6 de enero de 2015

Capítulo dos - Fresa con Chocolate.



¡Por primera vez en toda mi vida siento que me voy a desmayar! Mi vida está en juego. ¿Que Drew vuelve? ¿Que va a estudiar en la universidad? ¿Dejará de ser un vago? Tiene que ser una broma. Hace tres meses, cuando empezaron las vacaciones, él se negaba rotundamente a ir, porque no tenía ni la más mínima idea de qué estudiar, por lo que se fue a casa de mi tía a pasar unas vacaciones. ¿Y de pronto, así como así, decide hacerlo?

- Papá -elijo sincerarme-, tú y yo sabemos que de seguro eso es solo una decisión momentánea y totalmente precipitada. ¿No te quedó claro con la última conversación que tuvimos en persona, con él? Se negó de todas las maneras a estudiar algo que no le gusta.
- Lo sé, Cristal. Lo sé. Pero no importa, hija. Con que estudie algo, podrá ser alguien en la vida. Podrá valerse por sí mismo -me suelta de los hombros, se gira y va a abrazar a mamá.
- Pero es que yo no quiero que él venga -le digo, cruzándome de brazos.
- No importa lo que tú quieres sobre eso. Es tu hermano, y nuestro hijo -dice, muy firme.
- ¡Papá! -protesto- ¡Tú no conoces a Drew! Es el más holgazán, tacaño, inmaduro, capullo, desordenado, asqueroso y poco inteligente en todo el mundo. Me hace la vida miserable. ¡Siempre hace de todo para molestarme! ¿No recuerdas la vez en que me tiró caca de perro, sólo para que sus amigos rieran?
- Cristal, es momento de que superes el pasado de tu hermano -se incluye mamá- Él está siendo mejor persona, e irá a la universidad. Tú estás estudiando en el instituto, así que casi ni se verán, excepto en las mañanas y en la hora de cenar.
- Agh, por favor -hago un gesto con la mano, sin querer escuchar más.
- No quiero que sigamos discutiendo. Él llegará el viernes. Quieras o no, vamos a celebrar la llegada de tu hermano. Ahora ayúdame a poner los servicios para que podamos comer algo.

A regañadientes la acompaño a la cocina y hago lo que me pide. Ellos no saben nada. De seguro Drew les ha hecho creer que es una blanca paloma, pero a mi no me mete los dedos en la boca. Lo mastico, pero no lo trago. Sé de lo que es capaz. Su faceta de niño bueno no me convence. Y yo que quería traer a Fabiola a casa uno de estos días. ¡Pobre de mí!

+++

Me llevo el celular a la oreja y escucho los pitidos. Estoy desesperada. No porque Drew vaya a llegar, solo quise poner drama a todo a propósito. Fue un impulso del momento. Si él decide ir a la universidad, tendré que renunciar a muchas cosas. Mis relajadas mañanas serán un horror. Mi cena se estropeará. El baño se verá infestado por él, y yo no podré pasar tiempo arreglándome frente al espejo. Para qué hablar de mis cereales, de mi leche, o mi tiempo de caridad aprendiendo a cocinar. Además de la tranquilidad. Si con Alejandro todo es horrible, ahora será aún peor. Pero no debo adelantarme a los acontecimientos. Hasta que no escuche a Drew diciéndomelo con sus propias palabras, no creeré nada.

- ¿Aló? -por fin contesta.
- ¡Fabiola, no sabes lo que me ha pasado! -exclamo, lanzándome de espaldas a la cama- Todo es un caos. Es, definitivamente, el peor día en todo mi año.
- ¿Por qué dices eso? -me pregunta- ¿Es por lo que pasó hoy con Darío? Cristal, a ti nunca te afecta eso. Solo ignóralo.
- ¿Hola, estás escuchándote? -le pregunto yo ahora- Jamás me afectaría algo que un chico me diga. Me refiero a Drew. Se ha encargado de arruinar mi vida, por siempre. Yo creía que no iba a volver de la casa de mi tía, pero hoy...
- Espera, ¿Va a volver? -me interrumpe. Noto el mismo tono de impresión que el mío.
- ¡Sí! ¿Puedes creerlo? Es más, estudiará en la universidad. Está volviéndose loco. Y no he terminado aún, ¿Sabes lo que estudiará? ¡Artes! Ar-tes. No sé que le pasa.
- Oh -se pone a reír- Eso es totalmente inesperado.
- ¡Lo sé!
- Tienes que relajarte. No es que sea el fin del mundo, sabes. Después de todo, era casi obvio que iba a volver. Son su familia.
- Sí, pero, me traerá muchos problemas su llegada. Veo como algo completamente inofensivo que estudie eso, pero lo que no me gusta es su presencia. Presiento cosas malas. Y cuando presiento cosas, sabes que luego son ciertas.
- Eso es verdad. Pero hay que probar. No puedes hacer nada. Quizás ni estudie en la universidad. Puede que se le pase luego.
- Eso mismo pensaba. No es para tanto. Se arrepentirá.

