27 de enero de 2015

Capítulo ocho - Fresa con Chocolate.



Fabiola

Sé que a los padres de Cristal les debe de molestar que sus hijos peleen en frente de nosotros. Digo, lo demuestran y lo dicen, es lo más obvio del mundo. Pero no me molesta. Yo me siento bien enterándome y dándome cuenta de cómo es su vida en su hogar.

Mientras las conversaciones transcurren, Cristal toma un poco de miga de pan y hace pequeñas bolitas, para luego lanzar una por una a Drew. Él la fulmina con la mirada, entonces él mismo mira a su padre, para ver si se da cuenta de lo que ella le hace. Después Cristal lanza una por detrás de mí a Alejandro, llegando en su oído, y él mira para todos lados para ver de dónde ha venido eso. No puedo evitar reír. Le lanza otra y le llega justo en la boca. Esto hace que se atragante y comience a toser.

El poco de té que tenía en su boca comienza a salirse y a caer a su taza, y pone una cara tan horrible y desarmada que podría tomarse como una repentina mutación.

- ¡Mira que horrible se ha puesto! -exclama Cristal, partiéndose de risa, lo que hace que la mía solo crezca aún más. Ambas nos deleitamos viendo lo mal que se pone, lo feo y arrugado- ¡Papá, mamá, mírenlo, por favor!

Todos comienzan a reír, mientras mi mejor amiga no está consciente de eso y sólo se burla de Alejandro, mientras le grita que es un chimpancé que se escapó de un laboratorio lleno de virus.

Mientras intento controlar mi risa, sin querer miro a Drew, y el corazón me da un vuelco cuando me doy cuenta de que está mirándome. Su risa se ha ido y solo queda seriedad en su rostro. Rápidamente, bajo la mirada. Me pone nerviosa que la gente me mire.

Luego de unos segundos decido volver a mirarlo para ver si aún está pendiente de lo que hago. Me arrepiento al instante de hacerlo, porque aún tiene sus ojos fijos en mí. La intensidad con la que me mira parece irreal. ¿Será que ya me he ganado odio por su parte? No me sorprendería, pero no es lo que más quiero en este momento. Definitivamente, no.

- Fabiola, ¿Tienes novio? -siento que me preguntan. Miro hacia mi lado.
- Uhm, no, Alejandro -respondo extrañada- No tengo novio.
- ¡Que suerte! -exclama, alzando los brazos- ¿Qué te parece si eres mi novia?
- ¿Disculpa? -lo miro incrédula.
- ¡Alejandro! -interviene Cristal- Iugh. No puedo creer que le hayas preguntado eso a mi más mejor amiga en todo el mundo. Santo cielo, ¿Fui la única que escuchó eso?
- Oye cabrón, no le preguntes eso a la señorita -le dice Drew. Lo miro más incrédula que como lo había hecho con Alejandro. ¿Ha dicho señorita?- Que sepas que es mía. Me pertenece.

Aguanto mis ganas de querer abrir la boca hasta el piso con la impresión. Miro a Cristal, que está tan impresionada como yo. De un momento a otro Seth y Drew chocan los puños en señal de victoria, mientras se ríen.

- Esa estuvo buena -comenta Seth en voz baja, tratando de no reír.
- Pues claro. Somos los Dioses, compadre -es lo que le dice Drew a eso.
- ¡Nada que Dioses! -vuelve a intervenir mi amiga- No te burles de ella de esa forma. Fabiola no tiene dueño. Por Dios, ¿Sabes qué? Podría ser de cualquiera, pero tuya nunca. ¿No es cierto, amiga? -me pregunta. Yo he permanecido callada porque no sé qué decir. No estoy acostumbrada a este tipo de situaciones, ¡Para nada!- ¿Verdad que ningún idiota en esta casa tiene poder sobre ti?
- Es toda la verdad -respondo firme, sin querer que se note nada de lo que en realidad siento. Cristal sonríe- No tengo interés en nada que tenga que ver sobre chicos.
- Por favor, Drew -se mete el padre de ellos- No seas desubicado. Fabiola es una chica educada y se comporta como una dama. ¿Tan bajo vas a caer molestando a chicas como ella? ¿No deberías tener un poco de uso de razón?
- Oh -suelta Cristal, tapándose la boca y conteniendo su risa- Prácticamente, acaban de decir que estás por debajo de Fabiola. Que no llegas a su altura. Lo que es cierto, jamás nadie podrá ser como ella -la miro sonriendo, agradecida por lo que dice y por cómo habla de mí- Y menos tú. Sólo mírate. ¡Asco!
- No he dicho lo contrario -se defiende Drew- Chicas como ella son inalcanzables. Para qué hablar de ti, ambas son iguales -le dice. Yo solo me callo. ¿Inalcanzable?- En diferentes sentidos. Porque se creen superiores. Y a nosotros dos no nos gustan las chicas así.
- No tienes ni idea de lo que dices -pienso. Y de pronto todos me quedan mirando. Seth, Cristal, y Drew. ¿Lo he dicho en voz alta?

