18 de marzo de 2015

Capítulo veintitrés - Fresa con Chocolate.



Narra Fabiola

Me levanto de mi cama a duras penas. Anoche, apenas llegué, me tiré a la cama y me quedé dormida de inmediato. No desperté en toda la noche, y para colmo, me dormí encima de las sábanas, por lo que ahora tengo el cuerpo más frío de lo normal. 

Me voy a la ducha, y cuando salgo recuerdo que tengo que tomar desayuno. No es que tenga tanta hambre, tampoco. Así que bajo las escaleras con mi cabello envuelto en una toalla, me acomodo bien la ropa y entro.

Apenas llego al lugar, todos están sentados en la mesa, recién preparándose para el desayuno. Mi taza con té está servida, hay pan con agregados para elegir. Papá lee el periódico sin prestarle mucha atención. Mamá solamente se dispone a comer.

De pronto, siento la mirada excesiva de mi padre sobre mí. De inmediato rezo al cielo para que no empiece sobre un tema que, en particular, no me gusta tocar. Se cruza de brazos en la mesa, suelta un suspiro, y confirmo lo que estaba pensando.

- Fabiola, estás muy delgada -expresa, con rostro cansado y desconforme. Eso basta para que comience a sentirme mal- Deberías subir de peso.
- Papá, ya hemos hablado de ésto -me quejo en voz baja, rogando al cielo que ésto no hubiera pasado, y que me hubiera despertado, al menos, un poco más tarde.
- Sí, lo hemos hablado, pero veo que sigues igual -me dice, sin cambiar su expresión- Me preocupas, hija. No es bueno lo que te pasa.

Lo más gracioso es que, a algunas chicas las reprenden porque deberían bajar de peso, pero conmigo es todo lo contrario. No me sentiría mal si me sintiera bien conmigo misma en ese sentido, pero la cosa es que eso no pasa. Ni siquiera a mí me gusta mi cuerpo. Quiero subir, pero no puedo, algo me lo impide, y eso es horrible.

El timbre suena, y siento que el mismísimo Dios ha bajado del cielo sólo para ayudarme. Salto de la silla con toda la velocidad excesiva del mundo. Rara vez me ofrezco a abrir la puerta, pero en éste momento es lo mejor que puedo hacer.

Giro la perilla, y no alcanzo ni a reaccionar, ni tampoco a levantar la mirada, cuando unos grandes brazos me rodean, además de un cuerpo pegado al mío. Me asusto tanto que parece que me congelo, pero en nada me sueltan, y cuando veo quién es, siento que he visto la cosa más aterradora del mundo.

- ¡Fabiola, qué gusto verte! -exclama con alegría, mientras sonríe de oreja a oreja. 
- ¿Drew? -es lo único que logro decir. Él asiente con la cabeza- ¿Qué haces aquí?

No es que Drew sea feo, de hecho lo encuentro bastante guapo, pero el que él esté aquí es casi una locura. Siento que estoy siendo muy dramática. ¿Se me estará pegando lo de Cristal? ¿Es contagioso?
- Te dije que iba a venir a hablar con tus padres -me recuerda. Por el amor de Dios, no pudo elegir peor día para hacer ésto.
- Sí, pero no creí que fuera hoy...

La voz de mamá desde la cocina interrumpe mis palabras. Entro en un ataque de nervios, mis manos comienzan a temblar. ¡Drew pudo haberme avisado!

- Hija, ¿Quién es? -mamá alza la cabeza por la entrada de la cocina. Cuando ve a Drew, hace una mueca de asombro- Oh, no sabía que tendríamos visitas. Hazlo pasar, Fabiola.

Antes de que pueda decir nada, Drew pasa por la puerta como tal dueño, y se acerca a donde está mi madre, mientras ella hace lo mismo.

- Señora, ¡Gusto en conocerla! -Drew, con toda confianza, la toma por los hombros y la abraza. Cuando se aleja, toma su mano y la acoge como todo un caballero- Fabiola me ha hablado mucho de usted.

Mamá luce tan incrédula que su rostro expresa nada, y Drew ha dicho la mentira más grande que pudo decir, porque, que yo sepa, en ningún momento hablé de mi madre, y menos tanto. Pero mi cuerpo se relaja cuando mamá sonríe, y comienza a acoger su mano también.

