28 de febrero de 2013

Capítulo 45 - But with you it's not like that at all


-Capítulo dedicado a Eliana-



La lengua de Justin estaba en guerra con la mía. Era como si de ninguna manera él fuera a permitir que se separaran. Me besaba tan apasionadamente que comencé a sentir demasiadas mariposas en mi estómago. De repente sentí que él comenzaba a cerrar con una de sus manos el cierre de la carpa. Al hacerlo, una de sus manos las llevó a mi cintura y comenzó a acariciarla. Sus manos eran tan suaves... Sé que no es la primera vez que siento una mano de Justin, pero ahora es la primera vez que me doy cuenta de eso.

Sus suaves y delicadas caricias cada vez eran más placenteras. Me sentía cómoda, me gustaba la forma en que él actuaba conmigo. Sus manos comenzaron a recorrer lentamente parte de mi espalda y sus besos cada vez eran más apasionados, sin duda era como una entrada hacia el paraíso. Luego, de mi espalda comenzaron a bajar y a bajar... Hasta que llegaron a mi trasero. Sí. Acariciaba mi trasero una y otra vez, sin parar. La respiración de Justin comenzó a ser irregular, podía notarlo. Y la mía no tardó mucho en estar como la de él.  Quería sentirlo más cerca, era un momento tan romántico y lindo, ¿cómo no querer eso?

Sus manos también pasaban a mis muslos, bajaban a mis piernas. Prácticamente Justin se encontraba dándome caricias en casi todo mi cuerpo. Casi. Y yo no le decía que no, porque no podía hacerlo mientras me sentía tan bien como lo estaba sintiendo. Nuestras respiraciones cada vez se volvían más irregulares. Él con un movimiento logró separar mis piernas, haciendo que yo le diera paso para ponerse encima de mi. Sus  caricias en mi cuerpo no cesaban y era como que cada uno de los dos quisiera más y más.

Comenzó a morder mi labio inferior mientras seguía acariciándome. Dios, creo que no habían palabras para describir lo que estaba sintiendo. Y de un momento a otro tomó mis manos y las puso a los costados de mis hombros. No sabía qué era lo que haría pero de pronto sus besos comenzaban a bajar por mi cuello. Sentía los labios de Justin sobre él y me sentía como si estuviera en el cielo. Él estaba bastante agitado, tendría que ser una chica sin ningún tipo de sentido para no notarlo. Pero el que estuviera así, de alguna manera me hacía sentir bien y especial.

Cuando sus besos estaban a punto, a punto de llegar a mis pechos, la voz de Chaz se hizo escuchar afuera pronunciando el nombre de Justin. Noté que mi novio lo escuchó porque se quedó quieto sin hacer ningún movimiento.

- ¡Justin! -volvieron a llamar desde afuera.

¡De un momento a otro me había olvidado de que estábamos en una carpa, en medio de la playa rodeados de personas! En casos así suele pasar que se te olvida todo lo demás de repente.
Justin rápidamente se quitó de encima.

- ¿Qué pasa, Chaz? -chilló para que escuchara.
- ¡Ryan se ha comido un gusano! -chilló él haciendo que ambos soltáramos unas carcajadas- ¿Donde estás? Estoy gritando a donde sea y no sé de donde lo haces tú.
- ¡En la carpa!
- Oh... -sentimos que se puso en frente de la entrada hacia ella junto con Ryan.
- No estarán violándose ahí dentro, ¿no?

No pude evitar soltar carcajadas muy notorias. Justin me miró asustado tratando de no reír, pero no pudo aguantar y explotó en risas igual que yo. Chaz y Ryan también siguieron las nuestras... No sé, pero fue algo muy chistoso. ¿Para qué andar con cosas? Tampoco estábamos haciendo algo de solo besitos, ¿o sí?

- ¡Están locos! -les dije sin poder parar.
- ¡Exacto! -me apoyó mi novio- Solo íbamos a dormir.

Ambos abrimos la carpa y salimos de ahí. Justo en frente de nosotros se encontraban ellos dos con una sonrisa picarona. ¿Es enserio? ¿Tienes que hacer eso? ¡Son unos tontos! Pero no puedo mentir con eso de que me hacen reír demasiado.

- ¿Están seguros de eso? -cuestionó Ryan.
- ¡Que sí! -respondí con un tono obvio.
- ¿Y porqué la carpa se movía tan salvajemente? -jodió Chaz.
- ¡Joder, bro! -Justin lo golpeó en la cabeza- ¡Otra y te doy un suprazo!
- ¡Si me haces algo juro que te acuso a mi madre, Justin! -se defendió.
- Oh, ¿y qué me hará tu mami? -dijo en tono burlón.
- Te acusará a tu mamá... -hubo un completo silencio luego de que Chaz dijo eso.
- Oh, eso no. No debe pasar.

Nos partimos en carcajadas como nunca. ¡Justin le tenía tanto miedo a Pattie!
Hablando de Pattie... ¿nunca les conté cómo me la presentó Justin? Bueno, fue cuando fuimos al supermercado y yo en realidad que tenía ganas de conocerla, pero Justin dijo que se ponía nervioso y que prefería dejarlo para otro día. ¡Justo en ese momento alguien le toca la espalda a mi novio! ¿y quién era? Pattie, su madre. No pudo ser más coincidencia. Sin duda es una persona muy simpática, ¡me agrada mucho! Aunque no sé si yo le agrade mucho a ella... Jamás le he preguntado, aunque siempre es muy amorosa. Quizás dirán que cuando dije que era amorosa conmigo es un "obvio que le caes bien", pero como aún no me lo han dicho pues... no quiero esperar otra cosa. ¡Soy una paranoica! Hahaha.

(Minutos después)

- ¡Hey chicos! -sentimos que una voz masculina nos llamada desde a lo lejos.

¡Era David junto con Fabi! Ya habían llegado. Sin duda ellos dos me caen de maravillas, son muy agradables, ¿no lo creen? De no agradarnos ni quererlos no los habríamos invitado haha. Pero son unos muy buenos amigos, de verdad. No lo digo por decir. Jamás miento en lo que pienso ni en lo que digo, cuando algo no me gusta lo digo directamente a la cara y eso todos lo tienen más que claro. Y lo sé, puede que con Justin sea muy tierna y dulce y lo ame tanto que sufro por el cuando tenemos problemas, pero eso no quiere decir que me quedaré callada cuando tenga que decirle algo que puede que le moleste... Es algo que no puedo evitar. No soporto que me mientan y por eso yo no lo hago.

Todos nos acercamos a ellos, incluso los que estaban en el agua del mar. Los saludamos con un abrazo y beso en la mejilla. Pero los chicos saludaron a David con el clásico choque de puño.

Este no fue tan mal, porque hay veces en que Christian, Ryan, Chaz, Mike y Justin como que quieren reventarse el puño de lo fuerte que lo hacen. ¡Pero los chicos son así! Y no me causa miedo ni temor, si no que risa. Me hace re-partirme de la risa HAHAHAHAHA. Okno.

- ¿Cómo has estado? –le pregunté a Fabi- Menos mal que vinieron –sonreí.
- David estaba en mi casa cuando llamaste y decidimos venir de inmediato haha.
- ¡Eso me gusta!

(…)

La tarde comenzó a pasar rápido a medida que nos divertíamos. El calor comenzó a cesar y eran como las 8:00pm. Estábamos todos reunidos en unas rocas mirando el océano, pues ya habíamos terminado de bañarnos y estábamos vestidos y listos para irnos. No podíamos quedarnos, no. Porque no habíamos traído tantas cosas para poder hacerlo y una sola carpa no era suficiente. ¡Además no habíamos pedido permiso! Pero habría sido genial… Me habría encantado quedarnos.

-Narra David-

No podía dejar de pensar en nuestro beso con Fabi. Había sido completamente perfecto, y había esperado mucho para poder hacerlo de una vez. No me arrepiento de haberlo hecho, pero, ¿y si a ella no le gustó tanto? No sé como saberlo…

No sabía qué hacer, estábamos el uno al lado del otro mirando las olas y parecía un tonto. Decidí tomarla de la mano. Llevé mi mano hacia ella y la tomé. Estaba un poco fría, ya que el clima se había puesto con más viento y cerca del océano siempre es muy helado.

- ¿Soy yo la helada o tú estás… caliente? –me preguntó en susurro y ambos reímos.
- Tú eres la helada… o qué se yo, no lo sé –volvimos a reír- ¿Cómo la pasaste?
- Perfecto –respondió de inmediato- Y no hablo solo de aquí en la playa…

La miré confundido… ¿Habrá querido decir algo de nuestro beso?

- Te refieres a… -no me dejó terminar y me respondió con un “sí”
- Dios… ¿hablas enserio? Porque yo la pasé más de perfecto, y tampoco hablo solo de la playa –la miré como un tonto enamorado. No podía evitarlo. Al final todos los hombres cuando nos enamoramos nos pasan cosas que jamás creímos.

-Narra Marcos-

- Hey, Cait –la llamé al oído en susurro, pues estaba sentado tras de ella rodeándola con mis brazos.
- ¿Si? –volteó su cabeza para poder mirarme a los ojos.
- Te quiero mucho… -le dije sonriendo. Ella soltó unas carcajadas como de nervios.
- Yo también a ti…

Al momento en que ella dijo eso siento que alguien me empuja la cabeza, haciendo que la besara de una manera brusca. Sentí que le había dolido… ¿cómo no le iba a doler? Hasta a mi me llegó a dar un poco de dolor.

- ¿Quién fue ese imbécil? –preguntó Cait molesta.
 - ¡Christian sálvame! -chilló Mike escondiéndose tras él- ¡No fue con querer! -se defendió- Osea sí, pero... ¡Fue sin querer! ¡Joder Christian, Caitlin me matará!

Todos nos pusimos a reír por la exageración de Chaz, fue muy chistoso. Caitlin también rió sin decirle nada, porque en realidad que nadie podía aguantarse a encontrarle gracia a lo que había pasado. Sin duda estos chicos están locos. ¿Cómo pude ser yo quien los conociera? No olviden que era, soy, y seré BelieberBoy y eso jamás cambiará. 


- ¡Estás loco! -logró decir mi novia- No es para tanto, idiota. ¿O acaso quieres que te golpee? -lo miró amenazante.
- Para nada, yo te respeto... -hizo una pausa- Y mucho. ¿Para qué me torturas?
- ¡Ok, ok! -rió- Más te vale.

-Narra Justin-

(...)

Se hicieron como las 09:30pm. Decidimos volver a casa. Ya era algo tarde y nuestras madres se podrían preocupar o algo así. No me gusta mucho que mi madre se preocupe. Ya tengo 18 años, pero aún así ella me protege. Me gusta eso de ella. ¿Qué no podría amar de mi mamá? Ella es perfecta.