Tomo otra galleta y comienzo a comerla, queriendo que tomen eso como un: Lo siento, estoy ocupada, no puedo hablar más. No he querido decir eso, simplemente se me ha salido. Pero es la verdad, porque no me siento inalcanzable. No me siento superior a los demás. Como he dicho, él no tiene ni idea de lo que está hablando. Sólo se deja guiar por lo que cree.

- Drew -dice Cristal, de repente, sacándome del momento incómodo junto con sus miradas- Tú y yo vamos a hablar más tarde.
- ¿De qué, hermanita? -coge una galleta igual que yo. Comienza a morderla, de forma lenta y pasiva,  teniendo su boca en una media sonrisa, mientras me observa. Siento un vuelco aterrador en el pecho. ¡Suficiente! ¡Está burlándose de mí!
- Cristal, Dios -interrumpo su conversación rápidamente- Olvidé que dejé el frasco con pintura encima de tu cama. ¡Debe de estar abierto con la cama manchada! -ella capta de inmediato y como es buena disimulando y es la reina del drama, ni siquiera se nota que disimula.
- ¡No puede ser, mi cama! -grita en voz alta- Mamá, estaremos arriba. Es una emergencia.

Nos paramos de las sillas y corremos a través de la sala, subiendo las escaleras y terminamos encerrándonos en su habitación. Respiro agitada, apoyada contra la puerta como si corriera el gran riesgo de que alguien de abajo viniera como un salvaje y entrara a atacarme. Estoy aterrada. No sé cuánto tiempo paso en la misma posición.

- Lamento la escena de mi hermanito -dice Cristal. Su voz está tan pasiva, que me extraña. La miro y está sentada por la cabecera de la cama, con un libro entre sus manos, leyéndolo, o simulando hacerlo. Incluso se ha puesto unas gafas sin aumento.
- ¿Lamentarlo? ¿Por qué deberías? -pregunto con cierto tono de sarcasmo- Digo, no ha pasado nada. Solamente se ha burlado de mí, y ha querido, de alguna forma, coquetear. Eso no es nada, ¿O no?

Al terminar de hablar me doy cuenta de que me he pasado un poco. No era necesario decir eso. Capaz ni siquiera intentó coquetear. Quizás es costumbre de él morder la galleta de esa forma, mientras mira a una chica.

Cristal baja un poco sus gafas hacia su nariz. Baja el libro a sus piernas y me observa detenidamente. Parece tan aplicada que incluso luce graciosa.

- ¿Quieres hablar de eso? -me pregunta.
- Sí quiero.
- Bueno, tienes suerte. Tu cajita de secretos llamada Cristal, está libre para guardar en un lugar acogedor todos tus secretos y sentimientos -da palmaditas cerca de donde está ella, sonriendo pasivamente- Puedes empezar cuando quieras.

Camino hacia allá y me lanzo de espaldas en la cama. Miro el techo como una escapatoria de la realidad, de lo que acaba de pasar. Tiene estrellas pequeñas y otras medianas. No se nota que brillan porque la luz de la habitación está encendida. No puedo creer que no las haya quitado, porque se las regaló esa persona que ninguna de las dos está dispuesta a nombrar. Y me siento algo tonta porque, a pesar de que estuve bastante rato mirando este mismo techo por la tarde, no me había dado cuenta de que estaban ahí.