- Oh, muchas gracias, joven -le dice mamá- Pero, la verdad no tenía idea de nada.
- Sí, lo sé. Siento interrumpir a ésta hora, pero yo soy amigo de Fabiola -le cuenta Drew, sin quitar su sonrisa- Soy el hermano mayor de Cristal. 
- ¡Vaya, no sabía eso! -mamá de pronto parece interesada- Cristal no suele venir, así que el que estés aquí me parece realmente increíble.
- Lo sé. Mi nombre es Drew, por cierto.

En eso papá asoma su cabeza por la entrada de la cocina, tal y como mamá lo hizo. Frunce el ceño, y alza una ceja, cuestionándose la extraña visita. Luego, sale de ahí y se acerca a mamá.

- ¿Quién es, Yovana? -pregunta papá.
- Él te lo dirá, Oscar -le dice mamá, animada.
- ¡Señor, buenos días! -le saluda Drew, con un apretón de manos, aún sonriente- Mi nombre es Drew, soy hermano mayor de Cristal y amigo de su hija Fabiola. 
- No sabía que Cristal tuviera un hermano -sincera papá, sin remordimientos.
- Sí, bueno, es comprensible, dado que yo soy universitario, y pues, ya sabe, los típicos hermanos -suelta una carcajada relajada.

Me acerco a ellos un poco, pero lo suficientemente lejos como para no llamar mucho la atención. Los nervios me consumen, podría caer inconsciente ahora mismo y no despertar hasta el próximo sábado.

- Bueno, dado que estamos acompañados -comienza a hablar mamá-, podrías quedarte a desayunar, ¿Qué te parece? Así charlamos, y nos conocemos un poco.
- Si el señor de la casa está de acuerdo -dice Drew, mirando a papá. Siento que mi corazón va a parar en cualquier segundo, pero a papá parece gustarle que Drew lo mire con autoridad, así que asiente con la cabeza, y suelta una diminuta sonrisa.
- Me gustaría conocer a la amistad masculina de mi hija.

Se giran y comienzan a entrar a la cocina. Ni siquiera se percatan de que yo no los sigo. Tampoco me preguntaron qué opinaba yo con que Drew se quedara. Así que tapo mi cara con mis manos, ahora rogando al cielo no pasar un momento vergonzoso. No es que no quiera que Drew se quede, sólo no quiero que puedan asfixiarlo a preguntar y que de pronto papá suelte algo indebido que pueda hacer que él se sienta mal. Mi padre puede ser un gran hombre, pero cuando quiere puede tener un humor de miércoles.

Ahora que me percato, estoy rogando al cielo demasiadas veces. ¿Cuántas llevo hasta ahora en lo que va de la mañana? ¿Cuatro veces?

Termino yendo con ellos a la cocina. Cuando lo hago, todos están sentados, excepto mamá, que está poniendo una nueva taza para Drew. Cuando ella termina, se sienta a la mesa, y yo, para no hacer el ridículo de quedarme de pie sin hacer nada, me siento a su lado. Papá queda al lado de Drew. Yo quedo al lado de mamá. Estamos frente a frente, por lo que estoy con Drew directo a mí.

- Y bien, muchacho -habla papá- ¿Estás saliendo con mi hija? En una relación a escondidas o algo, no sé, porque me parece muy extraño ésto.

Mi cara se pone caliente, y bajo la mirada a mi taza de té. No puedo con la situación. Me sorprende tanto la relajación y determinación que Drew da a mostrar, que en mi interior, en alguna parte por el fondo, siento una extraña fascinación.

- Con todo respeto, Señor Oscar -comienza a decir- Pero Fabiola me parece una chica increíble, y si en algún momento decidiera salir con ella, tendría el coraje para venir aquí y pedir su aprobación.

Estoy tan sorprendida, que levanto la cabeza a la velocidad de la luz, con los ojos bien abiertos. ¿De verdad es él? ¿Drew puede ser tan educado? ¡Estoy sorprendida! Y más aún ahora, que miro a mamá, y tiene una expresión de tanta emoción que podría caer su saliva dentro de la taza de té. Por otro lado, papá está impresionado, ya que sus cejas se mantienen alzadas por la respuesta que acaba de recibir.