Pero también amo a otra mujer en mi vida y obviamente esa es __(tu nombre). La amo más que la mierda. Quizás "mierda" no sea la palabra adecuada, ¡pero me expreso así! Y ella sabe que la amo... E intento demostrarlo día a día, a cada momento que estoy junto a ella.

Nos metimos al auto, yo conducía y __(tu nombre) iba de copiloto para no tocar el violín atrás. Todos se encontraban conversando por ahí atrás y nosotros dos estábamos callados. Era como un silencio, pero no era incómodo. Yo la miraba y ella estaba perdida en la vista de la ventana. Debo decir que se veía hermosa...

- Te ves hermosa, shawty -le dije sacándola de sus pensamientos.
- ¿Lo crees?
- Ahá.
- Ya sabía -me eché a reír, siempre que hace eso lo hago.
- Te amo cada vez que haces eso... -sinceré- ¡Es tan sexy!
- ¡Ay Justin! ¡Sabes que me da cosa que me digas... ese tipo de cosas -noté que sus mejillas se volvían color rosa.
- ¿Y? Me importa un bledo. Con tal de que lo sepas yo me quedo feliz -le guiñé el ojo.
- Pf... No pasa nada -dijo de la nada.
- Ya te pasará algo... -la miré en forma pervertida y ella abrió los ojos sorprendida.
- ¡Oye! ¡eres un tonto pervertido! -se echó a reír y yo hice lo mismo.
- ¡Pero me amas!  -chillé.
- ¡Sí, y mucho! -me miró dulcemente- Te besaría, pero estás conduciendo.
- Oh... -pausé- ¿Sabes? En este preciso momento estoy odiando conducir... -sonreí divertido y ella volvió a sonrojarse.
- Y yo estoy odiando que conduzcas... -esta vez fue ella quien guiñó un ojo.

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Chicas, es corto y aburrido, lo sé. Pero no me ha dado la inspiración para más. El próximo será más largo, ¿sí? Las amo demasiado, no lo olviden.
¡Amé los comentarios en la entrada anterior junto con los votos! Espero que sigamos así de bien. Chicas, podemos subir los comentarios, por favor comenten mucho y voten.
¡Me he creado un ask! Sí. Es perfecto para cuando uno está aburrido haha. Si quieren, pregunten: http://ask.fm/mynameisthiarebitches
Bueno, eso sería. ¡Las amo! :3 Cuidarse y bueno... comentar y votar.

27 de febrero de 2013

Chicas

Lo siento! No he podido subir porque no he logrado terminar el siguiente capítulo. Solo me conecto en las noches y aveces no me da la inspiración, pero prometo subir entre mañana o pasado, ¿si? Las amo, no lo olviden. Y deben seguir comentando así de bien, ¡Son las mejores! Cualquier duda que tengan hacia la novela o alguna pregunta -la que sea-, no duden en preguntar. ¡Besos!
Mi ask por si quieren preguntar algo:  http://ask.fm/mynameisthiarebitches

23 de febrero de 2013

Capítulo 44 - But with you it's not like that at all


-Capítulo dedicado a Suna Bieber-



Estuvimos unos minutos andando con cuidado, pero luego comencé a sentirme bastante segura con Justin, por lo que comencé como a soltarme por así decirlo. Como que ya no estaba nada temerosa a las olas en esos momentos. Me sentía protegida. Además que Justin me hacía reír con algunas cosas que me estaba diciendo.

- Te ves súper sexy mojada –me halagó, haciendo que comenzara a sonrojarme.
- ¿Ves lo que haces? Sabes que no me gusta sonrojarme –me quejé riendo.
- Pero si es la verdad, __(tu nombre). Me encanta alagarte, tengo que hacerlo a cada momento.
- ¿Sabes algo? –le pregunté.
- ¿Qué? –me acerqué a él y lo abracé al cuello. Puse mis labios cerca de su oído.
- Te amo –susurré de una manera lenta.

No me dijo nada y de un momento a otro me había tomado por las piernas y me levantó. Rodeé su cintura con mis piernas sin soltarme de su cuello y comenzó a besarme. Me sentía en el paraíso, ¿cómo hacía para hacerme sentir tan feliz? Todo era perfecto, nada estaba mal. Justin me tenía firmemente sujetada, yo enredaba mis dedos en su suave y sedoso cabello. Succionaba mis labios y yo succionaba los de él. Era un fin de semana completamente único. No digo que no haga tenido antes momentos especiales y lindos con él, pero ahora este día se agrega a los otros.

- Me vuelves loco, __(tu nombre) –me dijo, pero no reía. En realidad era como si me lo estuviera diciendo de una manera seria, sincera… Como si quisiera transmitirme enserio sus palabras- Eres la persona que hace que mi corazón esté completo…

No le dije nada, joder. Me moría de la felicidad por dentro. Que te digan eso es como que te hace sentir la persona más especial, más querida, más única que todas las otras. ¿Acaso eso es poco?  No sabía qué decirle, me había quedado sin palabras. Era como un momento en el que no tenía que decir gran cosa o algo para completarlo… Solo algo pequeño, que lo dijera todo.

- Te amo, pepino –le dije sonriendo.
- ¿Pepino? –me miró confundido- ¿De verdad me has dicho pepino? –asentí sin dejar de sonreír-  No puede ser, joder. Me llamo Justin Bieber, nena.
- Pues me importa un pedo. Te he dicho pepino y pepino te diré cuando se me antoje –me hice la enojada, pero hablaba enserio haha.
- ¿Sabes? Dime pepino cuando quieras –soltó unas carcajadas.
- Ah ya. Así me gusta –reí- Y de todos modos te lo iba a decir.
- Dime todo lo que tú quieras, mi amor –se acercó a mí y volvimos a unir nuestros labios en un profundo beso.

-Narra Marcos-

Estaba con Caitlin parado sobre unas rocas cerca de la orilla. Se veía hermosa con ese bikini que traía, me encantaba. Sin duda Caitlin me gusta mucho. Es tan linda por dentro como por fuera. Lo único que quiero es que ella sea mi novia, ¿pero y si ella no siente lo mismo? ¿y si no quiere tener algo serio conmigo? Me sentiría muy mal, pero tampoco podría obligarla…

- ¿Estás bien? –me preguntó ella, sacándome de mis pensamientos.
- Sí, claro que sí –sonreí- Es solo que estaba pensando en algunas cosas.
- ¿Puedo saber en qué? –me preguntó de una manera linda.

No sé, algo me dio que me acerqué a ella, a su cara. Me quedé mirándola a los ojos y ella se me quedó mirando también. Quería decirle lo mucho que me gustaba, lo mucho que quería que ella estuviera conmigo, sólo conmigo. Pero el jodido miedo ese de que no quisiera nada conmigo como que me lo impedía. El rechazo… El rechazo me ponía así.

- ¿Por qué me miras así? –me preguntó ella, creo que se sentía como algo avergonzada.
- Por varias razones… -comencé a abrirme, de a poco empezaría a decir lo que sentía.
- Dímelas, Marcos. Quiero escuchar todo lo que me quieras decir… -¿se referirá a algunas cosas en especial?
- ¿Todo? –quería asegurarme.
- De verdad todo, de todo –repitió- Todo.

Ella me lo estaba pidiendo. Quizás ella también quería escuchar algo especial de mí. Quizás las cosas no saldrían tan mal como yo esperaba y solo tenía que arriesgarme para poder saber lo que pasaría. Era lo único que podía hacer. Parezco un cobarde, pero no puedo quedarme así. ¡Si me gusta una chica debo esforzarme por ella! ¡Soy un idiota! ¿Pero en qué pensaba? Le diré todo lo que siento de una vez por todas.

- Caitlin, tú me gustas –solté de golpe, ya no iba a poder decir lo contrario-, y creo que lo sabes… De verdad me gustas mucho.

Esperé un momento para ver si me decía algo, pero no me dijo nada. Joder. Tenía que seguir diciéndole lo que quería que pasara entre nosotros. Debo y tengo que hacerlo, de lo contrario seré un estúpido.

- ¿Sabes algo? –me hizo un tipo de gesto con los ojos como incitando a que siguiera- Me gustaría que… no sé… que surgiera algo lindo y serio entre nosotros… Yo no sé si tú sientes algo por mí o si sientes algo por otra persona –eso era lo que menos quería-, pero quiero y necesito saberlo. De verdad quiero estar contigo pero si tú no quieres, no podré obligarte… -sinceré y nos quedamos callados por un momento. Estaba nervioso, bastante a decir verdad.
- No siento nada por otra persona… -una chispa se encendió en mí- Quiero estar contigo, Marcos –me dijo. Al hacerlo sentía que me moría.
- ¿Hablas enserio?
- ¡Sí! De verdad que quiero, ¡enserio! –habló más alto para que entendiera de una vez, parecía que yo fuera un porfiado.
- Entonces… ¿quieres ser mi novia? –la pregunta que más esperaba decirle.
- Hasta que lo has pedido… -me dijo y yo me sentí como un tonto loco por ella haha- ¡Claro que sí!

No se dijo más. Inmediatamente me abalancé sobre ella y la besé. Quería sentir sus labios. Por fin era mi novia y no iba a dejar que nada se interpusiera entre nosotros. Había tenido miedo de decirle pero ahora veo que cuando uno se arriesga muchas veces termina siendo todo perfecto y no como lo habías pensado. Hay excepciones, pero para mi buena suerte ese no ha sido mi caso y no puedo estar más feliz. Carajo, me mato de lo feliz que estoy. ¡Caitlin es mi novia! Esta hermosa chica, es mi novia.


-Narra Fabi-

Estaba en mi casa viendo la televisión, estaban dando ICarly. Muero de la risa con Spencer, es tan estúpido que no puedo evitar morir de la risa. Además que… no sé. La cosa es que es divertido el programa.

De repente sonó el timbre de la casa. No había nadie más conmigo, estaba sola. Mamá había ido a trabajar junto con papá y bueno, yo me quedaba ahí en la casa haciendo nada.

Me levanté del sofá en donde estaba recostada y fui a abrir. Era David. Se me hacía raro, pues nunca venía a mi casa. La última vez que vino fue como hace… ¿cuatro meses? Pero bueno, la cosa era que estaba en la puerta y obviamente iba a abrirle.

- ¡Oye! –fue mi forma de saludarlo- Es raro que andes por mi casa –reí.
- Lo sé, bien raro –rió conmigo- Pero el otro día hable con __(tu nombre) de algo y he sido un estúpido al callarme algunas cosas sobre ti.

Oh. ¿A qué va con eso? ¿quiere decir que le caigo mal? ¿o quiere decir algo malo de mi? Si me dice algo así me sentiré como una tonta, hace tiempo ya que lo conozco ¿y viene aquí a decirme lo mal que le caigo? ¡Esto es tan lindo! Supongo que notan que estoy diciendo esto con sarcasmo. Que el chico por el que sientes cosas venga a decirte cosas como esas es verdaderamente horripilante.