+++

Tres días después es jueves, y me encuentro en mi relajada rutina por la mañana, antes de ir al instituto. Mi humor hoy está por las nubes de bien. Todo me ha salido perfecto desde que me levanté. Alejandro duerme, todo es silencio, pequeños rayos de sol entran por la ventana, y yo me estoy llevando a la boca una cucharada de mi leche con zucaritas que tanto amo.

Un segundo después, me encuentro con todo lo que contenía la cuchara, en mi jumper del instituto. La sangre me hierve y es porque mi celular ha comenzado a sonar. Cuando hay gente y ruido es un sonido normal, pero cuando todo es silencio, es como si estuviera en el volumen más alto que te hace reventar los tímpanos.

Lo tomo de la mesa, tratando de limpiar mi jumper con un paño lo más que pueda. ¡Tiene que ser una broma! Mi día empieza como una maravilla y ahora esto. ¿Cómo podré ir sucia al instituto? ¡Me hace ver fatal!

Reviso la pantalla y la sangre ya no hierve, más bien, colapsa y podría hacerme explotar. Deslizo el dedo por la pantalla y contesto.

- ¡Traidor! -escupo.
- ¿Feliz de hablar por fin con tu hermanito? -me pregunta, el muy cínico- Al parecer te has enterado ya de la noticia. ¿Estás contenta?
- Contentos papá, mamá, y Alejandro. ¿Qué podría decirte de mi? Todo se ha vuelto un asco. Por favor, Drew, dime que jamás hablaste enserio, y que no volverás. Si me lo confiesas, te amaré por siempre y te idolatraré.
- Maldita mentirosa, tú jamás me idolatrarías ni aunque te pagara un millón de dólares -reconoce- Pero para que lo sepas, no me he arrepentido. Mañana estaré en casa y el lunes seré un universitario sexy y popular. Por no decir que seré un completo artista.
- ¿Desde cuando te interesan las Artes? -aún no podía hacerme la idea- ¡Si nunca en mi vida te he visto dibujar, más que a un hombre con cabeza de círculo y extremidades de líneas!
- Querida hermanita, eso, también es arte. La vida es un arte. ¡Todo es un arte! Excepto tú.
- Quién eres y qué has hecho con mi hermano.
- Mis vacaciones me han hecho ver la luz, Cristal. Quiero dibujar cada cosa que veo. Podría dibujarte a ti también, si quieres. Claro, solo si me pagas unos buenos billetes porque sinceramente podrías ser lo único que no quiero dibujar.
- Si llego a permitir que me dibujes, deberías considerarte afortunado. Nada más dibújame todo el año y te aseguro que terminarás las clases con puros destacados.
- No hay una sola persona en el mundo que te dibujaría. Tal vez lo haría, pero nunca para mostrarlo en la universidad. Sigue soñando.
- ¡Arruinas mi vida! -grito.
- ¡Y tú eres una pija! -me dice, en un volumen tan alto como el que usé yo- No hay nada que me haga cambiar de opinión. Aprovecha tus últimas horas de felicidad. Porque el gran Drew, es decir yo, llegará a joderte. Hasta mañana -y es lo último que oigo de él.

El resto de la mañana y de la tarde, me la paso con los pelos de punta. He tenido que esforzarme por no demostrar mi desagrado en las clases. Eso no sería bueno. Me haría lucir menos guapa. Es lo menos que necesito.

Hace unos días, la vida me sonreía. Todo eran risas, flores y mariposas. Ahora siento que está revuelta, y que todo lo que logré se me está yendo por el inodoro. El sucio y asqueroso inodoro, que Alejandro siempre salpica cuando va al baño. ¡Agh!