- Me estás agradando, muchacho -expresa papá, más relajado- Increíble. ¿Cuántos años tienes?
- Veinte años. Estudiante de la universidad, carrera de Licenciatura en Artes, futuro maestro y artista libre, ambas cosas -le cuenta Drew, con verdadero orgullo por sus logros- Y si se me da la oportunidad, luego carrera de Música.
- Vaya, todo un talentoso -comenta papá, interesado- No es muy visto ver que un amigo de mi hija tiene las cosas tan claras, y encima es responsable. Porque eres responsable, ¿Cierto?
- Por supuesto -asegura Drew- Mis calificaciones no hacen más que mejorar. Y para qué hablar de su hija, siempre pendiente de ella y de su seguridad -ahora me mira a mí, y me da un vuelco por dentro- ¿No es así, Fabiola? -todos me miran con atención, e intento mostrarme lo más segura posible.
- Sí -digo. Increíblemente, mi respuesta sale totalmente creíble- Drew siempre está manteniendo contacto conmigo, y me compra helados.
- ¿En serio? -pregunta papá, impresionado. Drew asiente- Me alegro de eso, me refiero a que le hagas alimentarse. No sé si te das cuenta en lo que llevas conociéndola, pero mi hija es un poco...
- ¡Drew! -chillo, demasiado alto para mi gusto, interrumpiendo. Todos me miran como si estuviera loca- Deberías comer -sugiero- Las tostadas se enfrían. No querrás que se arruinen. Sé que te gusta comer.

Corro la bandeja hacia él, y ofrezco alguno de los agregados. Drew alza una ceja disimuladamente, y sé que está pensando en el por qué de mi reacción, pero sobre todo en por qué corté las palabras de mi padre. Pero se queda callado, y mis sensaciones interiores van calmándose.

- Es muy amable de tu parte, Fabiola -dice Drew, de repente- Tienes razón, mejor comeré algo. Todo se ve delicioso.
- Ay, virgen santísima, éste chico es un cielo -comenta mamá, casi sin aire- Hija, ¿Por qué no lo invitaste antes? ¡Es muy educado! Tus otros amigos siempre se quedaban mudos cuando yo o tu padre nos acercábamos, pero ahora todo es distinto.

Yo jamás hablo mucho con mamá, menos de temas personales, pero Drew acaba de llegar y es como si hubiese revolucionado a toda la casa. Tiene a papá con buen ánimo, a mamá encantada, pero lo único que falta es que haga algo para que yo ya no me sienta tan nerviosa. Si lo lograra, incluso me atrevería a hacer un altar.

- Estoy de acuerdo contigo, Yovana -se le une papá- No sé si será por la diferencia de edad, pero los otros amigos de Fabiola siempre son tímidos y se cohíben hasta por decirles hola. Menos mal, por fin, carne fresca.

El comentario de mi papá suena terrorífico, pero Drew ríe tan fuerte que me pilla desprevenida y doy un salto en la silla. Siento la mirada de mamá sobre mí, como diciendo: ¿Qué te sucede? Pero nadie más parece darse cuenta.

- Bueno, señor, resulta que yo soy bastante maduro para mi edad -dice Drew- Sé que tengo veinte, pero no todos son así en estos tiempos.

Sorprendente, es una suerte que papá jamás haya presenciado las peleas de Drew con Cristal o con Alejandro, porque seguro ahí nadie creería sus palabras. Tengo ganas de reír, en primer lugar porque Drew siempre me ha parecido divertido, e incluso cuando intenta aparentar gran madurez, lo es.

Cuando terminamos de desayunar, papá y Drew se van cómodamente a la sala de estar. Se sientan en el sofá, encienden la televisión y comienzan a hablar de fútbol, si no me equivoco. Mamá y yo nos quedamos en la cocina preparando el almuerzo.

- Me agrada Drew -comenta mamá, rompiendo el silencio que se había formado entre nosotras.
- A mí también -es lo que digo. Finjo distraerme haciendo la ensalada de lechuga, para que no siga tocando el tema.
- Deberías salir con él , ¿No te gusta? ¿Te hace feliz? -suelta, y por poco no me corto el dedo con el cuchillo. ¿Mamá teniendo una conversación seria conmigo? Nosotras nunca lo hacemos, y cuando digo nunca es un rotundo nunca.
- Mamá, nuestra relación -hago énfasis en la palabra-, no es de romance o algo así.
- ¡Qué lástima! -exclama- Porque es muy guapo, y todo un caballero.