- Yo... -comienzo a hablar, y me aclaro la garganta- No sé si he alucinado o malinterpretado lo que él hizo. Me ha dejado algo nerviosa.
- ¿Te refieres al incidente con la galleta? -pregunta- ¿O a la propuesta de pareja de Alejandro?
- Obviamente a la galleta -la miro como si fuese una broma lo que ha dicho.
- No lo has malinterpretado, ni alucinado. Drew intentó lucir excesivamente sexy para ti. Lástima que no le sale. Digo, es Drew -no la miro pero sé que hace una mueca de asco.
- ¿Me toma como si fuese un títere de payaso, con quien él podrá divertirse?
- Es muy probable. Sus amigos o más bien ex-amigos, también me molestaban así.
- ¿Con la galleta?
- ¡No! -se apresura a exclamar- Bueno, pero lo hacían con piropos molestos que eran tan sarcásticos que dolía -responde.

Vuelvo a mirar el techo y comienzo a pasarme mil y un películas por la cabeza. Siempre he sido así. Doy demasiadas vueltas a las cosas. Cristal se refiere a eso como: Pensar demasiado. Y admito que es muy molesto. Porque no puedo estar ni un solo momento en paz, sin pensar lo que podría, lo que sucedería, lo que no podrá, lo que no sucederá.

- Tengo miedo de caer bajo en un futuro, por esto -digo. Y siento la rápida mirada de Cristal venir hacia mí como si no pudiera creer lo que he dicho.
- Oh, no -es lo que se limita a decir- ¿Has sentido algo?
- No -digo- No en ese sentido. Solamente me he sorprendido y puesto nerviosa. ¿Pero y si llega un momento en que esto continúa, y se me va de las manos?

Cristal no me responde, y ambas quedamos en silencio. Lo que pasa es, que los chicos solían dañarme fácilmente. Me refiero a que suelo encariñarme demasiado rápido de quien no debería. De quien no lo vale. Obvio no de personas como Drew, con su personalidad. Pero sí de otras. Así que, ¿Qué pasaría si de un momento a otro veo y siento cosas tontas por un chico como él? Porque es la primera persona así con quien me he relacionado. Es algo nuevo para mí.

Siento un ligero suspiro de parte de Cristal, y como si fuese una conexión, suelto otro. Ella deja el libro que tenía en sus manos encima de la mesita, y se recuesta a mi lado, para luego quedar mirando el techo, tal y como yo.

- Piensas demasiado, Fabiola -me dice, y sé que tiene razón- Deja que las cosas pasen, y sólo no pienses. En ocasiones, el pensar así te hace creer, en un futuro, que quieres cosas, pero que en realidad no las quieres. Te confunde el analizarlo todo. Sólo déjalo.

+++

Luego de nuestra pequeña charla sobre lo que yo sentía, me siento un poco mejor. Así que nos pusimos a ver una película que ya terminó. Son exactamente las diez de la noche, y mamá aún no me llama. ¿Porqué no lo hará?

Justo en ese momento, suena mi celular. Cristal lo alcanza de la mesita, y me lo entrega. Sin darme cuenta ya lo tengo en mi oído.

- ¿Aló?
- Hija, ya es hora de que vuelvas a casa -me dice- Es tarde.
- Está bien -le digo de mala gana. El que estuviera esperando su llamada, no quería decir que quisiese irme- Creí que llamarías más temprano.
- Estás en la casa de Cristal, así que no hay problema -me dice- ¿Ella está por ahí? -pregunta, y pongo el altavoz para que mi mejor amiga escuche.
- Sí, está escuchando ahora mismo -le digo.
- ¡Cristal! ¿Cómo has estado? -pregunta.
- Bien, tía -responde Cristal, animada- Muchas gracias por permitir a Fabiola el venir hoy.
- No hay de qué. Pero quería pedirte un favor. ¿Dejarías a Fabiola en el autobús, para que no le vaya a pasar algo? La esperaré en donde se baje.
- ¡Claro! Eso iba a hacer -le dice Cristal- No la dejaré ir sola hasta allá.
- Muchas gracias -agradece mamá- No llegues tarde, hija.
- Bueno -y eso es todo, porque ella corta.

