerme pasar mucha más todavía. Desconozco el momento en que mis mejillas se pusieron rojizas. No podía evitar estar como estaba. Lo único que pude hacer, fue, asentir. 

Él solo caminó despacio hacia la sala de estar. Sus ojos comenzaron a recorrer las paredes… cada centímetro que era visible en mi casa. La recorría con la mirad con un gesto de satisfacción. Bueno, todos los que llegan a una casa por primera vez lo hacen… tratan de conocer el lugar en el que se encuentran, es normal. Pero lo que no es normal es tener a un completo extraño al que le ocupé el baño, en mi casa. 


- Linda casa… -halagó de repente. Eso hizo que yo dejara de lado mis pensamientos.

- Gracias –dije casi en un susurro. Lo siento, pero no soy buena hablando con las personas con las que apenas he cruzado… ¿la primera palabra?


En un momento, llegó al sofá y se paró en frente de él. Se volteó para mirarme. Yo de vez en cuando bajaba la mirada. Me sentía tan tímida… como que de alguna manera me sentía intimidada por su mirada tan seria, firme… Tan masculina…


- Siéntate, si gustas –recordé los modales que mi padre me había enseñado, ups.

- No, estoy bien –respondió tranquilamente- Pero bueno, he venido a… preguntarte algunas cosas –joder.

- Oh –estaba muy nerviosa- ¿qué cosas?
- Sobre… de por qué entraste a mi casa, a mi baño… sin conocerme.


Ay, ¡no! ¡esto es absolutamente incómodo! Agh, y encima no la da ni la mínima vergüenza preguntarme, ¡o el mínimo respeto! Que fastidio, es mejor que lo eche de aquí. Tendré que sacar fuerzas de donde pueda para hacerlo.


- Bueno, no lo sé –respondí apenas- ¿ahora te puedes ir? –rogaba al cielo que sin decir nada saliera por donde vino.

- No, quiero saberlo –insistió sin sacar su actitud seria- No todos los días una extraña entra a una casa sin previo aviso, ¿o sí?

- Porque quería conocer el baño de alguien –me apresuré a decir sin mirarle a la cara- ¿te vas, ahora?
- No estoy satisfecho con esa pregunta –confesó.
- Respuesta –le corregí de inmediato. Él me miró extrañado.
- Eso dije –mintió.
- No lo hiciste.
- ¿Y cómo era?
- Respuesta.
- ¿Y qué dije yo?
- Dijiste pregunta.
- ¿Y cómo era? –dios.
- Era respuesta.
- ¿Y qué dije yo?
- Te he dicho que dijiste pregunta, joder.
- ¿Y cómo era?
- ¡Era respuesta! –chillé, subiendo la voz- ¡Dijiste pregunta y era respuesta! ¿ahora sí?
- ¡Bien! –puso las manos al aire- Ahora me voy. 


Comenzó a caminar hacia la entrada de la casa, para salir. Yo me quedé extrañada, creí que me entregaría lo que se me quedó en casa o que venía para algo más. Acaba de llegar y ya se va. No es que yo quiera que se quede, nada de eso. Pero no sé.  Y entonces decidí armarme de valor, y hablarle otra vez.


- Oye –le llamé en algo de voz baja, pero él paró en seco y se giró.

- ¿Qué pasa? –me preguntó seriamente. Cuando se ponía así, me daba algo, nerviosismo quizá.

- Se me quedaron unas cosas cuando fui a tu casa… y… bueno…
- ¿Las quieres? –interrumpió lo que yo, con mucho esfuerzo, estaba tratando de decir.
- Sí… Mi padre me llamará y él no sabe que lo he perdido, entonces… 


Esta vez lo que me interrumpió no fue la voz de este chico extraño, si no del teléfono de casa. Me estaba llamando papá. Pero no quise contestar, estaba lo suficientemente nerviosa y si notaba mi voz me haría preguntas y cosas molestas. ¡No me gustaba que hiciera eso!