Flashback
Cristal arranca ambos cigarrillos con rapidez, sin perder tiempo me los entrega a mí, y mientras tengo los ojos clavados en Drew, los parto en dos y los tiro al suelo, para luego disfrutar cuando mi zapato los hace cenizas.

- ¿Qué coño les pasa? - pregunta Drew, sacando su cabeza por la ventana y mirando lo que quedó de sus cigarrillos- ¡Ambas están locas! Maldita sea, joder -pasa su mano por su cabello, tan desesperado que da un poco de miedo- Era el último puto cigarro que quedaba, ¡El último!
- Te dije que dejaras de fumar y no hiciste caso -le dice Cristal, cruzándose de brazos.
- ¡Son unas completas zorras! -nos insulta- ¡Me las van a pagar! ¡Están en mi lista negra! No saben en la mierda que se han metido.
Fin flashback

Vaya, sí, todo un caballero...

- Tienes razón, es cierto -miento, mientras que me aguanto una risa.
- Tu padre también era así conmigo cada vez que venía a casa de mis padres -mamá suspira- De alguna forma, me recuerda mucho a cuando yo era una adolescente.

¿Papá llamaba zorra a mamá y la amenazaba con ponerla en su lista negra, diciéndole que se la va a pagar? Eso es tan tierno, que podría llorar.

Los minutos van pasando, con mamá dejamos la comida a medias y luego me pide que la ayude a ordenar las habitaciones. No me gusta pero accedo sólo para mantenerme ocupada, no iba a quedarme sola como una tonta.

Al pasar por la sala de estar, papá y Drew siguen conversando alegremente. Es más, ni siquiera se percatan de que paso por su lado. Subo las escaleras rodando los ojos, un poco fastidiada. Es lindo que se lleven bien, ¿Pero y yo? Si se supone que venía a pedir permiso a papá para salir conmigo, no a conversar de cosas de hombres que la verdad ni entiendo.  Supongo que debo darle algo de crédito al chico, quizás está haciendo las pases. Eso sería sorprendente.

Acabamos de ordenar en aproximadamente media hora, y cuando vuelvo abajo Drew está, al parecer, despidiéndose de mi padre. Mamá baja tras de mi, me hace a un lado y da un salto de alegría.

- Drew, cariño, ¿Te quedas para almorzar? -pregunta mamá, ansiosa.
- Muchas gracias, señora Yovana, pero le he dicho a mi madre que volvería a almorzar con ella. Aunque me encantaría en otra ocasión -Drew le da un abrazo para reconfortarla.
- ¡Sí! Me mandas a decir con Fabiola el día en que quieras venir -le dice cuando se separan.
- Por supuesto.
- Drew y Fabiola van a ir a nadar en unos días -habla papá. Cuando lo miro, sonríe tanto que me da algo de susto. ¿Qué le hizo? ¿Lo hipnotizó?
- ¿En serio? ¡Eso es genial! -mamá ahora parece que reboza de emoción- Estoy sorprendida. A Fabiola no le gusta mucho usar traje de baño.
- Me he dado cuenta cuando se metió en la piscina de mi casa -sincera Drew- Pero lo que sea para que ella se sienta cómoda.
- Eso me gusta, que tomes como prioridad y cumplas los deseos de mi hija -abro los ojos. Papá, al parecer, sigue creyendo que salimos o algo- Ella debe de ser tratada como una reina.
- Estoy de acuerdo con eso, no duden que va a estar a salvo conmigo.

Cuando los tres se despiden y Drew se acerca a mí, me preparo para besarlo en la mejilla, pero me interrumpe cuando me toma por el brazo y me arrastra disimuladamente a la salida de la casa. No acaba ahí, si no que luego me lleva hacia la calle.