- ¿Qué cosas? –no quería adelantar las cosas sin que antes me lo dijera.
- La verdad no creo que las palabras sirvan tanto –me explicó, ¿a qué se refería?
- ¿De qué hablas, David? –hice una pausa y no me decía nada- ¿Sabes? Agradecería que me explicaras.
- ¿Y si lo demuestro?
- ¿Cómo?

No pude decir más porque… me calló con un beso. Me besó. ¡Jamás me imaginé que iba a besarme! O sea, siempre pensé que él no sentía nada más que una amistad por mí, pero supongo que con esta demostración que él me está dando no era así.
David me besaba como si no hubiera mañana. Su beso era dulce, tierno, delicado… con toque de amor y suavidad. Era tan lindo ese momento, aún no podía creer que estuviera pasando.
Tal vez pensarán que exagerado las cosas pero no, porque esto es lo que uno piensa y siente cuando el chico que le gusta por fin la besa, o cuando se entera de que siente las mismas cosas que uno siente. Me siento feliz… demasiado.
Nos separamos por la falta de aire. Se me quedó mirando y yo lo miré a él. Me encantaban sus ojos, tenían un hermoso color claro. Eran hermosos. Me gustaba todo de él solo que nunca se lo dije porque no quería perder su amistad.

- Me gustas, Fabi –confesó- Y capaz ahora no quieras volver a estar cerca de mí pero…
- No digas tonterías… -me apresuré a decirle.
- ¿No?
- No, porque no es así –le expliqué- Tú también… también me gustas, bobo –así nos tratábamos a veces.
- ¿Lo dices de verdad?
- Sí, muy en verdad.

-Narra David-

Dios, gracias al cielo. ¡Creí que no querría volver a verme en el momento en que se lo dijera! Sin duda lo mejor que pude hacer fue tener las agallas para decirle lo que sentía de una vez. Pero no, no quiero que esto se quede solo así. Me gusta Fabi, pero no es solo un gustar... Quiero más que eso. Quiero tener una relación con ella. No me interesan otras chicas, solo ella y nadie más.

- Yo... te quería preguntar si... -hice una pausa- Que si querías...

Fui interrumpido por el sonido de mi celular. Diablos, ¿es enserio? ¿justo en este momento tenían que interrumpirme? Miré mi celular y mi casi "molestia" desapareció. Era __(tu nombre) quien me llamaba. Quizás era algo importante, además que me gusta hablar con ella.

- Voy a contestar -le dije a la hermosa chica que tenía delante de mi.

Fabi asintió con una sonrisa en su cara y ahí los dos pasamos adentro para poder estar en el sofá. Por fin contesté el teléfono.

#Vía telefónica
- ¿Que tal, __(tu nombre)? -le pregunté de buenos ánimos.
- Genial, ¿y tú David? Tengo algo que preguntarte, no sé si querrás. Si no quieres no importa -me dijo ella.
- ¿Qué pregunta?
- Es que estamos en la playa con todos los chicos y queríamos saber si se te antoja venir, ¿qué dices? -iba a hablar pero ella continuó- Llamaré a Fabi también para que venga...
- No, no la llames -me apresuré a decir- Ella está aquí conmigo, le diré, ¿va?
- Ajá.


Me alejé del celular un poco y miré a Fabi.

- __(tu nombre) quiere saber si quieres ir a la playa. Nos ha invitado a los dos -le conté- ¿Quieres, hermosa?
- ¡Claro! -respondió mientras un color rojizo se asomaba por sus mejillas- No tengo nada que hacer hoy, en total aquí en casa no hay nadie.


Volví el celular a mi oído.

- Ya vamos para allá -le avisé a __(tu nombre).
- Los esperamos -soltó unas carcajadas- Y creo que tienes algo que contarme -colgó.
#Llamada terminada


No pude contener unas risas por lo que ella me había dicho.
Miré a Fabi y la esperé para que guardara su traje de baño en su mochila junto con otras cosas. Luego cuando ella ya estaba lista salimos de la casa y nos subimos a mi auto. Sí, tengo un auto, ¿no lo dije? Me lo dieron mis padres en mi anterior cumpleaños, pero eso no viene al caso.
Luego pasamos a mi casa para yo poder sacar mi ropa de baño, etc. No tardé en absoluto y nos fuimos camino a la playa en donde estaban los chicos.

-Narras tú-

(Una hora y media más tarde)

Estaba buscando un lugar donde hubiera sombra. No sé, me había dado sueño, pero no quería dormirme bajo el sol ni bajo el quitasol, es que aún así... no sé. Pero la cosa es que quería dormir.
Mientras recordaba, parece que Riguel había traído una carpa de acampar, lol. Sí, una de esas pero ni idea de para qué. La cosa es que quizás me serviría.

- ¡Hey Riguel! -la llamé. Ella aún estaba en el agua.
- ¡Dime! -exclamó desde allá.
- ¿¡Trajiste tu carpa!?

- ¡Sí, está en el auto de tu enamorado! -chilló entre risas y a mi también me dieron.
- ¡Te la robaré!
- ¡Okei!

Justin estaba mirando fijamente el cielo, al lado de mí. Se me había quedado mirando mientras yo y Riguel nos gritábamos. Me miró extraño y yo también a él. Lo hice solo porque él lo hacía, lo hago porque me dieron ganas.

- ¿Quieres una carpa?
- Sí -respondí.
- ¿Para qué?
- Pf... ¿no es obvio, Justin? -le pregunté como si fuera un tonto- ¡Para dormir! Daah.
- ¿Quieres dormir con esta calor? -no me dejó hablar- ¡Estás loca!
- No es mi culpa que tú no puedas -reí- Envidia.

Él se puso a reír y juntos fuimos a su carro. Abrió la maletera y me ayudó a sacar la carpa. En realidad yo no hice nada, él fue quien lo hizo porque lo obligué haha. Lo hizo gustoso y bueno, ¿cómo rechazar eso? Como sea, también me ayudó a armarla. Nos debimos tardar como 15 minutos en hacerlo, pues Justin no tenía idea de como y cada vez que yo lograba armar una parte se caía todo.

- Hemos terminado -dijimos al unisono cuando ya estaba lista.
- Como sea, me iré a dormir.

Me adentré en ella y cerré parte del cierre de la entrada. Me recosté ahí y cerré los ojos. Me di cuenta de que en realidad hacía calor ahí dentro, pero el sueño me ganaba. Era extraño, ¡a mi nunca me daba sueño en las tardes y menos cuando estoy en algo entretenido!
De repente sentí que alguien bajaba el cierre de la carpa y se recostaba a mi lado. Me giré y era nadie más que mi novio. Mi perfecto novio estaba ahí a mi lado mirándome mientras sonreía.

- ¿No que estaba loca por entrar a esta carpa, Justin? -le pregunté riendo para luego volver a cerrar los ojos.
- Estás tú, ¿no? Amo estar contigo -awww- Te ves hermosa ne bikini.
- Ya, Justin. ¡Sabes lo que me da! -comencé a sonrojarme.
- Ui, no me pegues -sonseó.
- Bueno, dormiré -cerré los ojos e intenté dormir.
- ¿Es enserio? -me preguntó haciendo que nuevamente los abriera- ¿Vas a dormir?
- Sí, ¡enserio!
- No te dejaré -se hizo el enojado.
- Pero amor... -interrumpió.
- Pero nada... Solo es que quiero estar contigo todo el tiempo... -se levantó un poco y apoyó su codo en el suelo, para quedarse mirándome- Eres tan hermosa...

No le dije nada, pues me había ruborizado. Solamente Justin se comenzó a acercar a mí, y cuando estuvo lo suficientemente cerca me besó. Era tan dulce, sin duda lo amaba. Me hacía tan feliz... Sé que lo he dicho ya antes pero no puedo dejar de pensarlo y repetirlo una y otra vez.
La lengua de Justin estaba en guerra con la mía. Era como si de ninguna manera él fuera a permitir que se separaran. Me besaba tan apasionadamente que comencé a sentir demasiadas mariposas en mi estómago. De repente sentí que él comenzaba a cerrar con una de sus manos el cierre de la carpa. Al hacerlo, una de sus manos las llevó a mi cintura y comenzó a acariciarla...


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¿La verdad? Iba a subir antes de ayer, pero al final no pude porque no terminé el capítulo. Luego iba a subir ayer, pero me castigaron y justo a la medianoche mi madre me dejó ocupar una jodida hora la laptop y, en ese tiempo me puse a leer una novela que había encontrado y no lo terminé. Pero ahora lo he terminado chicas, y espero que les haya gustado.
¿Saben algo? Estamos bajando mucho los comentarios, chicas. Me gustaría que comentaran más, porque aveces siento como que no les gustan mucho los capítulos y de verdad tengo que saber si les gusta o no. ¿Podrían comentar más?
¡Las amo demasiado! Y espero que se cuiden, ¿vale? Ah, y otra cosa. Sé que aún me faltan chicas que me han pedido dedicación de capítulo, pero solo es una por cap, ¿si? Pero tengan en cuenta de que si me lo piden, sí o sí tendrán uno dedicado :3 Y los votos en reacciones ya van espectaculares, ¡hemos llegado a 25 excelentes! Besos.
T

20 de febrero de 2013

Capítulo 43 - But with you it's not like that at all


-Capítulo dedicado a Gabriela-


- ¡Eres una exagerada! -chilló Celeste riendo. Tomó una almohada y me la tiró encima sin parar de reír.
- ¡Pero es cierto! -me contagié de su risa- Siento que estoy de luto, no resistiré -reímos más aún.
- Estás loca, ¿te lo he dicho?
- Lo dice la menos loca -sonseé- Y sí, claro que sí -en ese momento nuestras carcajadas fueron cesando hasta que ya no habían.

(20 minutos después)

- Dios, Riguel no aparece... -dijo Celeste- Ya me imagino que estén en algo indebido.
- Según Mike llegará virgen al matrimonio -ambas comenzamos a reír, pues era la cosa más tonta que ha dicho mi hermano.
- ¿Y todos creen esa mentira? -preguntó.
- Todos fingen que lo creen excepto yo, porque le digo que es una idiotez lo que dice. No se lo cree ni él.
- Sí, lo mismo pienso. Aunque me gusta esa pareja. Mike me agrada y se le ve que quiere a Riguel, viceversa.
- Sí... Hace un tiempo ya me había dicho que le gustaba pero como que le costaba decirle o algo por el estilo. Lo que importa es que ahora estamos las tres con los chicos que queremos, ¿no?
- Y estamos muy felices así. Christian es un bombón -reímos por debajo- Y ahora que lo pienso, si tú no te hubieras mudado a Atlanta capaz ni hablaría con él todavía.
- Quizás es cierto... Pero no me arrepiento de haber venido a Atlanta, me encanta este lugar. Al principio no quería venirme, odiaba la idea. Pero luego cuando conocí a todos ustedes y me gustaba, excepto por el hecho de haber conocido a Justin -ambas reímos, pues habíamos recordado el odio mutuo que nos teníamos en ese entonces. Daba gracia recordar esos momento, porque a mi me asqueaba Justin y ahora... bueno, ahora nos amamos como nada en el mundo.
- Me impresiona que Justin se haya enamorado... -la miré fijamente- Sabes que eres su primera novia real, ¿cierto? Jamás estuvo con alguna chica en algo serio... Ha madurado.