- Tranquila, Cristal. No pasará nada -me dice Fabiola mientras caminamos a la parada del autobús, para poder ir a nuestros hogares.
- Lo dices porque no conoces a Drew. Es el demonio en vida. Por eso mismo nunca quise llevarte a casa. Por él. Es tan vergonzoso -le explico rodando los ojos, recordando como es él. Me estremezco al hacerlo.
- Recuerda que no me invitaste en las vacaciones tampoco.
- ¿Cómo iba a hacerlo? Fuiste a casa de tus tíos todo el verano, ¿Lo olvidas?
- Sí, lo había olvidado -se pone a reír- Pero no importa. No soy tan sociable, tú lo sabes. Cuando me hablas de tu hermano, sé por antemano que jamás soportaría estar en frente de él ni por un solo minuto. El tipo de carácter que tiene no va conmigo. Es muy aventado. Ambas sabemos que no me siento bien estando cerca de personas así.
- Pero, podríamos aprovechar cuando el no esté. Llegas después de que se vaya a algún lado, y te vas antes. Siempre tarda -le digo, casi implorando al cielo que sea así- Me gustaría poder pasar más tiempo juntas. Solo nos vemos en el instituto.
- Estaría bien. Pero si no puedes, no hace falta -se encoge de hombros, restando importancia- Solo cuando de verdad sepas que se podrá.
- Cumpliré mi palabra, te lo demostraré. Algo se me ocurrirá.

El camino a casa se me hace un poco largo. Siempre a estas horas, el autobús nunca va repleto de gente. Pero hoy sí. Para colmo, me he sentado en el último asiento para poder mirar por la ventana sin impedimentos, pero una señora se ha puesto a mi lado y huele horrible. Parece que se ha bañado en su perfume. Encima es de esos que son muy fuertes. Sentía que iba a vomitar sobre su atuendo. Peor aún, dentro de mi propia mochila. Moriría si la arruino, porque es preciosa, y da a mi uniforme mucho más estilo.

Cuando esta señora se baja, por fin puedo respirar con tranquilidad. Me siento un poco mejor, pero el estómago sigue dándome vueltas. Logro soportar y cuando me toca bajarme a mí, me siento ya repuesta. Todo muy bien.

Abro la puerta de la casa, con mis llaves. Lo único que quiero es lanzarme de espaldas al sofá. Mi cuerpo no da para más. Hace una calor infernal y mi regreso no ha sido tan relajado como de costumbre. Definitivamente, ésta no es mi semana. Primero Alejandro arruinando mi mañana del Lunes, luego el molesto de Darío, después la noticia que me dio papá junto con mamá, seguido la llamada de Drew de esta mañana, y por último, la señora apestosa.

Hago lo que quería hacer, y de pronto ya me encuentro con mi espalda apoyada en algo completamente acolchado. En momentos así, un sofá puede ser la gloria. La mismísima gloria que no te atreverías a cambiar. La que puede hacer que tu columna y todo tu cuerpo se restablezcan como por arte de magia. ¡Es un tipo de hechicería!

- ¿Qué te pasa? -pregunta alguien a mi lado.
- ¡Ah! -me sobresalto. Llevo una de mis manos a mi pecho, tratando de calmarme. Giro mi cabeza porque no me he percatado de la voz- ¿Drew? ¿Qué haces aquí? ¡Llegabas mañana!
- He querido dar una sorpresa a todos. Incluyéndote.
- Menuda sorpresa.
- Lo sé -da palmaditas en  mi hombro- Lo sé.
- No puedo creerlo, hombre. No puedo -siento que voy a llorar de la frustración. Así que llevo mi mano a mi frente, y cierro los ojos.
- Oh -se enternece- Mi hermanita me extrañaba. Si hasta ya estás llorando.
- Aún no lo hago -me defiendo, tomando mi compostura, observándolo- Y no te extrañé. Yo tenía planes. Mi mejor amiga iba a venir a casa y...
- ¿Mejor amiga? -pregunta con interés- ¿Está ella buena?
- A ti que te importa, es mi mejor amiga y no te entrometerás con ella.
- ¿Por qué no?
- ¡Porque no! No necesita basuras como tú, que lo único que será capaz de hacer es estropear su vida -suspiro y abaniqueo mi rostro con una mano. ¡Necesito aire!
- Lo que digas, lo que digas -rueda los ojos, ya cansado de mis palabras. Se apoya contra el respaldo del sofá, y alza sus brazos para poder apoyar sus manos en la parte trasera de su cabeza, como si fuese el más deseado de todos los hombres.
- ¡Cristal, hija, has llegado! -mamá corre hacia mi, saliendo de la cocina. Se agacha a mi altura y besa mi cabello- Hoy vamos a hacer asado. Como te dije que haríamos, celebraremos la llegada de tu hermano.
- Sí, claro que me lo dijiste -le dije- Pero pasa, que se suponía que él llegaría mañana.
- Habló con nosotros hoy en la mañana. Llegó antes porque mañana todos pasaremos el día comprando los útiles que necesitará para sus primeras clases -sonríe de manera amplia, y da unos aplausos- ¡Esto es maravilloso! Cristal, el día en que vayas a la universidad, comprenderás.
- Sí, hermana. Recién ahí comprenderás -la apoya el fastidioso que tengo al lado- Aún no tienes sentido en esta vida. No eres nadie. En cambio, yo sí. Sé cual es mi propósito.
- ¿Alguien siquiera me toma en cuenta? Estoy estudiando geología -les recuerdo- ¿Y acaso ya te aceptaron?
- Sí, lo hicieron -me responde.
- ¿Cuando pasó eso? ¡Me niego a creer tal barbaridad!
- En cuanto llegó, fui con él a la universidad. Tu padre no podía. Y como Alejandro estaba aún en la escuela, aprovechamos el tiempo -me explica mamá.
- Eso es una coincidencia increíble -comento, alzando las cejas.
- Sí que lo es -concuerda Drew, sonriendo.
- Y es tan poco probable que acepten a alguien de la noche a la mañana, ¿No creen? -sigo diciendo.
- También es cierto -dice- Vaya suerte tengo, ¿Eh?
- ¿Se puede saber cuanta plata le pagaste al dueño de la universidad? -pregunto.
- ¡Cristal! -me regaña mamá- No seas así con tu hermano.