- Pudimos despedirnos adentro -le digo, haciendo una mueca- ¿Qué le hiciste a papá?
- ¿Cómo que qué le hice?
- No sé, por eso te pregunto. Él no es tan agradable con mis amistades.
- Sólo fui yo mismo.
- Pero en tu casa siempre te portas mal -hago recordar.
- En mi casa, con Cristal. Ella es mi hermana, tengo que entretenerme y desgastar mi ira interna con algo. Además a ella también le beneficia -se encoge de hombros- Tu familia es muy agradable.
- Sí, pueden tener sus malos momentos, pero son buena gente -reconozco orgullosa, sin poder reprimir una sonrisa.
- Tienes muchas facciones de ellos también -agrega, y me estremezco cuando lleva a mi rostro una de sus manos, para acariciarla con su dedo pulgar- Sólo quiero que sepas que soy realmente educado. No he fingido allí adentro.
- Sí, pero pudiste tomarme en cuenta también, me sentí un poco dejada de lado -confieso en voz baja mirando a la acera, y cuando me doy cuenta de que él me ha escuchado, siento que me ruborizo.

Yo nunca soy tan abierta con la gente, me cuesta un poco decir lo que siento, sobretodo si es algo profundo. Pero con no se me hace tan complicado, es más, lo hago inconscientemente, porque realmente no sabía que quería decir lo que dije.

Cuando levanto mi mirada, luce un poco sorprendido, pero no es para tanto tampoco, de más puede burlarse de mí en un rato.

- Tengo todo el tiempo del mundo para ti cada vez que quieras -se relame los labios y luego sonríe- Pero no quería presionarte, siento que no es lo tuyo -me mira fijamente de pies a cabeza, como analizándome, y me hace sentir un poco nerviosa. Entonces detiene su mirada en mi pecho- ¿Quién te dio eso?

Me miro a mí misma. El amuleto en forma de botella, relleno con pequeñas piedras brillantes de color azul con plateado y un rollo de papel con algo escrito, está decorando mi persona. Cristal me lo regaló un día en que me dijo que marcaría nuestra amistad. Ella lo había visto en una tienda que era poco frecuentada, y cuando la vio pensó de inmediato en mí.

Siempre me ha parecido bonito. Es como de esas botellas de deseos que la gente tira al mar, para que flote hacia lo desconocido. Jamás lo conté, pero ella y yo nos conocimos por internet un tiempo cuando ambas leíamos online. Fue una verdadera casualidad de la vida que nos encontráramos. Compró el amuleto incluso antes de verme saber que vivíamos en la misma ciudad. Nuestra relación no se basaba tanto en conversaciones como "¿Cómo estás? Yo estoy bien, ¿Y tú?", "¿Cuántos años tienes, y tu cumpleaños cuando es?", "¿Tienes hermanos, eres hija única?". Podría decir que esas preguntas nos las hicimos más tarde de lo debido. Siempre nos adentramos en cosas más profundas, y de alguna manera más importantes.

- Es un regalo de tu hermana -confieso sonriendo como nunca, feliz porque me lo haya preguntado.
- ¿En serio? ¡Pero si ella nunca tiene ni un peso! -exclama con aire divertido- Pero bueno, tengo que irme. Ha sido un placer.

Se acerca a mí, me abraza, y me besa la mejilla. Luego besa mi frente, cosa que enternece todo mi interior. Asiente con la cabeza, y luego comienza a alejarse.

Me quedo ahí quieta observándolo como una completa retraída, hasta que ya no lo veo. Un carraspeo de garganta me hace brincar, y cuando me doy cuenta, papá y mamá me miran con diversión.

- ¿Te gusta ese chico? ¡Te tiene completamente flechada! -comenta mamá, abrazando a papá con felicidad- No es para menos, es tan educado, tan ejemplar.
- Déjala, Yovana. El chico no me gusta, pero hija, si no es correspondido no vayas a ponerte mal -aconseja papá. Dios, ¿Qué haré con ellos?
- No me gusta Drew -me limito a decir, y luego me acerco a ellos, hasta que los tres nos metimos a la casa.