Con Cristal salimos de la habitación, caminamos por el pasillo y bajamos las escaleras. El segundo piso tiene tres habitaciones. La de Cristal está al fondo. Las más cerca de la escalera son la de sus padres, y la otra la comparten Drew y Alejandro, supongo. Pero cuando llegamos abajo, me sorprendo al darme cuenta de que todos siguen muy a gusto conversando en la mesa, y aún comen.

- ¡Papá! -lo llama Cristal. Todos se quedan en silencio tan rápido y sus miradas quedan tan fijas en nosotras, que da un poco de miedo- Iré a dejar a Fabiola a la parada.
- ¿Sola? -pregunta él, mirando su reloj- Es muy tarde. No. No lo permitiré.
- ¡Pero si queda muy cerca! -se queja ella- No va a suceder nada, por Dios.
- Las voy a acompañar -comienza a ponerse de pie.

Cristal mira a su padre con un poco de pena, y me percato de que Drew lo mira de la misma foma. No puedo evitar darme cuenta de que Drew y Seth comienzan a discutir algo en voz baja. Pero no digo nada, solamente espero a ver qué pasa.

A diferencia de mi mejor amiga, yo soy muy observadora. Bastante. Me fijo en todo. Cristal, por su lado, es muy distraída y se da cuenta de casi ninguna cosa que incluya un secreto, o algo interesante que debería de llamarle la atención. Se fija en sólo lo que ella encuentra que es importante, como una vestimenta o algo incorrecto que hace una persona. No digo esto porque me moleste, si no porque son unas de las cosas que la hacen tan especial para mí. Es muy diferente a su manera, y soy la única que conoce todas las facetas de ella.

- Papá, Seth y yo vamos a ir con las chicas -le dice Drew- Tú ve a acostarte no más. Volveremos enseguida, ¿Vale?

La cara del padre de Cristal se ilumina. Se nota que no tenía ganas de ir a dejarnos. El pobre hombre ya se nota un poco cansado. Siempre se duerme temprano, según dice mi amiga, por lo que como hoy no lo ha hecho, debe de estarlo mucho.

Drew parece no tener ganas de hacerlo a pesar de haberse ofrecido, porque frunce el ceño y de mala gana se pone de pie, seguido por Seth. Miro a Cristal y ella está con los brazos cruzados y con su peso apoyado en una sola pierna, moviendo los dedos impaciente, como si se estuvieran demorando mucho. No puedo evitar reír a eso. Ella me mira al percatarse, y a pesar de no saber qué es lo que me hace gracia, sonríe.

Los dos se encaminan hacia nosotras. Y al estar a una distancia considerable, Cristal abre la puerta. Me despido con la mano de sus padres, y ambos me devuelven el gesto con una sonrisa. Alejandro voltea y hace lo mismo, pero pierde el equilibrio. Alcanza a afirmarse, pero su celular cae al piso.

Salimos de ahí, pasamos por debajo del parrón y caminamos hacia la puerta que da hacia la calle. Cristal y yo vamos por delante, y los chicos se quedan atrás, siguiendo nuestro paso. No hace nada de frío, más bien es una noche completamente exquisita y cálida.

Ambas nos vamos por el medio de la calle, porque no viene ningún auto. Habíamos comentado que nos encantaba hacer eso cuando íbamos a algún lado por la noche, y por fin lo estábamos haciendo juntas.

- ¡Cristal, si viene un auto y las atropella no va a ser mi culpa! -siento que grita Drew, unos metros tras nosotras.

Seguimos nuestro rumbo, ignorándolo por completo. Ruedo los ojos. ¡No viene ningún auto, y no hay ni un miserable ruido! Los hombres aveces son unos exagerados.

- La he pasado muy bien hoy -dice Cristal. Yo paso mi brazo por debajo y rodeo el suyo.
- Yo también la he pasado muy bien -le digo- Ha estado perfecto. ¿Cuando vamos a repetirlo? Estoy ansiosa.
- El viernes, si es posible -responde ella, sonriente- Si Drew sale, por supuesto.
- Sí, así sería mejor -suelto- Ya me he dado cuenta de que es un poco molesto.
- Lamento eso, por cierto -se disculpa.
- No importa, supongo que tendré que acostumbrarme -me encojo de hombros.