No dije una palabra más, solo sonreí. Sentía que no necesitaba palabras a lo que había dicho, pues era algo que me hacía muy feliz pero que no podía explicarlo con palabras. También me impresionaba el hecho de que un chico como él se haya fijado en mí, porque era todo un mujeriego y capullo. ¿Pero qué importa todo eso ahora? Él ha cambiado... Lo veo, lo siento, lo sé. Confío en él.

(30 minutos después)

- ¡He vuelto! -chilló Riguel entrando por la puerta.
- Bitch, please! ¡Te has demorado un siglo! -exclamé alzando los brazos.
- Lo siento -dijo riendo- Mike está tierno esta noche.
- Y caliente... -susurró Cel.
- ¡Celeste! -la miró mal.
- ¿Qué? -levantó las manos como un "no hice nada"- Está caliente y te has quedado ahí porque hace frío... es una noche helada -reí por el arreglo de Celeste a lo que había dicho antes.
- Eso es cierto -la apoyé- Se te ha quitado el frío.
- HAHAHA -rió Riguel haciéndose la loca- Sé a lo que van, pervertidas.

Las tres explotamos en carcajadas.

-Narra Justin-

Desperté a las 09:30 de la mañana. Inmediatamente tomé el celular y comencé a llamar a los chicos. Quería tener una buena tarde y había encontrado un buen lugar para ello. ¿Qué mejor para la calor que ir a una playa? Tengo ganas de ir y de seguro los chicos no me dirán que no.
Primero llamé a Christian para que también le avisara a Caitlin. Luego llamé a Chaz, Ryan y a Marcos. Al terminar me duché, me vestí y salí de la casa caminando hacia la de mi novia con Mike. Entré solo, pues la puerta estaba abierta. Subí las escaleras y entré a la habitación de Mike como si nada.

- ¿Qué haces aquí? -me preguntó Mike mientras estaba aún acostado, mirando el techo.
- Levántate de una, bro. Nos vamos a la playa... -le avisé. Él se me quedó mirando sin decir nada ni moverse- ¡Que te pares, que ya he avisado a los chicos! Nos vamos en media hora -tomé un almohadón y se lo lancé riendo.
- ¡Qué mierda! -tomó la laptop y me la iba a lanzar.
- ¡Carajo! -me escondí atrás de la puerta y comencé a escuchar su enorme risa.
- ¿Estás idiota? -seguía riendo y asomé mi cabeza detrás de la puerta- Ni cagando la lanzaría, es mi bebé. Gasté plata, Justin -me uní a su risa.
- Idiota. Levántate -repetí y salí de la habitación.

Caminé hasta la de mi hermosa novia, que solo estaba en frente de la de Mike pero bueno, eso. Toqué la puerta y no salió nadie. Volví a tocar... nadie. Me aburrí y entré. Me impresioné al observar algo. Estaba ___(tu nombre) en sostenes mientras buscaba una playera. Joder... ¡DIOS!

- ¿Justin? -me miró extrañada, yo casi babeaba- ¡Maldita sea, idiota! -tomó una fresada y se la puso encima- ¿Qué no sabes que debes tocar? ¡Deja de mirarme! -chilló.
- Dios... Me matas -era hermosa, perfecta. ¡Enserio!- ¿Para qué te tapas? Ui -alcé una ceja observándola detenidamente.
- ¡Justin, sale! ¡Debo vestirme, joder! -yo la seguía observando, era casi imposible dejar de mirarla- ¡Que salgaaaaaas!
- ¡Okei, okei! Saldré -me resigné- Pero me debes un beso en cuanto salgas.

Cerré la puerta riendo por la forma en que se había puesto. Se había sonrojado HAHAHA. ¿Pero qué importa? Es mi novia, me encanta cuando se pone así o me grita o quiere golpearme. Es demasiado sexy que haga eso. Sé que en una de esas me tira una supra a la cabeza, pero me encanta cuando se pone así. Dios, enserio. Me cago.

Deben de haber pasado como unos 15 minutos. Yo aún estaba en la puerta de su habitación, esperándola. No salía nunca. Eran solo 15 minutos pero se me hacían eternos. Ni siquiera le podía contar que iríamos a la playa... Fue entonces cuando recordé que soy humano, ¡puedo gritar!

- ___(tu nombre)... -la llamé casi gritando para que me oyera. Aveces es bastante sorda, como cuando golpeé la puerta hace unos minutos.
- ¿Qué? -me respondió ella desde adentro.
- Iremos a la playa... ¿Las chicas están contigo? Pasé a su casa y mi tía me dijo que se encontraban aquí -le conté.
- Sí, están aquí. Se ducharán -me avisó- Ahora salgo, espera.

No pasaron ni dos minutos y salió ella por la puerta. Se veía perfecta, hermosa, sexy, atractiva... No tenía palabras. Sin duda mi novia es la chica más hermosa del mundo.

                   Ed



Tendría que estar loco como para algún día dejarla ir de mi lado. Aveces soy bastante idiota y no quiero que pase algo como eso.

- Te ves perfectamente hermosa... -le dije mirándola de arriba a abajo, no podía evitarlo.
- Aish, no digas eso. Solo es algo simple -dijo ella riendo tímidamente- Pero sí, me veo hermosa y perfecta.
- ¡Típico de ti! -me eché a reír como un loco- Siempre la del ego aquí.
- Oh, pero recuerda que cuando te conocí... -interrumpí.
- ¿Cuando me conociste qué? -me acerqué a ella rápidamente y la tomé por la cintura.

Noté que ella comenzó a ponerse nerviosa, ya que miraba para todos lados pero menos a mis ojos. Es tan lindo eso de ella, me gusta mucho. Es una parte muy adorable y todo lo que hace lo amo cada vez más.
Aún no me miraba pero yo no despegaba la mirada.

- Cuando te conocí tú eras el del ego -terminó de decir pero sin mirarme aún.
- ¿Por qué no me miras? -le pregunté- ¿Te pongo nerviosa?
- Joder, Justin. Cállate -dijo riendo, ¡pero no me miraba!
- Estás nerviosa -repetí riendo.
- ¡Que te calles! -chilló y de una vez me miró- Te miro y no me pasa nada. ¿Contento?
- Sí -sonreí y acerqué mi cara a ella- Y recuerda que me debes un beso.

No la dejé hablar y la besé. Amaba sus besos, sin duda besa como nadie lo hace. Es como que cada vez que la beso quiero besarla más y más. Quién diría que ___(tu nombre) lograría ponerme de esta forma y sí, estoy completamente loco por ella, lo admito. Y no me arrepiento.
Dejé de besarla cuando ella se separó de mi. La miré desconcertado.

- ¿Qué pasa?
- Ha terminado el beso, Justin -me dijo- Debo ir a preguntar algo a Mike -comenzó a caminar dejándome ahí como un tonto enamorado. Parecía un tonto, pero es como ella me pone.

(Minutos después)

- Dios, __(tu nombre). Rápido, eres la única que falta -le dije parado en la entrada de su casa- Todos ya están en el auto (Mike, Riguel y Celeste), solo faltas tú.
- Espera Justin, estoy buscando algo -me dijo- ¿Donde está el jugo en cajita?
- ¿Buscas el jugo? -le pregunté extrañado.
- Sí, tengo sed.
- ¿Hace más de 20 minutos estás buscando un jugo?
- Sí, eso hago.
- Dios, cómo te amo -me eché a reír mientras movía la cabeza en forma de negación.
- Es que no sé donde está -me dijo riendo- Y también te amo.
- ¿No tienes otro en la nevera?
- Varios, pero yo quería el que saqué.  Era el último de piñas que quedaba.
- Amor, yo te compro un jugo de piñas en el camino -le dije para que nos fuéramos.
- ¿De verdad? -se asomó por la puerta y se puso en frente de mí con una carita de ángel por lo que le había dicho.
- Sí, shawty. Me encanta cuando estás feliz, haría lo que sea para que lo estés -sonreí y la besé por un corto momento en los labios.
- ¡Sí! -alzó los brazos celebrando- Estoy muy feliz.
- ¿Como lombriz?
- Sí -reímos los dos.

Nos fuimos al auto y nos subimos. Yo iba conduciendo, Mike estaba atrás junto con Riguel y Celeste. Todos escuchábamos a Celeste quejándose en la parte de atrás. Era para la risa HAHAHA.

- No es justo que yo vaya con estos dos aquí atrás sola. ¡Toco el violín! -se quejó- Todo esto es culpa tuya, Justin.
- ¿Mi culpa? -cuestioné- Primita, que cosas dices -me eché a reír.
- ¡No te hagas el tonto! Jamás te perdonaré.
- Celeste -la llamó Riguel y ella miró- Mira como beso a Mike -se acercó para besarlo.
- ¡Me cago de la risa! -exclamó __(tu nombre) riendo.
- ¡Te odio, Riguel! -la miró mal- Eres una tonta.
- ¿Y qué me dirás con esto?

Paré el auto frente a una de las casas del lugar en el que estábamos. En ese momento Christian con Caitlin aparecieron por la puerta y se subieron.

- ¡Chris! Dios, estás aquí. ¡Gracias! -se alegró Celeste.
- ¿Y me sigues odiando? -le pregunté entre carcajadas y ___(tu nombre) también se puso a reír.
- No, primo. Te amo, eres el mejor -sentí que me besaba en la mejilla.
- Cuando te conviene -me hacía gracia.

Luego pasamos a recoger a Marcos, a Ryan y a Chaz. Todos íbamos perfectamente bien a la playa, estábamos divirtiéndonos en el auto hablando de puras tonterías. Al rato pasé con __(tu nombre) a una tienda para comprar su jugo de piñas hahah. La amo, de verdad. Moría de la ternura y risa cuando veía su carita emocionada. Es tan linda.
Al cabo de como unas 2 horas y media llegamos a la playa. Sí, no quedaba tan cerca. Pero valía la pena si queríamos pasar un buen día, ¿no?

-Narras tú-

Cuando llegamos a la playa todos nos bajamos rápidamente y sacamos nuestra ropa de baño de la maletera del carro de Justin. Sacamos toallas, los bikinis y los chicos su short de baño. Era un día muy bonito, hacía mucha calor y no había nada mejor que una playa. Solo había un problema... No soy muy buena para meterme a las playas porque me da cosa, no sé nadar, como que le temo un poco al agua.