Me cruzo de brazos y pongo mi espalda contra el sofá, bruscamente. Nada estaba bien. Nada. Estaba destinada a soportar cosas horribles el resto de mis días.

Luego de eso, no hago más que estar sentada en ese mismo lugar, todos los minutos. No podía moverme. Estaba en un estado de shock. Mi mente no podía asimilar lo que estaba sucediendo. Era tan irreal. Tan de ensueño, pero uno malo, que no podía caerme en la cabeza.

En la cena, cuando todos nos encontramos sentados en la mesa, listos para comer, papá entra por la puerta. Tomamos nuestros tenedores, listos para comer la carne, pollo, chorizos y todo lo que ha preparado en la parrilla.

- Aquí está nuestro banquete -pone la bandeja repleta en el centro de la mesa y Drew estira una mano desesperado por comer, pero yo se la golpeo.
- Desubicado, espera a que se siente -susurro.
- ¿Qué? ¿Y cómo Alejandro? -pregunta enojado. Yo miro a Alejandro, que ya tiene un montón de comida en la boca. Todo le chorrea.
- Ya es hora de que aprendas a comer -le digo, llamando su atención- Tienes diez. Los niños de diez, deben aprender.
- Hija, cariño, tu hermano tiene doce -papá me corrige, sentándose.
- Espera. Espera, papá -le detiene Drew- ¿Desde cuando? Si cuando me fui de vacaciones, tenía solo siete.
- ¡Mamá! -se queja Alejandro- ¡Lo hacen a propósito! -ahora nos mira a nosotros- Saben que tengo doce, ¡Solo están fingiendo! Imbéciles.
- ¡Alejandro, esa boca! -le reprende mamá.
- ¡Pero es que ellos son los pesados! -se excusa.
- No sé como puedes ser tan roto, hermanito -le digo yo, metiéndome en su discusión- Yo no digo palabrotas nunca. Tienes que controlarte. Si sigues expresándote de esa manera, luego serás un perdedor. ¿Con esa boca le besarás a tu novia en sus labios?
- Esperen otra vez -Drew, nuevamente, tratando de ponerse al día, con la boca llena- ¿Alejandro tiene novia? -comienza a morir de risa- ¿Este pendex de aquí? ¡No me jodan! ¡NO-ME-JODAN!

Mamá y papá, sin poder evitarlo, comienzan a reír en voz baja. Y luego yo también me contagio de sus risas. Sobretodo con las de Drew. Las lágrimas comienzan a caerle y él trata de secarse.

- ¡Mamá! -Alejandro se queja de nuevo- ¿Por qué no le dices nada cuando él dice cosas malas? ¿Por qué?
- Él ya es mayor, hijo. Tiene veinte años. Además, no ha dicho gran cosa -le dice mamá- En cambio tú eres pequeño, y no quiero que a tu edad, aprendas lo que no debes. 
- ¡No es justo! ¡Ustedes no me quieren!
- Haber, ya, está bueno, basta -nos interrumpe papá- Debemos cenar. Un brindis por la decisión completamente inesperada de nuestro hijo y hermano, Drew.

Todos alzan sus copas. Yo alzo la mía de mala gana, y la choco contra las demás. Llevamos cada uno la nuestra a la boca, y bebemos los sorbos que queramos. Cuando Drew ya termina de beber, nos mira a todos, preparándose para decir algo.