- Ve a buscarlas a mi casa –dijo sin más y se giró otra vez, saliendo por la puerta.


Corrí hacia la entrada, porque él ya iba por la calle, y decidí gritar.


- ¿Por qué tengo que ir a tu casa? –pregunté algo molesta- ¿no pudiste traerlos tú?

- ¡No, no pude! –exclamó- Usted fue la niñita que irrumpió en mi casa como si nada, ¡ahora tú regresas por ellos!


Dicho eso, se subió a la vereda, abrió la puerta del que creo que era su coche y entró. Me dio una última mirada a través del vidrio… y ahí, arrancó.

Estaba muy molesta, ¡yo no quería ir a ese lugar! ¡ni siquiera quería volver a verlo! Es tan serio y tan porfiado, tan llevado a sus ideas… me jode, enserio. ¡No quiero ir! Como sea, si eso es lo que él quiere, yo no pienso ir. Hablaré con mi papá solo por el teléfono de casa y daré mi celular por perdido.

5 DÍAS DESPUÉS…


Sonaba el teléfono. Apenas eran las 9 de la mañana y ya me estaba llamando. Deben de saber quién era: mi padre. No he hablado con él desde que se fue… Y ahora recién me llama. Oh, recordó que existo.

Me salí de la cama, salí de la habitación y bajé las escaleras. Me fui trotando hasta el mueble en donde se encontraba el aparato, así que lo tomé y me lo llevé al oído. ¡Estaba algo perezosa hasta para tomarlo!

- ¿Hola? –respondí sin ánimos.
- __(tu nombre), ¡estoy muy enojado! –me gritó por el teléfono, fue tanto que tuve que alejarlo un poco de mí.
- ¿Por qué? –le pregunté preocupada- ¿qué hice? -¡no tenía idea!
- Te he llamado cientos de veces todos estos días a tu móvil, y no me has contestado. ¿Crees que por haberme ido de casa por unas cuantas semanas puedes apagarlo y hacer lo que  se te de la gana? ¡estoy muy enojado contigo!

Oh, no. Debí imaginar que pasaría esto. ¡Había olvidado esto por completo! No sé cómo puedo ser tan cabeza hueca a veces, me llega a dar rabia conmigo misma. ¿Y ahora qué hago?

- ¿Y? –habló de nuevo- ¿me vas a responder o no?
- Sí… es que… lo siento… -dejé salir en voz baja- no había podido contestar…
- ¿Y por qué no? –preguntó aún sin poner toda su molestia de lado- No me vayas a decir que lo perdiste, ¡porque si es así no te volveré a comprar otro celular! ¡ya no es la primera vez que los pierdes!
- ¡No lo he perdido! –bueno, estaba mintiendo, pero en parte era la verdad porque sabía quién lo tenía- Es que… mm… se malogró la batería y hoy tengo que ir a comprar otra…
- ¿La batería? ¿Estás segura?
- Sí, segurísima. Por eso no he podido contestarte.

__(tu nombre), eres de lo peor.

- Bueno, eso cambia las cosas. ¡Pero aún así estoy muy enojado! ¡estás castigada!
- ¡No, papá! –chille- ¡no es justo que me castigues, no ha sido mi culpa!
- ¡Pues lástima porque lo estás! Mañana por la mañana te voy a llamar y si no me contestas estarás en graves problemas y no te gustará saber cuál será el castigo si eso sucede –colgó.

Sí, colgó. No pude responder nada y creo que igual no lo iba a hacer. Ahora no me quedaba nada más, ninguna opción… más que ir a la casa de Justin Bieber.


                                                  _____________________

Capítulo de mierda, lo sé. Pero no tenía inspiración, chicas. Me ha alcanzado para esta cagada solamente. ¿Saben algo? he estado pensando en quitar esta novela... no sé, siento que está aburrida, no me está saliendo como quería... no me está gustando... ¿ustedes qué opinan? ¿la quito o no? please, díganme en los comentarios, enserio lo necesito. ¡Un beso!