- No sé si meterme -le dije a Justin.
- ¿Qué? ¿por qué? -me preguntó.
- ¿Y si me lleva la ola? No sé nadar... -dije apenada.
- Shawty ni cagando te dejo sola, ¿acaso pensabas que iba a hacerlo? Además... si te pones tu bikini menos me alejaré -se mordió el labio.
- ¡Tonto! -le dije riendo y sentí que mis mejillas se tornaban a un color rojizo.
- Es que amo cuando te sonrojas -se me acercó y me besó, es tan lindo. Joder, lo amo.

Luego de eso con las chicas (Caitlin, Riguel y Celeste) fuimos a cambiarnos a unos camarines que habían por ahí. Nos pusimos unos bikinis y unas sandalias. Luego a terminar salimos de ahí y nos fuimos donde los chicos. Ellos al vernos se nos quedaron mirando de arriba para abajo. Nosotras nos mirábamos mientras nos reíamos de sus caras, era como algo muy chistoso.

- Oye tú, ¿qué ves a mi novia? -Justin le dio un codazo a Chaz.

Todos reímos.

- Marcos, parece que se te salen los ojos al ver a mi hermana -le dijo Chris de forma amenazante- Presiento que tu cara hoy será otra.
- Joder, me asustas -le dijo este- ¡Christian es enserio!
- HAHAHAHA. Me cago. ¡Era una broma! -se puso a reír Chris al lograr su broma y todos nos unimos a su risa excepto Marcos.
- HA. HA. HA -rió en forma sarcástica- Eres un idiota pero te quiero, bro -lo pescó por el cuello y le dio un coscorrón en la cabeza.

En un momento Justin se me acercó y me tomó de las manos. Se me quedó mirando mientras sonreía. Yo le devolví la sonrisa.

- ¿Vamos? -dudé por un momento- Vamos shawty, no te llevará la ola. Lo prometo.
- Está bien, vamos -acepté por fin- Pero no tan hondo.
- Por supuesto que no -me sonrió.

Nos fuimos trotando hacia la orilla de la playa y comenzamos a entrar de a poco. Estaba un poco nerviosa, pues el agua así no sé, me pone de esta manera. Es algo jodido, pero he sido así desde pequeña cuando se trata del agua honda o brusca. Eso sí, Justin no me soltaba la mano en ningún momento, me encantaba eso de él. Se veía tan tierno, ¡es tan lindo! Lo detesto. Con cariño HAHA.



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Heeeeeeeyy what's up? ¡Chicas! Recién hoy logré terminar este capítulo. Creo que es algo más largo que los otros y espero que les haya gustado mucho. Pueden decirme qué les pareció comentando y votando.
Dios, las eché mucho de menos. Recién hoy pude subir. Había terminado ya el capítulo pero luego tuve que borrarlo todo porque no me había gustado como quedó.
Quiero decir algo. Disculpen si no aparecen todos los personajes en todos los capítulos o si no aparecen mucho, pero eso no dura mucho. En el próximo capítulo haré aparecer, ¿vale? Es por cuestión de alargar la novela y otras cosas. Y si desean que les dedique un capítulo, decírmelo en esta entrada y en las que siguen, ¿sí? (: Besos. Las amo demasiado. Cualquier duda pregunten. Comenten y voten. ¡Bye! Lamento no haber subido antes.
T


17 de febrero de 2013

He vuelto!

Chicas, como dice el título ESTOY DE VUELTA. ¡Sí! He regresado de las vacaciones. Pero bueno solo quiero decirles que las extrañé demasiado y que ya estoy lista y repuesta para volver a escribir capítulos haha (:
¿Me extrañaron? Espero haha. Aunque bueno, dejé a Eliana a cargo del blog, ¡muchas gracias a ella por todo! Y a ustedes también chicas. Comentaron mucho en los capítulos en los que estuve ausente y ya los leí todos y los AMÉ :3
¡Besos! Subiré lo más pronto posible.
T

14 de febrero de 2013

Capítulo 42 - But with you it's not like that at all


- ¿Cuál es tu problema? –le preguntó Riguel. Yo no decía nada, porque sabía que podía dejar la cagada- Y nadie te preguntó cómo carajo te llamabas.
- Mi problema son ustedes, pendejitas. ¿Qué hacen molestando aquí? Ya largo, ni siquiera las conozco –nos miró con desprecio y se volteó.

La tomé por el hombro haciendo que se volteara. Me miraba con un odio enorme, y yo tampoco la miraba de una forma muy agradable. Una chica como ella no se merece que la anden tratando como un ángel caído del cielo.

- Cierra tu jodida boca –le ordenó Celeste- Hasta ya se nota que eres una niña de mami y papi –hizo un tono de burla. Parecía que se le salían los ojos de molestia a esa chica.
- Ya largo de aquí, perras.

-Narra Justin-

Con los chicos observábamos y escuchábamos atentos la discusión de las chicas. Dios, me ponía nervioso con algo que pudieran hacer, sobretodo ___(tu nombre). Iba a separarlas pero los chicos me dijeron que no me metiera ahí.

- Oh, no –habló ___(tu nombre)- No nos iremos de aquí. Sabemos que eres tú la tarada que nos puso esos jodidos papeles en los casilleros así que no te vengas a hacer la mosca muerta, Olivia.
- ¿Qué cosas dices? –preguntó intentando haciéndoles creer que estaban alucinando cosas- No entiendo de qué me hablan…
- Oh, claro –mi novia asintió con la cabeza y soltó unas carcajadas- Olvido que hablo con una rubia…

¡Woooow!


- Calla tu puta boca antes de que te vaya mal… -la amenazó acercándose a ella.
- No te vengas con amenazas, anciana –le dijo Caitlin- Porque nosotras te podemos dejar postrada en una silla.
- ¿Saben? Me voy –Olivia se hartó- Y no crean que van a salir ilesas de esta. Me las van a pagar, ¿entienden?

Sin decir nada más se volteó y se fue caminando por el pasillo junto con sus amigas. Me había impresionado. Sabía que ___(tu nombre) era una chica que sabía defenderse, pero en realidad no sé como explicarlo… Es extraño porque jamás la vi así con una chica. Y creo que esto es solo el comienzo por lo que tendré que acostumbrarme.

-Narras Caitlin-

Con las chicas volvimos a donde estaban los chicos. Ellos nos miraban como boquiabiertos, creo que nunca habían visto a una chica decir cosas a otra, ¿acaso era para tanto? No son solo los hombres quienes se atreven a ir a un lugar y enfrentar a una persona. Si piensan eso están realmente mal de la cabeza. Las chicas también podemos ser muy rudas y atrevidas cuando se nos presenta algo así.

Marcos estaba mirándome. Amaba que me mirara, pues me gusta mucho este chico. ¿Cuándo diablos dará el siguiente paso? O parece que ya se le ha pasado lo que supuestamente sentía por mí o al menos eso me hace ver. Mi ley es que siempre los hombres deben llegar a mí, porque así una se da cuenta de qué es lo que siente en verdad y cuan importante se es para ellos.

- Wow Cait, no sé qué decir –me dijo riendo y yo también reí.
- Los hombres no son los únicos que pueden ser así –guiñé un ojo como sonseando.

-Narras tú-

[En el almuerzo]

- Chicos mañana es fin de semana… -les hablé luego de tomar un sorbo de mi jugo- ¿Qué haremos?
- Pues… podríamos ir a la playa –propuso Ryan.
- Quizás a un lago o algo así –Chaz dio otra opción.
- Me gusta más la idea de la playa –comentó Christian- No he ido hace un tiempo, ¿cierto Cait?
- Cierto –asintió sonriendo.
- Por mí, cualquier lugar está bien con tal de que Caitlin vaya… -dijo Marcos y Caitlin se puso a reír tímidamente. ¡Era tan tierno!
- Ya okei bro, no te emociones mucho –le dijo Chris mientras se paraba de su asiento y le daba unas palmadas en la espalda cosa que a todos en la mesa nos hizo reír.
- Ay Christian ya déjalos, no harán nada malo –le dijo Celeste para tranquilizarlo para luego sentarlo como estaba.
- La playa será –dijo Justin sonriendo- Pasado mañana todos vayan a mi casa a las 10:00am. Y nos iremos en mi carro para varias personas.
- Claro –dijimos todos al unisono.

(…)

Habíamos llegado a casa. Justin nos dejó en su casa y luego caminamos unas cuatro casas más para llegar a la mía, ya que con Riguel y Celeste íbamos a pasar una tarde de Chicas. A nuestro lado iba Mike.

- ¿De verdad solo es para chicas? –nos preguntó de mala gana.
- Sí –respondimos las tres al unísono para luego reírnos.
- Pero… ¡yo quiero estar con Riguel! –se quejó y cruzó los brazos.
- Mike, estaré contigo un rato ¿ok? –le dijo para que se quedara tranquilo- Pero luego me iré con las chicas… Y solo será un momento.
- Está bien, amor –sonrió feliz.
Las tres nos reímos por la cara de felicidad de Mike. Se veía como tan inocente e inofensivo. ¿Era realmente mi hermano? Se gustaba que enserio le gustaba Riguel hahaha. ¡Que dulce! Es tan lindo todo esto. Mi hermanito de dieciocho años estaba muy enamorado.

  Entramos a la casa y Riguel se quedó en la sala de estar junto con Mike y yo con Celeste subimos las escaleras a mi habitación. Nos tiramos a la casa exhaustas, pues había sido un día loco y cansador en la escuela. Al menos era viernes, teníamos todo el fin de semana para descansar. Aunque ahora que lo pienso solo son dos días… Pero bueno, solo podemos aprovecharlos, ¿no?


- Siento que moriré –se quejó mi amiga.
- ¡Lo mismo digo! –chillé- La escuela no puede ser más jodida y eso vamos para los dos meses recién o un poco más.
- Tienes razón…
- Oye, ¿por qué no se quedan a dormir aquí hoy? –le pregunté sonriendo- Podríamos hacer una pijama party. Veríamos películas y comeríamos algunas chatarras, ¿te parece?
- ¡Claro! Por mi estaría perfecto. Necesitamos una noche de esas para hablar de muchas cosas…
- Sí, hace tiempo ya que no hacemos algo así –sonreí- No tienes idea de cuánto extraño las vacaciones… me llega a dar tristeza… -estaba hablando con el corazón. No podía estar hablando más enserio.


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Chicas yo soy Eliana de Colombia y una lectora fiel de la novela de Tishu ella esta de vacaciones y me dijo que publicara los dos capítulos anteriores y este así que no se cuando vuelva ella de sus vacaciones así que les pido que por favor no dejen la nove!! estén pendientes del otro capitulo que de seguro no nos hará esperar mucho!! L@s quiero :)

11 de febrero de 2013

Capítulo 41 - But with you it's not like that at all




¿Mike me ha dicho que le gusto? ¿de verdad? ¿enserio? Juro que no me esperaba que me lo dijera o al menos no ahora… No hoy. En realidad me encanta estar así con él. Es un chico muy lindo, sin duda alguna lo es. Y mucho más ahora que se encuentra declarándome su amor.