♥♥♥

¡Hola! Quiero disculparme por subir un día más tarde de lo previsto, pero lo que pasó es que ayer el cargador del notebook se torció, así que no podía enchufarlo. Intenté enderezarlo de una forma bastante mediocre, y terminé partiendo una parte por la mitad. Me enojé como el demonio, la cosa es que no podía cargarlo, así que pues sin carga no hay notebook y sin notebook no hay capítulo. Y por el celular me iba a costar un mundo poner el texto éste, así que preferí que no

La cosa es, que cada vez que no suba será por problemas que tengan que ver con cosas materiales como ésta o el internet, por nada más. ¿Bueno? Así que tengan buen día mañana, las quiero mucho, no olviden dejar +5 comentarios para que suba el viernes. ¡Adiós! Posdata: No he editado el capítulo, estoy con mucho sueño como para hacerlo, así que si hay algún error es por eso.




19 comentarios:

  1. Primer Comentario!!! Yeiiiiii!!!!Quedas completamente perdonada por no subir el Martes jajsua Te entiendo a veces igual me pasa :) . Bueno ahora hablemos del capitulo: Aww fue tan tierno Drew y educado que casi me desmayoo. Jujuju ;) . Bueno me parecio muy bueno el capitulo y ya espero que Drew y Fabiola sean novios :). D&F juaksukaus <3. El capitulo fue perfecto a exepcion que falto Cristal y Justin y Yo queria leer de ellos; Me dejo con mucha intriga el capitulo pasado por lo que paso entre Justin y Cristal <3 pero bueno igualmente me encanto y fascino este capitulo jausjuas. Fue el segundo mejor :). Espero con ansias para el proximo capitulo ya quiero saber mas de los amores jausjaus .Eso cuidare mucho.
    Se Te Quiere <3
    Besos <3
    Chaolin <3

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  2. YO QUERÍA SER EL PRIMER COMENTARIO:(.
    BUENO, ¡Que educado parece ser Drew! Oh, oh. Me encanto el capitulo. Seria más bonito qUE Drew Y Cristal se llevaran mejor, es sólo una opinión.

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    1. jausjays I'm sorry jausjya :) igual opino lo mismo que tu se deberian llevar siquiera un poco mejor , tambien intenta subir los domingos tishu pliss eso :)

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  3. Holuus! Gracias por subir!!! Me gustó muchísimo el cap! Pero quería leer de Justin y Cristal :/ ASIUJCXNZMU Estoy muy ansiosa por saber qué pasa entre ellos! Me fascina esta novela! Considero que eres toda una genia escribiendo!! Espero que puedas subir los domingos también.Creo que es algo que todas deseamos!! Un beso hasta el viernes!! :)

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  4. Me encanto<3 Siguela pls ya quiero saber que pasa con justin y cristal!!

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  5. YO QUERÍA SER EL PRIMER COMENTARIO:(.
    BUENO, ¡Que educado parece ser Drew! Oh, oh. Me encanto el capitulo. Seria más bonito qUE Drew Y Cristal se llevaran mejor, es sólo una opinión.

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  6. Holaa!!! Me gustó muchísimo el cap!! Siguelaaaa <3

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  7. Holuuss!! Sube,sube,sube! Pliss!!

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  8. Hodaaaaaa.
    Aww, este capítulo es tan chu. Amo cuando intercalás la narración de Cristal con la de Fabiola; siento que a Cristal no le gustará nada esta relación pero se la va a tener que bancar porque Fabiola y Drew >>>> todos los demás shippeos.

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  9. ¡Hola tishu!
    wow increíble, amé este capítulo, fue tan dulceee<3
    espero que drew siempre sea así y no esté mintiendo, porque es enserio, este cap me causó mucha alegría, ha sido como tan de piel, joo nosé(':
    sube pronto por faa<3
    hasta luego, un beso guapa!

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  10. Esta hermoso este capitulo! Ya sube mas o te mato 😚

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  11. Hermoso capitulo :3
    Me encanto como se comportó Drew con los padres de Fabiola ...pero no me agrada que el y Cristal de lleven tan mal:( me hace sentir mal ,pero aun así amo la novela :$
    Te Quiero.

    By:Esca

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  12. Me han contado de que Tishu esta muy ocupada con su instituto por eso no puede subir, pero tengamos paciencia. Ya subirá pronto Chicas :)

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    1. Bueno :-) gracias igual la entendemos porque no es la unica que esta ocupada y obvio que la esperamos para mi sus novelas son las mejores<3 Gracias prisila *_*

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