Llegamos a la parada, y esperamos a que pase mi autobús. Los chicos se sientan en los asientos que hay para esperar cómodos. Somos los únicos en el lugar. Me quedo pendiente de todo lo que anda en la carretera, para saber cuando viene el que me corresponde. Es sólo porque sé que Cristal no lo hará por mí. Su vista para ver cosas lejanas es tan mala que duele.

- ¡Ahí viene mi autobús! -grito, más fuerte de lo que quería. Me tapo la boca. Cristal mira fijamente al transporte que viene no tan lejos. Achina los ojos, e intenta ver bien. Luego, se rodea los ojos con los dedos, como si fuesen un binocular.
- ¿Cómo lo sabes? -me pregunta, aún intentando ver.
- Porque se ve muy bien -le digo riendo- ¿Le has dicho a tu padre sobre tu visión?
- Sí, le dije -deja de rodear sus ojos y me mira fijamente- Dice que me llevará al oculista en cuanto tenga tiempo y el dinero.
- Que bien. Bueno, me voy -aviso. Los chicos se ponen de pie y se acercan, cosa que no me esperé. Bueno, deben de estar impacientes por irse.

Me acerco a Cristal y la abrazo, para luego besar su mejilla. Ella hace lo mismo. Nos separamos después de unos segundos. Siento el autobús estacionar tras de mí. Miro a Drew y a Seth, que me miran fijamente. Sin embargo no me despido, paso de largo, así que sólo subo al autobús. Probablemente un poco descortés, pero bueno.

Pago mi pasaje. Me siento en el último lugar, el del fondo en la ventana. Cristal sonríe y levanta el dedo pulgar en aprobación. Sé que es porque le ha causado gracia que haya pasado de su hermano y su amigo así como si nada. Le digo adiós con la mano, y luego ya no los veo.

♥♥♥


Uy, para qué les cuento, por poco olvido subir. No sé, he estado algo ocupada y pues se me pasa. Pero bueno, ojalas les haya parecido interesante la narración de Fabiola, a mí en lo personal me ha fascinado, me gusta escribir sobre las dos personajes. Ahora un aviso:

He comenzado a subir Fresa con Chocolate a Wattpad, así que si quieren pueden seguirme o leer la novela por ahí, si les parece más cómodo. 

No olviden dejar +5 comentarios para que suba el martes, las adoro, muchas gracias por todo. Yo sé que a varias Cristal ahora les cae peor o les ha dejado de caer bien, pero ya entenderán. Un beso enorme, y buenas noches. Tengan buen día mañana. Chaaao.


7 comentarios:

  1. Holaaa! Te equivocaste hoy es martes!!! Espero hasta el viernes!!! Quiero más caps!!!!!!

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  2. Holaaaaaaaaaaaaa!
    Me gustó el capítulo desde el punto de perspectiva de Fabiola e.e y me causó mucha gracia la escena con las migas de pan, jajaja.
    Chan, Drew se siente atraído por Fabiola? Sería re raro si Drew terminara con Fabiola y Cristal con Justin, mmm.
    Ya quiero saber si Justin se anima a hablarle por fin a Cristal!
    Besos!

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  3. Holaaaaa me encanto este capitulo cuando va a pasar algo entre Justin y Cristal? Lo deseo con ansias Plisss intenta subir los domingos
    Eso
    Chaolin

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  4. HOLA! Ahjtkdfnhfuei Quiero saber YA la historia de Cristal me desespera no saber! Ella es tan hrgufewij que rudficjk!! Subiii pronto!

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  5. hola, bueno soy nueva lectora, subi el proximo cap que es super buena la historia!!

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  6. ¡Holaaaaa¡ me gusto el capitulo, no tengo mucho tiempo para comentar pero queria dejar aunque sea uno pequeño.
    drew y justin fueron muy amables al acompañarlas, no me gusto que fabiola no los saludara :(. pero bueno ella tenia sus motivos supongo, besos.

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  7. me gusto....me encanto....amo el capitulo jajaja siguela porfiii a mi me encanto todo en la parte en la que dice tu cajita de secretos a mi me dicen asi mis amigas que porcierto las extraño mucho me hiciste acordar de ella yo no odio a cristal me gusta como es ella me identifico...y pues con fabiola me identfico un poco jejejeje pd: me encanta siguela se te quiere un monto cuidate *-*

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