No dijimos nada más. Él solamente se comenzó a acercar a mí. Sinceramente yo lo único que quería era besarlo de una vez. Había esperado ya mucho tiempo para que de una vez me dijera si me quería o no y por fin había llegado el momento.
De un momento a otro ya sentía que sus labios estaban sobre los míos y me besó. Me besó como si no hubiera mañana. Al principio fue un beso delicado, muy suave… Pero luego comenzó a volverse apasionado. Me sentía perfecta, que nada más existía. Sin duda agradecía a la señora secretaria por habernos pedido llevar los balones.

- Narras tú-

(Minutos después)

Estaba con Justin aún sentada en las bancas de la secretaría cuando por la puerta de entrada aparecen Mike y Riguel… ¡¿Tomados de la mano!? O sea, ¿qué había pasado? Dios, ¡apuesto a que es lo que estoy pensando. Mi hermanito tiene novia, lo sé, yo lo sé. Tiene novia lalalalalalala.

- ¿No nos quieren decir algo? –les preguntó Justin al momento en que se pararon frente a nosotros- ¿Una explicación sobre sus manos entrelazadas o algo así?
- Sí… -respondió Mike- ¡Tu prima es mi novia, bro! –chilló y comenzó a abrazar a Riguel.

Con Justin nos pusimos a reír y los felicitamos, también les deseamos lo mejor de lo mejor para su relación. Al fin eran novios, yo sabía que esto pasaría porque notaba que a mi hermano le gustaba mucho Riguel, además él me lo había dicho. Y Riguel también sentía cosas por mi hermano, solo que no quería que él lo supiera todavía haha.

Tocaron el timbre para ir al almuerzo y entonces fuimos al salón para ir a buscar unas cosas que se nos habían quedado. Luego salimos de ahí y nos fuimos a los casilleros. Ahí nos juntamos con Caitlin y Celeste. Nos pusimos a conversar un rato mientras que los chicos iban a buscar un lugar en la cafetería para comer.

- ¿Así que son novios? –le preguntó Caitlin a Riguel- ¡Ya era hora, mujer!
- ¡Ahora le toca a Cait! –chillé y ella me miró rara. Con Riguel y Cel reímos- Sabemos que tú y Marcos pronto estarán juntos…
- Claro que no –rió- No creo que él me pida ser su novia… al menos aún no –dijo no muy convencida.

(Una semana después)

Estaba en el gimnasio de la escuela con Riguel, Cel y Cait. Podía estar casi convencida de que alguien estaba vigilándonos. Sin duda estaban vigilándonos. Tal vez me digan: Oye, solo son ideas tuyas. No, nada de eso. La verdad es que cuando siento que alguien me espía termina siendo verdad. No tiene que ser necesariamente un humano, porque a veces son perros, gatos, etc. 


- ¡Odio educación física! –me quejé mientras saltaba por unos aros.
- ¡No más que yo! –chilló Cait- ¿Para qué nos hacen esto? ¡Es tan tonto!
- Y no has visto la cuerda que hay que subir –nos dijo Riguel.
- Es enorme, pero a nosotros no nos hacen usarla –las tres suspiramos cuando escuchamos eso de parte de Celeste, aliviadas- Solo lo hacen a algunos alumnos.

Sentí unas manos en mi cintura y pude oler un exquisito perfume. Sí, era mi novio Justin. Jamás me equivocaría. ¿Por qué tiene que hacerme tan feliz? Es tan lindo, enserio. Pude sentir su respiración en mi oído y sonreí.

- Te ves tan buena cuando haces ejercicio, Shawty –me halagó, cosa que me hizo sonrojar.

Me giró sobre mis talones y me apegó a él. Era como si nada más existiera, solo yo y él. Me ponía nerviosa que fuera así… Tan decido. Era muy atractivo y me gustaba mucho. Sin duda no me arrepiento de haberle dado esa oportunidad aquella noche que nos hicimos novios. Fue lo mejor que pude haber hecho.

- ¿De verdad eso crees? –le pregunté sonriente.
- Uf. Sí –asintió- Me están dando celos porque varios ya te miran de lo sexy que te ves.
- No quiero esos celos enormes, Justin –le pedí- No me hagas recordar lo de la otra ves o sin besos por tres semanas –advertí.
- Oh, no. Eso no –rió y se acercó a mí para depositar un beso en mis labios.

-Narra Marcos-

Había ido al baño para refrescarme un poco, pues eso de hacer educación física cansa bastante. Me mojé la cara y tomé un poco de agua para luego salir y volver al gimnasio. Al pasar por un puerta escuché que decían el nombre de ___(tu nombre). No fue por metido, pero me oculté y decidí escuchar.

- Me cae tan mal, la odio. No solo a ___(tu nombre), ¡si no que a las taradas de Riguel, Caitlin y Celeste también! –wow- Solo por estar con Justin Bieber se creen unas superiores a mí. Me da igual, no se van a salvar de nada.
- Olivia, esto será perfecto –le dijo una amiga de ella. Ya sabía su nombre.
- Mucho más que perfecto… Las odio de verdad.

Me asomé un poco por la puerta y noté a una chica de pelo ni tan largo ni tan corto, rubio, liso… se veía bastante creída. No pude verle toda la cara, estaba como de lado, pero sí logré memorizar su perfil. Lo que primero se me ocurrió fue decirle a las chicas, porque ya sabía que iban a tener problemas con ellas.

Me fui de ahí y volví al gimnasio. La clase ya había terminado y todos estaban yendo a los camarines para ducharse y quitarse la ropa de gimnasia. Cuando todos termináramos iba a contarle a las chicas, era mejor.

-Narras tú-

Estaba con las chicas en nuestros casilleros viendo unas cosas. Podíamos estar fuera del salón ya que habíamos estado en gimnasia y debíamos esperar a que tocaran el timbre para el recreo. En eso viene Marcos hacia nosotras junto con Christian, Mike, Chaz, Ryan y Justin.

- Hey chicas, debo contarles algo –nos habló cuando se pararon en frente de nosotras- Es importante.
- ¿Qué cosa? –pregunté.
- En gimnasia vine al baño y…
- Joder Marcos, no queremos saber el momento en que haces tus necesidades –interrumpió Celeste y todos nos pusimos a reír, incluyendo a Marcos.
- Es que no es eso, la cosa es que fui al baño –comenzó a contar- Y escuché a unas chicas hablando sobre ustedes.
- ¿Sobre nosotras? –preguntó Cait.
- Sí, y no decían cosas muy bonitas. Solo sé que la que habló todas esas cosas se llama Olivia y es rubia. Quieren hacerles cosas bien feas…
- Esas deben de ser las putas que nos pusieron los jodidos papeles en los casilleros –me di cuenta, pues era lo más obvio.
- ¿Les han puesto papeles en los casilleros? –preguntó Justin asombrado. Nosotras asentimos- ¿Qué decía?
- Que éramos unas perras y más –le dijo Riguel- Nos quieren hacer mierda…
- Pero ya no hablemos de eso, solo es una… -fui interrumpida por Marcos.
- ¡Es la de ahí! –chilló- La rubia con cabello suelto, estoy seguro. Es la tal Olivia –todos miramos y ahí estaba ella. Se veía bien creída.

Miré a Justin y él estaba mirándola de arriba abajo. No es por celosa, pero parecía que le hubiera gustado esa tipa en cierto modo. Me jodía, ¡no dejaba de mirarla! Parecía que en algún momento se le fuesen a salir los ojos. Noté que Caitlin también se había dado cuenta de la mirada de Justin, eso me mostraba que no era yo la única que podía darse cuenta de eso. Caitlin me miró y negó con la cabeza como diciendo: Ay no…

- Parece que a alguien se le ha perdido algo… -susurré a Caitlin refiriéndome a lo de Justin.
- Eso parece –me dijo ella.

Riguel, Celeste, Caitlin y yo nos miramos. En ese momento sin decir una palabra las cuatro comenzamos a caminar hacia donde estaba esa tal Olivia con sus amigas. Los chicos nos miraban como diciendo: No lo hagan. No íbamos para decirles algo malo, solo era para ver cómo reaccionaban.
Al llegar a donde ella estaba una de sus amigas notó nuestra presencia y le dijo a Olivia: Voltéate. Esta lo hizo y nos quedó mirando sin decir nada.

- ¡Hola! –saludé sonriente, obviamente lo fingía.
- ¿Qué tal? –le preguntó Caitlin.
- Horrible, ahora que las tengo aquí –nos dijo ella haciendo que llegara el fin de nuestro saludo agradable- Por si no lo saben, soy Olivia Holt. La chica que le da vida a esta escuela.

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¡Comentar y votar! Las amo.

7 de febrero de 2013

Capítulo 40 - But with you it's not like that at all

-Jódete, querido-



- ¡Hey chicas! –saludé a Riguel y a Cel con un beso en la mejilla.
- ¿Qué tal, ___(tu nombre)? –me preguntó Cel.
- Pf… ¿cómo crees que está? –le dijo Riguel- ¡Perfectamente! Es viernes, ¿lo olvidas?
- ¿Cómo se me va a olvidar el viernes? Estoy enamorada de él –reímos.
- Sí, claro chicas –interrumpió Justin nuestra conversación mientras salía del auto- Háganse a un lado, quiero saludar a mi novia –se acercó a mí, se acercó a mi cara y comenzó a besarme.

Dios, sin duda Bieber me traía loca. Era un chico tan lindo y sin duda amo cuando se comporta así conmigo. Es tan atractivo eso de él. Aunque no soy de esas que dicen: ¡Joder me traes loca, te amo, te beso los pies! No, nada de eso. Soy una chica que tampoco es capaz de mostrarse para la cagada por un chico. Nunca, jamás. Siento que es como perder toda mi dignidad. Puedo querer mucho a una persona, quizás amarla, pero a ese nivel no llego.

(Minutos después)

Nos habíamos bajado del auto de Justin y comenzamos a entrar. Fuimos a nuestros casilleros y de repente veo a Fabi, así que la fui a saludar sonriendo.

- ¡Oye Fabi! ¿qué tal? –la saludé y le di un beso en la mejilla.
- Genial, ¿y tú?
- Igual que tú –reí- ¿Y David? –quería saber de él, pues todos nos hemos unido mucho en las últimas semanas.
- Fue a la oficina y viene, creo que lo habían castigado, algo así.
- Oh, lo entiendo. Ya me han castigado –confesé y ambas soltamos algunas carcajadas.