- Gracias, familia. Los amo. Espero que todo salga bien -nos dice. Por milésima vez, haciéndose el hijo bueno- El lunes seré universitario y artista. Estoy entusiasmado. A pesar de que ciertas personas -siento que se inclina hacia mí- no quieren que yo sea extremadamente cool y me envidien, voy a hacerlo de todos modos.
- Tu indirecta no me afecta en nada, Drew -digo en voz alta.
- Cristal, silencio. Hoy no, por favor -me pide mamá, susurrando. Yo ruedo los ojos, pero sin embargo, le hago caso.
- Van a llevarse bien, hijos. Ya verán -dice papá, confiando plenamente en sus palabras- Esto es nuevo para todos. Pero con paciencia y fé, nos llevaremos muy bien. No seamos ariscos ni territoriales, ¿De acuerdo?

Se queda callado. Y nos cuesta unos momentos darnos cuenta de que quiere que respondamos a eso. Así que, como si nos lo hubieran pedido, todos nos enderezamos en nuestra sillas.

- De acuerdo -se escucha al unisono, de todos.
- ¡Bien! Entonces, tengamos una hermosa cena. ¡A comer!


♥♥♥

*Pendex = pendejo -por si no se ha entendido-*
¡Hola! ¿Cómo se encuentran? Es Martes ya, porque son más de las doce, saben de lo que hablo. Como no soy mala, he subido. Y es que solo han sido cuatro comentarios en el capítulo uno, pensé que quizás no les ha gustado como es la novela. Para todos los capítulos serán +5 comentarios para que suba el día que corresponda, o no lo haré. No sé, yo pienso que así es más justo. Sus palabras siempre me animan mucho, los leo siempre que me siento triste, y cuando no lo hacen, es como que me deprime. Soy muy sentimental, saben. Pero ya, eso, no sigo. Buenas noches, un beso enorme. Tengan un lindo día mañana.  ¡Adiós! 




9 comentarios:

  1. Me gusto mucho tu primer capitulo :D y este tambien *-* me encanto pero me dejaste con curiosidad que malvada....jajajaja son las 12:52 de la madrugada asi que ya me voy a dormir porq me cacharon
    pd:siguela *-* No te pongas triste :( Ya veras que todo va a salir bien...Se Te Quiere Un Monton :D

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  2. ¡Holaaaaa!
    Aw, segundo comentario wuiii!! :)
    Dios, me encantó este capitulo jaja
    Por favor, tienes que seguirla no puedo esperar más :D
    Besitos y ojala subas pronto! Besos<3

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  3. Hola! Me encanta la novela. Pero quiero que me respondas algo:3

    Quienes son digamos que los protagonistas? Soy nueva. Y ni enterada.-.

    Respondeme. si?

    Me encanta como escribes. Besos. Mua! *u*

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  4. Ay this me encanta! Seguila😊

    Ojala que llegue amas de 5 los comentarios. Para que subas! Un beso enorme. c:

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  5. Hola, corazón!
    Cristal me está empezando a caer bien, me gusta su actitud, la verdad. Me gustaría saber un poco más de su pasado y yaaaaaaaaaa quiero leer cuando conozca a Justin. Y qué va pasar y todo, estoy super emocionada.
    Espero que puedas subir el viernesssss.
    Besos!

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  6. subeee luego;(, ya se que es son los martes y jueves, cierto?, siguela me encanta, ya me estoy muriendo para que aparezca justin<3.<3, no podrias poner fotos de como se viste ella? me gustaria que lo isieras<3 eso, gracias, <333333333333333333333333333

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  7. ¡Holaaaa¡ Lamento haber tardado tanto en comentar :( te prometo que desde ahora en mas estare mas atenta a la nove.
    Bueno, haber, admito que no me cae bien la personalidad de cristal, pero por otro lado entiendo que aun falta que nos expriques porque es haci, por lo que se ve a pasado por cosas duras y el sufrimiento cambia a la gente.
    Por otro lado, tengo una pregunta ¿Drew es justin? por que en la sisnosis no lo nombraste en ningun momento, solo a drew, y bueno todas sabemos cual es el segundo nombre de justin :P, aunque tal vez me estoy apresurando y luego aparesca justin. Da igual, confio en que sea lo que sea que escribas me gustara -Por que estoy leyendo tus otras novelas y me gustan mucho- espero ansiosa el proximo cap y ¡Prometo que comentare mas amenudo¡ Te mando muchos besos. :)

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  8. Me encantó.....ya muero por leer el próximo cap :3

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