Alguien me había tapado los ojos, quité las manos y ahí estaba David. Lo saludé y nos hicimos la típica pregunta de “cómo estás”. Fabi decidió ir al baño y yo me quedé con él. Pude notar la forma en que él la mirada mientras se iba.

- ¿Son novios? –pregunté de metiche haha, pues eso creí, no sabía, enserio.
- ¿Qué? –reaccionó- No, pero eso quisiera.
- OMG ¿te gusta mucho?
- Sí, quería decírselo en estos días. Es muy linda ¡ni siquiera nota que existo! –exclamó quejándose.
- Quizás le gustas pero piensa que tú no sientes nada por ella… He escuchado que eso pasa –comenté.
- Puede que sea cierto, ¡ojalas!
- Sí –sonreí y miré a donde estaba Celeste con Riguel, que me estaban haciendo unas ceñas- Oye debo irme, nos vemos luego.

Me acerqué a las chicas con cara de "qué pasa". Ellas se miraron y yo no entendía. Era como si estuvieran algo confundidas o extrañadas. Celeste acercó una de sus manos a mí y tenía un papel en ella. Miré la mano de Riguel y ella también tenía uno, ¿qué pasaba?

- ¿Es una calificación? -pregunté extrañada- Oh mi dios, te has sacado un cero.
- No, no es eso -aclaró Celeste- Vamos, lee.

Asentí y tomé los dos papeles. Abrí los dos al mismo tiempo, pues solo estaban doblados por la mitad y con un dedo podía ponerlos bien, no costaba, era super fácil. Como sea, al momento de abrirlos sentí un poco de molestia. Hace tiempo ya me esperaba que esto pasaría pero, ¿justo ahora tenía que pasar? ¡Ya ha pasado un mes, creí que no sucedería a esta altura!

- Hija de puta... te odio -leí en un tono alto en el que solo nosotras podíamos oír- Pronto te pasará lo peor y ni sabrás cuando, así que ni te molestes en preocuparte en qué momento será. Ten un buen día, perra.

En ambos decía lo mismo. Sinceramente me quedé sorprendida. ¿Qué diablos pasaba? ¡Ni siquiera sabíamos quiénes eran esas chicas! Es obvio que son mujeres porque un hombre no creo que se sería tan maricón para ponernos un papel y decir estas palabras. Sin decir nada fui a mi casillero, lo abrí y tenía un papel escrito con lo mismo que decía en los otros. Nuevamente volví a donde estaban las chicas y me quedé mirándolas.



- ¿Qué mierda hemos hecho para que nos amenacen? -pregunté molesta, ¡me jodía!
- ¡Nada! -me dijo Riguel- Ni siquiera han puesto sus jodidos nombres las muy cobardes.
- Esto es genial... Nada podría ser mejor -habló Celeste con sarcasmo- No nos conocen, quieren hacernos mierda, no sabemos cuando ni quiénes son... no sabemos nada. Estamos cagadas.
- ¿Por qué nos odian? -Riguel no entendía, en realidad estábamos las tres de la misma forma.
- No tengo idea... -susurré- Pero chicas no nos preocupemos por esto, no creo que pase nada. Además... solo son envidiosas. Lo típico es que sean puras palabras y no acciones  -sonreí, pues tampoco había que pensar mal.
- Eso es cierto... -me apoyó Cel.
- Es lo mejor -Riguel también.

(...)

- ___(tu nombre)... -me habló Mike que estaba sentado tras de mí.
- ¿Qué? -me volteé para poder escuchar bien y verlo.
- Quiero saber si... -interrumpió una voz molesta.
- ¡Señorita ___(tu apellido)! -chilló el profesor. Yo me volteé y lo quedé mirando- ¿Le he pedido que se voltee? ¡Tiene que poner atención! ¿o acaso quiere irse directo a la oficina? Cierre la boca de una vez. No porque sea la novia de Justin Bieber va a poder hacer todo lo que quiera en la clase así que no se aproveche -me gritó. ¿Osea qué carajo?

Sin pensarlo dos veces me paré del asiento y me quedé mirándolo con molestia. ¿Quién era él para poder decirme eso? No tenía por qué meter a Justin en el asunto.

- Solo me volteé para decir algo, no estuve hablando toda la jodida clase que usted está dando. ¡Y es una estupidez que quiera mandarme a la oficina solo por voltearme! Ni siquiera alcancé a decir más de una palabra y se altera. No tiene para qué andar metiendo a Justin en el asunto siendo que no tiene nada que ver con lo que estaba pasando y eso de que me aprovecho... no diga tonterías. Tampoco quiero faltarle el respeto pero usted comenzó -chillé.

Los de la clase me miraban boquiabiertos. El profesor me quedó mirando demasiado molesto, se le notaba. Pero tampoco era para que todos se impresionaran, no había dicho gran cosa. ¡Tampoco puedo aguantar que me diga algo así! En este mes me he llevado bien con todos mis profesores y solo me han sacado del salón por pararme de mi asiento muchas veces, pero este en especial me anda regañando por tonterías pero esta vez se ha pasado.

- A la oficina, ¡ahora! -volvió a gritarme.
- ¡Bien! Ni siquiera quería estar aquí -también le grité.

Caminé hacia donde estaba su escritorio sin mirarlo. Iba a salir por la puerta pero en eso alguien del salón habla...

- Yo iré con ella -se me unió Mike- Tuve la culpa.

Se levantó de su asiento y fue para donde yo estaba. Los dos salimos del salón. Me sentía un poco mal por Mike, tampoco tenía que echarse la culpa, aunque bueno... la tuvo, pero me da igual. Es mi hermano, entre los dos preferimos que pasen las cosas a uno mismo en vez de al otro, independiente de quién haya tenido la culpa en algo.

- Oye tonto no tenías por qué haber hecho eso -le dije.
- ¿Y qué? Tampoco iba a dejar que te fueras después de la forma en que ese anciano te habló -sonrió.
- ¿Qué le hice para que me odie?
- No lo sé, solo ignóralo.

En el salón Justin no estaba, ya que antes lo habían mandado a hacer no sé qué a otro salón. Menos mal que no había escuchado lo que el profesor dijo. Pero como sea, me caía mal ese profesor.
Nos fuimos a la oficina y no pudimos hablar con el director, así que la señora secretaria nos dijo que nos sentáramos el resto de la clase en unas sillas. Eso hicimos y nos quedamos hablando de cualquier cosa. Con mi hermano nunca tengo momentos aburridos.

- ¿___(tu nombre)... Mike? -sentí la voz de Justin. Miré hacia la puerta y ahí estaba él- ¿Qué hacen aquí?
- El profesor ha regañado a ___(tu nombre)...
- ¿Por qué?
- Nada importante -respondí, no quería decirle lo que me dijo sobre él- Solo fue una tontería.
- Oh... como sea, me quedaré contigo -sonrió.
- ¿De verdad? -sonreí feliz, me encantaba la idea.
- Sí, en total no queda tanto para el almuerzo. Y prefiero estar contigo -dios, que amor.
- Todos prefieren estar conmigo -sonseé y recibí un golpe en el hombro de parte de mi hermano.
- ¡Hola chicos! -alguien nos saludó y volteamos. Era Riguel- ¿Están castigados  o qué? -asentimos sin decir nada- Oh, yo estaba con Justin haciendo algo donde nos mandaron... ¿puedo quedarme? Como sea, lo haré de todos modos.

Reímos y Riguel se sentó en otra banca que había. Nos pusimos a charlar un rato sobre algunas tonterías y en un momento la secretaria se paró de su escritorio y vino hacia nosotros. Solo la quedamos mirando para ver qué era lo que nos diría.

- Alumnos, necesito que dos de ustedes vayan al cuartito en donde están las cajas con unos balones. Quiero que saquen dos se ellos, ¿quién se ofrece? Los necesito... -nos pidió de buena forma, se veía muy simpática.
- Ahm... yo -se ofreció mi hermano y se paró- Y Riguel también quiere, ahora vamos.
- ¿Qué? -preguntó ella confundida. Mike la tomó de la muñeca y se la llevó junto con la secretaria.

Con Justin soltamos unas carcajadas. Se notaba que Mike había aprovechado la oportunidad para estar a solas con ella. Lo conozco, no soy tan tonta. ¡Además cualquiera se daría cuenta! Quien no se de cuenta tiene que ser muy iluso. No es por insultar hahaha ¡pero es obvio!
Estaba tan sumergida en mis pensamientos y de repente siento presión sobre mis labios. Justin estaba besándome. Obviamente le seguí el bes. Amaba cuando sin darme cuenta él me sorprendía así. Es tan dulce y lindo. Enserio lo amo... ya por fin sé que sí lo amo.

- Te amo... -susurré al dejar de besarlo, mientras nos mirábamos a los ojos.
- ¿Qué? -me miró sorprendido- ¿Me has dicho te amo? -sí, era la primera vez que se lo decía.
- Sí, te he dicho te amo Justin -repetí. Él automáticamente dibujó una sonrisa sobre sus labios. Volvió a besarme pero esta vez duró como tres segundos.
- Dios, te violaría aquí mismo -se sentó encima de mis piernas.
- ¡Bieber! ¬¬
- Ay amor, solo era una broma. ¡Te amo maldita sea! -tomó mi cara entre sus manos y otra vez, me besó.

-Narra Mike-

La secretaria nos llevaba caminando al gimnasio de la escuela ya que ahí se encontraba el cuartito. Dijo que entráramos por la ventana ya que no habían llaves y que cuando sacáramos los balones se los fuéramos a dejar a su escritorio. Dicho eso se fue dejándonos solos.

- Bien... hay que entrar -le dije a Riguel.
- Sí -asintió mientras miraba la ventana- Pero ayúdame a subir, no soy muy buena.

Le hice como un escalón con la mano para que pudiera subir bien y entró. Luego yo intenté subir a la ventana y no me costó, pues estoy acostumbrado a estar escalando o a pasarme por algunos lados. No es nada nuevo para mi. De todos modos me sentía feliz por estar de una vez a solas con ella. Es linda, me gusta mucho.
Cuando entré comenzamos a buscar las cajas y bueno, en un momento ella se cayó. Pensé en pararla pero luego... no.

- Ajajjajjaajjaja -me cagaba de la risa- ¡Te has caído!
- ¡Joder Mike ayúdame! -se había molestado.

- Es que... aajajajajajajaja -¡no podía parar!
- Como quieras, me paro sola. Estúpido.

Comenzó a pararse, pero no iba a dejar que lo hiciera sola. Tomé su mano y de un momento a otro me encontraba encima de ella. Había hecho que me cayera como venganza, aunque pensándolo bien para mi no fue un castigo, si no todo lo contrario.

-Narra Riguel-

- No te ha salido la venganza... -me dijo muy cerca de mí. Yo lo miré extrañada. Ambos estábamos tan cerca que me ponía nerviosa.
- ¿Por qué no? -pregunté.
- Porque me gusta. Y... -hizo una pausa- También me gustas tú.


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¡Comentar y votar! Las amo :3

3 de febrero de 2013

Quiero que sepan esto.

Chicas/os, el miércoles me voy de vacaciones. Terminé un capítulo y ahora seguiré con otro. No sé cuantos llegue a hacer hasta mañana. Quizás uno o dos más, ojalas tres más... Pero no tengo idea de cómo los subiré. No llevaré laptop y no podré ocupar internet. Estoy pensando en como carajo subiré los capítulos pero bueno... creo que dejaré el blog con alguien a cargo. No sé con quién, quizás será una lectora del blog. Solo prometo que no estarán sin capítulos en mi ausencia. Pero tienen que PROMETER que comentarán en TODOS. Cuando vuelva quiero ver que sí les han gustado y que siguen leyéndome :3 Please, ¿si? Bueno, debo irme. Las amo demasiado, son lo mejor. Besos.
T

2 de febrero de 2013

Capítulo 39 - But with you it's not like that at all




Ella se volteó al momento en que grité eso. Se me quedó mirando extrañada, pero no se veía enojada o molesta, o tiendo algún otro sentimiento de desagrado. Eso me hacía estar más tranquilo, pero aún quería saber qué era lo que pensaba o qué me diría por lo que acaba de confesar. He besado a la chica que me gusta en un momento que quizás ni adecuado era, pero no me arrepiento porque vaya que lo disfruté.

Y ahora es cuando ruego... ¡Por favor Caitlin dime algo!

- ¿Cait? -hablé para que al menos unas dos palabras salieran de su boca.
- ¿Marcos? -hizo lo mismo que yo, cosa que me hizo reír y a ella también.
- ¿Quieres saber algo más?
- ¿Qué?
- Me ha encantado el beso -pude notar que sus mejillas comenzaban a tornarse de un suave color rosa.
- A mí también. Sí, me ha encantado -confesó apenas.

Sonreí y comencé a caminar hacia ella, pues estábamos algo lejos y parecía un tonto. Al momento de estar frente a ella la miré a los ojos y ella también tenía su mirada sobre mí. Sin duda su cara me encantaba, era muy linda. Era tan dulce que hasta la mordería, okno.

- ¿Te gustan los BelieberBoys? -le pregunté, pues enserio, quería saber eso.
- Amo a los BelieberBoys, ¿quién no?
- ¿Y te gustaría estar con uno? -estaba nervioso.
- Pues... -fuimos interrumpidos por alguien que se aclaró la garganta.

Caitlin se quedó mirando hacia la dirección contraria de donde estaba yo. Algo o mejor dicho alguien me giró por los hombros y pude darme cuenta de que era Christian. Me tomó la ropa por el pecho y me empujó hacia los casilleros. Mierda.

- ¿Qué haces, Chris? -le preguntó Caitlin, él la miró- ¡No lo vayas a golpear!
- Cállate, Caitlin -le dijo él para luego voltear su cabeza y seguir mirándome- ¿No quieres decirme nada, bro? -preguntó sonriendo- Sí, sonrío porque somos amigos, pero eso no quiere decir que vas a ser una excepción para ver qué chicos quieren algo con mi hermana.
-Tranquilo bro, no tengo malas intenciones... -interrumpió.
-Cállate -miró a Caitlin- Cait, ¿puedes salir de aquí? necesito hablar con Marcos.
-Pero...
-¡Hazlo! No le haré nada malo, solo quiero hablar con él, lo prometo -sonrió para que Caitlin se quedara tanquila.

-Narras tú-

Christian aún no volvía de donde había ido, aunque no sé a dónde era pero bueno, no volvía. Estábamos hablando un rato de cualquier cosa que se nos cruzara por la cabeza. Ryan estaba diciendo la forma en que Justin había comido un gusano.

- Y entonces le dije que si se comía un gusano le daría la contraseña para poder ir a combatir zombies -hizo una pausa y nosotros lo mirábamos riendo. Justin estaba rojo- Y sin pensarlo se comió dos gusanos en vez de uno y fue cuando le dije que era mentira.
- ¿Y qué te hizo? -le pregunté.
- Me golpeó, parece que me sangró la nariz pero estuvo genial.

Todos comenzamos a reír, menos Justin. Estaba rojo de la verguenza pero no se le notaba molesto. Solo quizás era porque no quería que supiéramos que Ryan lo dejó como un tonto esa vez con los zombies y el gusano.
Me acerqué a él y le acaricié el hombro, luego le toqué la mejilla. Él me miraba apenas, pues aún seguía avergonzado. Se veía tan tierno, pero no entendía que esa no era una razón para avergonzarse, si no para re-cagarse de la risa Hahahahha Okno.

- Vamos, ríe. Es divertido -solté algunas carcajadas.
- ¡Quedé como idiota! -se quejó.
- ¡Pero ha sido divertido, Justin! -le besé la mejilla- Le contaré a todos.
- ¡___(tu nombre)! -me regañó.
- ¡Es una broma, amor! -chillé muriendo de la risa- Nadie se enterará, aunque sería un recuerdo muy lindo y chistoso para tus Beliebers. No sé, eso pienso.

Él se me quedó mirando y luego sonrió. Creo que había hecho algo bien.

- Tienes razón, a ellas les gustaría -seguía sonriendo.
- ¿Ves? Es algo bueno. Algo positivo. Me he lucido esta vez, eh.
- Sí. Te has lucido mucho esta vez, Shawty -llevó su mano a mi mentón y me atrajo hacia él para luego darme un dulce beso.
- Oigan ya dejen de ser tiernos aquí, aún existimos los que no tienen novia -se quejó Chaz.
- Mi novio no está aquí, así que... -lo apoyó Celeste.
- Es cierto, ya basta -Mike se unió a ellos.
- Tú no hables, mira que tienes algo con Riguel -le dijo Ryan.
- ¿Qué? No... -se apuró a hablar ella.
- ¿No tienen nada? -les preguntó Chaz riendo- No vengan con tonterías, todos lo saben. Si pudieran se harían mierda.
- ¡Somers!
- ¡Okei, okei! -levantó los brazos como diciendo "lo siento"- Pero no vengan con tonterías.
- ¡Manita arriba los que creen que lo que decimos es cierto! -chilló Ryan.

Inmediatamente todos los que estábamos ahí en la mesa levantamos la mano, excepto mi hermano y Riguel. Él se me quedó mirando mal. Yo solo lo miraba tratando de aguantarme la risa, pues era un momento genial verlo así. No soy mala, pero eso digo.

- Enana, baja esa mano.
- Lo siento, pero es cierto -reí y le hice una seña como "vamos, dile algo".

Él se dio cuenta de lo que yo quería decir y comenzó a ver qué cosa podía decir. No le costó, más bien lo dijo muy rápido, solo necesitaba que alguien se lo dijera.

- En realidad yo no digo que no me gustaría... -habló mi hermano y todos lo miramos diciendo: uuuh.

Riguel se había quedado callada y se le notaba nerviosa. ¡Era algo tan tierno! Pero también era para reír un poco, porque no sé qowieuoiqweklasjdwqpouei.

- Ahm... -se aclaró la garganta- ¿Y quién ha dicho que yo no quiero?
-Uuuh -todos nos impresionamos, ¡no nos esperamos que ella iba a responder eso!

-Narra Christian-

Aún tenía a Marcos en el casillero. Caitlin había ido al baño, creo. No lo estaba golpeando, nada de eso. Solo estaba diciéndole lo que cualquier chico le diría a alguien que quiere algo con su hermana. La protejo mucho, pues la amo y odiaría que alguien le hiciera daño o algo así. Me entienden, ¿no? Sea quién sea, si lastiman a mi hermana yo creo que no sería consciente de mis actos.

- Bro, no te enojes... de verdad me gusta Caitlin -me dijo él.

-Narra Marcos-


- ¿De verdad te gusta mi hermana? –suspiré.
- Sí, de verdad  -confesé- Me gusta mucho, Christian –estábamos hablando seriamente, me salía de lo profundo. Jamás jugaría con ella.
- Supongo que sabes lo que pasará si le haces daño… -iba a abrir la boca para contestar pero…- Pasará que te romperé la cara a golpes sin importar que seas mi amigo. Que si llegas a engañarla con alguna zorra por ahí desearás no haber nacido jamás y nunca haberte cruzado en el camino de Beadles ¿entiendes?
- Sí, entiendo –él ya me estaba poniendo nervioso- ¡Entiendo, bro!
- ¡Qué bueno! –exclamó y me soltó haciendo que me diera relajo- Ahora vamos a comer, hermano –estaba como de lo más feliz, de un momento a otro quería matarme y al otro ya no.
- ¿Estás bien? –me acerqué a él mientras volvíamos a la cafetería.
- ¿De qué hablas? –me miró extrañado.
- O sea, ahora estás feliz de la vida y antes querías matarme.
- Oh, claro… Hablas del otro Christian –comprendió, yo lo miré raro- Verás Marcos tengo dos facetas de Christian, la primera es el Chris buena onda que se ríe de todo y es genial. La otra es del chico malo que protege a su hermana de cualquier imbécil que se le cruce. Que yo recuerde mi segunda faceta estaba seguro dentro de mi corazón en un closet. Son dos personalidades totalmente diferentes, pero alguien debió decírtelo cuando conociste a mi hermana –me explicó.
- Nadie lo hizo…
- Lástima.

Cuando llegamos a la cafetería los chicos estaban conversando de algunas cosas y Caitlin acababa de llegar del baño de mujeres. Le dediqué una sonrisa y ella hizo lo mismo. Definitivamente me gustaba mucho.

-Narras tú-

(Un mes después)

Sí, ya llevamos un mes de escuela. Definitivamente ha sido algo muy pesado, aún no me acostumbro a tener que levantarme temprano casi todos los jodidos días. Es tan estúpido todo esto, desearía tener vacaciones otra vez.

No he tenido problemas en la escuela y espero que no pase, aunque sí hay unas cuantas locas que nos miran a las chicas y a mí con un odio impresionante, es como si lo único que quisieran fuera hacernos daño. Pero bueno, nosotras solo preferimos no tomarles atención, ¿para qué hacerlo?
Ya estaba vestida, traía esto:


Estaba tomando desayuno junto con Mike. Al terminar salimos de la casa para ir a subirnos al auto de Justin, pues tenía que ir a la escuela. ¡Al menos era viernes! El día más esperado de toda la semana, siempre que llega este día puedo estar feliz a cada momento. Sin duda lo amo, lo amo.


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Debo irme rápido, así que espero que les haya gustado. Comentar y votar en reacciones (:
No pude subir antes porque no tuve mucho tiempo para escribir, solo les diré que me quedaré estas noches hasta tarde escribiéndoles capítulos, porque entre el martes o el miércoles le voy de vacaciones, ¿si? Besos.